martes, 12 de mayo de 2015

2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


Daniel estaba afligido. Su patria se encontraba en ruinas y los ataques continuaban contra ella. El profeta estaba cautivo en Babilonia, en poder del rey Nabucodonosor. No había esperanza de alguna solución inmediata. En esa condición, Dios le reveló el futuro, anunciando que el pueblo escogido seguiría estando bajo el dominio de imperios paganos por un tiempo más. Entonces, ¿cómo podían confiar en Dios en medio de semejantes circunstancias tan difíciles e inseguras? ¿Qué se podría esperar ahora? ¿Cómo habríamos reaccionado nosotros si nos hubiera tocado vivir en días tan oscuros? ¿Qué haremos si algún día tenemos que confiar en Dios en situaciones parecidas?
Los profetas bíblicos no fueron llamados para predecir el futuro como si fuera una actividad más de una semana de conferencias proféticas, sino para predicar al pueblo de Dios en medio de tiempos críticos con el fin de llamarlo a arrepentirse de sus pecados e idolatría, o para consolarlo en su aflicción, y animarlo a seguir confiando en Dios aun cuando no pudiera comprender lo que él hacía.
Así fue el ministerio de Daniel. Inclusive, a pesar del concepto popular que existe de que era varón de Dios y profeta, Daniel no fue ni pastor ni profeta, desde la perspectiva de su trabajo, sino un político entregado a Dios quien, a pesar de los riesgos sabía aprovechar las oportunidades que se le presentaban para honrar a Dios en su vida y proclamar el mensaje divino ante, los reyes a quienes servía.


EL AUTOR Y LA FECHA


El ministerio de Daniel fue muy prolongado. Sirvió a Dios durante casi todo el imperio babilónico y el comienzo del imperio persa. Si suponemos correctamente que tenía unos veinte años cuando lo llevaron preso a Babilonia en 605 a.C. y tomamos en cuenta que su última profecía fue dada en el tercer año de Ciro (536 a.C), Daniel habría tenido 89 años de edad cuando terminó su ministerio público. Recuerde que ya habían pasado los días de Abraham y Moisés cuando la gente vivía más de cien años. Así que Daniel ya no era tan joven.
Este varón de Dios fue contemporáneo de Jeremías y Ezequiel, quienes vivieron y sirvieron a Dios en otras esferas. Jeremías se quedó en tierra de Israel para proclamar la palabra de Dios al remanente que permaneció allí después de las deportaciones. Por su parte, Ezequiel proclamó el mensaje divino entre el pueblo que fue llevado cautivo a Babilonia. Daniel permaneció en la corte real, representando a Dios y a su pueblo frente a los reyes paganos. Por medio de su testimonio, su fama de integridad, y su sabiduría reconocida, Daniel logró compartir el mensaje de Dios aún a los reyes incrédulos. Además, el Señor lo utilizó para preservar a su pueblo.


MARCO HISTORICO


El profeta vivió en un período de tristeza y esclavitud para Israel. A causa de la infidelidad a Dios y a sus pactos, sufrieron el juicio divino y él los envió a la cautividad en Babilonia, conforme a la predicción de Moisés que había sido dada en Deuteronomio 28–30.
Aunque Daniel recibió su preparación académica y profesional en Babilonia, siempre demostró un amor profundo hacia su Dios, sus leyes y su pueblo, y estaba preocupado por la tristeza y aflicción que estaba pasando. Lo que más deseaba era ver su salvación y restauración.
Por aquel tiempo, Dios reveló a su siervo un programa a través del cual el Altísimo restauraría a su pueblo y cumpliría lo que habían anunciado otros profetas acerca del establecimiento de su reino en la tierra, después de un período prolongado de dominio gentil sobre Israel. El cuadro futuro estaba muy lejos de dar ánimo al pueblo escogido de Dios.


EVENTOS HISTORICOS RELACIONADOS CON DANIEL


         a.C.           
         1050            Se establece el reino unido de Israel
         931            El reino se divide
         722            Destrucción de Israel (Norte). Cautividad en Asiria.
         612            Caída de Asiria. Nace el Imperio Babilónico.
         609            Batalla de Meguido. Muerte de Josías.
         605            Batalla de Carquemis. Primera deportación (Daniel y otros jóvenes son escogidos y Ilevados cautivos).
         598            Segunda deportación a Babilonia (Son Ilevados Joaquín, Ezequiel y otros líderes).
         586            Destrucción de Jerusalén. Tercera deportación (de la mayoría).
         539            Caída de Babilonia
         539–331            Imperio Persa
         536            Primer regreso con Zorobabel (época en que Daniel escribió su último mensaje).
         457            Segundo regreso con Esdras
         444            Tercer regreso con Nehemías
         331–143            Imperio griego y sus sucesores
         331–323            Alejandro el Magno
         323–198            Reino tolomeo de Egipto sobre Israel
         198–143            Reino seléucida de Siria sobre Israel
         167            16 de diciembre, profanación del templo
         164            14 de diciembre, dedicación del templo
         163            Se proclama la libertad religiosa
         143–142            Se proclama la libertad política
         142–63            Reinado de los macabeos
         63            Dominio romano


¡PENSEMOS!

 Si le hubiera tocado a usted vivir en aquella época, ¿qué habría pensado? ¿Cúales serían sus inquietudes? ¿Qué habría pedido a Dios? ¿Qué habría dicho a sus hermanos y amigos?


 


PROPOSITO Y TEMA


El propósito principal de la profecía de Daniel era revelar el programa futuro de Dios para su pueblo. Sin embargo, no lo hizo por medio de una conferencia profética ni para satisfacer la curiosidad de sus oyentes, sino con el fin de llamarlos al arrepentimiento y a la confianza en Dios. Otro propósito era motivar a Israel a confiar y ser fiel a su Hacedor.
Deseaba consolarlos y animarlos a que siguieran adelante, aun en medio de la aflicción. Esto lo hizo dirigiendo su atención al lugar indicado cuando pasamos por tiempos difíciles. Sabemos que nunca faltan distracciones para evitar que fijemos nuestros ojos en el Señor, porque Satanás quiere alejarnos de él y hacer que nos concentremos en los problemas que nos rodean. Daniel quería guiarlos a la única fuente de poder. Finalmente, el profeta escribió sus palabras para demostrar el control que Dios tiene sobre la historia de su pueblo, aun cuando estuviera dominado por las naciones paganas del mundo.
Comúnmente se ha identificado el mensaje central del libro con la interpretación de la visión de las cuatro bestias (7:16–18). Por él entendemos que aunque Israel pasaría por cuatro períodos de dominio gentil, el tiempo sería corto en comparación con el reino eterno de los santos. El programa provenía de Dios, el Soberano, el administrador que controla todos los eventos históricos. Así que, los fieles, al fin, triunfarían. Los que confiaran en Dios y obedecieran, celebrarían la victoria al final del camino.


ORGANIZACION DEL LIBRO


La evidencia para esta tesis se presenta de dos maneras. Primero da seis ejemplos que demuestran que Dios controla la historia, aun la de las naciones paganas. Explica que quienes permanecieron fieles a Dios en las circunstancias imposibles del pasado, experimentaron la victoria y fueron exaltados juntamente con Dios (Daniel 1–6).
Por eso, al mirar hacia el futuro, sus lectores podían seguir confiando en el Señor, aun cuando no comprendieran todo lo que él estaba haciendo. Nuestro Dios es digno de toda nuestra confianza. A pesar de las circunstancias difíciles que podamos enfrentar, él sigue al mando de todo. Quienes siguen fieles a él, al final triunfarán.


AL FINAL, LOS FIELES TRIUNFAN
EVIDENCIA HISTORICA 1–6 =>EVIDENCIA PROFETICA 7–12

EVIDENCIA HISTORICA DANIEL 1–6


Debido a la tristeza, aflicción e inseguridad que su mensaje iba a provocar, Daniel principia sus palabras proféticas haciendo memoria de algunos eventos históricos que demuestran que Dios controla aun a los gobiernos incrédulos de este mundo y los utiliza para llevar a cabo sus planes. Entre otros, con el propósito de recompensar a los fieles.
Cada uno de los ejemplos presenta algunas características claves:

  1. Conflicto para la persona fiel

    • Se confronta la grandeza, poder y orgullo de un líder humano.
    • La situación presenta algún conflicto para el siervo de Dios.
    • El siervo de Dios tiene que decidir o hacer algo.

  2. Fidelidad del siervo de Dios

    • Confrontado con el conflicto, el siervo de Dios toma la decisión correcta.

  3. Triunfo del siervo de Dios

    • Se manifiesta el control de Dios sobre los gobiernos paganos.
    • La persona fiel triunfa al final.

  4. Exaltación de Dios
  5. Exaltación del siervo fiel

    • No siempre se nos promete “éxito humano” (Según Hebreos 11, algunos mueren a espada, pero no resulta así en este caso).
    • Dios controla aún a los gobiernos paganos.
    • Los fieles triunfan al final. (Apocalipsis enseña que a veces “el fin” es después de la muerte como en el caso de los mártires.)


El argumento histórico de Daniel no indica que siempre habrá éxito de acuerdo a las normas humanas. Pero Dios sí es soberano y está en control de todo, y puede utilizar a los gobiernos paganos más crueles como instrumentos para lograr sus propósitos.


SEIS EJEMPLOS HISTORICOS QUE
ENSEÑAN QUE LOS FIELES TRIUNFAN
                    Daniel 1. La dieta del profeta
                    Daniel 2. El sueño de Nabucodonosor
                    Daniel 3. El horno ardiente
                    Daniel 4. Humillación de Nabucodonosor
                    Daniel 5. La fiesta de Belsasar
                    Daniel 6. El foso de los leones

HISTORIA PERSONAL DE DANIEL Daniel 1


Cautividad 1:1–2
Daniel principia el relato de su vida explicando algo de su trasfondo. Dice que sus prisiones empezaron en el tercer año de Joacim, rey de Judá (1:1), aproximadamente por el año 605 a.C., cuando Nabucodonosor conquistó Jerusalén y se llevó consigo a la primera deportación, incluyendo al rey Joacim, a Daniel así como a un grupo selecto de jóvenes.
El profeta aclara que fue el Señor quien los entregó en sus manos. Quería que todos comprendieran que él no había perdido la batalla (1:2). El concepto pagano era que los dioses inferiores perdían ante los más fuertes, demostrándose así su inferioridad. En este caso, Daniel quería que el mundo se diera cuenta de que el Dios de Israel no había sido derrotado, sino que había permitido que sus siervos cayeran en manos del enemigo como parte de sus planes, a causa de su rebelión e idolatría (Deuteronomio 28–30).


Preparación 1:3–7
Nabucodonosor decidió llevar a Babilonia a algunos de los jóvenes más inteligentes y capaces (en todo sentido) de Israel (1:3–4a). El rey quería que recibieran preparación académica de los mejores maestros caldeos y que fueran instruídos en todas las ramas de la cultura (1:4b). Además, comerían de la mejor comida disponible (1:5).
Deseaba que una vez pasados los tres años de preparación, sirvieran en su corte. El autor sólo da los nombres de los cuatro que se comprometieron a mantenerse fieles a su Dios. Los demás permanecen en el anonimato (1:6–7). A estos cuatro se les dieron nombres conforme a los dioses de Babilonia.


Abstinencia 1:8–16
Los cuatro mancebos reconocieron que la dieta especial del rey no estaba de acuerdo con sus normas bíblicas y pidieron una distina (1:8–10). El ejemplo fiel de Daniel motivó a los otros tres a mantenerse firmes juntamente con él.
El oficial encargado de alimentarlos estuvo dispuesto a cooperar con ellos, pero tenía miedo. Si sucediera que no satisfacían los requisitos del rey, él sería condenado a muerte (1:10). Su problema era que evaluaba todo desde la perspectiva humana; no sabía lo que Dios podía hacer a favor de ellos. Por eso, Daniel le sugirió que hiciera una prueba de diez días para ver cómo resultaba el experimento (1:11–14).
Al final de ese tiempo, se compararon los resultados. A pesar de su dieta de agua y verduras, los cuatro estaban en mejores condiciones que los demás y el encargado aprobó con confianza la dieta solicitada (1:15–16). Es pertinente comentar que el factor significativo de este ejemplo no era la dieta vegetariana, porque este capítulo no fue escrito para enseñarnos a comer sólo legumbres. Dios intervino a favor de ellos de manera especial porque ellos lo honraron con su fe y obediencia, tal como en los capítulos siguientes. El éxito fue el resultado de la obra de Dios en sus vidas.


Exaltación 1:17–21
Al final de la historia encontramos que Dios los recompensó y honró debido a su fe y acato a sus mandamientos. Les dio mayor sabiduría e inteligencia que a los demás jóvenes que no se comprometieron de la misma manera. A Daniel, el líder que animó a los otros para que se unieran a él, Dios le dio además la capacidad extraordinaria de entender visiones y sueños (1:17–19).
Estos cuatro jóvenes no solamente sobrepasaron a sus compañeros, sino también a sus maestros (1:20–21). El rey los encontró diez veces superiores a todos los magos y astrólogos del reino, aun sobre los que tenían muchos años más de experiencia.


¡PENSEMOS!

 ¿Qué nos enseña este incidente histórico de la vida de Daniel? ¿En qué sentido triunfaron los fieles en su caso? ¿Cómo podríamos enfrentar semejantes circunstancias hoy día? ¿Cómo debemos responder?


 
La lección que podemos aprender de este caso ejemplar es un principio que se repit a través de la Biblia. Romanos 12:2 nos indica que no debemos permitir que el mundo nos conforme a su patrón de comportamiento. Siempre existe la presión a que actuemos igual a quienes nos rodean. Creemos que el éxito en la vida requiere que nos comportemos según las normas de los demás.
Esta historia demuestra que no tenemos que ser iguales a nuestros compañeros para triunfar. Inclusive, se puede sobresalir aun más si seguimos fieles a nuestro Dios. El Señor bendice a quienes se preocupan por obedecerle a él primero, aún en medio de circunstancias adversas.


¡PENSEMOS!

 El caso histórico de Daniel demuestra que a veces, el recuerdo del pasado nos ayuda a permanecer fieles. Describa algún incidente en que usted se mantuvo fiel a las normas divinas en lugar de conformarse al patrón de sus vecinos o compañeros. ¿Cómo resultó? ¿Debía de haber hecho algo distinto? ¿Qué cambiaría si volviera a darse la misma situación? ¿Qué resultado podría esperar?
 ¿Cómo podemos imitar el ejemplo de Daniel y sus amigos esta semana? Considere su propia relación con el mundo que le rodea. ¿Qué clase de presión siente para seguir el estilo de vida de los demás? ¿Qué quiere Dios que usted haga? ¿En qué forma sería distinta su vida de la de los demás si se conforma a las normas divinas? ¿Qué hará para distinguirse y honrar a Dios? Haga con él un compromiso de fidelidad y un plan específico para hacer lo conducente.

 

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