martes, 4 de agosto de 2015

El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde se halla el oro. Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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Preparador de Sermones Expositivos
GÉNESIS 2:8-14

8      Y plantó YHVH ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había           formado.
9      YHVH ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para                 comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento             del bien y del mal.
10    Y del Edén salía un río que regaba el huerto y desde allí se dividía en cuatro cauces.
11   El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde            se halla el oro.
12   Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.
13   El nombre del segundo río era Guijón. Éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
14   El nombre del tercer río era Jidequel, que fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río era          el Éufrates.

    El jardín del Edén (2:8–14)
La palabra huerto (8) es una traducción de la hebrea gan, que se refiere a un lugar circunscrito. La Septuaginta la interpreta como “paraíso” paradeison, término persa que significa parque.

La palabra Edén no es una traducción sino una adecuación de los sonidos hebreos a la lengua vernácula. Fundamentalmente significa “placer” o “delicia”. Parece indicar una región. Edén, puede provenir de la palabra asiria edinu, que quiere decir llano, pradera, o desierto y designa al territorio comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates. 

Si la expresión y salía de Edén un río (10) se interpreta como mirando río arriba, el huerto podría haber estado situado en la parte más baja de la Mesopotamia. Si en cambio se pensara en ella como mirando “río abajo”, el referido lugar podría estar en Armenia, cerca de las fuentes del Tigris y el Eufrates (véase mapa 1). Hasta el presente no se ha llegado a ninguna conclusión al respecto.

Más importante para la historia, es la presencia del árbol de la vida (9) y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Parece que el primer árbol mencionado es la fuente de vida de la cual tuvo que ser separado el hombre después de su caída en el pecado (3:22–24). En Proverbios 3:18; 11:30; 13:12; 15:4, se menciona “un árbol de vida”, representándolo como fuente de felicidad, sabiduría y esperanza, en sentido figurado. La frase también se encuentra en Apocalipsis 2:7, como la recompensa suprema de los fieles; y como símbolo de vida eterna (22:2, 14).

En lo que concierne al árbol de la ciencia del bien y del mal, estos dos opuestos representan los extremos del conocimiento y son expresión idiomática para expresar totalidad—en este caso, omnisciencia y poder. En Deuteronomio 1:39 e Isaías 7:14–17, la falta de conocer lo bueno y lo malo indica inmadurez, mientras que en 2 Samuel 19:35, la plena maduración está indirectamente asociada con la facultad para discernir entre lo bueno y lo malo. Pero Génesis 3:5 sugiere que esa prerrogativa es un atributo divino; y Proverbios 15:3 hace una clara aseveración de que es un equivalente de la omnisciencia (véase 2 S. 14:17; 1 R. 3:9).

Jamás se ha identificado satisfactoriamente al río Pisón (11), aunque se han presentado conjeturas entre las cuales está la del río Indus de la India. Havila es el nombre de un territorio arenoso productor de finísimo oro. En esa tierra había bedelio (12), aparentemente una goma de gran valor muy conocida por los israelitas (véase Nm. 11:7). Es incierto que la palabra ónice, sea la traducción correcta de la hebrea shoham; la Septuaginta sugiere berilo.

Tampoco ha sido reconocido Gihón (13). Durante mucho tiempo se ha conjeturado que ese río puede ser el Nilo, porque la Septuaginta, la Vulgata y la versión inglesa identifican la palabra Kush con Etiopía. Pero, como en Génesis 10:7–10 los descendientes de Cus eran tribus o ciudades árabes o mesopotámicas, algunos han sostenido que Gihón es el río Araxes que corre hasta el Cyro y luego desemboca en el mar Caspio. Cus sería el nombre que los hebreos daban a los cassitas, habitantes de aquellas regiones.

El tercer río… Hidekel (14); se trata del bien conocido Tigris (vea mapa 1) que en el antiguo acadiano era llamado idiglat. El Eufrates corre paralelo al Tigris con el que se une para bañar el valle de la Mesopotamia. Todavía sigue siendo un río importante. Los asirios lo denominaban puratu, pero en el antiguo persa era ufratu, que sirvió de base al griego eufrates.

   Tierra, aspectos espirituales de la
Sinopsis
La Escritura presenta a la tierra desde una perspectiva espiritual. La tierra entera, que una vez fue perfecta pero que ahora está contaminada por la caída, será un día renovada. Habrá un nuevo cielo y una nueva tierra donde habrá vida en abundancia y la presencia de Dios se experimentará por siempre.
Edén: la buena tierra original
Génesis 2.8–9 (BTX) — 8 Y plantó yhvh ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 yhvh ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
EL paraíso perdido: expulsión del jardín
Génesis 3.17–19 (BTX) — 17 Y al hombre dijo: Por cuanto atendiste a la voz de tu mujer, Y comiste del árbol del cual te ordené, diciendo: No comas de él, ¡Maldita sea la tierra por causa tuya! Con fatiga comerás de ella todos los días de tu vida, 18 Espino y abrojo te brotará y Comerás hierba del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que retornes a la tierra, Porque de ella fuiste tomado, Pues polvo eres y al polvo volverás.
Ver también Ro 8.19–20
Romanos 8.19–20 (BTX) — 19 Porque el profundo anhelo de la creación espera la revelación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sometida a vanidad, no por su propia voluntad, sino por la del que la sujetó; en esperanza
La tierra prometida: un eco del Edén
Deuteronomio 8.7–10 (BTX) — 7 Porque yhvh tu Dios te conduce a una tierra excelente, tierra de arroyos de aguas, de fuentes y manantiales, que brotan en la planicie y en la montaña. 8 Tierra de trigo y de cebada, de vides, de higueras y granados, tierra de aceite, de olivas y de miel. 9 Tierra en la cual no comerás el pan con escasez ni en ella te faltará nada. Tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes extraerás el cobre. 10 Y siempre que comas y te sacies bendecirás a yhvh tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Éxodo 3.8 (BTX) — 8 Descenderé, pues, para librarlo de mano de los egipcios y para hacerlo subir de ese país a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel, al lugar del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Éxodo 3.17 (BTX) — 17 Y he dicho: Os haré subir de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Éxodo 13.5 (BTX) — 5 y sucederá que cuando yhvh te introduzca en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, tierra que destila leche y miel, la cual juró a tus padres que te daría, celebraréis este ritual en este mes.
Levítico 20.24 (BTX) — 24 Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y Yo os la daré para que la poseáis, tierra que fluye leche y miel. ¡Yo soy yhvh vuestro Dios, que os he apartado de entre los pueblos!
Números 13.27 (BTX) — 27 Y le contaron diciendo: Hemos llegado hasta el país al cual nos enviaste, y realmente es una tierra que fluye leche y miel. ¡Ved aquí sus frutos!
Deuteronomio 6.3 (BTX) — 3 Oye pues, oh Israel, y cuidarás de hacerlo, como te habló yhvh, el Dios de tus padres, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera en la tierra que mana leche y miel.
Deuteronomio 11.8–12 (BTX) — 8 Guardad pues todo el mandamiento que yo os ordeno hoy, para que seáis fuertes, y entréis y poseáis la tierra donde vais a pasar para conquistarla. 9 Para que prolonguéis los días sobre la tierra que yhvh juró a vuestros padres que les daría a ellos y a su simiente, tierra que mana leche y miel. 10 Porque la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto, de donde salisteis, donde sembrabas tu semilla y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11 Sino que la tierra que pasáis a poseer es una tierra de montes y planicies que se abreva con las aguas de la lluvia de los cielos. 12 Es una tierra que yhvh tu Dios cuida. Los ojos de yhvh tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio del año hasta el final del año.
Deuteronomio 26.9 (BTX) — 9 y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel.
Deuteronomio 27.3 (BTX) — 3 Y escribirás sobre ellas todas las palabras de esta Ley, en cuanto hayas pasado para entrar en la tierra que yhvh tu Dios te da, tierra que mana leche y miel, tal como yhvh, el Dios de tus padres, te ha dicho.
La tierra de Israel después del exilio
Promesa del retorno a la tierra
Amós 9.14–15 (BTX) — 14 Y haré volver del cautiverio a mi pueblo Israel, Y reedificarán las ciudades asoladas y las habitarán, Y plantarán viñas y beberán su vino, Y harán huertos y comerán su fruto. 15 Los plantaré en su tierra, Y nunca más serán arrancados de la tierra que les di. Oráculo de yhvh, el Dios tuyo.
Isaías 14.1 (BTX) — 1 Sí, yhvh tendrá misericordia de Jacob, Él volverá a escoger a Israel. Y los hará reposar en su propia tierra; Los extranjeros se juntarán a ellos, Y se unirán a la casa de Jacob.
Isaías 35.1–10 (BTX) — 1 ¡Alégrense el desierto y el sequedal! ¡Regocíjese el Arabá y florezca como el lirio, 2 Florezca exuberante y desborde de júbilo, Alégrese y cante alabanzas! Porque le fue dada la gloria del Líbano, La hermosura del Carmelo y de Sarón. Sí, ellos verán la gloria de yhvh, La majestad de nuestro Dios. 3 Fortaleced las manos cansadas, Afirmad las rodillas endebles, 4 Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! ¡He aquí vuestro Dios viene con retribución: La venganza es de ’Elohim; Él mismo vendrá y os salvará. 5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los oídos de los sordos destapados. 6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, Y cantará la lengua del mudo, Porque aguas han brotado en el desierto, Y torrentes en el Arabá. 7 La tierra árida se convertirá en lagunas, Y el sequedal en manantiales de aguas, Pastizales, juncos y cañaverales en el lugar Donde se tumbaban chacales. 8 Y habrá allí calzada y camino, Y será llamado Camino de Santidad. No pasará inmundo por él. El que ande por este Camino, Por torpe que sea, no se extraviará, Porque Él mismo estará con ellos. 9 No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni será allí hallada, Para que caminen los redimidos. 10 Y los redimidos de yhvh volverán y entrarán en Sión con gritos de júbilo, Alegría perpetua coronará sus cabezas, Y retendrán el alborozo y el regocijo, Porque la tristeza y el lamento habrán huido.
Ezequiel 20.41–42 (BTX) — 41 Y cuando os haya sacado de entre los pueblos y congregado de entre las naciones en que estáis esparcidos, os aceptaré como aroma que aplaca, y mi santidad será reflejada en vosotros ante los ojos de las naciones. 42 Y sabréis que Yo soy yhvh, cuando os haya traído a la tierra de Israel; tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.
Ezequiel 34.11–13 (BTX) — 11 Porque así dice Adonay yhvh: He aquí Yo mismo buscaré a mis ovejas y las reconoceré. 12 Como el pastor reconoce su rebaño el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas en día nublado y de oscuridad. 13 Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de las naciones y las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.
Amós 9.11–12 (BTX) — 11 En aquel día levantaré el tabernáculo de David, ya caído, Y cerraré sus brechas y reconstrui-ré sus ruinas, Y lo edificaré como en los días de antaño; 12 Para que posean el remanente de Edom Y a todas las naciones sobre las cuales es invocado mi Nombre, Dice yhvh, que hace esto.
Hechos de los Apóstoles 15.16–17 (BTX) — 16 Después de estas cosas volveré, y restauraré el tabernáculo de David, que ha estado caído, Y reconstruiré sus ruinas, y lo reedificaré; 17 Para que el resto de los hombres busquen al Señor, Y todos los gentiles sobre los cuales es invocado mi Nombre,
Promesa de un medio ambiente restaurado
Isaías 51.3 (BTX) — 3 Ciertamente yhvh consolará a Sión, Consolará todos sus lugares desolados; Convertirá su desierto en un edén, Su yermo en paraíso de yhvh; Allí habrá gozo y alegría, Acciones de gracias y voz de melodía.
Ver también Zac 8.12–13
Zacarías 8.12–13 (BTX) — 12 Porque habrá una simiente de paz: La vid dará su fruto y la tierra su cosecha, y los cielos darán su rocío, y haré que el remanente del pueblo posea todo esto. 13 Y así como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis de bendición. ¡No temáis y esforzad vuestras manos!
La restauración final de la tierra
Isaías 65.17 (BTX) — 17 Porque he aquí, Yo creo nuevos cielos Y nueva tierra, Y de lo primero no habrá memoria, Ni vendrán más al pensamiento.
Ver también Is 66.22 ; Ro 8.21
Isaías 66.22 (BTX) — 22 Porque así como los nuevos cielosy la nueva tierra que voy a hacer Permanecerán delante de mí, dice yhvh; Así permanecerán vuestro linaje y vuestro nombre.
Romanos 8.21 (BTX) — 21 de que también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Jesucristo reinará eternamente sobre nuevos cielos y nueva tierra
Zacarías 9.9–10 (BTX) — 9 ¡Alégrate mucho, capital de Sión! ¡Da voces de júbilo, ciudad de Jerusalem! Mira a tu Rey llegando, justo y victorioso, Humilde, montado en un asno, en una cría de asna. 10 Haré cortar el carro de en medio de Efraín, Y la cabalgadura dentro de Jerusalem, El arco de guerra será quebrado, Porque Él hablará paz a las naciones; Su imperio será de mar a mar Y desde el río hasta los confines de la tierra.
Mateo 21.5 (BTX) — 5 Decid a la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre un asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.
Juan 12.15 (BTX) — 15 No temas, hija de Sión; He aquí, tu Rey viene, Montado en un pollino de asna.
2 Pedro 3.13 (BTX) — 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Apocalipsis 21.1–4 (BTX) — 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar no existía más. 2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalem, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo. 3 Y oí una gran voz procedente del trono, que decía: He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos, y ellos serán pueblos suyos, y Dios mismo estará con ellos. 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no existirá la muerte, ni habrá ya llanto, ni clamor, ni dolor. Las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 22.1–5 (BTX) — 1 Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de su calle, a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida, que produce doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones. 3 Y ya no habrá más maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su Nombre estará en sus frentes. 5 Y ya no habrá noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios resplandecerá sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Visión de la vida en la nueva tierra
Isaías 11.6–9 (BTX) — 6 Entonces morará el lobo con el cordero, Y el leopardo sesteará junto con el cabrito; El becerro, el cachorro de león y el animal cebado crecerán juntos Y un niño los pastoreará. 7 Pacerán la vaca y la osa, Y sus crías se echarán juntas, Y el león comerá paja como el buey. 8 El niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, Y el recién destetado meterá su mano en el escondrijo de la serpiente. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi Santo Monte, Porque como las aguas colman el mar, Así la tierra estará llena del conocimiento de yhvh.
Ver también Os 2.18–23 ; Mi 4.2–4
Oseas 2.18–23 (BTX) — 18 18 Pactaré a favor de ellos un pacto con las bestias salvajes, Con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra; Romperé el arco, la espada y las batallas de la tierra, Y haré que reposen seguros. 19 19 Te desposaré conmigo para siempre, Te desposaré conmigo en justicia y derecho, En benignidad y gran misericordia. 20 20 Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a yhvh. 21 21 Aquel día responderé. Oráculo de yhvh: Yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, 22 22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, Y ellos responderán a Jezreel. 23 23 Y la sembraré en la tierra para mí mismo, Y me compadeceré de Lo-ruhama, Y diré a Lo-ammi: Pueblo mío. Y él responderá: ¡Tú eres mi Dios!
Miqueas 4.2–4 (BTX) — 2 Y muchas naciones irán allí y dirán: Venid, subamos al Monte de yhvh, a la Casa del Dios de Jacob; Él nos enseñará sus caminos, y nosotros andaremos en sus sendas. Porque de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalem la palabra de yhvh. 3 Y Él juzgará entre muchos pueblos, y decidirá sobre naciones poderosas, Hasta las más distantes. Forjarán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra. 4 Sino que cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, Y nadie los amedrentará, Porque la boca de yhvh Sebaot lo ha dicho.
El nuevo Edén: la herencia del cristiano
Hebreos 11.13–16 (BTX) — 13 Conforme a la fe murieron todos éstos, no habiendo recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, las creyeron y las saludaron, confesando así que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. 14 Porque los que dicen estas cosas dan a entender que buscan una patria, 15 y si ciertamente se acordaran de aquella de donde salieron, hubieran tenido tiempo de regresar, 16 pero anhelaban una mejor, esta es, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, pues les preparó una ciudad.
Ver también Sal 37.11 ; Mt 5.5 ; Ro 8.17 ; 2 P 3.13 ; Ap 2.7 ; Ap 21.7
Salmo 37.11 (BTX) — 11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se deleitarán con abundante paz.
Mateo 5.5 (BTX) — 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Romanos 8.17 (BTX) — 17 Y si hijos, también herederos: por una parte, herederos de Dios, y por la otra, coherederos con Cristo, ya que juntamente padecemos para que juntamente seamos glorificados.
2 Pedro 3.13 (BTX) — 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Apocalipsis 2.7 (BTX) — 7 El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
Apocalipsis 21.7 (BTX) — 7 El que venza heredará estas cosas, y le seré por Dios, y él me será por hijo.
“Paraíso” es una palabra persa asimilada al idioma griego, con el significado de “parque” o “jardín”. En Ge 2:8 se refiere al Edén:
Lucas 23.43 (BTX) — 43 Le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.
2 Corintios 12.1–4 (BTX) — 1 Ciertamente gloriarse no es provechoso, aunque es necesario. Vendré, pues, a las visiones y revelaciones del Señor: 2 Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años (si en cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé del tal hombre (si en el cuerpo, o aparte del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que no es dado al hombre expresar.



El primer jardín (2.4–14)

La historia bíblica puede resumirse en cuatro jardines: (1) Edén, donde entró el pecado; (2) Getsemaní, donde Cristo se entregó a la muerte; (3) Calvario, donde murió y fue sepultado (véase Jn. 19.41–42); y (4) el «jardín del paraíso» celestial (Ap 21.1ss). 

Moisés describe el primer hogar que Dios le dio a la primera pareja. Aquí no se incluyen detalles adicionales del relato de la creación del capítulo 1; estos son complementarios, no contradictorios. 

El versículo 5 indica que Dios necesitaba al hombre para ayudarle a labrar la tierra. El hombre fue «formado» así como el alfarero da forma al barro (la misma palabra en Jer 18.1ss). El hombre era responsable por cultivar el jardín (cuidarlo) y guardarlo (lo que sugiere la presencia de un enemigo). Dios le dio a Adán y Eva todo lo que necesitaban para la vida y la felicidad, todo lo que fue bueno y placentero, y les permitió que lo disfrutaran en abundancia.

Los dos árboles son importantes. El texto de 3.22 sugiere que el árbol de la vida sustentaba la vida para la humanidad (véase también Ap 22.2). Si Adán hubiera comido del árbol de la vida después de pecar, no hubiera muerto y entonces la muerte no hubiera pasado a todos los hombres (Ro 5.12ss) y Cristo no hubiera muerto para redimir a los hombres. El árbol de la ciencia del bien y del mal simbolizaba la autoridad de Dios; comer de ese árbol significaba desobedecer a Dios e incurrir en la pena de muerte. No sabemos qué clase de árboles eran, sin embargo es cierto que Adán y Eva comprendieron su importancia.

EL RIO DE DIOS
Génesis 2:8–14
Ya el Salmista, (46:4) cantó acerca de un río que alegraba la ciudad de Dios.
Ese río del Edén que se repartía en cuatro ramales es figura del evangelio.
PISON “libertad”; GIHON “plenitud”; HIDEKEL “rapidez”; EUFRATES “dulzura”.
Cada uno de estos significados los alcanzamos en Cristo Jesús.
I.     EL ORIGEN DE ESTE RIO
Salía del Edén; región mesopotámica llena de hermosura y riqueza.
De ahí el significado de EDEN, “delicia”, “paraíso en la tierra”.
Ez. 47:12, sale del santuario y en Apoc. 22:1, del trono de Dios.
Ese río nos habla de un país, de otra manera no hablaría de un RIO.
Jehová en el Antiguo Testamento “es fuente de agua viva” (Jer. 2:13; Is. 12:3).
Jesús en el Nuevo Testamento dijo: “… venga a mí y beba” (Juan 7:37-39).
Si lo seco es esterilidad y muerte, manantial es fructuosidad y vida.
II.     EL CURSO DEL RIO
Dondequiera que Dios vaya, está el río de bendición y gracia.
Ese río ha seguido a través de Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, etcétera.
Fertilizándolo todo, así como el río del Edén fertilizó la Creación.
Israel mismo vino a ser un manantial para todo el mundo. (Juan 4:22).
Aunque el pecado ha hecho mudar sus cauces, el río siempre ha seguido.
Pablo comenta Ex. 17:6, diciendo que aquella piedra era Cristo. (1 Cor. 10:4).
III.     LA GRANDIOSIDAD DEL RIO
Al entrar el pecado en el EDEN el hombre fue expulsado de allí. (3:24).
La espada encendida tiene que ser afrontada y su justicia satisfecha.
El manantial abierto, fue por la herida que recibió Jesús. (Zac. 13:1).
El árbol no produce fruto para provecho propio: lo da.
Un árbol junto a un río siempre producirá. (Sal. 1:3).
IV.     EL LECHO FINAL DEL RIO
Apoc. 22:1-2, vemos que el río es limpio, de vida y resplandeciente.
Y en el v. 17: el Espíritu Santo y la iglesia invitan gratuitamente.
Para beber sólo se necesitan dos cosas: 1. Sentir sed y 2. Querer beber.
A quien de veras siente sed nadie tendrá que decirle que beba. (Mat. 5:6).
He aquí un EDEN maravilloso a nuestro alcance si permitimos el río de Dios.
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