jueves, 8 de julio de 2010

Llaves Que Siempre Liberan







¿Hay acaso algo que encierre más misterio o mayor utilidad que una llave? El misterio: «¿,A qué corresponde? ¿Qué es lo que puede poner en marcha? ¿Qué logrará abrir? ¿Qué nuevo descubrimiento motivará?» La utilidad: «¡Algo ha de abrir, sin lugar a dudas, a quien la posea! ¡Algo descifrará, con toda seguridad, y dará lugar a una posibilidad que de otro modo sería nula!»

•    Las llaves describen los instrumentos que usamos para tener acceso a algo o para hacerlo funcionar.
•    Las llaves describen los conceptos que desencadenan posibilidades que asombran la mente.
•    Las llaves describen las diferentes estructuras de las notas musicales que posibilitan la variación y las escalas.
Jesús habló de llaves: «Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos» (Mt 16.19).
Aunque no hay una lista específica de cuáles eran exactamente las llaves a las que Jesús se refería, está claro que confirió a su iglesia—a todos los que creen—el acceso a una esfera de compañerismo espiritual con El en el dominio de su Reino. Los estudiosos fieles de la Palabra de Dios, que se mueven en la gracia práctica y la sabiduría bíblica de una vida y un ministerio llenos del Espíritu Santo, han observado algunos de los temas básicos que apuntalan esta clase de «compañerismo espiritual» que Cristo ofrece. Las «llaves» son conceptos, temas bíblicos, que pueden rastrearse a lo largo de las Escrituras y que son verificables cuando se los aplica con una fe bien fundamentada bajo el señorío de Jesucristo. El «compañerismo» es el rasgo esencial de esta descarga de gracia divina; 
  1. Los creyentes buscan recibir la promesa de Cristo en cuanto a «las llaves del reino»,
  2. A la vez eligen creer en la disposición del Espíritu Santo de poner en acción su liberador e ilimitado poder en nuestros días.

Desde el inicio, estos escritores han analizado con profundidad los temas que usted podrá seguir aquí.
El objetivo central de la temática estudiada en esta serie de guías es relacionar las «claves de poder» de la vida llena del Espíritu Santo. Para ayudarlo en sus descubrimientos habrá un número de elementos auxiliares. Las guías de estudio tienen de doce a catorce lecciones, cada una de las cuales ha sido preparada de modo que pueda sondear las profundidades o rozar la superficie, según sus necesidades e intereses.
Por último, cada lección contiene esta sección. Aquí la pregunta clave es: 
  • ¿Y ahora qué? Una vez que he visto lo que dice la Biblia, 
  • ¿qué significa esto para mi vida? 
  • ¿Cómo puede influir en mis necesidades cotidianas, mis heridas, mis relaciones personales, mis preocupaciones y todo aquello que es importante para mí? 
  • Fe viva lo ayudará a percibir y aplicar los resultados prácticos de este regalo literario que Dios nos ha dado.
Como podrá observar, estas guías incluyen espacio para que conteste las preguntas, haga los ejercicios correspondientes al estudio y ponga en práctica lo aprendido. Quizás desee anotar todas sus respuestas o el resultado de lo que ha obtenido mediante su estudio y aplicación en un cuaderno separado o en un diario personal. Esto será adecuado sobre todo si piensa aprovechar a fondo la sección Información adicional. Como los ejercicios de esta sección son opcionales y pueden extenderse sin límites, no hemos incluido espacio para ellos en esta guía de estudio. De manera que quizás quiera tener un cuaderno o un diario a mano, para registrar los descubrimientos que realice al abordar las riquezas de esta sección.
El método de estudio bíblico que se utiliza en esta serie gira en torno a cuatro pasos básicos: la observación, la interpretación, la correlación y la aplicación. La observación responde a la pregunta: ¿Qué es lo que dice el texto? La interpretación se ocupa de lo que significa el mismo; no lo que creamos usted o yo, sino lo que significaba para sus lectores originales. 
  • La etapa de correlación responde a la pregunta: 
  1. ¿Qué luz arrojan otros pasajes de la Biblia sobre el que estoy estudiando? Y la aplicación, que es la meta del estudio bíblico, plantea lo siguiente: 
  2. ¿En qué aspectos debiera cambiar mi vida, como respuesta a lo que el Espíritu Santo me enseña a través de este pasaje?
Si está familiarizado con la lectura de la Biblia, sabe que puede disponer de ella en una variedad de traducciones y paráfrasis. Si bien cualquiera de ellas puede ser usada con provecho para trabajar con las guías de estudio de esta serie, los versículos y palabras que se citan en las lecciones han sido tomados de la traducción de Reina-Valera, revisión de 1960. El uso de dicha traducción en esta serie hará más fácil su estudio, aunque no es un requisito.
Los únicos recursos que necesita para completar y aplicar estas guías de estudio son: 
  1. un corazón y una mente abiertos al Espíritu Santo y 
  2. una actitud de oración, 
  3. además de una Biblia y un lápiz.
Por supuesto, puede recurrir a otras fuentes, tales como comentarios, diccionarios, enciclopedias, atlas y concordancias; incluso, encontrará en la guía ejercicios opcionales para orientarlo en el uso de dichas herramientas. Pero son opcionales, no indispensables. Estas guías de estudio son tan amplias que le brindan todo lo que necesita a fin de obtener una excelente comprensión del libro de la Biblia que trata, como también la orientación necesaria para aplicar los temas y consejos a su propia vida.
Cabe, sin embargo, una palabra de advertencia. El estudio de la Biblia, por sí mismo, no transformará su vida. No le dará poder, paz, gozo, consuelo, esperanza, ni la variedad de regalos que Dios desea que usted abra y disfrute. Pero a través de él adquirirá mayor conocimiento y comprensión del Señor, de su Reino y de su posición en el mismo, todo lo cual es esencial. Pero usted necesita algo más. Requiere depender del Espíritu Santo para que oriente su estudio y aplique las verdades bíblicas a su vida. Jesús prometió que el Espíritu Santo nos enseñaría «todas las cosas» (Jn 14.26; cf. 1 Co 2.13). 
De modo que mientras use esta serie para guiarlo a través de las Escrituras, 
  • Riegue sus momentos de estudio con oración, pidiendo al Espíritu de Dios: 
  1. que ilumine el texto, 
  2. que aclare su mente, 
  3. que someta su voluntad, 
  4. que consuele su corazón. 
 El Señor nunca le va a fallar. Mi oración y mi meta es que, a medida que abra este regalo de Dios, a fin de explorar su Palabra para vivir como El desea, el Espíritu Santo llene cada fibra de su ser con el gozo y el poder que Dios anhela dar a todos sus hijos. Adelante. Sea diligente. Manténgase receptivo y sumiso a Dios. No saldrá defraudado. ¡El se lo promete!

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