viernes, 27 de mayo de 2016

Jesús... se presentó vivo después de su pasión mediante muchas señales convincentes; se les apareció durante un período de cuarenta días y les habló acerca del reino de Dios

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Los cuarenta días de espera


CUARENTA DÍAS Y DESPUÉS 
(Hechos1:1–26)

El primer capítulo de Hechos provee una breve introducción a la narración del derramamiento pentecostal del Espíritu y sus consecuencias. Trata dos temas: las conversaciones del Señor resucitado con sus discípulos en vísperas de su ascensión, y la designación de Matías para cubrir la vacante en el apostolado causada por la traición y muerte de Judas Iscariote.

A. PRÓLOGO (Hechos 1:1–3)

  1. El primer volumen que escribí, Teófilo, trataba de todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar
  2. hasta el día en que fue arrebatado, después que hubo dado su mandamiento por medio del Espíritu Santo a los apóstoles que había elegido.
  3. Fue a ellos que se presentó vivo después de su pasión mediante muchas señales convincentes; se les apareció durante un período de cuarenta días y les habló acerca del reino de Dios.


Hechos 1:1–2
Teófilo, a quien está dedicado aquí el segundo volumen de la historia de Lucas, se menciona de modo similar al comienzo del primer volumen, donde recibe el título de “excelentísimo” (Lc. 1:3).

Ha habido mucha especulación dudosa acerca de él. Algunos han llegado a sugerir que no era ningún individuo en particular, sino que el nombre Teófilo —“amado por Dios”— se utiliza aquí para designar al “lector cristiano”.

El uso del título honorífico “excelentísimo” hace que esto sea improbable. No podemos estar seguros, sin embargo, si el título “excelentísimo” se aplica a Teófilo en sentido técnico, indicando su rango, o si se le otorga a modo de cortesía.

Tampoco se gana mucho señalando la omisión del título en Hechos, como cuando se sugiere que Teófilo se hizo cristiano después de recibir el “primer volumen” y, por lo tanto, ya no esperaría títulos mundanos de rango o de honor de parte de otro cristiano.

Otra sugerencia es que el nombre Teófilo oculta la identidad de alguna persona muy conocida, tal como Tito Flavio Clemente, primo del emperador Domiciano.

Esto también es improbable: Teófilo era un nombre personal sumamente corriente, atestiguado desde el siglo III a.C. A pesar del motivo claramente apologético de la historia de Lucas, es igualmente improbable que Teófilo fuera el abogado nombrado para la defensa de Pablo en la presentación de su apelación al César.

Es muy probable que Teófilo fuera un miembro representativo de las personas inteligentes de clase media en Roma a quienes Lucas deseaba ganar para que tuvieran una opinión menos prejuiciosa y más favorable hacia el cristianismo que la que era corriente entre ellas.

Lo cierto en cuanto al prólogo del primer volumen de Lucas (que sirve también como prólogo para las dos partes de la obra) es que Teófilo ya había aprendido algo acerca del origen y el desarrollo del cristianismo, y que el objeto de Lucas era ponerlo en posesión de información más precisa que la que ya tenía.

Tales dedicatorias eran corrientes en los círculos literarios contemporáneos. Por ejemplo, Josefo dedicó sus Antigüedades judías, su Autobiografía y sus dos volúmenes Contra Apión a un mecenas llamado Epafrodito. Al comienzo de su primer volumen Contra Apión, se dirige a él como “Epafrodito, el más excelente de los hombres”; además, comienza el segundo volumen de la misma obra con las palabras: “Por medio del volumen anterior, mi muy honorable Epafrodito, he demostrado nuestra antigüedad.”

Estas palabras de apertura son notablemente similares a las del segundo volumen de Lucas.

Lucas comienza con una breve referencia a su volumen anterior como relato de “todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñar hasta el día en que fue arrebatado” o, si seguimos el Texto Occidental, “hasta el día en que, por el Espíritu Santo, comisionó a los apóstoles que había elegido, y les encargó que proclamasen el evangelio”.

Esto resume exactamente la esfera que abarca el Evangelio de Lucas desde Hechos 4:1 en adelante: la comisión de los apóstoles se registra en Lucas 24:44–49. La implicación de las palabras de Lucas es que su segundo volumen será un relato de lo que Jesús siguió haciendo y enseñando después de su ascensión, ya no más en presencia visible sobre la tierra sino por su Espíritu en sus seguidores.

La expresión “hacer y enseñar” resume muy bien el doble contenido de todos los evangelios canónicos: todos registran la obra y las palabras de Jesús (para citar el título de una de las presentaciones de su contenido).

Fue “por medio del Espíritu Santo” que Jesús dio su encargo a sus apóstoles como despedida. Casi invariablemente Lucas limita la designación de “apóstoles” a los doce hombres a quienes Jesús eligió en una etapa temprana de su ministerio (Lc. 6:13–16), con la excepción de que Matías reemplazó a Judas Iscariote (como se nos dice más adelante en este capítulo). Su encargo los convirtió en los principales heraldos de las buenas nuevas que había traído. La extensión de las buenas nuevas en el poder del Espíritu es el tema de Hechos.

Cuando fue bautizado, Jesús había sido “ungido” con el Espíritu Santo y con poder (Hechos 10:38) y, más recientemente, en las palabras de Pablo, había sido “designado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por su resurrección de entre los muertos” (Ro. 1:4).

En el relato joanino de la comisión encargada a los discípulos por el Cristo resucitado, Jesús indicó el poder por el cual iban a llevar a cabo su comisión cuando “sopló aliento” en ellos y dijo: “Reciban el Espíritu Santo” (Jn. 20:22). Lucas deja en claro que es por el poder de aquel mismo Espíritu que se llevaron a cabo todos los hechos apostólicos que va a narrar, tanto que algunos han sugerido, como título teológicamente más apropiado para este segundo volumen, Los Hechos del Espíritu Santo.

Hechos 1:3
Durante un período de cuarenta días entre su resurrección y ascensión, Jesús se apareció a intervalos a sus apóstoles y a otros seguidores de un modo que no podía dejar dudas en sus mentes de que él realmente estaba vivo otra vez, levantado de entre los muertos.

La lista más antigua y más completa de estas apariciones es la que proporciona Pablo en 1 Corintios. 15:5–7, aunque los relatos en los Evangelios indican que aun la lista de Pablo no es exhaustiva. En las dos partes de la obra de Lucas las apariciones después de la resurrección se limitan a Jerusalén y sus alrededores.

¿Qué les enseñó Jesús durante esos días?
Muchas escuelas gnósticas, que florecieron en el siglo I y más tarde, afirmaban que les dio ciertas enseñanzas esotéricas, no registradas en la literatura canónica de la Iglesia Católica, de las cuales ellos mismos eran ahora los custodios e intérpretes. Dentro de las fronteras de la ortodoxia cristiana hubo una línea de tradición que lo representaba dándoles a los apóstoles instrucciones acerca del orden eclesiástico. Pero Lucas declara que continuó instruyéndolos sobre los mismos temas que habían formado el tema de su enseñanza antes de su pasión, asuntos relacionados con el reino de Dios.

Desde los tiempos más primitivos en Israel, Dios fue reconocido como rey (cf. Ex. 15:18). Su reinado es universal (Sal. 103:19), pero se manifiesta más claramente allí donde hombres y mujeres lo reconocen en la práctica, cumpliendo su voluntad. En tiempos veterotestamentarios su reinado se manifestó en forma especial sobre la tierra en la nación de Israel; a esta nación hizo conocer su voluntad y la llamó a una relación pactual consigo mismo (cf. Sal. 147:20).

Cuando en Israel se levantaron reyes humanos, fueron considerados vicerregentes del Rey divino, que representaban su soberanía en la tierra. Con la caída de la monarquía y el fin de la independencia nacional, surgió una nueva concepción del reino de Dios destinado a ser revelado en la tierra en su plenitud en fecha posterior (cf. Dn. 2:44; 7:13s.).

Es a la luz de esta última concepción que debemos entender las enseñanzas neotestamentarias acerca del reino de Dios. Jesús inaugura el reino, que se “acercó” con la inauguración de su ministerio público (cf. Mr. 1:14s). y fue liberado con poder por su muerte y exaltación (cf. Mr. 9:1). Las cosas relacionadas con el reino de Dios que constituyen el tema de su enseñanza posterior a la resurrección, al comienzo de Hechos, son idénticas a “las cosas relacionadas con el Señor Jesucristo” que constituyen el tema de la enseñanza de Pablo en Roma al final del libro (28:31).

Cuando contaban la historia de Jesús, los apóstoles proclamaban las buenas nuevas del reino de Dios, las mismas buenas nuevas que el mismo Jesús había anunciado antes, pero ahora con un cumplimiento efectivo a través de los actos salvíficos de su pasión y triunfo. Puede concluirse razonablemente que la enseñanza acerca del reino de Dios dada a los apóstoles durante los cuarenta días tenía como fin aclararles la relación de estos actos salvíficos con el mensaje del reino.

Lucas provee un ejemplo de esta enseñanza hacia el final de su Evangelio, donde muestra al Señor resucitado abriendo la mente de sus discípulos para que entiendan las Escrituras:


  • “Así está escrito, que el Cristo debía padecer y al tercer día resucitar de los muertos, y que debía predicarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén” (Lc. 24:45–47). 
“El reino de Dios se concibe como algo que se hace presente en los hechos de la vida, muerte y resurrección de Jesús, y proclamar estos hechos, en su marco apropiado, es predicar el evangelio del reino de Dios.” Estas palabras de C. H. Dodd pueden adoptarse con una aclaración: Cuando los apóstoles proclamaban las buenas nuevas, no se detenían sólo en la resurrección y exaltación de Cristo, sino que continuaban hablando de otro acontecimiento más que consumaría la serie salvífica.

Pedro relató a la familia de Cornelio la forma en que Cristo había encargado a sus apóstoles “que predicaran al pueblo y testificaran que él es el que ha sido ordenado por Dios como juez de vivos y muertos” (Hechos 10:42).

Pablo les dijo a los areopagitas en Atenas que Dios “ha establecido un día en el cual va a juzgar al mundo en justicia, por un varón al cual ha designado, y de esto ha dado una garantía a todos, levantándolo de los muertos” (Hechos 17:31).

Este juicio del mundo coincide,

  • en la predicación apostólica, con la parusía de Cristo, 
  • la manifestación perfecta y final del reino divino, cuando toda rodilla se inclinará ante su nombre y toda lengua lo confesará como Señor (Fil. 2:10s)., 
  • cuando la voluntad de Dios se haga en la tierra como se hace en el cielo (Mt. 6:10). 
  • En la primera venida de Cristo la era futura invadió esta era presente; 
  • en su venida en gloria la era futura habrá reemplazado esta era presente. 
Entre las dos venidas, las dos eras se superponen parcialmente; el pueblo de Cristo vive temporariamente en esta época presente mientras que espiritualmente pertenece al reino celestial y disfruta con anticipación de la vida de la era venidera.

La escatología bíblica es algo que se ha cumplido o “realizado” ampliamente, pero no totalmente; falta un elemento futuro, que se hará presente en la parusía. Un relato equilibrado de la presentación que hace el Nuevo Testamento del reino de Dios requiere que se le preste la debida consideración a este elemento futuro tanto como a aquellos que ya han sucedido.
DESCARGAR

Así como por la desobediencia de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Dios lo creó todo por el poder de Su Palabra
GÉNESIS: EL REGISTRO REVELADO DE LOS TRATOS Y PROPÓSITOS DE DIOS CON EL HOMBRE
«Es necesario que el que se acerca a Dios crea que Él existe y que es galardonador de los que le buscan.»

Por esto la Sagrada Escritura, que contiene el registro revelado de los tratos y propósitos de Dios con el hombre, empieza con un relato de la creación. «Porque las cosas invisibles de él su eterno poder y divinidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas.»

Cuatro grandes verdades, que inciden en toda la revelación, nos llegan del más temprano relato de la escritura, como los cuatro ríos que brotaban en el jardín de Edén. 
  • La primera verdad es: la creación de todas las cosas por el poder de la palabra de Dios; 
  • la segunda: la descendencia de todos los hombres de nuestros padres comunes, Adán y Eva; 
  • la tercera: nuestra relación con Adán como la cabeza de la raza humana, por medio de quien toda la humanidad fue implicada en su pecado y caída; y 
  • la cuarta: que un descendiente de Adán, pero sin su pecado, debería, por medio del sufrimiento, librarnos de las consecuencias de la caída, y como segundo Adán sería el autor de salvación eterna para todos los que confían en él. A estas cuatro verdades vitales podemos añadir una 
  • quinta, la institución de un día cada siete para ser un día de reposo santo para Dios.

Es prácticamente imposible imaginar un mayor contraste que entre los relatos paganos del origen de todas las cosas y la narrativa bíblica. 

Los primeros están tan colmados de absurdos evidentes que solo pueden ser tenidos como fábulas; mientras que la última es tan sencilla, y no obstante tan llena de majestad, como casi para forzarnos a «adorar e inclinarnos», y a «arrodillarnos ante el Señor nuestro hacedor». 

Y puesto que éste era precisamente el objetivo, y no la instrucción científica, y mucho menos la satisfacción de nuestra curiosidad, debemos esperar encontrar en el primer capítulo de Génesis solamente los rasgos principales de lo acontecido, y no detalles relacionados con la creación. 

En estos detalles hay mucho lugar para la información que la ciencia pueda proporcionar, una vez seleccionado y cribado todo lo que se pueda aprender por el estudio de la tierra y la naturaleza. 

Este momento, no obstante, todavía no ha llegado y, por lo tanto, deberíamos estar en guardia contra las afirmaciones atrevidas y sin garantías que algunas veces han sido defendidas en estos temas. 

La escritura pone ante nosotros la creación sucesiva de todas las cosas, por así decirlo, en una escala ascendente, hasta que llegamos a la del hombre, la cabeza de las obras de Dios, y a quien su hacedor designó como señor de todo. 

Algunos han imaginado que los seis días de la creación representan períodos, más bien que días literales, principalmente sobre la base de la supuesta gran antigüedad de nuestro globo, y los diversos grandes períodos o épocas; cada uno de los cuales terminaban con una gran revolución, por la que parece ser que pasó nuestra tierra, antes de llegar a su estado presente, cuando vino a ser un lugar apto para ser habitado por el hombre. 

No obstante, no es necesario recurrir a tal teoría. 
  • El primer versículo en el libro de Génesis simplemente afirma un hecho general, que «en el principio» (cuando fuera que fuese eso) «creó Dios los cielos y la tierra». Luego, en 
  • el segundo versículo, nos encontramos la tierra descrita en su estado al final de la última gran revolución, anterior al estado actual de las cosas: «y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la superficie del abismo». Un espacio de tiempo casi indefinido, y muchos cambios, podían pues haber tenido lugar entre la creación del cielo y la tierra, como se menciona en el versículo 1, y el estado caótico de nuestra tierra, como se describe en el versículo 2
En cuanto a la fecha exacta de la primera creación, se puede afirmar sin dudar que todavía no tenemos el suficiente conocimiento para llegar a ninguna conclusión realmente digna de confianza.

No obstante es mucho más importante para nosotros saber que Dios «creó todas las cosas por Jesucristo»; y todavía más, que «todo fue creado por medio de Él y para Él», y que «de Él, y por Él, y para Él son todas las cosas». Esto no solo confiere unidad a toda la creación, sino que la coloca en una conexión viviente con nuestro Señor Jesucristo. 

Al mismo tiempo, siempre deberíamos tener presente, que «por la fe entendemos que el universo fue enteramente organizado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de cosas no visibles».

Todas las cosas al salir de la mano de Dios eran «bueno en gran manera», es decir, perfecto para cumplir el propósito que le había sido asignado. «Y acabó Dios la obra que hizo; y reposó el día séptimo. Y bendijo Dios al séptimo día, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.» 

Es sobre esta institución original del sábado cual día de reposo santo en lo que se basa nuestra observancia del día del Señor (domingo). El cambio (del séptimo de la semana al primero) surgió por la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, mediante el cual no solo la primera creación fue finalmente completada, sino también la nueva.

De todas sus obras Dios solo «creó al hombre a su imagen: a imagen de Dios lo creó». 

Esta expresión se refiere no solo a la inteligencia con la que Dios dotó al hombre, y la inmortalidad que le concedió, sino también a la perfecta naturaleza moral y espiritual que poseía el hombre al principio. 

Y todos sus alrededores concordaban con su estado de felicidad. Dios «lo puso en el huerto de Edén para que lo labrara y lo guardase», y le dio una compañera idónea en Eva, a quien Adán reconoció como hueso de sus huesos y carne de su carne. Así, como Dios había indicado, al apartar el sábado, la adoración como la relación adecuada entre el hombre y su creador; también estableció en el paraíso el fundamento de la sociedad civil por medio de la institución del matrimonio y de la familia.

Ahora solo quedaba poner a prueba la obediencia del hombre a Dios, y prepararlo para privilegios más elevados y más grandes de los que ya estaba disfrutando. 

Pero el mal ya existía en este mundo nuestro, porque Satanás y sus ángeles se habían rebelado contra Dios. 

El relato de las Escrituras sobre la prueba del hombre es enormemente breve y sencillo. Se nos dice que «el árbol del conocimiento del bien y del mal» había sido colocado «en medio del huerto», y Dios prohibió a Adán comer del fruto de ese árbol, bajo pena de muerte. 

Por otro lado, en el huerto también estaba «el árbol de la vida», probablemente como símbolo y voto de una vida superior, la cual nosotros hubiéramos heredado si nuestros primeros padres hubiesen continuado en obediencia a Dios. La cuestión de esta prueba apareció rápidamente. 

El tentador, en forma de serpiente, se acercó a Eva, negó las amenazas de Dios, y la engañó en cuanto a las consecuencias reales de comer el fruto prohibido. Esto, seguido por la seducción de sus sentidos, condujo a Eva a comer en primer lugar, y después a inducir a su marido a hacer lo mismo. Su pecado tuvo su consecuencia inmediata. Habían apostado para ser «como dioses», y, en lugar de someterse a ultranza al mandamiento del Señor, actuaron independientemente con respecto a él. 

Y ahora sus ojos estaban ciertamente abiertos, como había prometido el tentador, «para conocer el bien y el mal»; pero solo en su conocimiento culpable del pecado, el cual inmediatamente les provocó el deseo de esconderse de la presencia de Dios. De este modo, su alienación y separación de Dios, la voz acusadora de su conciencia, y su dolor y vergüenza manifestaron que la amenaza divina ya se había cumplido: «el día que de él comieres, ciertamente morirás». 

La sentencia de muerte que Dios pronunció ante nuestros primeros padres se extendía tanto a su naturaleza corporal como espiritual (a su parte mortal e inmortal). 

En el día que pecó, el hombre murió en cuerpo, alma, y espíritu. 

Y ya que Adán, como cabeza de su raza, representaba su totalidad; y ya que por él todos nosotros hubiéramos entrado en un estado de vida muy elevado y feliz, si él hubiese permanecido obediente, así ahora las consecuencias de su desobediencia se han extendido a todos nosotros; y puesto que «el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte», así «la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron». 

Incluso «la misma creación», que había sido colocada bajo su dominio, fue, por su caída, «sujetada a vanidad», y cayó bajo la maldición, como dijo Dios a Adán: «Maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá».

Dios, en su infinita misericordia, no abandonó al hombre para que pereciera en su pecado. Ciertamente fue expulsado del paraíso, para el que ya no era apto. 

Pero, antes de eso, Dios había pronunciado la maldición sobre su tentador, Satanás, y había dado al hombre la preciosa promesa que la simiente de la mujer heriría la cabeza de la serpiente; es decir, que nuestro bendito Salvador, «nacido de mujer», debía redimirnos del poder del pecado y de la muerte, por medio de su propia obediencia, muerte y resurrección.

 Incluso el trabajo de sus manos, al que estaba condenado el hombre, era en esas circunstancias una gran ventaja. Por lo tanto, cuando nuestros primeros padres salieron del huerto de Edén, no fue sin esperanza, ni a unas tinieblas exteriores. Se llevaron la promesa de un redentor, la seguridad de la derrota final del gran enemigo, junto con la institución divina del sábado para adorar, y del lazo del matrimonio con el cual ser unidos en familias. 

Así los fundamentos de la vida cristiana con todas sus implicaciones fueron establecidos en el paraíso.

Hay otros detalles de interés práctico que debemos obtener. 
La descendencia de toda la humanidad de nuestros primeros padres determina nuestra relación con Adán. En Adán todos han pecado y caído. 

Pero, por otro lado, también determina nuestra relación espiritual con el Señor Jesucristo, como segundo Adán, la cual reposa sobre la misma base. Porque «como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial», y «como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados». «Porque así como por la desobediencia de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos». 

La descendencia de toda la humanidad de un tronco común ha sido cuestionada en el pasado, a pesar de que las Escrituras enseñan expresamente: «De una misma sangre ha hecho toda nación de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra». 

Es notable que esta negación, que nunca fue compartida por los más competentes científicos, ha sido abandonada recientemente, podemos decir, casi universalmente, y la unidad original de la raza humana en su descendencia común es ahora un hecho aceptado generalmente.

Aquí, además, encontramos por vez primera ese extraño parecido a la religión revelada que hace al paganismo tan similar y no obstante tan dispar respecto a la religión del Antiguo Testamento. 

Del mismo modo que podemos ver en el alma del hombre las ruinas de lo que habíamos sido antes de la caída, también en las leyendas y tradiciones de las diversas religiones de la antigüedad reconocemos los ecos de lo que los hombres habían oído originalmente de la boca de Dios. No solo una raza, sino casi todas las naciones, han conservado en sus tradiciones algunos vagos recuerdos parecidos a los de un estado original feliz y santo (la así llamada edad de oro), en el cual la comunicación entre el cielo y la tierra no estaba rota, y de un subsiguiente pecado y caída de la humanidad. 

Todas las naciones también han atesorado una débil creencia en algún retorno futuro de este estado feliz, es decir, algún tipo de redención venidera, tal como en lo más íntimo de su corazón todos los hombres tienen, por lo menos, el débil deseo de un redentor.

Mientras tanto, esta gran promesa primitiva «la simiente de la mujer herirá la cabeza de la serpiente» iba a estar en alto como una luz señalizadora para toda la humanidad durante su camino, brillando siempre con un mayor resplandor, primero en la promesa a Sem, luego en la hecha a Abraham, después en la profecía a Jacob, y continuando por las figuras de la ley hasta las promesas de los profetas, y hasta que en la plenitud del tiempo «el sol de justicia» se alzó «con la salvación bajo sus alas!
DESCARGAR

Todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Principios y Métodos  para descubrir  y explicar
INTERPRETEMOS LA BIBLIA CORRECTAMENTE
En su forma más sencilla, la hermenéutica ha sido definida como «la ciencia de la interpretación» El término viene del griego hermeneuo: interpretar; puede significar también explicar, traducir. 
Una definición más completa es: «la ciencia que estudia y define principios y métodos para interpretar el sentido o significado de un determinado autor u obra». Como ciencia de la interpretación, se aplica a toda clase de obra humana, ya sea literaria, filosófica, artística o religiosa. 
Aplicada a la Biblia, toma ciertas características que nos llevan a formular reglas y principios dentro de los cuales debe entenderse el sentido y propósito del texto sagrado para hacer que su mensaje llegue claro y preciso al lector u oyente.

El objetivo primario y básico de la hermenéutica es descubrir y explicar, hasta donde sea posible, el significado original del texto. Este objetivo puede ser más fácil cuando se trata de obras literarias o de otro género que no tienen el extraordinario contenido y rico mensaje de la Biblia. Pero si aceptamos que la Biblia es más que un mero libro de historias, oraciones, leyes y poesías, y que nos comunica un mensaje esencial de verdades y hechos que atañen a toda la humanidad, la función hermenéutica se complica y solo se cumple a cabalidad cuando llegamos a la comprensión plena de esas verdades y hechos. 

Un ejemplo puede ayudarnos: las parábolas de Jesús son hermosas, sencillas y transparentes; pero su contenido teológico-moral es profundo y trascendental: abarca valores universales como 
  • el del amor, 
  • la misericordia y 
  • el perdón, 
y verdades trascendentales como la de 
  • la providencia divina, 
  • el uso de los bienes y riquezas, 
  • la soberanía de Dios sobre la vida y la muerte, esta vida y la eterna. 
Las narraciones históricas como la de 
  • la liberación del pueblo de Dios de la esclavitud en Egipto, pueden estudiarse de una manera objetiva, como un hecho histórico de mucha trascendencia para el pueblo judío. Pero dentro de la narración de los hechos históricos aparecen mensajes teológicos y morales de aplicación universal, como el valor del pacto o alianza con un Dios que es fiel y los cumple; 
  • la infidelidad del pueblo y la persistencia amorosa del Dios de Israel en sacar a ese pueblo de su dolorosa peregrinación por el desierto hasta la tierra prometida «que fluye leche y miel». 
  • Y en el transfondo de todo se vislumbra claramente el principio de la «historia de la salvación», que solo será completa con la llegada del Mesías. 
Hasta aquí ya hemos empezado a descubrir que el texto bíblico es riquísimo en su contenido y nos brinda, además de su significado histórico y su sentido literal, otros mensajes de carácter teológico, moral y social, aplicables no solo a la época en la que la narración fue compuesta, sino también para todas las épocas y tiempos. 

Es precisamente esta realidad de la riqueza y multiplicidad de significados y mensajes que contiene el texto bíblico, la que nos lleva a estudiar, como parte de la hermenéutica bíblica, «los diferentes sentidos de la Escritura», que es precisamente el tema de este libro.
Un mensaje «encarnacional»
Si agregamos a lo ya afirmado, el hecho de que las Escrituras contienen un mensaje no sólo para su época, sino también para todas las épocas o, usando un lenguaje teológico, que el mensaje bíblico es eminentemente «encarnacional», es decir, que se encarna o hace parte de la realidad humana en la que vive el lector, debemos concluir que el ejercicio de la interpretación de ese mensaje debe pasar por diversos filtros exegéticos y hermenéuticos que nos permitan penetrar en todo su contenido. 
Dos preguntas son vitales para conseguirlo:
  • ¿qué quiso decir el escritor bíblico a los primeros destinatarios del texto?, y
  • ¿qué nos dicen ese mismo texto y autor a nosotros hoy en día?
Para descubrir este doble significado, debemos hacer lo que llaman los eruditos la «contextualización» del texto y del mensaje o sentido del mismo. Es decir, situar el texto dentro del contexto o ambiente histórico, social y literario en el que fue compuesto inicialmente para descubrir el significado o sentido primario que el autor quiso dar a sus primeros lectores u oyentes. 
Luego debemos situar ese mismo texto en el contexto en el que vive el lector o destinatario actual para descubrir lo que realmente quiere decir Dios, como autor supremo y último del texto, al lector de hoy, aquí y ahora, en la situación en la que actualmente está viviendo. 
Es aquí donde el conocer los diferentes sentidos que tienen las Escrituras nos ayuda enormemente. Descubriremos que, entre otros, existe 
  • un sentido literal histórico, 
  • un posible sentido alegórico o simbólico, 
  • un sentido típico, y 
  • un sentido que los estudiosos de la Biblia han llamado «pleno» (sensus plenior), que pudo estar oculto al mismo autor humano del libro sagrado, pero que permanecía en la mente divina para ser revelado a su debido tiempo. 
Multitud de pasajes del Antiguo Testamento tardaron siglos en revelar todo su contenido y mensaje hasta la llegada de Jesucristo. El mismo Jesús se encarga de revelarnos ese «sentido pleno» de las Escrituras que se refieren a él, como cuando explicó el pasaje de Isaías 61:1–3a, aplicándolo a su misión en la tierra. (Véase Lucas 4:16–19)
Hermenéutica y exégesis
Como hemos visto, el objetivo de la hermenéutica es el de establecer el sentido del texto de modo que el lector tenga un claro entendimiento de su contenido, siguiendo las reglas y cánones científicos de la investigación y la lectura.
El término exégesis (del griego exeghéomai = explicar, interpretar o describir) es casi sinónimo de «hermenéutica». Hay, sin embargo, una diferencia técnica importante. La exégesis aplica los principios y reglas dictados por la hermenéutica. Por eso decimos que «exégesis» e «interpretación» son sinónimos: la exégesis es, en realidad, la interpretación misma de las Escrituras. O dicho en otra forma: es la hermenéutica aplicada. La hermenéutica da los principios y normas, y la exégesis los aplica.
Divisiones de la hermenéutica
Son tres: 
  • la noemática, que estudia los sentidos bíblicos; 
  • la heurística, que se ocupa de los principios y normas de la interpretación; y 
  • la proforística, que se encarga de la formulación y exposición de las verdades bíblicas.
Significación y sentido
Ayudados por la Noemática, descubrimos que significado y sentido no son lo mismo: el significado es absoluto; cada palabra o término tiene su propio significado, independientemente de las circunstancias en que se utiliza o el uso que en determinado momento se le quiere dar. Significado es lo que la palabra quiere decir por sí misma. Podemos decir que cada palabra tiene sólo un significado. 
El sentido, por el contrario, es rico y variado; cada término tiene y puede tener una gran variedad de sentidos, desdoblarse en diferentes acepciones o concepciones. 
Por ejemplo, la palabra «blanco» básicamente significa o tiene el significado único de un color de la escala cromática. Ese es su significado básico y fundamental. Pero de acuerdo con las circunstancias y contextos en que la usemos, pasa a tener muchos sentidos: un punto al que se apunta para disparar; un estado de pureza o limpieza; un campo inexplorado y hasta un apellido. 
El significado o la significación lo tiene la palabra o término en sí y por sí. El sentido se lo dan el uso o las circunstancias, las cuales dependen en buena parte de quien habla o escribe; es decir, de quien emplea el término en un momento dado. 
Según el gran filósofo-teólogo Tomás de Aquino, creador del sistema escolástico que ha servido debase metodológica a las enseñanzas de la Iglesia Católica, «el oficio del buen intérprete no es considerar las palabras sino el sentido».
La Biblia, un libro divino-humano
Es verdad que identificamos las Sagradas Escrituras como «Palabra de Dios», pero en realidad estamos frente a un libro divino-humano. Es Palabra de Dios en el lenguaje del hombre; su autor último es Dios, pero él utilizó a autores humanos como instrumentos para transmitir su pensamiento y mensaje. 
Este mensaje y pensamiento divinos constituyen el sentido bíblico: lo que Dios nos quiere expresar, comunicar y enseñar, utilizando el lenguaje del autor humano. Lo que este autor humano primario nos transmite en su lengua, que él entiende como mensaje divino o revelación divina, es lo que constituye el sentido literal de las Escrituras; es el mensaje de infinita sabiduría de Dios encarnado en la letra y las palabras del escritor o transmisor humano del mismo. 
Este mensaje puede inclusive superar, en su contenido y alcance, el mismo entendimiento del escritor humano o hagiógrafo. Cuando esto ocurre, llamamos “oculto” a este sentido, porque ni el mismo transmisor humano lo conoce inicialmente, y que va a revelarse después con el sentido pleno o plenior, «más completo» de las Escrituras. 
Muchas veces este sentido está escondido no tanto en las palabras en sí, sino en su contenido simbólico o paradigmático. Cuando esto ocurre, estamos ante el sentido tipológico que, en algunos casos, puede identificarse como sentido alegórico. Vamos a tratar de estudiar individualmente cada uno de estos sentidos, definiéndolos y explicándolos con la ayuda de algunos ejemplos.
Principios hermenéuticos
Además de los diferentes sentidos que tiene la Escritura, la hermenéutica se ocupa del estudio de los diferentes géneros literarios que encontramos en la misma y de los variados métodos de interpretación del texto sagrado. 
Todo esto nos lleva a establecer principios claros y seguros de interpretación y exposición bíblica. Es innegable la importancia de este trabajo, ya que así como los principios claros y seguros y los métodos adecuados de investigación nos llevan a una sana y correcta interpretación, lo contrario nos conduce a un entendimiento equivocado y a una interpretación errónea de la Palabra. 
Detrás de esta afirmación hay un hecho bíblico-teológico fundamental que es parte esencial del concepto mismo de revelación, y que podría formularse así: «Dios quiere que todos conozcan, entiendan, acepten y vivan su revelación». En otras palabras, Dios revela su mente y pensamiento, sus leyes y mandamientos, todo lo que constituye su Palabra con el propósito explícito de que esta revelación llegue completa e intacta a la mente y el corazón de todos los seres humanos de todas las razas, tiempos, pueblos y culturas. 
De hecho, solo cuando este propósito divino se realiza plenamente, es decir, cuando la mente y el corazón de Dios se hacen mente y corazón humanos a través de la transmisión fiel de su revelación, es cuando se realiza plenamente esta revelación divina. 
De ahí la importancia del estudio del texto y su reconstrucción completa a través de la disciplina de la crítica textual, que nos da un texto único de las Escrituras en sus lenguas originales, fruto de la investigación, estudio y compilación de los mejores y más antiguos manuscritos de las Escrituras que hoy tenemos. 
De ahí también la importancia de contar con buenas y nuevas traducciones de la Biblia que superen los vacíos textuales de las antiguas versiones, y que nos transmitan la revelación divina en un lenguaje actual, fiel, fresco y confiable. Y de ahí también la importancia de una buena interpretación bíblica basada en principios y métodos hermenéuticos y exegéticos sanos y seguros, de acuerdo con los parámetros de las ciencias modernas de interpretación, según lo estamos estudiando en este libro.

En todo esto debemos presuponer que los autores sagrados inspirados por Dios no escribieron con el propósito de confundir o extraviar a los lectores o receptores de su revelación. No es justo pensar que las Escrituras divinamente inspiradas nos hayan llegado en forma de un jeroglífico o rompecabezas que solo los críticos y expertos puedan descifrar. La Palabra de Dios nos fue dada para hacernos a todos sabios en cuanto al negocio más importante de nuestra existencia, que es la salvación. 

A través de ella Dios nos habla clara y sencillamente, y comunica todo lo que debemos conocer para relacionarnos adecuadamente con él como nuestro Padre, y con Jesucristo su Hijo como nuestro Redentor y Maestro. Solo que toda esta revelación y estas verdades están en un lenguaje humano, que para la mayoría de los lectores de la Biblia es desconocido y está dentro de una cultura extraña o ajena para la mayoría de los lectores de la Biblia hoy. 

Esta revelación, por otra parte, se transmite a través de un lenguaje que contiene símbolos y metáforas, parábolas y alegorías, en forma de visiones y sueños y utilizando los recursos semánticos y retóricos del lenguaje. Pero la tradición judeo-cristiana de muchos siglos y el trabajo dedicado de miles de expertos amantes de la Palabra, nos han dejado herramientas de investigación, estudio y exposición bíblicas que nos ayudan hoy a captar claramente el mensaje que Dios nos ha dejado en su Palabra desde tiempos inmemoriales. 

Todos estos recursos de estudio e investigación, puestos en forma organizada y funcional, son los que constituyen las ciencias bíblicas a las cuales pertenecen en forma eminente la hermenéutica y la exégesis. Son estas dos ciencias las que animan las páginas de este libro, cuyo propósito fundamental es el de facilitar la exposición y presentación del mensaje bíblico con claridad y suficiencia a los lectores y oyentes de hoy a través de un mejor conocimiento y un más claro entendimiento del texto por parte del estudioso expositor del mensaje.

Esperamos abrir un camino más claro y expedito hacia la Palabra que, por ser eterna, no envejece y mantiene en todo tiempo un mensaje fresco y actual que da sentido y dirección a la vida, haciendo buenas las palabras del salmista:
Tu Palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. Salmo 119:105
De esta manera las Escrituras podrán cumplir el cometido señalado por Pablo en la carta a los Romanos:
De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. Romanos 15:4
DESCARGAR

Por esta causa les he llamado para verlos y hablarles, porque por la esperanza de Israel estoy ceñido con esta cadena Santa

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Raíces que se debe recordar
Las raíces judías del cristianismo

Al leer el Nuevo Testamento resulta claro que uno de los asuntos que la iglesia tuvo que enfrentar fue el de su relación con Israel y con las eternas promesas hechas a Abraham y sus descendientes.

Según el testimonio de los evangelios, incluso durante su vida hubo quien asoció a Jesús con Elías, con Juan el Bautista o con uno de los profetas (Mt 16:14; Mc 6:15; 8:28; Lc 8:9, 19). En sus enseñanzas, Jesús se refirió repetida y constantemente a los textos sagrados de Israel. Lo mismo fue cierto de sus primeros seguidores y de todos los escritores del Nuevo Testamento. Incluso Pablo—el «apóstol a los gentiles», que por lo general comenzaba su misión hablando en la sinagoga de cada ciudad a la que llegaba—en su predicación constantemente citaba la Biblia hebrea; aunque es cierto que siguió la traducción griega que ya existía y, según Hechos, su predicación fue sobre «la esperanza de Israel» (Hch 28:20).

Según los evangelios, algunos de los líderes religiosos de Israel creyeron ver en Jesús un peligro para su nación y su religión. Para prevenir esto, lo entregaron a las autoridades romanas para que fuera crucificado.

Cuando los discípulos de Jesús comenzaron a predicar—después de los acontecimientos de Semana Santa y Pentecostés—tuvieron que enfrentarse a la oposición de muchos miembros del concilio judío, quienes les ordenaron abandonar esas actividades y los castigaron cuando se negaron a obedecer.

Conforme el cristianismo se fue extendiendo por el mundo gentil, muchos de sus primeros conversos fueron judíos, además de otras personas a quienes los judíos llamaron «temerosos de Dios» (quienes creían en el Dios de Israel y que seguían la mayoría de las enseñanzas morales de las escrituras hebreas, pero que todavía no estaban listos para aceptar la circuncisión, ni seguir todas las leyes rituales y las dietas de los judíos).

Tradicionalmente, cuando esos temerosos de Dios decidían hacerse judíos, solamente se les aceptaba como miembros del pueblo de Israel a través de una serie de actos que incluían un rito bautismal. Una vez realizado, se les consideraba «prosélitos». Sin embargo, a estas personas temerosas de Dios la predicación cristiana les ofreció una nueva opción. Ahora podían unirse a la iglesia a través de un proceso que también culminaba en un rito bautismal, pero dentro de esa comunidad podían adorar al Dios de Israel sin tener que someterse a las prácticas rituales judías que antes se habían interpuesto en su camino.

A tal grado tantos judíos aceptaron la predicación cristiana—a Jesús como el Mesías prometido—que, por varias décadas, una buena parte de los miembros de la iglesia fue de origen judío.

Algunos vieron al cristianismo como una nueva forma del judaísmo que parecía hacer más accesible la vida religiosa en medio de una sociedad donde los judíos ortodoxos temían mancharse por su contacto con los inmundos gentiles.

Desde esta perspectiva, el cristianismo parecía ser una forma menos estricta del judaísmo. Sin embargo, esta era la continuación de una tendencia que ya había aparecido bastante tiempo antes entre el pueblo judío. Incluso antes del advenimiento del cristianismo hubo judíos que estaban buscando maneras de construir puentes entre su tradición hebrea y la sociedad y cultura helenistas. Para esos judíos, y no solo para los temerosos de Dios, el cristianismo parecía ser una atractiva alternativa.

Debido a esto surgió un espíritu de competencia y sospecha entre los cristianos y los judíos. Una competencia que por lo general se centró en la cuestión de quién interpretaba las Escrituras correctamente.

Los cristianos reclamaron para sí la Biblia hebrea y acusaron al judaísmo de interpretar mal sus propias Escrituras. Insistieron en que había profecías en la Biblia hebrea que apuntaban a Jesús. Incluso, entre los cristianos pronto comenzaron a circular listas de «testimonios»: pasajes de los profetas y de los otros libros sagrados de los judíos que, según los polemistas cristianos, predecían la llegada de Jesús y muchos de los acontecimientos de su vida.

En el fragor de la competencia y la controversia, los cristianos comenzaron a culpar a los judíos en general por la muerte de Jesús, y no, como en realidad fue el caso, únicamente a la cúpula religiosa de Jerusalén. Culpar a los judíos por la muerte de Jesús tuvo el doble papel de ser un instrumento útil para los cristianos en su polémica contra los judíos y, al mismo tiempo, les permitió dejar a un lado el hecho de que Jesús había sido ejecutado como un criminal subversivo por el poderoso imperio romano.

Durante esa polémica y competencia, el judaísmo también se hizo más rígido en su oposición al cristianismo, particularmente después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., que los dejó sin templo e identidad territorial. Hasta ese entonces, el judaísmo había sido la religión de un pueblo que tenía una tierra y un antiguo centro de culto.

Así pues, se vio en la necesidad de definirse a sí mismo de una manera que no incluyera el templo ni la tierra, además de competir por un lugar dentro de la multitud de religiones que circulaban en el mundo grecorromano.

En esa competencia, su rival más serio fue el cristianismo, precisamente porque éste tenía raíces judías y reclamaba para sí buena parte de la tradición religiosa de Israel. El resultado fue un nuevo despertar del judaísmo cuyo centro fue Jamnia (hoy Yavneh, en Israel), donde algunos eruditos judíos se dedicaron al estudio y también a polemizar contra los cristianos.

En el año 90 d.C., los rabinos reunidos en Jamnia hicieron una lista de libros oficiales (el canon) de las Escrituras hebreas. Todavía se debate si lo hecho en Jamnia fue sencillamente una confirmación de aquello que los judíos habían creído por largo tiempo, o hasta dónde solamente fue una reacción en contra del cristianismo y su propaganda. En todo caso, el canon de Jamnia excluyó muchos de los libros más recientes que, por varias razones, también fueron algunos de los más citados entre los cristianos.

Hoy se nos hace difícil entender los debates y controversias que todo esto provocó. Por largos siglos el cristianismo y el judaísmo han sido religiones con una identidad bastante clara, a pesar de que hayan existido diferentes escuelas, tendencias y grupos dentro de cada una de ellas. Durante buena parte de ese tiempo los cristianos ejercieron el poder político y social, y frecuentemente lo utilizaron para suprimir al judaísmo, para abusar a sus seguidores, y hasta para perseguirlos y matarlos.

Sin embargo, la situación fue muy diferente durante los primeros siglos de la era cristiana, porque tanto el cristianismo como el judaísmo estaban tomando forma: el cristianismo por ser una nueva expresión religiosa, y el judaísmo porque estaba aprendiendo a vivir bajo nuevas circunstancias (ya sin tierra y sin templo). Así pues, ni el judaísmo ni el cristianismo eran exactamente lo que son hoy. Y por largo tiempo hubo duda sobre cual sería el resultado final de esa competencia.
DESCARGAR

jueves, 26 de mayo de 2016

¡Generación de víboras! ¿Quién les enseñó a huir de la ira venidera? Produzcan frutos dignos de arrepentimiento...El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles. Por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego...

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Mateo escribió las Logia de Jesús en Hebreo
¿EL EVANGELIO SEGÚN MATEO O SEGÚN SAN MATEO?
El paso de los años no ha dado ninguna mayor claridad a la cuestión de quién realmente escribió nuestro texto griego de Mateo. Papías dice, según cita Eusebio, que Mateo escribió las Logia de Jesús en hebreo (arameo). 
¿Es nuestro actual texto de Mateo una traducción de las Logia arameas junto con Marcos y otras fuentes, como suponen la mayor parte de los eruditos modernos? 
Si es así, ¿fue el autor el Apóstol Mateo, o algún otro discípulo? No hay en la actualidad ninguna manera de llegar a una clara decisión a la luz de los hechos conocidos. No hay razón alguna por la que el Apóstol Mateo no pudo haber escrito tanto las Logia arameas como nuestro Mateo griego, a no ser que se esté mal dispuesto a creer que pudo hacer uso de la obra de Marcos al par que de la suya. 
Pero el libro de Marcos se basa principalmente en la predicación de Simón Pedro. Scholfield publicó en 1927 An Old Hebrew Text of St. Matthew’s Gospel (Un antiguo texto hebreo del Evangelio de San Mateo). Es muy poco lo que sabemos acerca del origen de los Evangelios Sinópticos para decir dogmáticamente que el Apóstol Mateo no fue el autor en ningún sentido propio.

Si el libro es genuino, como creemos, la fecha de redacción viene a ser un tema de interés. De nuevo aquí no hay nada absolutamente decisivo excepto que es posterior al Evangelio según Marcos, que aparentemente emplea. Si a Marcos se le da una fecha temprana, entre el 50 y el 60 d.C., entonces el libro de Mateo puede situarse entre el 60 y 70, aunque muchos lo situarían entre el 70 y el 80. 

No es seguro si Lucas escribió después de Mateo o no, aunque es bastante posible que fuera así.

No se ha podido establecer ningún empleo concreto de Mateo por parte de Lucas. Una suposición es tan buena como cualquier otra, y cada uno decide en base a sus propias predilecciones.

Mi propia suposición es que el 60 d.C. es una fecha tan buena como otras que se han propuesto.

En el Evangelio mismo encontramos al publicano Mateo (Mateo 9:9; 10:3), aunque Marcos (2:14) y Lucas (5:27) lo llaman el publicano Leví. Por ello, es evidente que tenía dos nombres, al igual que Juan Marcos. Es significativo que Jesús llamara a este hombre con una profesión tan desacreditada a que lo siguiera. 

Evidentemente, no era discípulo de Juan el Bautista. Fue elegido especialmente por Jesús para ser uno de los Doce Apóstoles, un hombre de negocios llamado al ministerio, como también sucedió con los pescadores Jacobo y Juan, Andrés y Simón. En las listas de los Apóstoles aparece ya en séptimo, ya en octavo lugar. Nada se dice en concreto de él en los Evangelios aparte de su pertenencia al círculo de los Doce, después de la fiesta que ofreció a sus compañeros publicanos en honor de Jesús.

Mateo estaba acostumbrado a llevar contabilidad y es posible que tomara notas de los dichos de Jesús al oírlos. 

En todo caso, le da mucha atención a las enseñanzas de Jesús, como por ejemplo, 
  • en el Sermón del Monte, en los capítulos 5 a 7
  • las parábolas en el capítulo 13
  • su denuncia de los fariseos en el 23
  • el gran discurso escatológico del 24 y 25
Como publicano en Galilea, no era judío de miras estrechas y por ello no esperamos un libro que presente prejuicios en favor de los judíos y en contra de los gentiles. Parece mostrar que Jesús es el Mesías de la expectativa y esperanza judías, y por ello hace frecuentes citas del Antiguo Testamento por vía de confirmación e ilustración. No hay en Mateo ningún estrecho nacionalismo. Jesús es tanto el Mesías de los judíos como el Salvador del mundo.

Hay diez parábolas en Mateo que no aparecen en los otros Evangelios: 
  • La Cizaña, 
  • el Tesoro Escondido, 
  • La Red, 
  • la Perla de Gran Precio, 
  • el Siervo Implacable, 
  • los Obreros de la Viña, 
  • los Dos Hijos, 
  • las Bodas del Hijo del Rey, 
  • las Diez Vírgenes, 
  • los Talentos. 
Los únicos milagros que aparecen exclusivamente en Mateo son 
  • los Dos Ciegos y 
  • la Moneda en la Boca del Pez. 
Pero Mateo da la narración de la Natividad de Jesús desde la perspectiva de Mateo, mientras que Lucas nos cuenta la maravillosa historia desde la perspectiva de María. Hay detalles de la Muerte y Resurrección que sólo son dados por Mateo.

Este libro sigue el mismo plan cronológico general que Marcos, pero con varios grupos como los milagros en 8 y 9, y las parábolas en 13.

El estilo está libre de hebraísmos y tiene pocas peculiaridades individuales. El autor emplea frecuentemente la frase el reino de los cielos y presenta a Jesús como el Hijo del Hombre, pero también como Hijo de Dios. En ocasiones abrevia las afirmaciones de Marcos y en ocasiones las expande para ser más preciso.

Plummer muestra que el amplio plan general tanto de Mateo como de Marcos es el mismo y como sigue:
Introducción al Evangelio: Marcos 1:1–13 = Mateo 3:1–4:11.
Ministerio en Galilea: Marcos 1:14–6:13 = Mateo 4:12–13:58.
Ministerio por las inmediaciones: Marcos 6:14–9:50 = Mateo 14:1–18:35.
Viajes a través de Perea a Jerusalén: Marcos 10:1–52 = Mateo 19:1–20:34.
La última semana en Jerusalén: Marcos 11:1–16:8 = Mateo 21:1–28:8.
El Evangelio de Mateo viene en primer lugar en el Nuevo Testamento, aunque ello no es así en todos los manuscritos griegos. Debido a su posición es el libro más leído del Nuevo Testamento, y ha ejercido la mayor influencia en el mundo. 
Merece esta influencia, aunque sea cronológicamente posterior a Marcos, no tan hermoso como Lucas, ni tan profundo como Juan. Pero se trata de un maravilloso libro, que da un retrato justo y adecuado de la vida y enseñanza de Jesucristo como Señor y Salvador. 
El autor escribió probablemente con el objeto de persuadir a los judíos de que Jesús es el cumplimiento de sus esperanzas mesiánicas tal como son presentadas en el Antiguo Testamento. Es así una apropiada introducción a la historia del Nuevo Testamento en comparación con la profecía del Antiguo Testamento.
EL TÍTULO
El Textus Receptus lo titula «El Santo Evangelio según Mateo» (to kata Matthaion hagion Euaggelion), aunque la edición de Elzevir omite «santo», no concordando aquí con Estéfano (Stephanus), Griesbach y Scholz. 
Sólo unos manuscritos en minúsculas (manuscritos griegos en cursiva) y los tardíos tienen este adjetivo. Otros en minúsculas y cinco unciales incluidos el W (el Códice de Washington del siglo quinto), el C del siglo quinto (el palimpsesto) y el Delta del noveno, junto con la mayoría de los manuscritos latinos, tienen simplemente «Evangelio según Mateo» (Euaggelion kata Matthaion). 
Pero Aleph y B, los dos unciales mejores y más antiguos del siglo cuarto, tienen sólo «Según Mateo» (Kata Maththaion) (nótese la doble th), y el uncial griego D del siglo quinto o sexto sigue a Alepo y a B, como también sucede con los más antiguos de los manuscritos de la Vetus Latina y con la Siríaca Curetoniana. 
Es evidente, por tanto, que la forma más antigua del título era simplemente «Según Mateo». Puede ponerse en duda que Mateo (o el autor, si no era Mateo) tuviera ningún título. El empleo de «según» pone en evidencia que el sentido no es «el Evangelio de Mateo», sino el Evangelio tal como lo transmitió Mateo, secundum Matthaeum, para distinguir el registro de Mateo de los de Marcos, Lucas y Juan. 
Y desde luego no existe ni la más mínima autoridad en los manuscritos para decir «San Mateo», una práctica catolicorromana observada por algunos protestantes.

El término Evangelio (Euaggelion) viene a significar buenas nuevas en griego, aunque originalmente era una recompensa por traer buenas nuevas, como en Homero, Odisea XIV. 152 y 2 Reyes 4:10

En el Nuevo Testamento es las buenas nuevas de salvación por medio de Cristo. Con respecto al término inglés «Gospel», es probable que se derive del término anglosajón Godspell, historia o narración de Dios, la vida de Cristo. 

Fue tempranamente confundido con el término anglosajón godspell, buena historia, que parece como una traducción del griego euaggelion. Pero primariamente la palabra inglesa significa la historia de Dios tal como se ve en Cristo, lo que es la mejor noticia que el mundo jamás haya oído. 

Uno en seguida piensa en el empleo de «palabra», o «verbo» (Logos) en Juan 1:1, 14. Así es, según el griego, no las Buenas Nuevas de Mateo, sino las Buenas Nuevas de Dios, que nos han sido traídas en Cristo la Palabra, el Hijo de Dios, la Imagen del Padre, el Mensaje del Padre. 

Debemos estudiar en primer lugar su historia tal como nos la presenta Mateo. El mensaje proviene de Dios, y está tan lozano para nosotros en nuestro tiempo en el registro de Mateo como cuando él lo escribió por primera vez.
DESCARGAR

Conozcamos nuestras raices bíblicas: Para un estudio maduro




. Estudio Biblico
 La Biblia y su composición
. biblias y miles de comentarios
 
INDICE
I.- CONOCIENDO EL CAMINO DE LA BIBLIA
1.- INTRODUCCIÓN.
2.- CONOCIENDO SU FORMA.
3.- CONOCIENDO SU DESARROLLO HISTORICO.
4.- CONOCIENDO SU PROPÓSITO.
5.- PREGUNTAS DE REPASO.
II.- INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
1.- DOCTRINA DE LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
2.- EL CANON
3.- PREGUNTAS DE REPASO
-III.- METODOS DE INTERPRETACION (HERMENEUTICA)
1.- EL PAN NUESTRO DE CADA DIA
2.- ¿QUE ES LA HERMENEUTICA?
3.- SISTEMAS DEL PROCESO HERMENEUTICO
4.- PREGUNTAS DE REPASO
IV.- REGLAS DEL PROCESO HERMENEUTICO
1.- PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN GRAMATICAL.
2.- PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN HISTORICO / CULTURAL
3- FIGURAS LITERARIAS O DE DICCION
V.- MÉTODOS PARA ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA
1.- INTRODUCCION
2.- METODO DE REFERENCIAS BIBLICAS
3.- METODO DE PASAJES PARALELOS
4.- METODO DE SUBRAYADO POR TEMAS
5.- METODO DE CUESTIONARIOS
6.- METODO POR TEMAS
7.- METODO INDUCTIVO
8.- USANDO OTRAS HERRAMIENTAS
VI.- METODO PARA ENSEÑAR EFICAZMENTE LA BIBLIA
1.- ¿QUÉ ES LA HOMILETICA?
2.- PARTES DEL PROCESO HOMILETICO
3.- TIPOS DE SERMONES
4.- EL METODO EXPOSITIVO

I.- CONOCIENDO EL CAMINO DE LA BIBLIA

1.- La Biblia ha sido causa de inimaginables reacciones. La han amado entrañablemente o la han despreciado a morir; la han buscado, protegido y llevado hasta lo último de la tierra o la han violentado con palabras, quemas o censuras, pero nadie que la conozca ha podido sustraerse a su influencia, y la razón de esto es que es: LA PALABRA DE DIOS, “dada por El con un propósito y no vuelve a El vacía”

Conocerla es, entender el corazón de Dios para su creación, Su propósito eterno, Su plan de salvación, Sus formas de santificación; en una frase es: conocer a Dios mismo. Ahí radica la importancia y trascendencia de este texto sobre toda la demás literatura existente, pues como Palabra de Dios llega hasta lo más profundo del corazón del hombre transformándolo por medio de un nuevo nacimiento en un ser a la imagen y semejanza de Dios (IMAGO DEO), ¡Sí ¡ Un hombre a la imagen de Jesucristo que será llevado a través de la lectura a la estatura de ése Varón Perfecto.

Hay un sentir de necesidad que cada hombre manifiesta, y es conocer lo que trasciende su propia existencia. El primer traductor del Nuevo Testamento al español, Francisco de Encinas, en 1543, dedica su obra al Emperador Carlos V con estas palabras: Decidí entregarlo al impresor, a fin de que la nación española, que se gloría entre las demás con el nombre de cristiana, no fuera la única privada de este tesoro celestial, que es el poseer las Escrituras en su propio idioma.

El valor de las Sagradas Escrituras no es posible estimarlo en cantidad alguna, ni en monedas ni en oro, pues su valor sobrepasa cualquier sentido material de la creación. El Bibliófilo Dr. A. Rosenbach, de Filadelfia, pagó por la primera Biblia que imprimió Gutenberg la cantidad de 106,000 dólares americanos y cabe entonces recordar que el primer libro impreso por el inventor de la imprenta Juan Gutenberg (1400 – 1468) fue la Biblia de 42 líneas.

La Biblia no es un libro limitado a tiempo o espacio; no es un libro exclusivo de una cultura o un tema en lo particular. La dirección que provee es para el varón o la mujer, para la pareja, los hijos, la educación, amistad, estado o gobierno, relaciones entre los individuos y aún la trascendencia de la vida en la muerte. Por tal razón, la Biblia es propiedad de toda la humanidad; no es posible prohibir su lectura y estudio.

Cuando se le ha querido censurar sólo se ha logrado que se lea clandestinamente, siendo su influencia aún más profunda. Después de ocho décadas de socialismo en los países del Pacto de Varsovia, se creyó que estaba erradicada la fe en las Sagradas Escrituras, pero cuando en 1990 fue derribado el muro de Berlín y tiempo después se dio la apertura de la U.R.S.S. quedó de manifiesto que había un remanente en esos países de lectores y creyentes en la Biblia, y el hambre de Dios de esos pueblos nos ha abierto una inmensa “tierra para trabajar en pos del maestro”.

A donde quiera que la Biblia ha llegado a sido un factor motivador y direccionador de progreso e innumerables pueblos y culturas han sido beneficiados con su conocimiento; el misionero J. Pollock, confesó su admiración al entrar en las calles de Suva, en las Islas Fiji, y comprobar la calidez de sus habitantes, su cortesía, amabilidad y cuidado por los visitantes; él sabía que antes de que los misioneros cristianos llegaran a la Isla, los nativos habían sido caníbales. ¿Cómo sucedió el cambio? En una carta a un misionero, que los había puesto en contacto con la Palabra de Dios, uno de los nativos escribió: “estoy leyendo la Biblia con diligencia y poniéndola por obra”.

Otro ejemplo de la influencia de la Biblia en los pueblos la vemos en la historia de los
Estados Unidos de Norteamérica, donde sus documentos más importantes como nación
(La Declaración de Independencia, La Ley Americana y Las Cuatro Libertades) son
fuertemente dirigidos por las palabras de la Biblia. Thomas Jefferson, escritor del
borrador de la Declaración de la Independencia, donde se manifiestan los derechos
fundamentales de los ciudadanos, fue instruido en las Sagradas Escrituras desde su niñez,
llegando a dominar los idiomas griego, latín, francés e inglés por sus lecturas en el Sacro
Texto.

Uno de los primeros actos del Congreso Norteamericano, fue aprobar la impresión
de la Biblia para recomendar su lectura a toda el pueblo de una manera oficial, con el
deseo de mantener la influencia de la Biblia en la vida americana, razón que llevó a la
creación de la Sociedad Bíblica, cuyo objeto es llevar a cada hogar la Palabra de Dios.

La Trascendencia de la Biblia por sobre otros textos considerados clásicos es innegable.
Ciertamente cada cultura tiene sus escritores y obras magnas; los nombres de
Shakespeare, Dickens, Goethe, Dante, Víctor Hugo, Cervantes, por citar solo algunos, han
traspasado su propia frontera, pero de un vaso a una fuente inagotable hay una gran
diferencia; por ninguna obra literaria de estos maestros, se ha creado una sociedad que se
dedique a imprimirla y distribuirla en todo el mundo.

La Biblia ha generado una centena de sociedades que procuran su impresión y distribución a nivel mundial por más de cien años, siendo traducida a más de ciento cincuenta idiomas y dialectos, editada en fonogramas, cintas cinematográficas y videos en la mayoría de los idiomas conocidos y muy recientemente en diversos dialectos.

La Biblia es el libro más viejo y nuevo; según citan historiadores, sus primeras partes
fueron escritas unos tres mil quinientos años atrás, siendo que las obras más antiguas
conocidas datan de unos dos mil años atrás (esta afirmación no incluye los escritos
Cuneiforme del sur de Mesopotamia, base lingual de los idiomas sumerio y acadio, los
cuales datan de casi tres mil años atrás de nuestra era, pero no son obras completas, solo
fragmentos de obras) Los libros profanos más antiguos de los que tenemos conocimiento
fueron escritos en Sanscrito durante el tiempo de Esdras y Nehemías, (460 – 420 a.d.C.),
también las obras de Homero y Virgilio se escribieron por tales tiempos.

“La Biblia para toda la Vida” es enseñanza de Calvino. La Biblia dirige desde el origen
hasta la muerte o mejor aún, más allá de la muerte y abarca todos los aspectos de la vida
del hombre. La Biblia nos sirve durante toda nuestra travesía en la creación, no importando el momento cronológico de nuestra existencia, ni la circunstancia en que
nos encontremos. Ella nos da dirección.

2.- CONOCIENDO SU FORMA. La llamada Biblia (del Gr. Biblos – Libros) se
emplea para designar los escritos religiosos y /o confesionales de las religiones Judía y
Cristiana.

Se integra de dos grandes segmentos denominados Testamentos (también Pactos); el
Antiguo Testamento (A.T.) comprende un total de 39 libro de acuerdo al canon judío, el
cual se realizó en forma definitiva por una asamblea de rabinos reunidos en Jamnia entre
el año 90 y 100 d. C. y el Nuevo Testamento (N.T.), que se integra por 27 libros los
cuales fueron confirmados en el Concilio de Cartago en el año 397 d.C.

Jesucristo se refirió al A.T. como: Las Escrituras (Mt.21: 42; Mr. 14: 49; Jn. 5: 39), así
como algunos de sus discípulos (Lc. 24: 32; Hch. 18: 24; Ro. 15: 4). También las citó por
alguna de sus partes: La Ley de Moisés, los Profetas y los salmos (Lc. 24: 44), o, La Ley
y los Profetas ( Mt. 5: 17; 11: 13; Hch. 13: 15); el apóstol San Pablo las citó como: Las
Sagradas Escrituras (2 Ti. 3: 15), Las Santas Escrituras (Ro. 1: 2).

El A. T. Fue escrito en su mayor parte en idioma Hebreo, dialecto semítico afín al fenicio
y al ugarítico, pero existen algunas porciones escritas en arameo, otro dialecto semítico
afín al hebreo; tales porciones son: Esdras 4: 8; 6: 18; 7: 12-26; Daniel 2: 4 – 7, 28 y
Jeremías 10: 11.

Los libros canónicos de una Biblia Hebrea se dividían en tres grandes rubros:

  • La Ley (de Moisés), también llamada La Torah; otra forma de llamar a los cinco libros de Moisés, Génesis, Exodo Levítico, Números y Deuteronomio es: El Pentateuco. Antiguamente se les llamaba: El Hexateuco porque también incluía el libro de Josué. 
  • A la segunda parte de los libros del A.T. se le denomina: Los Profetas (Heb. Nebhiim), que comprende tanto los Profetas como los libros Históricos antiguos y por último 
  • Los Escritos (Heb. Kethubhim) o del griego los Hagiografos (Hagio = santo; Grafos = escrito) que incluía los libros poéticos y los Históricos más recientes.

En el año 285 a. C., en la ciudad de Alejandría se dieron cita, según cuenta la tradición, un número de 70 rabinos doctores de la Ley, quienes se abocaron al trabajo de traducir las Escrituras Hebreas al idioma griego; a tal versión del A.T. se le llama: La Versión de los Setenta o la Septuaginta.

En el siglo VII d. C. Se dieron cita un grupo de doctores de la Ley, hebreos conocidos como los masoretas (Heb. Massorah o Masora = tradición), y hasta los años 950 d. C. fijaron en forma definitiva el texto de los llamados Escritos Santos del Judaísmo; ellos introdujeron el sistema de vocales en los textos Sagrados y dieron una nueva distribución a los libros por forma literaria:

Libros de La Ley de Moisés:Génesis,Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio
Libros Históricos: Josué, Jueces, Rut, 1º y 2º. De Samuel, 1º y 2º de Reyes, 1º y
2º de Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester.
Libros Poéticos: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares.
Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel , Daniel.
Profetas Menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc,
Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.

El N. T. Fue escrito en su totalidad en griego, idioma común del momento histórico de la vida de Jesús; el griego utilizado por los escritores del N.T. es llamado griego Koiné (común), siendo que era el lenguaje popular. Se dice que el evangelio de Mateo fue escrito en arameo, pero no quedan copias en ese idioma, únicamente contamos con copias en griego.

La primera lista de los libros que integran el N.T. se conoce como Canon muratoriano, establecido por los años160 – 170 d.C.. San Atanasio, (296 – 373) Obispo de Alejandría, presentó una lista de los libros canónicos, la cual fue confirmada por el concilio de Cartago de 397 d.C. Los libros del N.T. se clasifican también por su forma literaria:

  • Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
  • Histórico: Hechos de los Apóstoles.
  • Pedagógicos (Cartas Paulinas): Romanos, 1ª y 2ª a los Corintios, Gálatas, Efesios, y Filipenses, Colosenses, 1ª y 2ª a los Tesalonicenses.
  • Cartas Pastorales: 1ª y 2ª a Timoteo, Tito, Filemón.
  • Carta a los Hebreos (anónima)
  • Cartas Universales: Santiago, 1ª y 2ª de Pedro, 1ª, 2ª y 3ª de Juan, Judas.
  • Profético: Apocalipsis de Sn. Juan.

3.- CONOCIENDO SU DESARROLLO HISTORICO. Las fuentes para realizar las traducciones de la Biblia en la actualidad se apegan a escritos antiguos denominados
Códices:

  • Códice Siniático: un códice (primer libro compilado)de la Biblia griega, perteneciente al siglo cuarto, mismo que se exhibe en el museo Británico desde 1933 cuando fue comprado a la U.R.S.S.
  • Códice Alejandrino: Se ubica su escritura en el siglo V, también en poder del museo Británico. Contiene toda la Biblia griega a excepción de cuarenta hojas que se extraviaron.
  • Códice Vaticano: En poder de la biblioteca del Vaticano en Roma, contenía toda la Biblia, pero se han extraviado algunas porciones, no sabemos con certeza cuáles, en virtud del hermetismo del Vaticano, data de mediados del siglo IV.
  • La Septuaginta: La Versión de los Setenta, LXX, traducción al idioma griego hecha en Alejandría por los años 285 a.C.; según la tradición fue un encargo del Rey Ptolomeo Filadelfo, su uso fue generalizado entre los judíos de la dispersión (diáspora), mismos que utilizaban el idioma griego en forma cotidiana en sus vidas y sinagogas. Las copias existentes de tal escritura se encuentran en el Vaticano, el museo Británico y del Cairo en Egipto.
  • La Vulgata Latina: Traducción al latín realizada por San Jerónimo (Padre de la Iglesia Latina) realizó su trabajo en el siglo IV a partir de textos latinos primitivos, hebreos, arameos y griegos contemporáneos. El nombre de Vulgata le viene de su uso generalizado, del vulgo (latín), no vulgar en la acepción contemporánea. En el Concilio de Trento del año 1545 – 63 la declaró única versión auténtica. Vale la pena considerar el desarrollo de las Sagradas Escrituras en nuestro propio idioma, El Español. 
Las diversas versiones en nuestro idioma, han llevado un largo camino, pero no infructuoso; tenemos una de las traducciones más fieles a los originales y de bellas formas literarias. Conozcamos el camino de nuestra Biblia.

Para su estudio las distinguiremos en tres periodos históricos:

  • el Medieval, 
  • el de la Reforma, y 
  • el Moderno.

Periodo Medieval.
Tenemos versiones castellanas en España a fines del siglo XII y principios del XIII; aunque son sólo fragmentos de tales escritos, se encuentran en poder de la biblioteca del Vaticano y la biblioteca Real de la Casa Real de España. Los principales textos son:

  • La Biblia Alfonsina. Traducción del A.T. tomado del la Vulgata, realizada en el año 1260 por orden el Rey Alfonso X el Sabio.
  • La Biblia de Alba. Versión castellana del año 1430, realizada por el rabino Moisés Arragel, sólo contiene el A.T. pero su pureza de lenguaje es excepcional. Un ejemplar de tal obra se halla en la biblioteca de los Duques de Alba, de donde toma su nombre.
  • Evangelios y Epístolas. Nombre de una versión castellana del año 1450, realizada por Martín A. Lucena; se encuentran fragmentos de la misma en la biblioteca del Vaticano.
  • Los Evangelios Litúrgicos. Juntamente con la versión de “Los Cuatro Evangelios”, realzada por el padre benedictino Juan de Robles por el año 1490, fue utilizada para evangelizar a los musulmanes. Fragmentos de las citadas obras se encuentran en la biblioteca del Vaticano.
  • El Pentateuco. Versión de la Ley traducida al castellano por judíos, realizada en el año 1497; se tomó como base la versión de Los Setenta y algunas copias se encuentra en la biblioteca del Vaticano.

Periodo de la Reforma.
Es un periodo breve pero muy fecundo en el trabajo de traducción en versiones al español.

  • Biblia de Quiroga. Versión católica del año 1527, realizada por el Cardenal Quiroga, incluye únicamente el A.T. y fue realizada sobre la base de la Vulgata Latina. Tres años después tradujo una versión de los cuatro evangelios. Las copias existentes se encuentran en la biblioteca del Vaticano.
  • Los Salmos, Los Evangelios y Las epístolas. Nombre de una versión que apareció en el año 1534, trabajo de Juan de Valdés, el primer reformador español que tradujo las Sagradas Escrituras. Las copias existentes están en poder de las bibliotecas de la Casa Real de España, del Vaticano y Sociedades Bíblicas de España.
  • El Nuevo Testamento de Enzinas. Versión del N.T. al castellano traducid directamente de la versión LXX, trabajo del reformador Francisco de Enzinas en el año 1543. Sólo existen fragmentos de su obra; la Inquisición destruyó la mayor parte de ella y están en poder de la biblioteca del Vaticano.
  • La Biblia de Ferrara. Traducción literal realizada por judíos expulsados a la ciudad de Ferrara en el año 1553, de difícil lectura en castellano por estar plagada de “hebraísmos”; las copias existentes están en poder de la biblioteca del Vaticano y el museo de Tel Aviv.
  • El Nuevo Testamento de Pérez. Revisión de las obras de Juan de Valdés y Francisco de Enzinas, realizada por el reformador Juan Pérez, publicada en el año 1556. Las copias existentes están en poder de la biblioteca del Vaticano, la Real Casa de España, y del museo Británico.
  • Tres Versiones Parciales. En el año 1557se tradujeron las porciones de 1º de Samuel hasta 2º de Reyes, por Samuel Guerea; Job y Lamentaciones por el Conde Bernardino de Rebolledo; Evangelios y Epístolas por Luis de Granada. Las copias están en poder de la biblioteca del Vaticano y la Casa Real de España.
  • La Biblia del Oso. La primera versión completa de la Biblia en idioma español, traducida directamente de manuscritos originales en hebreo y griego por Casiodoro de Reina, publicada en la ciudad de Basilea Suiza el 28 de septiembre de 1569; toma su nombre de “La Biblia del Oso” por la portada que tenía un oso comiendo miel de colmena, representando al creyente y la Palabra de Dios. La primera edición constó de 2600 ejemplares, pero la mayoría de ellos fueron destruidos por la Inquisición. Las copias existentes están en varios museos en todo el mundo.
  • La Biblia de Valera. Publicada en la ciudad de Amsterdam Holanda en el año 1602 por Cipriano de Valera, es una revisión a la versión de Casiodoro de Reina comparando la obra de éste con manuscritos originales del hebreo y griego; por ejemplo, quitó los libros apócrifos de su edición, ubicándolos en una sección aparte. Con justicia hoy en día se conoce como la Versión de Casiodoro de Reina, revisada por Cipriano de Valera..

Periodo Moderno.
A partir del trabajo de Valera, se considera un nuevo periodo, con revisiones subsecuentes a su obra y trabajos diversos de los católicos.

  • Versiones Evangélicas. Trabajos diferentes a los de Reina – Valera. Encontramos en el año 1858 “Las Escrituras del Nuevo Pacto”, hecha por Guillermo Norton. “La Versión Moderna” hecha por H. B. Pratt en cooperación con eruditos americanos y españoles, publicada por la Sociedad Bíblica Americana en 1893. “El Nuevo Testamento Hispanoamericano” publicado por Sociedades Bíblicas Unidas en 1916. “La Versión Crítica del Nuevo Testamento” editada por Pablo Besson en 1919. Estas obras tienen la característica de no usar como base el trabajo de Reina – Valera, sino que son traducciones de manuscritos originales de reciente hallazgo, mismos que no tuvieron en su poder los reformadores españoles del siglo XVI.

En 1966 aparece una versión popular del N.T. “Dios Llega al Hombre”; en 1970 se hace una revisión de este texto terminándose en 1979 la versión completa de la Biblia bajo el nombre “Dios Habla Hoy”. “La Biblia al Día” (Paráfrasis) es editada en 1972.

La Versión de Reina – Valera es revisada en los años 1862, 1909, 1960 actualizándose en su lenguaje en los años 1985 y 1995. La “Nueva Versión Internacional” aparece en el año de 1973 con revisiones en 1978 y 1984 en ingles y su traducción al español se realiza por primera vez en el año1988.

En la actualidad existe una amplia gama de versiones en virtud de las muchas casas editoriales que publican la Biblia. Sin embargo, todas ellas se basan en los textos descritos anteriormente, presentando cada editorial particularidades como comentarios y anotaciones de algunos maestros, ayudas de estudio, como bosquejos temáticos por libros, mapas, concordancias, glosarios o diccionarios, referencias paralelas y otras.

El trabajo de traducción de los manuscritos Sagrados no es un trabajo terminado, sino una latente oportunidad para enriquecer el acerbo cultural de la iglesia; se requiere de exégetas responsables y comprometidos.

4.- CONOCIENDO SU PROPOSITO. Es incuestionable que la Biblia nos ha sido dada por Dios para que le conozcamos, entendiendo Su propósito eterno de:
Crear, permitir la caída, Redimir a través de su Hijo y establecer Su reino en toda su creación.

En primera instancia, la Biblia es una auto revelación del Dios Trino y Uno, donde nos declara quién es El, cómo Es, qué piensa, qué desea, qué siente, cómo actúa, qué hay en su corazón; no es un manual de teología, sino un diálogo abierto, permanente y constante entre el Creador y nosotros, sus criaturas. Es una palabra viva que trasciendetiempo y espacio; son las palabras que el mismo Dios ha querido decir a todos y cada uno de sus hijos; son ciertas, pues son dichas por El. Son sus mandatos y sus consejos para nosotros; son su dirección para que alcancemos Su misericordia.

Tiene como centro la persona y las acciones de Dios mismo, aunque se enfatiza la Obra redentora del Hijo. La unidad entre el A.T. y el N.T. se da en la persona de Jesucristo y su obra. Se dice que es la historia de la participación de Dios en la creación, siendo en primera instancia el Padre el que ejecuta la obra de Crear, después el Hijo desarrolla la obra de redención, teniendo sus momentos culminantes en la crucifixión y resurrección. Por último, es el Espíritu Santo quien obra incansable y calladamente la tarea de llamar, convencer, regenerar y santificar a los creyentes, preparándolos y guardándolos hasta la próxima venida de Jesús. Este es el propósito narrativo en las Sagradas Escrituras.

Es un libro que da dirección para todas las cosas de la vida del hombre; no es un manual de particularidades o un libro de texto de ciencia alguna, pero da dirección al hombre, a la mujer, a la pareja, a los padres, a los hijos, a la familia íntegra, a la sociedad, al gobierno o al estado, da dirección en las relaciones de amistad, hermandad, etc. Da dirección para el trabajo, la educación, las artes, el deporte, el trabajo eclesiástico y todo lo que comprende la vida integral de los hombres.

En forma muy especial da dirección a la humanidad para llegar a reestablecer el vínculo de comunión con su Creador, revelándole que todos los hombres son pecadores imposibilitados por sí mismos para acercarse a Dios; muestra el camino dado por Dios en la persona del Hijo, único mediador entre Dios y su creación. Alienta mediante la obra eficaz del Espíritu Santo el arrepentimiento y la conversión, preparando a los creyentes en su nuevo caminar conforme a la voluntad de Dios para su creación desde sus orígenes. Consuela, instruye, capacita, exhorta, redarguye, reprende, anima y tantas cosas más que sólo la particular experiencia de cada creyente
lo podrá entender.

5.- PREGUNTAS DE REPASO.
a- ¿Cuál ha sido la reacción en tu vida al conocer las Sagradas Escrituras?.
b.- ¿Cuáles fueron tus experiencias con Dios al conocerlo a través de la Biblia?
c.- ¿ Cómo cambio tu vida en ese momento?
d.- ¿Qué sabes acerca de El que antes ignorabas?
e.- ¿Cuánto vale la Biblia?
f.- El tiempo y el espacio ¿limitan a las Escrituras?
g.- ¿Cómo influye la Biblia en la vida de los pueblos?
h.- ¿En qué sentido supera la Biblia a los llamados Clásicos de la Literatura?
i.- ¿Te sirve la Biblia para toda tu vida? ¿Cómo?.
j.- ¿Cuántos libros integran el A.T. y cómo se clasifican actualmente?
k.- ¿Cuántos libros integran el N.T. y cómo se clasifican actualmente?
l.- ¿En qué idiomas fueron escritos el A. y N. T?
ll.- ¿Qué porciones del A.T. se escribieron en arameo?
m.- ¿Qué son los masoretas?
n.- ¿Qué es la LXX (Septuaginta) y la Vulgata Latina?
ñ.- ¿Cómo se refirió Jesús a los libros del A.T.?
o.- ¿Cuáles son los documentos fuentes de donde se han realizado las traducciones?.
p.- ¿Cuándo y cómo se realizó el canon del N.T.?
q.- ¿Cuáles son los periodos en los que se estudian las versiones en español?
r.- Describa las particularidades de la Biblia Reina – Valera

II.- INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
1.- DOCTRINA DE LA INSPIRACION DE LA BIBLIA. La llamada doctrina de la
Inspiración de la Biblia es base y fundamento insustituible del cuerpo de creencias de la
iglesia cristiana, pero no es un invento o creación de la iglesia; es un don de Dios a su
creación, en cumplimiento de su Propósito Eterno; es parte inseparable de la llamada
Revelación de Dios.

Creemos necesario comenzar por la doctrina de la Revelación para llegar en forma
consecuente con la segunda instancia, que es la Inspiración Escritural.

La Revelación de Dios es el proceso constante, permanente y progresivo por el cual Dios
se da a conocer a sus criaturas, dando a conocer cuál es su propósito al crear todas las
cosas, qué es lo que El desea, ordena y procura con sus criaturas, por ejemplo: desde el
momento mismo de la creación, Dios habla con Adán y le indica cuáles son sus funciones
en el Huerto del Edén.

“Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” El término Revelación indica que:

Dios se da a conocer poniéndose en contacto con su creación; se da a conocer en cada circunstancia, revelando algún aspecto de su Ser o su propósito, en sus mandamientos El se revela como Dios de orden, de justicia, de disciplina y de seguridad; en Sus consejos se revela como El amante cercano, cuidador incansable, Padre amoroso o Hermano mayor; también como el Consolador y Fiel acompañante. Aún a pesar del pecado, Dios no corto su revelación a sus criaturas. Ciertamente, por el pecado, los hombres estamos imposibilitados para acercarnos a Dios, pero Dios no está imposibilitado para acercase a nosotros,.Se acerco a Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Gedeón, Débora, Sansón, Elías, Eliseo, David y muchos más. Ciertamente a Dios, el pecado no le impide revelarse a sus criaturas, más aún, por causa del pecado y la lejanía de los pecadores, El toma el primero y único paso suficiente y necesario para volver a establecer relaciones con la humanidad.

REVELACION POR MEDIO DE LA CREACIÓN
También podemos hablar de Dios revelándose a través de las cosas creadas, los cielos, los
mares, la tierra y todo lo que existe. La Biblia dice en Salmo 19: 1. “Los cielos cuentan la
gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” y, en Romanos 1: 18 – 20
“Porque la ira de Dios se revela contra toda impiedad e injusticia de los hombres que
detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues
Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las
cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”

Leyendo con atención podemos entender que Dios se dio a conocer a sus criaturas a
través de las cosas hechas, los cielos hablan y cuentan acerca del Dios que los creó, la
tierra dice constantemente que existe un Dios poderoso que le dio origen; mirando las
cosas de la creación podemos escuchar a Dios diciendo: “aquí estoy, Yo hice todo esto,
Yo Soy Dios Todopoderoso”. Es cierto que las cosas hechas no nos dicen como se llama
ese Dios, ni que es Trino, ni que ama o tiene misericordia; es una revelación limitada,
corta o pequeña, pero no por ello menos importante. Así se ha revelado Dios desde el
momento mismo de la creación y hasta nuestros días en todo el tiempo y a todas las
culturas; de ahí que todos los pueblos mirando las cosas creadas, los cielos, el mar, las
aguas la luna o el sol, llegaran a la conclusión de que existe un ser superior a ellos que dio
origen a las cosas y les da unidad (interacción) y destino.

A tal forma de revelación se le ha llamado “La Revelación General”, pues es para todos
los hombres en todos los tiempos y lugares, pero no asegura el hecho de que los hombres
reconozcan al Dios vivo y verdadero por esa revelación. Sin embargo, es la primera y
permanente forma de revelación con la que nos encontramos y que sigue clamando todos
los días que el Todopoderoso es Creador y Sustentador de todas las cosas.

REVELACION ESCRITURAL
Tenemos una segunda forma de revelación divina que es la que nos fue dada por Dios a
través de sus profetas y nos ha llegado en forma de libro. El legado literario denominado
LA BIBLIA es palabra de Dios, revelación acerca de su Ser y su Propósito Eterno; es la
más extensa y completa revelación que tenemos.

En palabras del apóstol San Pedro es:
“La palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de
la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo” 2 Pe. 1: 19-21; 2 Tim. 3: 16

Dada la realidad del pecado y que el hombre en su condición pecaminosa no busca ni se
acerca a Dios y, aún cuando lo intenta termina haciendo religiones falsas, Dios proveyó
una forma de revelación más precisa y amplia para sus criaturas. Por boca de sus santos
profetas dio palabra que fue puesta también por escrito siendo a la fecha lo que
conocemos como Santa Biblia.

La Biblia es la regla única y suficiente para normar y dirigir el corazón y la conducta de
los hijos de Dios; regla de fe y doctrina, estatuto perfecto y justo para el desempeño del
pueblo de Dios. En ella se contiene el consejo divino para encaminar los pasos de grandes
y chicos, hombres y mujeres, de pueblos diversos y épocas diferentes.

La Biblia es como un par de anteojos que nos permite mirar la creación corrigiendo el
desperfecto que el pecado puso en la visión del hombre y permitiéndonos ver al mundo en
función de la gloria de su Creador; con ella miramos la historia y encontramos que todo
tiene sentido en función de la creación, caída, redención y establecimiento del reino
en la persona de Cristo Jesús el Hijo de Dios y redentor del universo.

Con este entendimiento, en el siglo XVI los reformadores clamaron Sola Scriptura, dando
a entender que la Escritura era suficiente para dirigir la vida de los creyentes sin la
rectoría de la Iglesia Católica de Roma. Las iglesias reformadas decían: “ La Biblia para
toda la vida”, enseñando que el mensaje de las Sagradas Escrituras daba dirección a todas
las actividades de la vida. Así mismo, era el libro de formación del hombre desde su
infancia y hasta su vejez.

REVELACION ENCARNADA
Existe una sola Palabra de Dios, no dos o tres; es uno solo el mensaje; no hay dos
discursos. Sin embargo, es dada en tres formas diferentes, complementarias y progresivas.
Jesús es llamado el “verbo de Dios” (Jn. 1:1) del griego logos, también traducido por
palabra. Jesús es la Palabra viva o encarnada, es la forma más excelente de la revelación
y nos fue dada para que conociéramos más exactamente la Voluntad de Dios.

En Hebreos 1: 1-2 nos cita: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras
en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por
el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien así mismo hizo el universo”, de
lo cual entendemos que es en la persona de Jesús que se centran y cumplen las palabras
dichas por Dios por medio de sus profetas en sus palabras escritas y que es en Jesús que
cobramos entendimiento acerca de las cosas de la creación en referencia a su Creador.
Jesús es la Palabra viva, la cual al morar en nosotros vivifica nuestro ser, es él en nuestros
corazones quien nos da certidumbre y paz en nuestras decisiones. La Biblia nos dirige en
consejo pero el hijo nos asienta en lo profundo del corazón. Toda la Escritura nos lleva
como una nana a Cristo y en él se cumple todo el propósito de redención del Padre y del
Espíritu Santo.

Tenemos una clara enseñanza acerca de la revelación de Dios en la creación, en las
Sagradas Escrituras y en el Hijo encarnado; un solo mensaje, un solo propósito divino, un
solo plan eterno. Tal revelación ha sido progresiva y complementaria, no se contradice
sino que se amplía y fortalece a la vez que va siendo aumentada. Ciertamente
encontramos que la Biblia es central en ese plan de revelación pero entendemos que no es
la única vía de la revelación, sino parte integral de la trifactor palabra de Dios.

La revelación y la inspiración se distinguen una de otra en dos aspectos, uno en su objeto:
el objeto de la revelación es comunicar conocimiento y el objeto de la inspiración es
asegurar la infalibilidad en la enseñanza. Y dos: se distinguen en su efecto: el efecto de la
revelación es hacer más sabio a quien la recibe y el efecto de la inspiración es preservar
del error la enseñanza.

La revelación incluye la inspiración, aunque la inspiración no necesariamente aplique
revelación, por ejemplo: el evangelista Lucas no relaciona su evangelio con revelación
alguna sin embargo como palabra de Dios es infalible, o los escritos históricos del A.T. no
aportan a la revelación pero son parte integral de la palabra de Dios.

La doctrina de la inspiración incluye conceptos como la infalibilidad y la inerrancia de las
Sagradas Escrituras, se enseña como una inspiración plenaria y se sustenta sobre la base
de tres conceptos, la propia declaración Biblia acerca de su inspiración ( 2 Tim 3: 16-17)
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra”, sobre la base de las profecías y su
cumplimiento y sobre la base de los milagros o señales que seguían a los que
proclamaban el evangelio del reino.

Hablando de lo que la profecía nos aporta en el tema, podemos asegurar que el cumplimiento de una profecía establece la intervención divina; algunas de sus características son: que la profecía debe estar lejos del evento profetizado, en lenguaje claro, y por supuesto, que se cumpla. Cristo es el exacto cumplimiento de muchas profecías antiguo testamentarias; su nacimiento, su obra, sus sufrimientos, su muerte y resurrección cumplen exactamente lo dicho por los profetas de Dios acerca del Mesías.

Tal exactitud sobre la base de la ley de probabilidades solo nos deja en claro que Dios y sólo Dios podía haber predicho tales acontecimientos tan perfectamente. (Texto: La Ciencia Habla).

Otra clara muestra de que la inspiración de la revelación es divina está en la existencia de
acciones que sobrepasan toda lógica y leyes que conocemos; son claras muestras de la
intervención divina por encima de la naturaleza que El creo y solo explicables por medio
de su auto revelación, como Moisés ante Faraón, o con el pueblo en el desierto; como
Jesús al hablar y sanar o liberar, o como las señales que seguían a los apóstoles en su
proclamación. Tales evidencias sólo encuentran una lógica respuesta en la aceptación del
hecho de que Dios respalda su palabra con su potencia.

Mención especial merece la exégesis al termino griego Teopneustos compuesto de las
palabras Theos = Dios y pneo= aliento, traducido por “soplado por Dios”, que en
nuestras traducciones se escribe como inspirado por Dios, y en Job 32: 8 como “el soplo
del Omnipotente le hace que entienda”; éste término es ampliamente estudiado para
sustentar la doctrina de la inspiración.

Podemos asegurar que Dios guió, dirigió y supervisó a sus santos para que hablaran y
escribieran acerca de El y su voluntad sin cometer errores.

Existen varias teorías de cómo realizaron ese trabajo los escritores bíblicos; como
recibieron esa inspiración, mismas que a continuación detallaremos:


  1. Teoría de la Inspiración Plenaria: Los autores estuvieron bajo la superintendencia del Espíritu Santo y de El recibían la revelación, por lo cual los escritos originales eran sin error e infalibles.
  2. Teoría de la Inspiración Verbal: también llamada de Dictado o mecánica, según la cual el hombre no es más que la pluma o la máquina que Dios utilizó, y escribió lo que Dios dictaba, por lo cual nada de las características de los autores fue plasmado en los escritos; solo escribieron letra por letra, sílaba por sílaba, palabra por palabra lo que el Espíritu Santo les decía.
  3. Teoría de la Inspiración Parcial: según la cual la Biblia posee la revelación de Dios pero no es Palabra de Dios, y que juntamente en ese texto hay verdades de Dios y palabras con errores de los hombres.
  4. Teoría de la Intuición: Dice que los escritores de la Biblia tuvieron una intuición especial de parte de Dios acerca del tema; su trabajo es algo sobrenatural como los escritos de los grandes clásicos de la literatura universal. En una forma más modernista aún se niega la participación divina en esa inspiración y se habla de hombre hipersensibles a las cosas espirituales y quienes con ese don escribieron los textos sagrados.
  5. Teoría de la Iluminación: Según esa enseñanza, todos los cristianos son iluminados por Dios, pero los escritores del texto sagrado lo fueron un poco más; nada especial, sólo un poco más iluminados, lo que escribieron no es palabra de Dios pero si revela parte del propósito divino para la creación.
  6. Teoría Dinámica: Según la cual no solo los escritores fueron inspirados sino también los textos lo son: existe una dualidad donde Dios da el conocimiento revelado y los hombres aportan sus dones o dotes literarios. El problema es suponer la necesidad del hombre en tal trabajo dando por sentado la incapacidad de Dios de auto revelarse si los hombres no lo ayudan o auxilian.

Es pues la doctrina de la Inspiración fuente inagotable de certidumbre para el creyente y
sustento para todo el cuerpo de doctrinas que rigen la vida de la iglesia hasta su total
redención.

2.- EL CANON. La historia del Canon estudia el cómo los diversos libros de la Biblia
conforman el texto contemporáneo, reconociéndolos como libros sagrados. Es posible
citar que antes del exilio del pueblo israelita, ya existía un cuerpo extenso de literatura
sagrada.

Aunque esta revelación escrita no llegó a tener una forma fija hasta la última parte
del siglo II a.C. Sin embargo, desde su comienzo fue tenida por la voluntad revelada de
Dios y por lo tanto con carácter de regidora de la vida del pueblo.

Entre las consideraciones básicas del tema debe citarse que la palabra Canon es un
vocablo griego Kanon que se refiere a un instrumento para medir (una caña) de donde
proviene su carácter semántico de regla de acción o parámetro de medición.

La iglesia neotestamentaria la utilizó con referencia a los credos y hasta el siglo cuarto se aplico a la Biblia, tanto para decir cuáles libros eran reconocidos como inspirados, como para referirse a la totalidad de los mismos. Algunos de los criterios utilizados en el proceso canónico fueron:


  • Muchos de los libros del A.T. son citados como Palabra de Dios, como dados por el Espíritu Santo; Cristo y sus apóstoles se refieren a los escritos sagrados de los judíos como Palabra de Dios; son libros cuyo mensaje es uno y cuya interacción gira alrededor del Trino Dios y su propósito redentor. No hay en ellos contradicción alguna.


  1. Evidencias canónicas del A.T. La Ley en el Antiguo Testamento contiene varias referencias a sí misma como autoritativas (Jo. 1: 7-8; 23: 6; 1 Re. 2: 3; 2 Re. 14: 6; 21: 8; 23: 35; Es. 6: 18; Neh. 13: 1; Dn. 9: 11; ;al. 4: 4), siendo que tales referencias le dan validez a la naturaleza inspirada de los escritos veterotestamentarios.
  2. Los profetas aseguraron que hablaban palabra de Dios y sus profecías también tienen carácter autoritativo. Compárese Josué 6: 26 con 1 Reyes 16:34; Josué 24: 29-33; comparar con Jueces 2: 8-9; 2 Crónicas 36: 22-23 comparar con Esdras 1: 1-4; y por último, comparar Daniel 9:2 con Jeremías 25: 11-12.
  3. El libro de Malaquías en su capítulo 4 verso 5 nos indica que el testimonio profético termina con ese profeta y no comenzará hasta la llegada del nuevo profeta Elías, lo cual se cumplió con la llegada de Juan el Bautista Mt. 17: 11-12.

El pueblo israelita guardo celosamente los escritos que le fueron dados y legados por
generaciones. En los tiempos de Esdras se contaba con La Ley que comprendía los cinco
libros de Moisés; algunos eruditos creen que también el libro de Josué formaba parte de
tales escritos. Por aquella misma época, antes de que se realizase completamente la
separación de los pueblos judío y samaritano, Jesús Ben Sirach da testimonio de la
composición de los profetas menores en un grupo de 12.

En el año 132 a.C. se afirma la existencia de la triple división de las Escrituras como La
Ley, los Profetas y los otros escritos análogos; para entonces se contaba ya con la versión
griega de las sagradas Escrituras (LXX septuaginta). Las evidencias para el canon del
Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento.

En el nuevo testamento hay unas doscientas cincuenta referencias a los libros del antiguo
testamento; ninguna hace referencia a los libros apócrifos.

  1. Todos los libros del antiguo testamento son mencionados, a excepción de Ester, Eclesiastés y Cantar de los Cantares.
  2. Jesús reconoció la autoridad de los libros del antiguo testamento ( La Ley y los profetas) al citar que no venía a abrogarlos sino a cumplirlos y nada sería quitado de ellas hasta que todo lo escrito se cumpliese Mt. 5: 17
  3. También Jesús reconoció la autoridad de los libros del antiguo testamento al condenar a los líderes del pueblo judío por matar a los mensajeros de Dios; los acuso de ser culpables de la sangre de Abel y hasta la sangre de Zacarías. En el arreglo de los libros de los judíos el libro de 2 Crónicas era el que estaba puesto en el último lugar (como en nuestras Biblias Malaquías es el último libro del antiguo testamento). Jesús no cito ninguna referencia a los libros apócrifos, seguramente porque no les reconocía autoridad alguna.

El Canon del Nuevo Testamento.
Como pruebas de la canonicidad se cita el respaldo de un apóstol al escrito, es decir
deberían ser escritos o respaldados por apóstoles. Se dice que el Apóstol San Pedro
respaldó el evangelio de Marcos y San Pablo respaldó los escritos de Lucas.
También se usó como criterio la aceptación generalizada de los escritos en las iglesias
cristianas existentes. Ningún escrito que haya sido ampliamente cuestionado llegó a ser
considerado como canónico.

Para reconocer que los libros eran inspirados se les buscaba singularidades como: la
mención explícita de ser palabra de Dios (Col. 4: 16; 1Tes. 4: 15). También cuando se
describía a otros escritos del mismo periodo como Las Escrituras, se seguía el modelo
judío que utilizaba el término Las Escrituras y/o Los Escritos; ejemplo de esto lo hallamos
en 1 Tim 5: 18, donde la cita de Dt 25: 4 se asocia con la de Lucas 10: 7 y a ambas se les
llama Las Escrituras. Otro ejemplo está en 2 Pe. 3: 16, donde Pedro llama Escrituras a los
escritos de Pablo.

A partir del año 70 y aproximadamente hasta el año 170 encontramos en los escritos de
los llamados Padres de la Iglesia, referencias a los escritos que integran el nuevo
testamento. De los años 170 y hasta el año 397 encontramos varias obras procurando
establecer cuáles eran los escritos considerados sagrados y por qué. En el año 397 en la
ciudad de Cartago se lleva a cabo un concilio donde se aceptan generalmente, se establece
con claridad la cantidad de veintisiete libros y cuáles, mismos que integran el canon del
nuevo testamento.

3.- PREGUNTAS DE REPASO
a.- ¿Qué es la revelación de Dios, la cual da a conocer a sus criaturas?
b .-¿Qué es lo que Dios da a conocer de sí mismo en esa revelación?
c.- ¿Será el pecado un obstáculo que no le permita a Dios revelarse?
d.- ¿Qué significa que Dios se revela en la Creación?
e.- La revelación en la Creación ¿es algo completo o perfecto?
f.- La revelación escrita significa que ¿ todos los libros son de Dios?
g.- ¿Por qué decimos que la Biblia es la regla de fe de nuestras vidas?
h- ¿por qué decimos que la Biblia es como unos anteojos?
i.- ¿Por qué Jesús es la revelación más perfecta de Dios?
j.- ¿A qué llamas la trifactor revelación de Dios?
k.- ¿En qué se distinguen la revelación y la inspiración?
l.- ¿Qué significan las palabras inerrable e infalible?
Ll- Cita por lo menos tres de la teorías de la inspiración divina de la Biblia.
m- ¿Qué significa el término canon y como se aplica a las Escrituras?
n.- Cita tres aspectos que sirvieron para elaborar el canon del A.T.
ñ.- ¿Por qué año se contaba con un canon completo y terminado del A.T.?
o.- ¿Qué bases hay en el N.T. para el canon del A.T.?
p.- ¿Qué criterios se utilizaron para decir que libros formaron el canon del N.T.
q.- ¿En qué año y concilio se aceptó y decretó el canon del N.T.?
r.- Tu, ¿por qué dices que la Biblia es Palabra de Dios?

III.- METODOS DE INTERPRETACION
1.- EL PAN NUESTRO DE CADA DIA.
La pregunta parece un tanto cuanto absurda, pues todos los creyentes podrían responder
en forma inmediata tantas cosas y todas ellas verdaderas pero, ¿por qué la iglesia de
Jesucristo vive como si no conociera a su Dios?.

Los temores, las angustias, las depresiones y constantes caídas en el pecado son prueba irrefutable de que el pueblo elegido por Dios aún está lejos de cumplir con la madurez que Dios le pide.

Ciertamente todos los pastores cristianos, en todas y cada una de las iglesias cristiano
evangélicas y en los hogares de los creyentes en Jesucristo, insisten en la lectura diaria de
las Sagradas Escrituras, citando que la relevancia de tal hecho es de trascendencia a las
cosas espirituales.

Se nos motiva a leer para poder compartir las buenas noticias de Salvación en Cristo Jesús, se nos motiva a leer para ser guardados del mal y aún para poder hacer frente al enemigo; se nos insta a leer para crecer en la fe, madurar y participar activamente en un ministerio en la iglesia y aún se nos motiva para poder dar respuestas a todos los inconversos que demandan razón de la fe que hay en nosotros; para disertar con la verdad en esferas tales como educación, sociedad, política; para neutralizar las falsedades de las sectas pseudo-bíblicas contemporáneas; pero mucho falta recordarle a cada creyente que la primera y más importante razón de la lectura bíblica radica en el
hecho de que:

  • Es la constante y permanente Palabra de Dios para cada uno; 
  • es la forma más perfecta y exacta en la que Dios se da a conocer a cada persona; 
  • es parte del diálogo que el ser humano comienza con su oración al Todopoderoso; 
  • es la respuesta de Dios a todas y cada una de nuestras interrogantes; 
  • es la declaración de amor del Bondadoso Dios o del novio a la novia; 
  • es la descripción más exacta que Dios haya dado acerca de Sí mismo. Es por lo tanto, nuestra fuente de conocimiento de Dios.

En éste momento me llega al corazón otra pregunta, como el diácono y evangelista Felipe
le preguntaría al Etiope ¿entiendes lo que lees? (Hch. 8: 30), no será que todo éste
problema de divisiones y descalificaciones se sustenta en diferentes entendimientos de las
Sagradas Escrituras, y estoy seguro que así es, todo se reduce a diferentes formas de
interpretar el mismo texto.

¿Por qué la Escritura es importante?
Ciertamente Dios se reveló a través de la creación “los cielos cuentan la gloria de Dios” y, “las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y Deidad se hacen claramente visibles a través de las cosas hechas”, pero es necesario reconocer la fragilidad de la mente del hombre, que con mucha facilidad olvida lo que ha visto y aún lo que ha experimentado.


  • Recordemos al pueblo de Israel saliendo de la tierra de Egipto en forma por demás espectacular después de las plagas de Dios contra ese reino, 
  • la apertura del Mar Rojo, 
  • la provisión de Dios en el desierto, 
  • Su manifestación continua de noche y de día, 
  • Su cuidado y Su Ley dada a través de su siervo Moisés; 
pero el pueblo olvidó y dudó, se quejó y aún se hizo un ídolo para adorarlo como Dios. Así
somos los hombres; fáciles de olvidar y nuestros pies prestos para apartarnos de Dios, no
obstante nuestra conversión y relación con el Trino Dios.

De ahí la importancia de que Dios dejase su Palabra por escrito, para que fuese constantemente leída y atendida por cada uno de sus hijos; un registro gráfico veraz, que encause los caminos de su pueblo y sirva de medida para que ninguno se extravíe.

El apóstol Sn. Pablo entendió claramente esta propuesta por lo cual escribió: “Toda la
escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir y
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:16).

Juan Calvino, Teólogo del siglo XVI escribió: “ La Biblia para toda la vida” y su frase
dirigió el quehacer de las naciones europeas de su tiempo. La Biblia era el libro de
instrucción desde el nacimiento y hasta la muerte; con ese libro los infantes eran
instruidos en casa, enseñándoseles, para qué los había formado Dios; con ese libro
aprendieron a leer, y a entender el mundo, su comunidad y país; con ese libro aprendieron
cómo se desenvuelve la familia y el rol de cada integrante de la misma.

Con la Biblia aprendieron a desarrollar sus oficios o profesiones y aún llegaron a dirigir sus naciones.

La Biblia para toda la vida, sigue siendo una enseñanza vigente para ti; desde tu
nacimiento y hasta tu muerte en todo lo que piense, sientas, digas o hagas, la Biblia es tu
parámetro de vida, y en todas tus acciones, en la familia, tu comunidad, la escuela, el
trabajo, el deporte, todo, la Biblia es la divina instrucción.

Pero la lectura bíblica no es una actividad que por ser individual sea de interpretación
personal; como todo texto se sujeta a las reglas generalmente aceptadas para la correcta
interpretación del mismo. Por ignorancia a esas normas, muchos han fallado y aún se han
desviado al leer las Sagradas escrituras; por eso es importante que en la lectura
individual como en la colectiva en la congregación, conociendo esas normas generales,
leamos con sabiduría y obtengamos conocimiento, verdadero conocimiento de Dios y Su
Voluntad.

Hoy, es compromiso y responsabilidad de los ministros del evangelio, no solo compartir
el mensaje del Evangelio de Jesucristo, sino como Esdras y los levitas, “hacer entender al
pueblo, leerles la palabra de Dios y dar sentido a ese mensaje” (Neh. 8: 7-9). Desde la
reforma del siglo XVI se ha buscado que cada creyente lea, entienda y practique el
mensaje de la Palabra de Dios, en base a la creencia del “sacerdocio Universal” de todos
los creyentes, en la iglesia romana, por causa del mal entendido “magisterium de la
ecclessia” (solo los cleros pueden leer, entender y enseñar correctamente la Biblia) se ha
prohibido la lectura de la Biblia a toda la iglesia, salvo en las últimas décadas, posterior al
concilio Vaticano II.

Lo triste es que casi cinco siglos después, los creyentes de Jesucristo, aún con la libertad de leer la Biblia, aún sigan dependiendo de lo que sus pastores les dicen y enseñan. ¡Basta Ya! Es tu privilegio acercarte a Dios y escucharlo, conocerlo personalmente y para ello El te ha dado Su Palabra, desde la cual te enseña, dirige, corrige, exhorta y anima para que tu vida sea conforme a Su propósito y seas una mujer o un pombre conforme a su corazón.

2.- ¿QUÉ ES HERMENEUTICA? La hermenéutica es la materia que se apresta al
estudio y comprensión de cualquier texto; su aceptación es general en todas las culturas,
pues sus principios son aplicables para la correcta comprensión de cualquier texto, sin
importar el idioma en el que fue escrito, la cultura del escritor o de los lectores y en fin,
todos los aspectos que se toman en cuenta para comprender correctamente un texto
literario.

La palabra hermenéutica es una transliteración del vocablo HERMENEUTIKE, el cual
deriva del verbo griego HERMENEUO que significa interpretar, y se dice que es la
ciencia (herramienta) que nos enseña los principios, métodos y reglas de la correcta
interpretación de cualquier texto literario.

Algunas de las ciencias auxiliares de la Hermenéutica son: la glosología, estudio de
diversas lenguas; la lingüística, estudio situacional de ortografía; sintaxis, semántica de
los idiomas; la paleografía, estudio de textos antiguos; la filología se dedica a la
fechación, verificación, colación y fijación de textos históricos y, la exégesis, que da la
interpretación a partir del texto.

Ciertamente contamos con una materia especial dentro del estudio Bíblico a la cual se le
ha denominado Hermenéutica Sacra o Bíblica, y que sin duda alguna aporta
características propias para la interpretación del texto Sagrado.

Entre las aportaciones particulares de la “Hermenéutica Sacra” retomaremos algo de lo
dicho en lecciones anteriores. La inspiración de la Biblia es sostenida en forma absoluta,
“los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”,
según lo escribió Sn. Pedro apóstol, de lo que se desprende que tanto los que hablaron
como los que escribieron fueron guiados por el Espíritu de Dios.

La Biblia declara que es Palabra de Dios, con ese énfasis y autoridad, que las palabras ahí escritas son de Dios, dadas y respaldadas por El; podemos observar que aunque son diferentes los libros que integran la Biblia, fueron más de cuarenta autores en un lapso de tiempo de más de dos
mil años.

La Biblia es una unidad orgánica, con un mensaje y un solo propósito, versando
toda ella alrededor del motivo CREACIÓN, CAIDA, REDENCION Y REINO, mensaje
centrado en la persona y la obra del Mesías, Jesucristo. Unidad y diversidad son
características que el Texto sagrado aporta; diversidad en formas, ilustraciones, pero no
de fondo, pues, se da unidad de espíritu en las escrituras.

Una aportación importante que cita la Hermenéutica Sacra es su división en dos grandes
segmentos; el primero se refiere a: la hermenéutica bíblica general, que incluye todas
aquellas reglas que tienen aplicación a todo el texto bíblico y, el segundo segmento, la
hermenéutica bíblica especial, que se refiere a la reglas y consideraciones necesarias para
interpretar categorías especiales de literatura, como pueden ser la poesía, lenguaje
figurado, profecía, o las muchas y diversas formas de dicción.

Pero por ahora quisiéramos hacer de tu conocimiento lo que llamamos Métodos de
Interpretación Bíblica.

3.- SISTEMAS DEL PROCESO HERMENEUTICO.- En la historia de la iglesia
cristiana y del pensamiento cristiano se ha dado cabida a diversos sistemas para
interpretar el Texto Sagrado; no siempre fueron los mejores sistemas, ni necesariamente
fueron progresando, más bien, eran respuestas a las vicisitudes que la iglesia enfrentó en
lugares y momento diversos.

En forma general se acepta que el texto debe ser leído y entendido en forma literal, es
decir en la primera y más sencilla forma de las palabras y el texto en integridad, no
forzando ni buscando entre renglones cuestiones “profundas o razones escondidas”; se
acepta que lo escrito es lo que se quiso decir en forma inmediata, dicho de otra forma,
Dios escribió exactamente lo que quiso decir y no escribió lo que no quiso decir. Dt. 29:
29.

Citaremos algunos de los diferentes sistemas de interpretación para su conocimiento:

  1. Hermenéutica Alegórica: es una representación simbólica, se acude a ella cuando el sentido literal no expresa una idea coherente; cuando las palabras no tienen un sentido razonable se acepta que puede existir un sentido alegórico o simbólico. El riesgo de tal sistema estriba en que llevado al extremo hará de las Sagradas Escrituras un texto de ficción en virtud de no existir reglas ni limitaciones a esta forma de interpretar; cualquiera puede tomar un texto y citar que cada palabra tiene un sentido profundo o escondido y enseñar cualquier cosa pretextando que la Biblia lo dice. Un uso común de este sistema se da en la escatología, y sus consecuencias están enfrente de nosotros: una amplia presentación de textos diciendo cosas tan contrarias una de otra que su fruto es más confusión que edificación. No es un sistema nuevo. Orígenes, Padre de la Iglesia lo utilizó para contrarrestar las enseñanzas de gnósticos y platonistas dentro de la iglesia antigua.
  2. Hermenéutica Mística: Este sistema nos presenta una forma de interpretar donde se hace uso de símbolos multiformes, de códigos secretos o llaves casi mágicas para comprender la Biblia; según tal forma de interpretación sólo los elegidos o iluminados pueden conocer tales códigos, reconocer los símbolos, o poseer las llaves que les darán acceso a los conocimientos que están vedados para todos los demás. El supuesto es que el texto Sagrado tiene profundidad que las mentes normales o racionales no pueden adquirir. Como ya citamos, solo el grupo élite posee tal conocimiento verdadero. Este método ha sido ampliamente utilizado por sectas y algunos cristianos, pues, parte de sus resultados son, que los feligreses de esos maestros siempre estarán en la necesidad de que su “guru” les de luz. la manipulación es exagerada y las vidas de las gentes dependen del maestro.
  3. Hermenéutica Liberal. Dos expresiones toman forma con este nombre. La primera cita que no existe regla alguna para leer el texto divino, que cada hombre en su personal lectura será llevado por el Espíritu a comprender lo que Dios quiera, que las reglas son de los hombres y no de Dios y que por lo tanto no debemos apegarnos a ninguna norma. La segunda forma de este sistema cita que debemos buscar nuevas reglas o criterios de interpretación en forma constante; que lo que hasta ahora existe no necesariamente es todo lo que se puede decir al respecto, es decir, que lo que ahora es una regla de interpretación bíblica no es algo terminado o absoluto, que puede ser que sirva para el aquí y ahora, pero puede ser modificado o más aún, sustituido por otro grupo de reglas que se adapten al momento.
  4. Hermenéutica Literal : Se dice del sistema que procura una interpretación a partir del significado primario de las palabras, del tema que se está tratando. Es insustituible el significado de las palabras, se entiende que es un mensaje comunicado en forma objetiva y de fácil comprensión, no se rebuscan sentidos ni se fuerzan interpretaciones. El problema, es que no todo el texto sagrado está escrito en forma literal, pues se enriquece de diversa formas de lenguaje figurado y literario.
  5. Hermenéutica Gramatical: se entiende del trabajo que se efectúa a partir del lenguaje original, el conocer la etimología de cada palabra, el uso y cambio gradual de las mismas ( como van cambiando en su sentido semántico), su uso común o local, de acuerdo al lugar geográfico y cultural en el que se dan, su Usus Loquendi, es decir, en el texto en el que se encuentra, qué significa, las formas de sintaxis, semántica, etc.
  6. Hermenéutica Cultural o Histórica: es el sistema que considera las variables del momento histórico, el lugar, la cultura, quién es el autor, a quién le escribe, en qué contexto situacional, o causales del escrito, variables culturales como relaciones sociales, de economía, familiares, educativas políticas, religiosas etc. Tal sistema es necesario en virtud de que las misma palabras o las que se utilizaron para traducir el texto de su idioma natural al nuestro, no necesariamente representan las mismas ideas o conceptos, las realidades de la gente de campo, de los pobres, de los analfabetas, de los antiguos son diametralmente diferentes a la realidad de los citadinos, los ricos, los académicos.

La importancia de la correcta interpretación Bíblica es tal, que la edificación del cuerpo
de Cristo depende de dicha acción. Ser edificado sobre una estructura verdadera,
coherente, da firmeza y sentido a la existencia individual y colectiva de los creyentes; por
el contrario, un poco de levadura leuda toda la masa. Con un poco de mentira o falsedad
puede construirse en forma incorrecta, siendo el riesgo, que no se cumpla la voluntad de
Dios y como consecuencia, se tenga una pérdida total y la ruina.

4.- PREGUNTAS DE REPASO
a.- ¿Por qué es importante leer la Biblia en forma diaria?
b.- ¿En qué estriba la importancia de la Biblia?
c.- ¿Cómo enseñó pablo la importancia de la Biblia?
d.- ¿Qué significa la frase “La Biblia para toda la vida”?
e.- ¿Qué es la hermenéutica?
f.- ¿Qué es H. Alegórica?
g.- ¿Qué es H. Liberal?
h.- ¿Qué es H. Gramatical?
i.- ¿Qué es H. Cultural o Histórica”
j.- ¿Qué aportaciones da la H. Sacra?

IV.- REGLAS DEL PROCESO HERMENEUTICO
La hermenéutica es como una caja de herramientas, donde la variedad de las herramientas
nos facilitará el trabajo a realizar; sin embargo no todas las herramientas se utilizan en
todos y para todos los trabajos. Así las reglas de la hermenéutica no son de forzosa
aplicación en todos los textos; tu pericia como intérprete será la que te indique qué regla o
herramienta será utilizada en cada texto a estudiar e interpretar.

Algunos textos son comprensibles en forma inmediata en su primera lectura, pues son de
fácil asimilación, pero otros requerirán de ser evaluados como un todo y atendidos con las
herramientas que sean requeridas.

Antes de entrar de lleno al estudio de la hermenéutica , debemos tomar en
cuenta algunos principios básicos de manera que tengamos éxito en nuestro
estudio bíblico.


  • Primeramente, el estudio debe ser personal. Esto es, un estudio que te lleve a un encuentro entre Dios y tú por medio de Su Palabra. 
  • En segunda instancia, y aunque parece obvio, el estudio debe ser práctico. Es decir, un ejercicio donde tu desarrolles en forma práctica tus habilidades metodológicas de estudio, no solo tomando lo que otros dicen sobre el tema o texto, para ello son necesarios La Biblia; la cual leerás con los ojos (físicos y espirituales), un lápiz o pluma, un cuaderno o tu computadora, son indispensable para plasmar y hacer permanentes las verdades que descubras, tus notas te ayudarán a una mayor comprensión y memorización, una caja de colores, te servirá para comenzar a clasificar mediante código de colores los temas que vayas descubriendo. 
  • Así mismo, es importante considerar en éste sentido práctico cuestiones como el lugar donde estudies, la postura (preferentemente cómodo, pero no tanto que termines dormido), la iluminación y ventilación, y si escuchas música, que no sea una distracción, destinar el tiempo n ecesario para alcanzar el objetivo del estudio y tratar en lo posible de no tener distracciones(música, celulares, televisiones, etc.)

El o los métodos en el estudio bíblico son indispensables, por eso más
adelante te enseñaremos algunos para que saques el mayor provecho de tu
estudio Bíblico. Que t risteza darnos cuenta que hacemos gran parte de
nuestro estudio bíblico en forma pobre y superficial por falta de conocimiento
de métodos de estudio eficaces.

Pero, ¿y qué es un método? de la raíz griega "méthodos" que literalmente
quiere decir "vía o senda de transito” tenemos que un método de estudio
sencillamente es una indicación del camino a tomar para llegar al descubrimiento
de las riquezas bíblicas. El método es un medio no el fin en sí mismo; lo
utili zamos para conseguir el fin “adquirir conocimiento”. El método nos
facilita la comprensión del texto, del mensaje del autor, de la enseñanza
transmitida, llevándonos paso a paso hasta recibir la iluminación del Espíritu
de Dios a su palabra.

A continuación conocerás los seis principios o reglas básicas de la interpretación
(HERMENEUTICA), su aceptación es general entre los que estudian y enseñan ésta
materia, por eso son fundamento de todo la Hermenéutica.:

  1. Regla Esencial o Básica: La Biblia explicada por la Biblia misma, dicho de otra forma, la Biblia es su propia interprete. En forma sencilla diremos que todo estudiante de la Biblia debe comenzar su trabajo de interpretar conociendo las Sagradas Escrituras en forma total, y cuando alguna porción del texto se le dificulte, antes de consultar con cualquier fuente o ayuda externa deberá recurrir al mismo texto en integridad y procurar su comprensión a partir de lo que la misma Biblia dice al respecto. Gran error es que cuando tenemos una dificultad para entender algún texto o idea bíblica inmediatamente recurrimos a lo que “los expertos dicen”; eso no es malo, pero estaremos entendiendo lo que los expertos entendieron y enseñaron, pero no necesariamente lo que el texto indica por sí mismo. Otro error es sacar de contexto un texto o, ignorar lo que otros textos paralelos citan al respecto, negando las características culturales, de idioma o momento histórico.
  2. Es necesario en forma primaria tomar las palabras en su sentido usual y ordinario, dado que la Biblia fue dada para el pueblo, recordemos que el N.T. fue escrito en griego Koine, el lenguaje del pueblo común y corriente, no el lenguaje de los filósofos. Es de suponerse que las palabras escritas fueran sencillas y su interpretación sencilla y clara también; el sentido literal es la primera regla para entender una palabra; aunque no siempre es así, pues en ocasiones se utilizan figuras retóricas; El común de la interpretación es: primero el sentido literal.
  3. Es necesario tomar las palabras en el sentido que indica la frase en la que se encuentra. Las palabras aisladas pueden ser entendidas literal o figuradamente; pueden ser analizadas etimológicamente, pero no deben ser sacadas del contexto de la frase en la que se encuentran. Su sentido inmediato depende de la intención o dirección de la frase a la que pertenecen; al sacarla de su inmediato contexto se corre el riesgo de forzar su interpretación y desvirtuar el sentido integro de la frase.
  4. Es imprescindible tomar las palabras y las frases en el sentido que indica el contexto, es decir, los versículos que anteceden y los que siguen después del texto que se estudia. Se dice que un texto fuera de contexto, es sólo un pretexto, y mucho de cierto hay en esto, pues la forma más común para desvirtuar un mensaje es sacar una frase o una porción del texto e interpretarla por sí misma; de esta forma no se toma en cuenta de qué esta hablando el autor, qué tema está tocando y hacia dónde se dirige o en qué concluye.
  5. Como una ampliación a lo anteriormente presentado, citaremos que de ser necesario debe tomarse en cuenta el texto en integridad, es decir, no sólo los versos que anteceden y los que continúan en forma posterior, sino más aún, de ser necesario debe tomarse en cuenta la integridad del texto. Que se lea todo el libro; recordemos que un libro tiene cohesión, unidad, que trata uno o varios temas pero lo hace en forma íntegra; del principio al fin existe un propósito, un tema, una intención. No considerar tal intención del autor, nos lleva nuevamente al riesgo de poner palabras o ideas diferentes a las señaladas por al autor y tergiversar la intención o dirección del escrito. Tal situación es común en los grupos religiosos de carácter sectario, que mal interpretan y llevan a sus congregaciones a polarizaciones o radicalizaciones de ideas y formas.
  6. Siendo que entendemos que la Biblia es un libro en sí mismo, con coherencia, unidad, dirección y una intención, aunque sea integrado por un total de 66 libros, podemos acudir al total del texto para comprender alguna porción que se nos dificulte entender; a tal herramienta la llamamos Pasajes Paralelos e Ideas Paralelas. Se procura comparar lo citado en un pasaje dado, con lo dicho en otro pasaje que esté tocando el mismo tema; la diferencia de perspectivas nos dará sin duda alguna una más amplia visión del concepto y por lo tanto una mayor comprensión, pero también tal parámetro se puede utilizar no solo en pasajes paralelos, sino que también se aplica a ideas que puedan ser semejantes, donde podremos consultar diversos planteamiento sobre el mismo concepto, siendo una herramienta por demás útil para una mejor comprensión del texto.

En las reglas anteriormente descritas encontrarás las mejores herramientas para la
interpretación general del Texto Sagrado, pero aún se requiere de aplicar herramientas
específicas de interpretación como son las figuras retóricas o de dicción.

La Hermenéutica existencial, también conocida como “método histórico-crítico” plantea
que su función es la de interrogar a la ciencia histórica y literaria sobre la formación del
texto: mostrar su origen, la historia de su composición, descubrir las fuentes subyacentes,
el sentido que tenía en su medio de origen, las circunstancias en que surgió. Comprender
el texto era llegar a su origen a través del tiempo, y en el origen se podía saber qué sentido
tuvo el texto para los lectores originales. Eran métodos genéticos, que reconstituían
hechos históricos y literarios.

1.- PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN GRAMATICAL.
A ésta parte de la hermenéutica se le atribuye la investigación del texto en su lengua
original, la lengua del remitente y los destinatarios, para lo que se apoya en materias
como lingüística, paleografía, filología, etc.
                 
La Exégesis a veces es tomada como un sinónimo de hermenéutica. Le
denominamos Exégesis (del griego ἐξηγεῖoθαι- exegetothai 'guiar hacia afuera')
este concepto involucra una interpretación crítica y completa de un texto,
especialmente de las Sagradas Escrituras. Un exégeta es un individuo que practica
esta ciencia, y la forma adjetivo es exegético.

La palabra 'exégeses significa "extrae el significado de" un texto dado. La exégesis
suele ser contrastada con la eiségesis, que significa insertar las interpretaciones
personales en un texto dado. En general, exégesis presume un intento de ver el
texto objetivamente, es decir del texto hacia fuera, mientras que eiségesis implica
una visión subjetiva de afuera hacia adentro.

La exégesis tradicional requiere lo siguiente: análisis de palabras significativas en
el texto, en el marco de traducción; examen del contexto general histórico y
cultural, confirmación de los límites de un pasaje, y finalmente, examen del
contexto dentro del texto.

Exégesis Bíblica: esta comprende un cuidadoso estudio de los términos que
forman un pasaje bíblico, buscando el significado original, especialmente la
connotación que tuvo para el escritor que usó una palabra o frase determinada con
un propósito determinado, como también el que percibieron aquellos que fueron los
primeros lectores de los textos sagrados. Esta herramienta busca el significado
“original” no el que evolucionó con el correr de los años y siglos, porque los
muchos siglos también trajeron muchas interpretaciones, si nos dejamos llevar por
las interpretaciones de los años y siglos posteriores a un escrito bíblico ya no
estamos haciendo exégesis bíblica, sino interpretación, no estamos buscando cuál
fue el pensamiento y la idea que estaba en la mente del escritor original, lo que el
Espíritu Santo quiso comunicar sino lo que otros posteriormente pensaron de un
texto determinado de la Biblia, esto último jamás ha sido y jamás será “exégesis
bíblica.

Los procedimientos de la exégesis requieren:

  • la determinación estable del texto (crítica textual), como paso previo para la  traducción, con la que se intenta alcanzar la forma original del texto;
  • la traducción del mismo;
  • en este punto se utilizan dos tipos de método, los llamados "sincrónicos (La sincronía es el estudio de la lengua en el momento presente, no sujeto, por tanto, a cambios históricos y sin atender a las razones que motivaron que un fenómeno sea de tal o cual manera. Se opone a diacronía, consideración de la lengua en su aspecto estático en un momento dado de su existencia histórica), y los llamados "diacrónicos" es decir los que estudian el texto desde el punto de vista de su formación y consideran la reconstrucción de las fases de la misma como uno de los principales medios para captar el significado del texto (crítica literaria, historia de las tradiciones, historia de las redacciones).

Niveles morfológico y sintáctico que comprende:

  1. Morfología: Estudio de la mínima unidad con significado (el morfema), la palabra y los mecanismos de formación y creación de palabras.
  2. Sintaxis: Estudio de la combinatoria sintagmática, en dos niveles: el suboracional, que corresponde al propio de los llamados sintagmas, y el oracional que estudia las relaciones específicas sintagmáticas de los signos lingüísticos que conforman, a su vez, el signo lingüístico gramatical superior del sistema de la lengua.

Nivel léxico, que comprende:


  1. Lexicología: Estudio de las palabras de una lengua, su organización y sus significados.
  2. Lexicografía: Se ocupa de los principios teóricos en que se basa la composición de diccionarios.

Nivel semántico, que, aún no siendo propiamente un nivel, puesto que afecta a todos, excepto al fonético-fonológico, comprende:

  1. Semántica: Estudio del significado de los signos lingüísticos. La semántica es un subcampo de la gramática y, por extensión, de la lingüística. Proviene del griego "semantikos", que quería decir "significado relevante", derivada de "sema", lo que significaba "signo". Se dedica al estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones, desde un punto de vista sincrónico o diacrónico
  2. La sintaxis, una subdisciplina de la lingüística y parte importante del análisis gramatical, se encarga del estudio de las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y oraciones. La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas.

2.- PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN HISTÓRICO / CULTURAL
Aunque es claro y evidente la imposibilidad de desasociar el lenguaje de la cultura, es
decir una interpretación gramatical de una interpretación histórica cultural, también es
manifiesto que cada ejercicio de interpretación matiza aspectos diferentes aunque
complementarios.

Esta forma de interpretación considera las circunstancias del momento (histórico) y del
lugar (cultura), aspectos relevantes tales como: ¿Quién escribe?, ¿A quién le escribe?,
¿Por qué le escribe? ¿Desde dónde le escribe? ¿En qué momento le escribe? ¿En qué
idioma se escribe?

La historia en sí misma nos da los elementos suficientes para conocer un suceso, sus
causas y efectos y, comprendiendo tal información, interpretar y aplicar a nuestro
contexto en forma responsable y eficiente. La Biblia nos ha sido dada a través de distintos
momentos históricos y desde diversos lugares y circunstancias, por lo que es un libro que
debe ser leído desde la óptica de sus diversos autores, sus momentos, sus motivaciones,
sus intenciones y sus estilos de comunicación tan diversos.

Punto importante es resaltar que este método de interpretación magnifica la intención del
autor por sobre otros aspectos: ¿Por qué lo escribió?, ¿Quién era el que escribió?, ¿Sabía
de lo que estaba escribiendo y por qué? Esta forma de interpretar nos podrá en la mejor
perspectiva de interpretación, no lo que yo entiendo con mi lenguaje y sus usos, o en mi
momento y lugar. No, sino interpretar lo que se quiso comunicar.

Elementos de interpretación Histórico / cultural

  1. ¿Quién es el autor? ¿De qué nacionalidad y lengua? ¿Qué oficio o profesión?, ¿Qué nivel cultural? ¿De qué sexo, de qué edad? ¿Qué circunstancias familiares vivía: casado, soltero, viudo, padre, hijo, etc.? ¿Qué circunstancias sociales, políticas, económicas y religiosas vivía el autor?
  2. ¿Quién es el destinatario? ¿De qué nacionalidad y lengua? ¿Qué oficio o profesión? ¿Qué nivel cultural? ¿De qué sexo y edad? ¿Qué circunstancias familiares vivía: casado, soltero, viudo, padre, hijo, etc.? ¿Circunstancias económicas, sociales, políticas y religiosas en las que vivía?
  3. ¿Por qué se escribe? ¿Circunstancias especiales (económicas, sociales, religiosas, políticas)? ¿Se quiere enseñar o corregir algo? ¿Solamente se desea informar de algo? ¿Es un escrito para alguien en lo particular o para una comunidad o colectividad? ¿Es una exhortación, un regaño, un halago, una bendición o maldición? ¿Por qué escribe el autor?
  4. Momento histórico y cultural desde donde se escribe y donde será recibido el escrito: véase momento político, económico, social, religioso, militar, familiar, etc.

3- FIGURAS LITERARIAS O DE DICCION.
En cierta forma todos los lenguajes son figurados en virtud de que las palabras son
descripciones absolutas o relativas del objeto a representar, pero algunas palabras se
utilizan para dar un significado, énfasis o matices que sobrepasan el sentido inmediato de
la palabra. A esta forma o uso del lenguaje se le denomina Figuras Literarias o Sentido
figurado, las cuales han sido catalogadas en forma generalmente aceptada según la
siguiente relación:

  1. El Símil: es la figura literaria en que una cosa, acción o relación se presenta como semejante a otra cosa con la que guarda solo una mínima semejanza y para ello se empleen frases como: así, semejante, cómo y otras más; es una semejanza propuesta mas no de facto o de hecho. “Como la nieve al verano y la lluvia en la siega, así conviene al necio la honra” Pr. 26:1; Gn 13: 16; 15:5; Sal. 1:3 – 4; 5: 12; 17: 8; Jueces 7:12; Is.1:8; Mt. 9: 36.
  2. La Metáfora: en esta figura se declara la semejanza entre dos cosas disimilares, con la utilización del ver ser o estar, generalmente con la declaración “es” apelando a la imaginación, como cuando decimos de una foto “este es mi padre”. En Salmo 23: 1 se declara la metáfora “Jehová es mi pastor” ; Sal. 91: 4; Sal. 84: 11; Is. 40: 6 Mt. 26: 26; Para entender la diferencia con el símil compare Is. 40: 6 con 1 Pe. 1: 24 la utilización de la palabra “como” y la afirmación “es”
  3. La Metonimia: Es el uso de una palabra por otra, la primera palabra sugiere a la segunda, por ejemplo usar un nombre de persona para hablar de su obra, la metonimia se funda en la “relación mas que en la semejanza”. En Lc. 16:29 Jesús dice al pueblo que “tenían a Moisés y los profetas, que los escucharan a ellos” pero la realidad histórica es que Moisés y los profetas ya estaban muertos, lo que el pueblo tenía eran los escritos de Moisés y los de los profetas. Alma por persona Sal. 103: 1; la lengua por lo hablado Pr. 25: 15; La piedras por lo que hacen con ellas Pr. 11: 1; Jer. 2: 27 (piedra por ídolo).
  4. La Sinécdoque: es la figura con la que se cita una parte por el todo, o el todo por una parte, por ejemplo el Rey David hablando de la resurrección citó en el salmo 16: 9: “También mi carne reposará segura”; en forma literal la palabra carne podría solo referirse a sus músculos u órganos internos, pero es claro que la referencia es a su ser en integridad, reposando y resucitando, no solo una parte de él, sino todo su ser en su totalidad. Ex. 32: 26; 1 Cr. 14: 17; Sal. 145: 21; 1Cor: 11: 26 ,27; Lc. 2: 1; Hch. 24: 5.
  5. La Ironía: es disimulo que da fuerza al argumento, además es el uso de citar el sentido contrario para demostrar lo absurdo de la primera declaración, por ejemplo Job reconvino a sus amigos al decirles: “ciertamente que vosotros sois todo el pueblo, y con vosotros morirá toda la sabiduría”. Esas personas no eran todo el pueblo y sus palabras no podían representar el total de la verdad; ellos parecía que tenían toda la razón y que Job estaba en un error. Job los cuestionó por el absurdo de su actitud y sus palabras. Gn 37: 19; 1 Re. 18: 27; Mt. 22; 16; 27: 29; 2 Cor. 11: 19.
  6. La Hipérbole: se usa según su sentido etimológico; tirar más allá del blanco. Como figura literaria es la exageración evidente del caso citado. No se debe confundir con la mentira, pues la mentira se dice para engañar, mientras que la hipérbole se cita en forma evidente para enfatizar o matizar la declaración. En Dt. 1: 28 cita “las murallas llegaban hasta el cielo”; evidentemente tenemos una exageración, pues ninguna construcción material puede llegar al cielo, pero la expresión enfatiza la grandeza de las murallas. Ex. 8: 17; 2 Sam. 1: 23; 1Re. 10: 27; Mt. 5: 29; Jn. 21: 25; Ro. 9: 3.
  7. La Apóstrofe: Cuando el autor se dirige a una persona o auditoria ausente, por ejemplo muerta, para algo inanimado o abstracta, como si tuviera oídos o vida. Por ejemplo David clamó: “Hijo mío Absalón.....quien me diera que muriera yo por ti, Absalón, hijo mío”; 2º Sam. 18:33. Evidentemente Absalón ya no escuchaba a su padre David, y estimamos que tampoco David consideraba que así fuera, pero tal expresión dio una clara manifestación del hondo sentir del Rey. Sal. 6: 8; Sal. 148: 3-5; Is. 52: 9; 1 Cor. 15: 55; Mr. 4: 39; Ap. 6: 16.
  8. La Personificación: Es figura, es atribuir características humanas a animales o cosas. También se conoce como prosopopeya. Is. 55: 12 cita: “ los montes y collados levantarán canción”, es claro que los montes no pueden entonar una canción, pero tal expresión deja ver el alcance de la obra de Dios, la magnitud de sus hechos escrita en poética forma. Gn 4: 10; Jue. 9:8-15; Sal. 85: 10-11; Lc. 19:40; Ro. 8: 19; Stg. 1: 15.
  9. Paralelismos o Regla de la Doble Mención: La literatura hebrea tiene un distintivo particular en su prosa y poesía, los llamados paralelismos de los miembros, esto es, que la construcción de la expresión más elemental está o puede estar compuesta por dos frases paralelas (aunque a veces también pueden ser tres), que se complementan perfectamente por su forma y contenido. La idea principal que se expone no es expresada en una sola frase, sino en dos o tres frases (que se denominan sucesión de tiempos) que citan la misma idea en formas diversas. Recordemos que la expresión superlativa del español manifiesta el grado sumo de una palabra, pero que en el hebreo tal expresión no existe, por lo cual para hacer notar la importancia o relevancia de una idea esta se manifiesta en forma de paralelismos.

En general se reconocen tres formas de paralelismos:

  • Paralelismos sinónimos: que consiste en expresar dos veces (o más) la misma idea con palabras distintas. Gn 4: 23- 24; Sal. 1: 1; Sal. 15: 1; Lc. 1: 46 –47.
  • Paralelismos antitéticos: que se establece por la oposición o contraste de dos ideas o imágenes. Sal. 37: 22; Pr. 10: 1; Pr. 27: 6;
  • Paralelismo Sintético: que se da cuando el segundo miembro prolonga o termina de expresar el pensamiento enunciado en el primer miembro, añadiendo elementos nuevos. Sal. 19: 7-9;
  • Paralelismo progresivo: es una extensión del paralelismo sintético, que consiste en desarrollar la idea repitiendo algunas palabras del verso anterior, (Sal. 145: 18)

V.- MÉTODOS PARA ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA

1.- INTRODUCCIÓN. Conocemos una serie de métodos de estudio que sin duda
cumplen con su cometido, por lo que recomendaremos los que consideramos más
sencillos y eficaces para el personal desarrollo.

La característica de un buen método de estudio, no es su complejidad, su vastedad o
profundidad. No, es que cumpla el propósito de que el estudiante aprenda y pueda
transmitir lo aprendido en forma veraz, sencilla y clara.

La mejor manera de realizar el estudio bíblico personal es la lectura sistemática del texto,
leer de principio a fin el libro, leer con atención, leer subrayando las ideas o palabras
claves, leer haciéndose preguntas acerca de la lectura realizada, leer con buena luz,
preferentemente no acostado ni cansado y leer en forma diaria. Sin lectura de la escritura
no hay estudio bíblico personal.

Pueden leerse otros libros como apoyo a la lectura bíblica, por ejemplo, comentarios
bíblicos, diccionarios (bíblicos, teológicos, históricos, etimológicos, etc), concordancias,
libros de teología, enciclopedias, etc. Pero la lectura de dichos libros nunca sustituirá a la
lectura de las Sagradas escrituras.

Insistimos en que la lectura diaria y disciplinada de la Biblia te llevará a un mayor
conocimiento y comprensión de Dios y Su propósito; es a través de la Biblia que Dios te
habla y te hablará durante tu peregrinar en este mundo; de ahí la importancia del estudio.
Una última recomendación: aunque uses varias Biblias para consultar, ten una sola como
libro de lectura personal; no la cambies, no la prestes y no la regales; conforme pase el
tiempo, por el uso mismo, la irás conociendo mejor, y teniendo en ella tus notas, tus
propias referencia bíblicas y tu sistema de subrayado irás creando tu mejor herramienta.

2.- METODO DE REFERENCIAS BIBLICAS. Por sencillo que parezca, un buen
estudio de la Biblia se puede realizar utilizando las referencias que vienen a pie de página
o entre columnas y que nos dan pasajes que tienen alguna conexión con el que estamos
estudiando; pueden ser pasajes donde la idea se repite o alguna palabra clave se repite.
También puede estarse cumpliendo una profecía.

Es un trabajo previo al nuestro que ha tomado la delantera relacionando pasajes entre sí, y
lo importante de este método es que sigue llevándonos a estudiar la Biblia por la Biblia
misma. Sé que parece obvio, pero mucha gente jamás ha usado esas referencias ni sabe
para que se utilizan.

Por ejemplo: Mt. 5 : 4 4Bienaventurados los que lloran*, porque ellos recibirán
consolación. Tiene referencia a Is. 61: 2 que dice: 2 a proclamar el año de la buena
voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los
enlutados.

Otro ejemplo: Mt. 5: 5 5Bienaventurados los mansos*, porque ellos recibirán la
tierra por heredad. Tiene referencia a Sal. 37: 11 que dice: 11Pero los mansos
heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.

3.- METODO DE PASAJES PARALELOS. También por obvio llega a ser dejado a un
lado. Algunos pasajes tienen pasajes paralelos que narran el mismo acontecimiento o
enseñan lo mismo y esto se indica poniendo entre paréntesis el pasaje paralelo antes de
comenzar la porción que se va a estudiar; véase por ejemplo:
En el Sermón del Monte en Mt. 5: 1 entre paréntesis aparece la cita (Lc. 6: 20 – 23),
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

(Lc. 6.20–23)
5 1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2Y
abriendo su boca les enseñaba, diciendo...
Otro ejemplo: Mt. 5: 21 tiene entre paréntesis el pasaje de (Lc. 12: 57-59).
Jesús y la ira

(Lc. 12.57–59)
21Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio. 22Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25Ponte de acuerdo
con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te
entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26De cierto te digo que no saldrás
de allí, hasta que pagues el último cuadrante.

4.- MÉTODO SUBRAYADO POR TEMAS. Este método también es muy sencillo y
tiene la ventaja de que cada estudiante puede y debe ir haciendo sus propias
clasificaciones de temas a través de toda la Biblia. Primero deben clasificarse los temas
que se desean conocer y darles un color a cada uno de ellos, de tal forma que cada ocasión
que se encuentre ese tema en la Biblia se subraye la frase o versículo con el color
correspondiente, ejemplos: Salvación – color azul; Amor de Dios – Color Rojo; pecado –
color verde oscuro, mandamientos – color verde agua; promesas y /o bendiciones
recibidas o por recibir– color amarillo; profecías – color morado; fe – color café, y así
sucesivamente.

Cada quien puede escoger los temas que buscará, así como los colores que
correspondan y durante la lectura de toda la Biblia ira haciendo su propio trabajo de
clasificación. En el siguiente ejemplo subrayamos el mandamiento a los pastores de
cuidar a las ovejas con color verde agua y la promesa de bendición por realizar ese
trabajo con color amarillo:
1 Pedro 5: 1-4
5 1Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y
testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que
será revelada: 2Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no
por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;
3no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo
ejemplos de la grey. 4Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria.
En el siguiente ejemplo que se encuentra en 1 de Corintios 6: 9 – 11 encontramos que
los dos primeros versos nos hablan del tema de pecado, por lo que los subrayamos del
color verde oscuro, el versículo 11 nos dice la bendición que Dios nos ha dado al
hacernos sus hijos.
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni
los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán
el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.
5.- METODO DE CUESTIONARIOS. Este método también es muy sencillo. Antes de
cada lectura de la Biblia se tiene un cuestionario que debe ser resuelto con la lectura que
se realiza, de donde se pretende obtener las respuestas que durante la lectura de toda la
Biblia te ayudará a comprender con mayor amplitud. Por ejemplo:
Cuestionario 1. Lo que estoy leyendo es: Una verdad, para creerla
Un Mandamiento, para obedecerlo
Una promesa, para esperarla
Ejemplo: En Mateo 11 podemos leer lo siguiente:
Venid a mí y descansad
(Lc. 10.21–22)

25En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de
la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a
los niños. 26Sí, Padre, porque así te agradó. 27Todas las cosas me fueron entregadas por mi
Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga.

¿Cuál es la verdad que Dios declara en este pasaje? En el versículo 27 dice que todo le
fue entregado, es decir todo le pertenece ahora; EL ES SEÑOR DE TODO LO QUE
EXISTE, y añade que nadie conoce al Padre sino El, así que para conocer a Dios debemos
hacerlo solamente a través del Hijo. También aprendemos en el versículo 30 que su yugo
es fácil y su carga ligera, de lo cual entendemos que la vida cristiana en El es algo fácil y
recordamos que separados de él nada podemos hacer.

¿Cuál es el mandamiento o los mandamientos que El nos enseña en este pasaje?
Encontramos en los versículos 28 y 29 los siguientes mandamientos expresados en los
verbos : VENID, LLEVAD y APRENDED.

¿Cuáles serían las promesas o bendiciones que nos enseña? Nuevamente versículos 28 y
29: YO OS HARÉ DESCANSAR; HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS
ALMAS

Cuestionario 2 Lo que estoy leyendo: ¿Quién lo escribió? ¿A quién le escribió? ¿Por
qué o para qué fue escrito? ¿Cuándo fue escrito? ¿Dónde fue escrito?
Por ejemplo: La carta de San Pablo a los cristianos que viven en Filipo.
¿Quién la escribió? El apóstol San Pablo. No se tiene certeza de la fecha de escritura,
pero se sabe que Pablo estaba preso esperando ser juzgado cuando la escribió. Pablo
amaba a esa iglesia y había recibido de ellos ayuda económica por lo menos en dos
ocasiones antes de este encarcelamiento.

¿A quién le escribió? A los cristianos que vivían en Filipo, quienes eran la primera
iglesia fundada por Pablo en Europa durante su segundo viaje misionero.
¿Por qué o para qué les escribió? Es clara la intención del autor de mostrar
agradecimiento por el apoyo recibido y también deseaba aconsejarlos en como tratar con
los problemas que la iglesia tenía:
rivalidades y ambiciones personales (2: 3-4; 4: 2) ,
la enseñanza de los judaizantes (3: 1-3),
el perfeccionismo (3: 12-14),
y la influencia de libertinos antinomianos (3: 18-19).

De la misma manera se aborda el tema doctrinal de la kénosis que es la humillación y despojo de la divinidad de Jesús y su estado de hombre /
siervo.

Cuestionario 3
Pregunta 1: ¿Qué dice Dios acerca de él mismo en ese pasaje?
Pregunta 2: ¿Qué pide Dios de mí en ese pasaje?

Tomemos por ejemplo el pasaje de Mateo 28: 18-20
La gran comisión
(Mr. 16.14–18; Lc. 24.36–49; Jn. 20.19–23)
18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.

¿Qué dice Dios acerca de él mismo? Que toda la autoridad es de El, que es Señor del cielo y de
la tierra, que El nos envía en su nombre y representación a dar su mensaje, que de El es el plan y
propósito para todas las personas, que El es fiel y por lo tanto nunca se apartará de nosotros.
¿Que pide Dios de mí? Que vaya en Su nombre y representación y que dé testimonio de lo que El
ha hecho a nuestro favor, que vaya a todos los pueblos de la tierra, que los bautice en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que les enseñe a ser obedientes.

6.- METODO POR TEMAS. En base a las concordancias y los diccionarios podemos
localizar en la Biblia los versículos que hablen de un mismo tema. Ordenándolos según
nuestra necesidad podemos estudiar y aprender sobre el tema escogido.

Tomemos por ejemplo el tema de: JUVENTUD. Lo primero que debo hacer es buscar en
el diccionario ¿qué significa la palabra juventud? o sinónimos tales como joven; puedo
buscar esa palabra en un diccionario etimológico para conocer cual es su raíz y
significado original, y después puedo, buscar en la concordancia de mi Biblia todos los
versículos que utilizan la palabra juventud o joven (joven: 15 versículos; juvenil: 1
versículo; juventud: 12 versículos)

Ejemplo:
a) El Hombre es malo desde su juventud Gn. 8: 21
b) Acuérdate joven de tu Dios en tu juventud Ecl. 12: 1
c) Nadie te tenga en menos por ser joven ; sé ejemplo 1 Ti. 4: 12

7.- METODO INDUCTIVO. Método Inductivo o Inducción es el razonamiento que
permite pasar de lo particular a lo universal, va de todos los hechos particulares
observados a su síntesis en una proposición general.

“A LO GENERAL A TRAVES DE TODAS LAS PARTICULARIDADES”

Aplicado como método de estudio de la Biblia decimos que el texto que nos dará
todas las partes (particulares: el contexto, el momento histórico y el lenguaje original)
que utilizaremos para llegar a entender el tema del texto (lo general), o sea “lo que el
autor quiso decir o enseñar”

El Método Inductivo, a nuestro parecer, es el método más efectivo para llegar a la
interpretación más acertada, reconociendo la intención del autor, porque considera los
factores que fueron utilizados según la época y cultura del autor, así como la intención
misma del que escribió.

“Un texto fuera de su contexto es nada menos que un pretexto."

I.- Este método se enfoca en tres áreas:
A) El contexto.
B) El Ambiente Histórico.
C) El Lenguaje Original.

EL CONTEXTO. Es encontrar y respetar la intención y dirección del pensamiento del
autor, es decir, la intención o razón por la cual escribe: está enseñando algo, cuál es el
tema; está corrigiendo algo que está mal; está exhortando o animando; solamente nos está
narrando uno o varios sucesos; nos está describiendo el perfil de un personaje; acaso
pretende hacernos reflexionar sobre algo; y la dirección es a donde quiere llegar y cómo
desarrolló su pensamiento para llegar a ese punto.

Recuerda que una buena interpretación se da cuando entendemos lo que el autor quería
transmitir y ese es nuestro mensaje.

Las consecuencias de no considerar ni respetar el contexto nos han llevado a malas o
falsas interpretaciones y enseñanzas, las cuales no son lo que Dios quiere decir, así se
destruye la intención original del autor y el significado principal de su escrito.

EL AMBIENTE HISTORICO. Es la consideración de las circunstancias (trasfondo
social) que rodean la escritura del texto que estudiamos, características socio –
económicas, políticas, religiosas o filosóficas, idiosincracia, regionalismos, o tradiciones,
información sin la cual, sería imposible asegurar que se respeta la intención y el
propósito original del autor. También conocemos este aspecto como ambiente histórico y
cultural.

Conociendo la diversidad que existe en el pensamiento, en las formas de vida entre una
cultura y otra, y entre un momento histórico y otro aún dentro de una misma cultura,
podemos comprender la imperiosa necesidad de conocer esta información y utilizarla para
nuestro tiempo.

Es importantísimo considerar que el mensaje de la Biblia (los principios Bíblicos)
trasciende los aspectos de cultura, moralidad, ética o tradición de los pueblos. Por
ejemplo: cuando Dios dice en su palabra que ciertas acciones son pecado (incesto,
adulterio, fornicación, etc.) aunque en algunas culturas sean bien vistas estas prácticas, el
principio de que a los ojos de Dios son pecado prevalecerá. Otro ejemplo: si Dios llama
pecado a la embriaguez; aunque ahora la llamen y la traten como enfermedad, pecado es.

O si Dios llama bueno a la continencia sexual antes del matrimonio, aunque en nuestro
tiempo la llamen anticuada y preparen a nuestros jóvenes al “sexo seguro” nosotros
seguiremos diciendo que lo bueno es la abstinencia antes del matrimonio.

Como puedes observar los principios trascienden al momento histórico y a la cultura.
También hay que considerar el sentido inverso de este concepto; cosas que fueron escritas
en función del momento y la cultura y que por lo mismo han perdido todo valor para el
momento presente. Por ejemplo: el velo en la cabeza de las mujeres en la ciudad de
Corinto para demostrar que estaban bajo la autoridad de su esposo o su padre, y ser
completamente diferentes a las mujeres que atendían el templo de Afrodita
prostituyéndose y teniendo como parte de su atuendo el cabello suelto. ( 1 Cor. 11: 13)

EL LENGUAJE ORIGINAL. La consideración del lenguaje utilizado por el autor del
texto es de suma importancia, pues es un hecho innegable por los estudiosos de los
lenguajes (lingüistas) que el autor puso su mensaje, sus conceptos, y sus ideas, en sus
propio lenguaje, con el uso cultural que su pueblo y momento histórico le daba a esas
palabras.

Ahora sabemos que ningún idioma es igual a otro, que las palabras de un idioma no
siempre tienen una palabra equivalente en la traducción a otro idioma, por lo que a veces
se traducen conceptos y no palabras y en otras ocasiones se toman las palabras de los
idiomas originales y se pasan a los nuevos idiomas (a este proceso le llamamos
TRASLITERACION).

Los lenguajes no son pasivos, es decir, que no se mueven o modifiquen, no, son procesos
dinámicos como organismos con vida, que van modificando sus palabras y el sentido de
las mismas, de forma que lo que una palabra significa ahora puede ser
modificado por el tiempo.

De la misma manera el significado de una palabra puede variar de una región geográfica a otra. A este uso de las palabras les llamamos “regionalismos”, a las palabras recién inventadas les llamamos “neologismos” y a las palabras que tomamos de otros idiomas y las hacemos nuestras les llamamos “voces extranjeras” .

Como podrás observar hay muchas formas en las que un lenguaje se mueve.
La Biblia fue escrita en tres lenguajes diferentes: “el arameo”, “el hebreo”, y “el griego”
y, los autores de los textos sagrados utilizaron sus idiomas antes mencionados, de acuerdo
a su cultura y momento histórico, así que parte del trabajo de “exégesis” es conocer cual
era el uso y sentido en que el autor utilizó las palabras, las frases, los párrafos y los estilos
literarios (poesía, profecía, historia, narración, etc.) para así poder obtener el sentido y
significado que el autor trató de hacernos llegar.

Podemos hallar más información en nuestra sección de hermenéutica en los principios de
interpretación Gramatical o en estudios acerca de la “exégesis”.

II.-El Método Inductivo consta de tres pasos:
A) Observación.
B) Interpretación
C) Aplicación.

1.- El primer punto en este método es OBSERVAR el pasaje, ANALIZARLO para
comprender ese todo en sus partes; sólo lo que el texto diga es el mensaje. Nunca
menosprecies la lectura sistemática y detallada de las escrituras, ni sobreestimes tu
conocimiento de las mismas pensando que ya las conoces porque las has estudiado,
vuelve a leer y a estudiarlas cuantas veces sean necesarias, hasta tener la enseñanza o
intención del autor como la tuya propia, pues de otra manera correrás el riesgo de estar
enseñando lo que tu quieres y no necesariamente lo que Dios dice.

Recuerda que es el texto el que habla; él nos da el tema o temas que desea tratar: El texto
nos da los énfasis, las partes, las secuencias, las intenciones, las aplicaciones y las
conclusiones, de lo particular (El texto) a lo general (el tema o temas a tratar).

Aquí tenemos algunas consideraciones para realizar un trabajo de observación detallado:
a)- ¿Cuál es la dirección del pensamiento del autor? Qué quiere decir, a dónde quiere
llegar, por qué lo dice, etc.
b)- ¿Cuál es el contexto?
c)- ¿Cuál es el tejido que une al texto y su contexto? Tomando como ejemplo el texto de
Gálatas 2 veremos que su modelo de pensamiento gira alrededor de la enseñanza de la
justificación, su modelo verbal gira alrededor de la palabra “ley”, y su modelo
estructural gira alrededor de la yuxtaposición (oposición) de las palabras (nomoú-nomo)
por la ley... para la ley.
d)- Reconocer los temas o enseñanzas predominantes del texto.
e)- Reconocer las ideas o conceptos que se vierten en el texto.
f)- Delinear el perfil psicológico – social de los personajes.
g)- Conocer y entender la secuencia de los sucesos.
h)- Problemas o circunstancias difíciles del texto.
i)- Situaciones éticas de importancia.
j)- Seleccionar lo que es significativo para estudiarlo exegéticamente
k)- Conocer la forma literaria utilizada por el autor y su propósito.

2.- El segundo punto de estos pasos es la INTERPRETACIÓN, este es el trabajo del que
realiza el estudio, el tratar de comprender cual es el mensaje, la intención y la dirección
que el autor quiere transmitir con su texto.

Ubicar ese mensaje en el contexto histórico, en el lugar y el momento en que fue escrito y
para el cual fue escrito, ubicar ese mensaje en el contexto circunstancial de las personas a
las que fue escrito ( tiempos de paz o de guerra, de abundancia de carencias, de
persecución, de problemas internos de herejías, de enseñanza, etc.).

Es el trabajo de mirar y entender el mensaje en diversos géneros literarios, expresiones
regionales y particularidades idiomáticas de los autores y los destinatarios, entender si el
autor está escribiendo algo en sentido literal o debe ser interpretado en sentido figurado,
es una parábola, un símil, una profecía, etc.

Esta es la parte del estudio inductivo que requerirá de que usemos todos nuestros recursos
como seres pensantes; considerar el perfil psicológico y las transformaciones que sufren
los actores del texto, del autor o de los destinatarios serán aspectos importantísimos para
interpretar correctamente el mensaje del autor.

Es claro que este trabajo requiere de utilizar las tres áreas de enfoque de éste método: el
Contexto; el ambiente histórico y el idioma original. Algunos pasos en este trabajo serán:

  • Leer el texto en repetidas ocasiones ubicándolo en el contexto (lo que está antes y después de lo que estamos estudiando) y ubicar el o los versos claves.
  • Tener muy claro cual es el mensaje principal que el autor está tratando; descubrir la frase o frases, la palabra o palabras que se repitan con insistencia en el texto, porque tales repeticiones sin duda nos mostrarán dónde hace énfasis el autor. (Puedes apoyarte en diccionarios, léxicos y concordancias) También puedes ver el uso de la misma palabra en otros textos de la Biblia
  • Hacer un primer bosquejo que te permita dividir el texto en sus partes y así estudiarlo por secciones hasta que llegues a entenderlo y puedas volverlo a armar para explicarlo; después de esto podrás elaborar tu bosquejo para enseñar el texto.
  • Buscar la raíz etimológica de esas palabras, de esa manera entenderemos las ideas o conceptos que el autor quiere transmitir con esas palabras (puedes usar diccionarios etimológicos o teológicos, léxicos especializados en el idioma que usó el autor o en concordancias).
  • Hacer una lista del tema o los temas teológicos que el texto que estudiamos aborda (puedes clasificarlos por tu método de estudio por colores)
  • Hacer una lista de versículos que se encuentran en el texto que estudiamos que puedan ayudarnos en : animar, corregir, enseñar, consolar, exhortar, dirigir.
  • Utilizar el método de referencias bíblicas y pasajes paralelos (descritos con anterioridad).
  • Otra herramienta es utilizar el método de cuestionarios, donde puedes mediante preguntas que tú elabores encontrar las respuestas y el sentido y dirección del mensaje del autor; las preguntas pueden ser las que te enseñamos en el método por cuestionario o las clásicas del método inductivo: ¿qué? ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde? ¿por qué? ¿para qué? ¿quién? .
  • El tercer punto de estos pasos es la APLICACIÓN. Este es el trabajo de enseñar a vivir, experimentar, o llevar a la práctica a quienes nos escuchan la enseñanza o mensaje del autor, considerando las variable de tiempo, espacio, cultura, idioma idiosincrasia, etc. La aplicación puede ser en aspectos de doctrina o teología tales como: santidad, regeneración, rehabilitación, liturgia, alabanza, etc. También se pueden hacer aplicaciones para aspectos de la vida diaria, como podrían ser, la vida de oración, el ayuno, el devocional personal o familiar, la lectura de la palabra, la fe, etc. Otra forma de dar aplicaciones es en las cuestiones de la iglesia; la enseñanza, los ministerios, el evangelismo, etc. Además se pueden dar las aplicaciones que tienen que ver con nuestra vida en la comunidad: nuestro responsabilidad de ser sal y luz en la tierra, de ser ayudadores de los pobres, las viudas y los huérfanos, de atender a los presos, a los enfermos y/o a los moribundos, etc.

Vale hacer una consideración, acerca de la diferencia entre conclusión y aplicación: la
conclusión es el punto a donde culmina la enseñanza o comentario del autor del texto que
estudiamos, es su punto final. La aplicación es la enseñanza que el exponente de la
palabra (Pastor, Predicador, Maestro, etc) da para su auditorio, es actual, vigente y
claramente realizable en nuestros días.

Tenemos pues que el Método Inductivo es el sistema de estudio de las Sagradas Escrituras
más completo y efectivo por lo que las iglesias que formamos el compañerismo de Capilla
Calvario / Horizonte lo usamos y lo enseñamos como un distintivo nuestro.

8.- USANDO OTRAS HERRAMIENTAS. Es recomendable usar ayudas en el estudio
de las Sagradas Escrituras, tales como: diccionarios de la lengua española, diccionario
bíblico, diccionarios de teología, diccionario de figuras de dicción usadas en la Biblia,
diccionario de Historia de la Iglesia, diccionario de sectas y religiones, diccionarios
expositivos de términos en hebreo y griego usados en la Biblia, concordancias, léxicos de
hebreo y griego, comentarios bíblicos de diversos autores, libros especializados del tema
que se va a enseñar; diversas versiones de la Biblia (Rev. 1909; Rev. 1960), versión
Popular, Nueva Versión Internacional, La Biblia de las Américas, Biblia de Jerusalén,
lectura de los evangelios en armonía, etc). Atlas de mapas de la Biblia, libros de cultura
que aborden esa perspectiva en el pasaje, y escuchar y ver los cassettes y videos que se
puedan sobre el tema.

Una herramienta de incalificable valor son las notas que tú mismo vayas haciendo sobre
los pasajes que ya has estudiado; de ahí la importancia de llevar un cuaderno de notas o
tarjetas donde lleves un registro de tus propias ideas, apreciaciones, ilustraciones,
anécdotas, sermones y enseñanzas que tu has ordenado a tu entender.

Todas estas herramientas, bien utilizadas te ayudarán a estudiar y entender la Biblia con
una mayor comprensión; pero jamás la lectura de alguna de estas ayudas o inclusive, la
lectura de todas ellas, sustituyen la lectura continua y sistemática de la Biblia, Porque
recuerda: la Biblia se explica por sí misma.

VI.- METODO PARA LA ENSEÑANZA EFICAZ DE LA BIBLIA
1.- ¿QUÉ ES LA HOMILETICA? En el cristianismo se da este nombre al género de oratoria encaminado a instruir a los creyentes. También se dice que es la ciencia que ayuda en la elaboración de las exposiciones de la Biblia (predicación), de forma que se obtenga el mayor y mejor provecho de esa enseñanza.
Algunas consideraciones, sencillas pero imprescindibles para elaborar una buena
predicación son:


  1. Que el mensaje sea bíblico, no solo que se cite algún pasaje durante la predicación o que se lea algún pasaje que después nunca será abordado. No, que se utilice la Biblia como el libro a estudiar y que ella misma nos lleve a través de los temas que trata. Parece obvio, pero te sorprenderás de cuantos sermones escucharás durante tu vida cristiana, que nada tienen que ver con las Sagradas Escrituras.
  2. Que estés preparado espiritual e intelectualmente. Sin la presencia, dirección y sabiduría del Espíritu Santo, ningún sermón sirve para algo. Y si sólo te paras a improvisar un mensaje ante la iglesia, estarás engañándote a ti mismo, y matando de hambre a las ovejas.
  3. La predicación debe tener un propósito definido. ¿Qué te propones lograr con esa enseñanza? ¿Qué deseas que aprendan y hagan? ¿Quieres cambiar o corregir algo?.
  4. La predicación debe tener un mensaje definido, quieres enseñar algo evangelístico doctrinal, devocional, de consagración, motivación, corrección, etc.
  5. Una buena predicación requiere de un buen armado; es como una comida servida muy bien presentada. Requiere unidad en todas sus partes (un solo tema aunque haya divisiones y subdivisiones en el desarrollo), y un movimiento progresivo en su desarrollo (de una idea básica a un cúmulo ordenado de ideas o de un pensamiento general a estudiar cada una de sus partes) y, por último, que reitere el tema, que resuma lo enseñado y que deje muy claro en la mente que debe hacer el que escucha.
  6. Que tengas muy presente a quién hablas. No todos los auditorios son iguales, considera las circunstancias (espirituales, académicas, sociales, etc) y a qué parte del que escucha estás apelando: a la razón, a la necesidad, a la conciencia, a los sentimientos, etc.

2.- PARTES DEL PROCESO HOMILÉTICO.
Preparando la predicación: ahora veremos cuales son las partes generalmente aceptadas
para construir un buen sermón que guíe una buena exposición de la Palabra.

EL TITULO: El titulo debe ser pensado como el primer anzuelo para “atrapar” la
atención de quienes nos escuchan, por lo que debe ser interesante, dar luz sobre el tema a
tratar, generalmente debe ser breve, y puede presentarse en forma de interrogación,
afirmación, negación, exclamación, ironía, etc. También puede ser una frase de la misma
Biblia. Es posible y hasta recomendable dejar al final de nuestro trabajo de preparación la
elaboración de un buen titulo.

Ejemplos: UN PASO DE FE. Basado en la historia de Pedro caminando sobre el mar.
EL PROFETA DORMILON. Basado en la historia de Jonás.
PESCANDO ¿HOMBRES? Basado en el llamamiento de Pedro.
.
TEXTO Y VERSICULO CLAVE. Convencidos de que lo que deseamos enseñar
son las Sagradas Escrituras debemos establecer cual es el texto que utilizaremos como
material de lectura y enseñanza; puede ser un capítulo completo o una porción. De ahí
podemos tomar un versículo que nos sirva de base o también llamado “clave”, que nos
dará pauta para la enseñanza que desarrollaremos. Es imprescindible comenzar nuestra
enseñanza con la lectura del pasaje escogido.

INTRODUCCIÓN. Es la herramienta que el expositor utilizará para llevar la atención del
que escucha en dirección del tema que se desarrollará; debe ser breve e impactante, tal
vez citando algún problema actual, estadísticas que reporten una situación importante,
etc. Preparará la mente y atención del público.

LA TESIS O PROPUESTA. Es la declaración explícita de la enseñanza que se
pretende exponer, demostrar o explicar. Preferentemente debe exponerse en forma
positiva; será la “vía” sobre la que corra nuestra enseñanza. Se puede decir que es la
verdad principal del pasaje que enseñamos, por lo que podemos asegurar que es el fruto
de nuestro trabajo exegético; y por último, debe ser una verdad intemporal, por lo que su
fuerza y aplicación son para todos los que escuchan.

DIVISIONES Y SUBDIVISIONES DE TEMA. Son las partes en las que deseas
dividir tu tema, las llamamos “el cuerpo de la enseñanza” y pueden ser tantas como
quieras, pero por razones de atención, captación y retención de quienes te escuchan te
sugerimos que sean de dos y cuando mucho tres divisiones. Cada una de estas partes debe
tener su propio subtítulo el cual dará forma, fuerza y cumplimiento a tu tesis o
proposición. El mismo pasaje que explicas te dará las divisiones en su exposición; trata de
que sean claras y sencillas cuando las cites, y utilízalas para no salirte del tema; mejor
aún, para desmenuzarlo y dejar más clara la idea en tu auditorio. Presenta tus divisiones
en forma progresiva, lógica.

Ejemplo: TITULO: AMOR, EL MAS EXCELENTE CAMINO.
TEXTO: 1 Cor 13.
TESIS: El amor es la expresión de un caminar cristiano vivo y excelente.
DIVISIONES: a) La preeminencia del amor. (vers. 1-3)
b) Las características del amor (vers. 4-7)
c) La existencia eterna del amor. (vers. 8-13)

ILUSTRACIONES. La ilustración es la herramienta por excelencia en la
enseñanza; se basa en el uso de modelos, ejemplos o paradigmas que en sus múltiples
formas (cuentos, anécdotas, historias, leyendas, mitos, fábulas, chistes, parábolas,
analogías, alegorías, experiencias personales, información general, científica,
estadísticas, etc.) nos darán luz y nos permitirán entender claramente la enseñanza. Es
ampliamente sabido que una buena ilustración, sirve tanto como la mejor explicación o
argumentación. También debes saber, que en la memoria de tu auditorio quedarán
guardadas tus ilustraciones en forma indisoluble con tu enseñanza, y en algunos casos
sólo recordarán la ilustración, y de ahí recordarán tu enseñanza. Una buena ilustración da
claridad , fuerza y vida a la verdad enseñada.

APLICACIÓN. Es el puente que explica la verdad eterna y la hace vigente
en nuestra época, nos enseña como poner en práctica lo que ya sabemos; es la forma que
se utiliza para despertar al que escucha y provocar una reacción favorable a la voluntad de
Dios en sus vidas. Debe tenerse mucho cuidado porque aquí estaremos diciendo a las
personas, qué deben hacer como fruto de lo que les enseñamos a creer; estamos dando
dirección a sus vidas, a sus decisiones, a sus emociones y a su fe.

CONCLUSION. Hay diferentes formas de terminar una enseñanza. Recapitulando
todo lo dicho por sus subdivisiones, con una ilustración, con un llamamiento o una
palabra que motive, consuela, etc. Ha de ser breve, clara y enfatizará la verdad enseñada,
y su importancia radica en que serán las últimas palabras que tu auditorio te escuchará, así
que seguramente también serán las que más fácilmente recuerden.

3.- TIPO DE SERMONES

A.- SERMONES TOPICOS O TEMATICOS (POR TEMA).
Por definición entendemos que esta forma de enseñar la Biblia se refiere a
compartir sobre un tema en lo particular, tema que puede ser escogido por el expositor o
puede ser inducido por el tipo de reunión (bodas, quince años, velorios, etc). Así pues,
tenemos que un sermón temático puede abordar temas específicos como: los ángeles; la
familia, juventud, los problemas en la sociedad, la administración del dinero o cualquier
tema a criterio del expositor.

Con este formato de predicación no es necesario desarrollar un texto de la Biblia
en forma consecutiva (línea sobre línea y precepto sobre precepto), probablemente el tema
emane de un texto o un versículo, pero no es una regla inflexible en este formato; igual
puede uno poner el tema y desarrollarlo dándole forma progresiva, cronológica o por
análisis (dividiendo el todo en sus partes), y al terminar de elaborar el sermón buscar los
versículos bíblicos que apoyen lo que se desea enseñar.

Solamente debe tenerse mucho cuidado de no forzar la interpretación de un verso
de la Biblia, pretendiendo que refuerce nuestra enseñanza, aunque sólo sea la enseñanza
del verso en sí.

Veamos unos ejemplos de sermones temáticos:
Ejemplo 1 TITULO:
LA IGLESIA TRIUNFANTE.
1.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE EL PECADO
2.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE LA ADVERSIDAD
3.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE EL DIABLO
4.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE LA MUERTE

Ejemplo 2 TITULO:
EL ABORTO UNA ABOMINACIÓN PARA DIOS
1.- DIOS CONCEDE LA VIDA
2.- LA VIDA COMIENZA EN LA FECUNDACIÓN
3.- TODO BORTO ¡MATA¡
4.- ¿AGRADANDO A DIOS O A LOS HOMBRES?

También podemos considerar dentro de este formato a los llamados sermones
doctrinales; este tipo de predicación se caracteriza porque el tema es en sí la doctrina que
se desea enseñar; por ejemplo:
TEOLOGIA PROPIA (DIOS PADRE)
CRISTOLOGIA (JESUCRISTO)
NEUMATOLOGIA (E. S.)
BIBLIOLOGIA
ANTROPOLOGÍA (EL HOMBRE).
HAMARTIOLOGIA (PECADO)
SOTEROLOGIA (SALVACION)
ANGELOLOGÍA (LOS ANGELES)
DEMONOLOGÍA (DEMONIOS)
ECLESIOLOGIA (IGLESIA)
RESURRECCION Y JUICIOS EL REINO.

Cuando utilices este formato de enseñanza es importante que no pierdas la unidad
de pensamiento, esto es que no salgas del eje que se ha marcado y que es el tema en si
mismo: También es de considerarse que las divisiones que hagas del tema deben tener
orden lógico o progresivo, o que las divisiones pueden desmenuzar un tema en sus partes
(método analítico), que puede abordarse el tema demostrándolo con varias pruebas o por
sus argumentos contrarios, que las divisiones del bosquejo pueden ser el estudio de una
palabra o escribirse las mismas con el uso de una misma palabra. (ver ejemplo 1)

B.- SERMONES TEXTUALES SINTETICOS
Se dice que un sermón textual es la forma de enseñar que toma una pequeña
porción de la Biblia y la expone en cada una de sus partes, esto es, que la porción de la
Biblia que enseñamos (texto) nos provee del tema y de las divisiones para el bosquejo, así
que a diferencia del mensaje temático aquí el exponente no escoge el tema ni las
divisiones del mismo; aquí el tema y su desarrollo es provisto por el texto.

Veamos unos ejemplos de este tipo de sermón:
Ejemplo 1:

TITULO: BASES DE UN REY SABIO (SALOMON)
TEXTO BASE: 1 Reyes 3: 9
“Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir
entre lo bueno y lo malo: ¿por qué, quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? ”
1.- Para ser un rey sabio Dios debe darme un corazón entendido.
2.- Para ser un rey sabio debo aprender a discernir entre lo bueno y lo malo
CONCLUSION: ¿Cómo puedo gobernar a Su gran pueblo?

Ejemplo 2 :
TITULO: LA PALABRA DE JEHOVA ES...
TEXTO BASE: Sal. 19: 7-10.
1.- La ley de Jehová es perfecta Ver. 7
2.- El testimonio de Jehová es fiel Ver. 7 bis
3.- Los mandamientos de Jehová son rectos Ver. 8
4.- El precepto de Jehová es puro. Ver. 8 bis
5.- El temor de Jehová es limpio Ver. 9
6.- Los juicios de Jehová son verdad Ver. 9 bis
CONCLUSION:
LA PALABRA DE JEHOVA ES DESEABLE MAS QUE EL ORO.
LA PALABRA DE JEHOVA ES MAS DULCE QUE LA MIEL.

Debemos tener en mente que es posible que un texto nos provea de más de un
tema, así que de antemano decidiremos si abordamos solo un tema o desarrollamos
nuestra enseñanza a través de lo que el texto nos vaya llevando; algunas palabras del
mismo texto nos pueden dar las pautas para las divisiones; y por último es necesario que
leamos el contexto del pasaje que enseñaremos para que no vayamos a cometer el error de
cambiar el sentido que el autor quiso dar a su mensaje. Recuerda: un texto fuera de
contexto solo es un pretexto.

C.- SERMONES EXPOSITIVOS
La predicación expositiva tiene como base o principio fundamental la de “exponer
y explicar el propósito o las enseñanzas que el autor quiso trasmitir, aplicando el mismo
sentido al momento actual”. A veces se confunde con la simple exposición lineal o
gramatical porque estas explicaciones en sí no garantizan que expondremos el propósito
del autor ni su enseñanza.

La esencia de este método es “explicación”; si explico lo que el autor quiso decir o
enseñar, puedo usar libremente el método de exposición que mejor convenga, es decir,
puedo escoger como vehículo de explicación un método línea por línea, verso tras verso,
explicar en “x” número de puntos la enseñanza del autor, o resumir y enfatizar un solo
punto. Lo que nunca debo dejar de hacer es aplicar en el sentido que el autor lo hace: la
predicación expositiva es explicación aplicada (predicación que explica un pasaje de tal
forma que guía a los creyentes a una aplicación verdadera y práctica de ese pasaje).

Algunas ventajas de la enseñanza en forma expositiva son que estudiaremos
toda la palabra de Dios y conoceremos todo el consejo de Dios para nuestras vidas; que
leyendo y estudiando todo el texto sagrado estaremos siendo alimentados con la palabra
misma, de tal forma que nuestra fe crecerá y nuestro conocimiento del Altísimo nos
llevará a mayor estatura espiritual.

También podemos reconocer que con la predicación expositiva se suplirán las
necesidades de los creyentes y nadie debe dudar que tal sistema de exposición es una
excelente herramienta evangelística; de la misma manera este método nos sirve para
enseñar en forma doctrinal según el texto nos va guiando.

Ciertamente el utilizar las herramientas gramaticales, culturales y otras darán
forma y cuerpo a la enseñanza del autor, así que no son elementos sustituibles, pero
debemos tener cuidado de no terminar haciendo una explicación gramatical o cultural
solamente porque de esa forma evadiremos llegar a la enseñanza que se presenta en el
texto.

Insistiré en que la predicación expositiva no se limita al trabajo exegético, pues
este solamente estudia cada parte de la oración en el idioma original, tratando de entender
con exactitud la intención de palabras y formas gramaticales, pero el estudio y
predicación expositiva pretende estudiar el pasaje en integridad dando atención a la línea
de pensamiento, secuencia de hechos y enseñanza del autor, así como a la aplicación
correcta para la iglesia presente.

Un sermón puede ser expositivo siempre y cuando explique y aplique el texto.
4.- EL METODO EXPOSITIVO:
1.- El primer punto en este método es OBSERVAR el pasaje, ANALIZARLO para
comprender ese todo en sus partes:
a) ¿Cuál es la dirección del pensamiento del autor? Qué quiere decir, a dónde quiere llegar, por qué lo dice, etc.
b) ¿Cuál es el contexto?

EL CONTEXTO. Es la consideración de las circunstancias (trasfondo social) que rodean
la escritura del texto que estudiamos, el momento histórico, el lenguaje original,
características socio - económicas y políticas, por lo que es imprescindible su
consideración para asegurar que se respeta la intención y el propósito original del autor.

También conocemos este aspecto como ambiente histórico y cultural. Conociendo la
diversidad que existe en el pensamiento, en las formas de vida entre una cultura y otra, y
entre un momento histórico y otro aún dentro de una misma cultura, podemos comprender
la imperiosa necesidad de conocer esta información y utilizarla para nuestro tiempo.

Hoy en día hay muchos predicadores y maestros tergiversan las Escrituras porque han
ignorado este principio básico, y el resultado son interpretaciones y enseñanzas erróneas
que nada tienen que ver con el significado e intención original.

Interpretaciones que tienen que ver con la ropa de hombre o de mujer, con el velo o el cabello, con la situación de la mujer dentro de la estructura eclesiástica, se entienden cuando se comprende la intención del autor respondiendo al momento y circunstancia para la cual escribió.

Un texto fuera de contexto solo es un pretexto o
Un texto fuera de su contexto es nada menos que un pretexto.

c) ¿Cuál es el tejido que une al texto y su contexto?
Tomando como ejemplo el texto de Gálatas 2 veremos que su modelo de pensamiento gira alrededor de la enseñanza de la justificación, su modelo verbal gira alrededor de la palabra “ley”, y su modelo estructural gira alrededor de la yuxtaposición (oposición) de las palabras (nomoú-nomo) por la ley... para la ley.
d) Reconocer los temas o enseñanzas predominantes del texto.
e) Reconocer las ideas o conceptos que se vierten en el texto.
f) Delinear el perfil psicológico – social de los personajes.
g) Conocer y entender la secuencia de los sucesos.
h) Problemas o circunstancias difíciles del texto.
i) Situaciones éticas de importancia.
j) Seleccionar lo que es significativo para estudiarlo exegéticamente
k) Conocer la forma literaria utilizada por el autor y su propósito.

2. El segundo punto es INTERPRETAR. Aquí es donde utilizarás las herramientas que ya
conoces.

a) ¿Quién escribió el texto? Pablo ¿De qué nacionalidad era? De nacionalidad judía y
romana ¿Cuál era su status social? Era un hombre con altos estudios en las Sagradas
Escrituras, de clase media. ¿Cuál era su profesión u oficio? Era maestro de la ley .
Además debemos considerar que era un hombre que conocía las culturas romanas y
griegas de tal forma que podía hacerse romano a los romanos y como griego a los
griegos con tal de cumplir su propósito.
b) El poder describir el momento histórico nos revelará parte de la intención, por
ejemplo: considerar si el texto se escribió después de la muerte y resurrección de
Cristo o antes nos dará una clara visión de la intención de creer en el que ya vino o
creer en el que vendrá.
c) Saber el idioma del autor y de los destinatarios nos dará también una idea para la
mejor comprensión; por ejemplo: un hebreo escribiendo a sus hermanos hebreos en su
misma lengua y aspectos culturales o, era un extranjero (hebreo) escribiendo a
personas de culturas diferentes (romanos, griegos, etc.)
d) Estudiar gramaticalmente el texto, el sentido etimológico y semántico de las palabras
claves, la estructura gramatical para conocer si son proposiciones, aseveraciones,
negaciones, etc.
e) Estudiar el género literario utilizado para entender el propósito del autor, ironías,
metáforas, parábolas etc.
f) Discernir cual era la intención o enseñanza del autor en ese texto: deseaba corregir
algo que estaba mal, deseaba enseñarles algo nuevo, deseaba animarlos o regañarlos,
tal vez quería bendecirlos o solamente informarles algo, el asunto a tratar era algo muy
particular para esa iglesia o gente, por alguna causa también muy particular que no
necesariamente se aplica a otras personas o situaciones, etc.

3- El tercer punto de este método es EXPLICAR. Para este punto cabe recordar que lo
importante es transmitir el mensaje, la intención o enseñanza del autor, por lo cual, uno
mismo puede escoger la forma en la que expondrá ese mensaje.
a) Método de narrativa: se explica el pasaje como platicándolo informalmente.
b) Método analítico: se describe el pasaje por sus partes.
c) Método de síntesis: se enseña el pasaje resumiéndolo en apenas dos o tres partes.
d) Método de comparación: se enseña haciendo comparaciones con otros textos.
e) Método de causa y efecto: se enseña describiendo qué pasa y por qué sucedió.
f) Método de prueba o verificación: se utiliza para demostrar algo con la enseñanza
del texto.

No existen límites en la forma de exposición, tu puedes utilizar uno de estos métodos
o combinarlos, más aún, puedes crear tus propias formas de exposición; podrían ser
por modelos o paradigmas contemporáneos, por pasajes paralelos, por anécdotas, etc.
Sólo recuerda debes decir lo que el autor quiso enseñar o transmitir.

4.- El punto cuarto y último es la APLICACIÓN. Con este punto cumplimos el deseo
divino de transmitir una enseñanza de Dios a sus criaturas, que tenga que ver con la vida
misma; no basta que llegue al nivel de las ideas. La enseñanza divina debe vivirse.
Aquí es importante señalar que la aplicación la da Dios mediante el pasaje mismo;
no es lo que el predicador entendió del pasaje ni lo que él desea que los que escuchan
hagan.

La verdadera aplicación se da en las Sagradas Escrituras y el Espíritu Santo la dictó a los escritores del texto sagrado. Lo que sí es trabajo de interpretación y explicación del predicador es cómo llevar a cabo esa aplicación en el momento y circunstancias actuales, por lo que decimos que la aplicación da respuesta a necesidades y problemas básicos del hombre, dando verdades y /o principios universales que se aplican en todo tiempo.

En forma muy particular las iglesias que conforman el ministerio de Calvary Chapel y Compañerismo Cristiano Horizonte han asumido como método de predicación y enseñanza el Método Expositivo, porque reconocen que es el que mejor ayuda a enseñar integralmente la Palabra de Dios y provee una mayor enseñanza a los que estudian y escuchan la Biblia.

Cabe recordar que también hemos adoptado como nuestro método de estudio personal de la Palabra de Dios el Método Inductivo, por ser el que mejor nos enseña la Palabra en su propósito y forma.

BIBLIOGRAFÍA:
1.- Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Ed. CLIE Autor Vila / Escuain
2.- Diccionario de Teología . Ed. TELL Editor. Harrison
3.- Diccionario de Religiones. Ed. FCE. Autor Edgar Royston Pike
4.- Diccionario de Lingüística. Ed. Rei México.
5.- Teología Básica. Ed. UNILIT Autor. Charles Ryeri.
6.- Teología Sistemática. Ed. TELL Autor. Luis Berkhoff
7.- Teología Sistemática . Ed. CLIE Autor Charles Hodge
8.- Teología Sistemática. Ed. Pub. Españolas. Autor: Chafer
9.- Principios de Interpretación Bíblica. Ed. CLIE Autor: Berkhoff
10.- Claves de Interpretación Bíblica. Ed. CBP Autor. Thomas Fountain
11.- Hermenéutica Introducción Bíblica. Ed. VIDA Autor: E. Lund A. Luce
12.- Cómo Interpretar La Biblia. Ed. CUPSA Autor: James E. Efird
13.- Descubre la Biblia. Ed. SBU. Autor: Edesio Sánchez
14.- Conozca la Biblia. Ed. VERDAD Autor: José Flores
15.- Cómo Preparar Mensajes Biblicos. Ed. Portavoz Autor: James Braga
16.- El Sermón Eficaz. Ed. CBP Autor: James D. Crane
17.- Cómo predicar expositivamente. Ed. VIDA Autor: Walter L. Liefeld
18.- Predicando con Frescura. Ed. Portavoz Autor: Bruce Mawhinney
19.- El Análisis. Ed. Editores mexicanos unidos SA Autor: Dra. Guillermina Baena
20:- Instrumentos de Investigación. Edit. Mexicanos Unidos SA Dra. Guillermina Baena
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html