martes, 25 de agosto de 2015

Todos los que le tocaban quedaban sanos... le rogaban que sólo pudiesen tocar el borde de su manto...Recorrieron toda aquella región

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 

CONSTRUYAMOS SERMONES
Jesús sana a muchos en Genesaret 
MARCOS 6:53-56
53 Y cuando cruzaron a la otra orilla, llegaron a la tierra de Genesaret y amarraron la barca. 54 Pero cuando ellos salieron de la barca, en seguida le reconocieron. 55 Recorrieron toda aquella región, y comenzaron a traer en camillas a los que estaban enfermos a donde oían que él estaba. 56 Dondequiera que entraba, ya sea en aldeas o ciudades o campos, ponían en las plazas a los que estaban enfermos, y le rogaban que sólo pudiesen tocar el borde de su manto. Y todos los que le tocaban quedaban sanos.

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Jesús sana a muchos enfermos en tierra de Genesaret 6:53–56

Se ha hecho referencia en algunos comentarios de 6:45 que, en vez de arribar a Betsaida de Galilea, fueron desviados por el viento contrario hacia la tierra de Genesaret. Al llegar, en seguida la gente lo reconoció y se extendió la noticia de su presencia. Entonces fueron traídos a él enfermos de todas partes para que los sanase. Todos los que lograron tocarlo, quedaron sanos (6:53–56). No se dice nada aquí de que hubiera enseñado. ¿Será posible que hubiera cambiado la prioridad de Cristo? Lo más probable es que aquí se refleja la prioridad de la gente y no la de él. Las multitudes le seguían por el pan y las señales, pero él siempre daba prioridad a la enseñanza.

¡REFLEXIONEMOS!
 ¿Qué pasó cuando Cristo y los discípulos se apartaron a un lugar desierto para descansar? ¿Qué emoción demostró Jesús al ver a la multitud? ¿Cuál era la actividad que comenzó a desplegar? ¿Qué hizo antes de multiplicar los peces y los panes? ¿Cuántos comieron, y cuántas cestas sobraron? Según el evangelio de Juan, ¿por qué hizo partir de súbito a sus discípulos? ¿Cómo se llama el lugar hacia el cual navegaban? ¿Por qué les costó trabajo llegar? ¿Qué hizo el Señor? ¿A qué punto arribaron? ¿Qué pasó allí? ¿Por qué no enseñó en esa ocasión?

El Evangelio de Juan nos dice que cuando desembarcaron en el área de Genesaret se dirigieron a la cercana Capernaúm, donde al día siguiente Jesús habló sobre el pan de vida (es decir sobre él mismo). Al oírlo, muchos de sus seguidores empezaron a abandonarlo. Parece que estaban dispuestos a seguirlo por el pan terrenal, pero no por el alimento espiritual que les ofreció cuando se presentó a sí mismo como la única vía para llegar al Padre.

Entretanto, los que lo reconocieron cuando bajó de la embarcación en Genesaret fueron de inmediato por toda la región con la noticia de que el Señor estaba en el área. En los siguientes días, las multitudes le dieron la bienvenida cuando pasaba por las aldeas, las ciudades y los campos. En dondequiera que llegaba le llevaban los enfermos para que los sanara. Jesús estaba dispuesto a sanar hasta aquellos que tocaban con fe el borde de su manto (véase Mateo 9:20–22 y Marcos 5:27–34).

Con este relato, el evangelista nos muestra otra vez el poder divino de nuestro Señor, tal como lo vimos en la alimentación de los cinco mil y cuando anduvo sobre las aguas. Aunque Marcos no lo menciona, es indudable que el Salvador usó también esta oportunidad para proclamar el evangelio del reino, o sea la sanidad espiritual que sus oyentes necesitaban aun más que la sanidad física.

Jesús y los discípulos alcanzan la otra orilla, después de una difícil noche en el mar. Marcos afirma que llegaron a Genesaret, una zona geográfica en la parte occidental del mar de Galilea, aunque la orden inicial de Jesús había sido la de dirigirse a Betsaida (v. 45) (ver comentario a 6:45).

Coincidiendo con la situación que da lugar al milagro de la alimentación de los cinco mil, tan pronto como Jesús (y sus discípulos) llegan a puerto, la gente le reconoce (cf. 6:33). La fama de Jesús se hace cada vez mayor, a pesar de que, por momentos él mismo ha intentado mantener la proclamación de sus acciones milagrosas lo más discreto posible. Sin duda, la actitud de incomprensión que incluso sus propios discípulos muestran hacia Jesús y su ministerio hace necesaria una actitud prudente hacia cómo se difunde su fama. Jesús quiere evitar un falso concepto sobre quién es él y la naturaleza de su ministerio.

Marcos recoge el hecho de que recorrían toda la región, sin especificar el sujeto de la acción del verbo, aunque la mención de que traían enfermos a Jesús identifica a la gente de la región como los que se desplazan de diferentes lugares para llegar a Jesús. La imagen es muy impactante y dinámica, puesto que describe a gente que trae en camilla a sus enfermos dondequiera que estuviera Jesús. Surgen, inevitablemente, varios énfasis de este hecho. 

En primer lugar, la gran necesidad de la gente, que está dispuesta a hacer cuanto sea necesario para ayudar a sus enfermos. En segundo lugar, el reconocimiento y convicción del poder de Jesús para sanar, que hace válido el esfuerzo. Jesús es reconocido como alguien que tiene poder para sanar. Ambos aspectos coinciden con la mujer que padecía hemorragias (5:25–34) y que después de todos los intentos por sanar, decide ir a Jesús para que, tocándole, su enfermedad desaparezca. La mujer no ha escatimado esfuerzos y recursos para ser sana, y se dirige finalmente a Jesús, convencida de su poder para curar su dolencia.

Tras describir a la gente desplazándose con sus enfermos allí donde se encuentre Jesús, Marcos mantiene la visión dinámica de este pasaje al describir al Señor en movimiento, yendo de población en población. Dondequiera que entra, la gente saca a sus enfermos a la plaza pública (agorá58) para que se encuentren con Jesús. Destaca el hecho de que ruegan a Jesús que les permita tocar el borde de su manto. La idea detrás de esta petición puede ser fruto de una actitud humilde frente a Jesús, que en la historia previa ha caminado sobre las aguas manifestando así su naturaleza divina. La consideración hacia la figura de Jesús es creciente. 

Si de manera general Marcos ha indicado que en un primer momento los enfermos tocaban a Jesús, “le caían encima” (cf. 3:10), para luego narrarnos cómo la mujer con hemorragias tan solo toca su manto (cf. 5:28), ahora los enfermos piden permiso para tan solo poder tocar el borde su manto (v. 56). El resultado, en cualquier caso, es el mismo. La confianza, la fe depositada en Jesús hace posible el milagro, y todos cuantos tocan a Jesús son sanados.
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