viernes, 11 de diciembre de 2015

Ya sea que la práctica sea descrita como “adoración” o “veneración”, o cualquier otro término, el problema es el mismo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información

¿Es apropiado dirigirse a los ministros por el titulo de “Reverendo”? 

REVERENDO: Que es digno de reverencia.
REVERENCIA
¿CÓMO EMPIEZO A EXPRESAR REVERENCIA?
1. De la manera en que hablo acerca de Dios.
– No debo hacer bromas del Padre, o del Hijo, ni del Espíritu Santo.
– Nunca debo tomar el nombre de Dios en poco o en vano. Éxodo 20:7


2. De la manera en que sirvo a Dios.
– Todo servicio que hago como para el Señor, es digno de respeto. Colosenses 3:23-24
– Debo pensar en qué manera puedo agradar a Dios con un espíritu de temor y reverencia. 

  Hebreos 12:28

3. De la manera en que manejo la Palabra de Dios.
– Siempre debo estimarla como la Palabra inspirada de Dios. 2 Pedro 1:21 y 2 Timoteo 3:16
– Tengo que tomar su mensaje en serio y actuar a base de ella. Santiago 1:21


4. De la manera en que me comporto durante los servicios de la iglesia.
- Debo evitar platicar con amigos durante los servicios. Zacarías 2:13
– Debo enseñar a los niños la importancia de mostrar reverencia en los cultos.
– Debo procurar llegar a los cultos con una actitud de oración a Dios. Salmos 95:6


5. En la actitud que demuestro durante la oración.
- Una forma de manifestar reverencia en la oración es por inclinar la cabeza y cerrar los ojos.
– Debo evitar la risita o una actitud ligera en tiempo de la oración.


6. En mi comportamiento en un lugar dedicado a la adoración de Dios y la predicación de su Palabra.
- No debo gritar ni correr en el edificio antes ni después de los cultos.
– Debo ayudar a mantener el lugar de adoración limpio y ordenado para así mostrar honra y aprecio a Dios.


REVERENDO 
En la Biblia, la palabra “reverendo” le aplica a Dios y solamente a Dios. En ningun momento esa palabra le aplica a ningun hombre. Salmos 111:9 dice, “El [Dios] ha enviado redención a Su pueblo; Para siempre ha ordenado Su pacto; Santo y reverendo es Su nombre” (versión KJ). La palabra es traducida “temible” en la Nueva Versión King James, y Reina Valera.

Usted no puede encontrar en ningun lugar en el Nuevo Testamento donde Pedro, Pablo, Juan, Santiago o cualquier otro ministro fue alguna vez llamado “reverendo.” De hecho, Cristo prohibe esos titulos (Mat. 23:9).

El uso de titulos religiosos, como los de “Reverendo,” “Padre,” “Su Santidad,” etc., comenzaron en el primer siglo dentro de circulos religiosos cuando una gran apostasia habia comenzado. Fue en ese instante en que los ministros comenzaron a ponerse ellos mismos “en el lugar de Cristo.” Por ellos mismos decidieron darse titulos de divinidad. Los verdaderos siervos de Dios no van a usar esos titulos.

Sin embargo, es apropiado para los ministros ser llamados, “Ancianos,” “Pastor,” “Evangelista,” etc., porque estos son los titulos usados en el Nuevo Testamento.

"¿Es bíblica la veneración a los santos y a María?"

Respuesta:
La Biblia es absolutamente clara en que solo debemos adorar a Dios. Los únicos casos en que alguien más que Dios recibe adoración en la Biblia es cuando se trata de dioses falsos, los cuales son Satanás y sus demonios. Todos los seguidores de Dios el Señor rechazan la adoración. Pedro y los apóstoles se negaron a ser adorados (Hechos 10:25-26; 14:13-14). Los santos ángeles se negaron a ser adorados (Apocalipsis 19:10; 22:9). La respuesta es siempre la misma, “¡Adora a Dios!”

Los Católicos Romanos intentan “desviar” estos claros principios Escriturales, diciendo que ellos no “adoran” a María y a los santos, sino que más bien ellos sólo “veneran” a María y a los santos. El usar una palabra diferente no cambia la esencia de lo que se ha estado haciendo. 

Una definición de “venerar” es “respetar en sumo grado o dar culto.” En ningún lugar en la Biblia se nos dice que rindamos culto a alguien, sino solo a Dios. No hay nada de malo en respetar a aquellos cristianos fieles que se han ido antes que nosotros (ver Hebreos capítulo 11). No hay nada malo con honrar a María como la madre terrenal de Jesús. La Biblia describe a María como “muy favorecida” por Dios (Lucas 1:28). 

 Al mismo tiempo, no hay instrucción en la Biblia de reverenciar a aquellos que se han ido al cielo. Debemos seguir su ejemplo, sí, ¡pero nunca adorarlos, reverenciarlos, o rendirles culto!

Cuando son forzados a admitir que en realidad ellos adoran a María, los católicos argumentarán que ellos adoran a Dios a través de ella, al adorar la maravillosa creación que Dios ha hecho. María, en sus mentes, es la más hermosa y maravillosa creación de Dios, y al alabarla ellos están alabando a su Creador. Para los católicos, esto es análogo a dirigir alabanzas a un artista al alabar su escultura o pintura. El problema con esto, es que Dios explícitamente prohíbe ser adorado a través de las cosas creadas. No debemos inclinarnos y adorar a ninguna cosa que esté arriba en los cielos ni abajo en la tierra (Éxodo 20:4-5). Romanos 1:25 no puede ser más claro: “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” Sí, Dios ha creado cosas increíbles y maravillosas. Sí, María fue una buena mujer que es digna de nuestro respeto. No, absolutamente no debemos adorar a Dios “vicariamente,” alabando las cosas (o la gente) que Él ha creado. El hacerlo es obviamente idolatría.

La mayor manera en que los católicos “veneran” a María y los santos, es rezándoles. Como la siguiente declaración lo demuestra, el orar a alguien más que a Dios es anti-bíblico. “Es anti-bíblico orar a los santos y a María, ya sea que se ore directamente a María o a los santos, o que se les hagan peticiones como mediadores. Ninguna de estas prácticas es bíblica”. El orar es un acto de adoración. Cuando oramos a Dios, estamos reconociendo que necesitamos Su ayuda. Al dirigir nuestras oraciones a alguien más que no sea Dios, le estamos robando a Dios la gloria que solo le pertenece a Él.

Otra manera en que los católicos “veneran” a María y a los santos es creando estatuas e imágenes de ellos. Muchos católicos usan las imágenes de María o de los santos como “amuletos de la suerte”. Cualquier lectura superficial de la Biblia revelará que esta práctica es un claro acto de idolatría (Éxodo 20:4-6; 1 Corintios 12:12; 1 Juan 5:21). El frotar las cuentas del rosario es idolatría. Prender velas o veladoras ante una estatua o imagen de un santo o de María, es idolatría. El enterrar una estatua de José con la esperanza de vender tu casa (y un sinnúmero más de prácticas católicas), es idolatría.

La terminología no es lo importante. Ya sea que la práctica sea descrita como “adoración” o “veneración”, o cualquier otro término, el problema es el mismo. Cada vez que atribuimos a alguien más algo que pertenece a Dios, es idolatría. En ninguna parte de la Biblia se nos enseña a reverenciar, orar, depender, o “adorar” a alguien que no sea Dios. Debemos adorar solamente a Dios. La gloria, la alabanza y la honra pertenecen a Dios solamente. Solo Dios es merecedor de “... la gloria y la honra y el poder...” (Apocalipsis 4:11). Solo Dios es merecedor de recibir nuestra reverencia, adoración y alabanza (Nehemías 9:6; Apocalipsis 15:4).

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