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domingo, 9 de agosto de 2015

partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor...en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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CONSTRUCCIÓN DE SERMONES EXPOSITIVOS
1 TESALONICENSES 1:1-10

1Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicensesa en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Ejemplo de los tesalonicenses
2Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones, 3acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. 4Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; 5pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros. 6Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación,b con gozo del Espíritu Santo, 7de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. 8Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; 9porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, 10y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
a a 1.1: Hch. 17.1.
b b 1.6: Hch. 17.5–9.
Reina Valera Revisada (1960). 1998 (1 Tes 1.1-10). 

Hombres Elogiados
1 Tesalonicenses 1:1–10
LA CIUDAD DE TESALÓNICA
En tiempos del Nuevo Testamento Tesalónica, hoy Salónica, era una ciudad bastante grande, pues contaba con una población de aproximadamente doscientas mil personas. Formaba parte de Macedonia, provincia principal de Grecia, y estaba situada en el extremo noroeste del mar Egeo.
Por su excelente ubicación, era una ciudad portuaria destacada y era una de las estaciones más importantes de las que se encontraban a lo largo de la gran vía Ignacia. Ésta era una carretera que iba del mar Adriático hasta los Dardanelos y unía a Macedonia con Roma.
Por ello, Tesalónica era el más importante centro comercial, cultural, social y político de toda la región, y ejercía mucha influencia en el mundo de aquel entonces. Por ello, es lógico que fuera escogida por el Espíritu Santo como punto de partida para propagar el mensaje de Cristo en toda Macedonia, Acaya, y en todo lugar (1 Tesalonicenses 1:8).
Pero también tenía otra fama que no es muy positiva. Al igual que Corinto y otras ciudades portuarias, era conocida por su baja moralidad.

TRASFONDO HISTÓRICO
Tesalónica fue la segunda ciudad europea visitada por Pablo y sus colegas durante su segundo viaje misionero. Los predicadores ya habían recorrido los lugares de Siria y Cilicia, donde habían establecido iglesias en su primer viaje, y querían predicar en Asia y Bitinia, pero les fue prohibido por el Espíritu Santo (Hechos 16:6–7). Al llegar a Troas, en una visión de noche le fue revelado a Pablo que debían pasar a Macedonia para anunciar el evangelio allí (Hechos 16:8–10). Primero predicaron en Filipos, donde tuvieron cierto éxito, pero como también enfrentaron problemas serios, tuvieron que salir apresuradamente.
Llegaron a Tesalónica, y puesto que había una sinagoga de los judíos ahí, Pablo la visitó, y por tres semanas predicó el evangelio. Varios miembros de la sinagoga creyeron, y también algunos griegos piadosos y mujeres nobles. Los judíos no creyentes causaron un alboroto, y fue necesario que Pablo y Silas saliesen de noche para Berea (Hechos 17:1–10). De modo que estuvieron en esa ciudad muy poco tiempo, pero como dejaron en ella al nuevo grupo de creyentes, se fueron muy preocupados por ellos.

TESALÓNICA
  1. Concentración en la Torre Blanca de Tesalónica
¡REFLEXIONEMOS!
¿Dónde se ubicaba Tesalónica? ¿Cuál es el nombre moderno de la ciudad? Mencione cuatro cosas que describen a Tesalónica. ¿Cuántos habitantes tenía en tiempos del Nuevo Testamento? ¿Cómo fue guiado Pablo para ir a Macedonia? ¿A qué ciudad de Macedonia llegaron primero Pablo y sus compañeros? ¿Por qué no permanecieron más tiempo allá? ¿Cuál fue la segunda ciudad en que Pablo predicó en Macedonia? ¿Con qué resultado? ¿Por qué salieron Pablo y Silas para Berea?
AUTOR Y FECHA
En el primer versículo de cada una de estas epístolas, Pablo se identifica como autor de ambas. Fueron escritas desde Corinto, y ese detalle nos ayuda a ponerles fecha. De Tesalónica Pablo salió para Berea, donde también tuvo éxito, pero llegaron los judíos de Tesalónica y provocaron un alboroto que resultó en la salida apresurada de Pablo con rumbo a Atenas. Silas y Timoteo se quedaron en Berea, pero cuando llegó a Atenas, Pablo dio órdenes a los hermanos que le acompañaron hasta esa ciudad para que dijeran a sus colegas que lo alcanzaran cuanto antes (Hechos 17:10–15).
El Libro de Hechos no registra su llegada, pero 1 Tesalonicenses 3:1–5 sí registra el hecho de que Pablo envió a Timoteo de regreso a Tesalónica para confirmar a los hermanos y para averiguar su estado espiritual. No sabemos exactamente para dónde se fue Silas, pero se cree que posiblemente fue a Filipos.
El regreso de ambos se menciona en Hechos 18:1–5. Para entonces, Pablo ya estaba en Corinto, hasta donde Timoteo le llevó los buenos informes de los hermanos de Tesalónica (1 Tesalonicenses 3:6–8). Se cree que de allí mismo Pablo escribió su primera epístola a los tesalonicenses, aproximadamente en el año 51 o 52 d.C. La segunda carta fue escrita pocos meses después, en el mismo año.
PROPÓSITO DE LAS CARTAS
Primera Tesalonicenses fue escrita para:
1.     Agradecer a los hermanos
2.     Animar a los creyentes
3.     Defenderse de acusaciones falsas
4.     Corregir algunas ideas erróneas acerca de los acontecimientos futuros, y
5.     Dar instrucciones prácticas para la vida diaria
Segunda Tesalonicenses fue escrita para:
1.     Corregir algunas ideas equivocadas acerca del día del Señor
2.     Reprender a algunos que, por abrazar esas ideas, estaban practicando malas costumbres
TEMA Y ORGANIZACIÓN DE PRIMERA TESALONICENSES
El tema mencionado con más frecuencia en la primera epístola es la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Cada capítulo menciona ese glorioso acontecimiento, como se observa en los siguientes versículos: 1:3, 10; 2:19; 3:13; 4:13–18 y 5:23.
BOSQUEJO
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
Saludos de Pablo
Elogio para los tesalonicenses
Defensa de Pablo
Preocupación de Pablo por los tesalonicenses
El éxito de la visita de Timoteo
Instrucciones prácticas
La esperanza de la iglesia
El día del Señor
Enseñanzas varias
1:1
1:2–10
2:1–12
2:13–20
3:1–13
4:1–12
4:13–18
5:1–11
5:12–28
¡REFLEXIONEMOS!
¿Quién es el autor de las epístolas a los tesalonicenses? ¿Dónde fueron escritas y en qué fecha? ¿Cuáles son los propósitos de cada epístola? ¿Cuál es el tema que más se repite a través de ambas cartas?
Divisiones del primer capítulo
El saludo de Pablo     1:1
Pablo elogia a los tesalonicenses     1:2–3
Evidencias de la elección de los creyentes     1:4–10
EL SALUDO DE PABLO 1:1
La carta no deja dudas acerca de su paternidad literaria. Como era su costumbre, en las primeras palabras Pablo se presenta a sí mismo como el escritor
EL NOMBRE SAULO ASOCIA AL APÓSTOL CON LOS
JUDÍOS,
PABLO LO IDENTIFICA CON LOS GENTILES.
El apóstol tenía dos nombres. Su nombre judío era Saulo, y así fue presentado inicialmente en el libro de los Hechos (Hechos 7:58). Es el que aparece consistentemente hasta Hechos 13:9. Algunos opinan que Pablo era su nombre cristiano, pero la idea carece de evidencia, porque continuó usando su nombre judío por algún tiempo después de su conversión (Hechos 9:18–31, 11:25–30; 12:25 y 13:1–9a). Hechos 13:9a dice: “Entonces Saulo, que también es Pablo…” De ahí en adelante, se usa ese nombre, que era su apelativo romano. Probablemente el cambio se debió al hecho de que ya había comenzado a fungir como apóstol de los gentiles (Romanos 11:13).
Los dos colegas de Pablo 1:1b
En sus cartas, generalmente Pablo usa una expresión cualitativa inmediatamente después de su nombre (Romanos 1:1, Gálatas 1:1 y 1 Timoteo 1:1), pero en 1 Tesalonicenses 1:1 pasa por alto esa costumbre. Incluye los nombres de sus colegas, Silas y Timoteo, en su saludo, y no dice nada de sus credenciales.
SILVANO, O SILAS, FUE COLEGA DE PABLO
EN SU SEGUNDO VIAJE MISIONERO.
En su primer viaje, Pablo había tenido a Bernabé como compañero (Hechos 13:2), pero después del desacuerdo que hubo entre ellos (Hechos 15:36–39), escogió a Silas (Hechos 15:40), y lo llevó en su segundo viaje misionero. Silas había formado parte de la comisión enviada por los líderes de Jerusalén para entregar la carta en que se informó a los gentiles acerca de su relación con la circuncisión y la ley (Hechos 15:19–29). Cuando la comisión terminó su trabajo en Antioquía y regresó a Jerusalén, Silas se quedó allí (Hechos 15:34) lo cual facilitó la decisión de Pablo de escogerlo como colega para el ministerio misionero. Acompañó a Pablo durante el viaje de predicación a Filipos, Tesalónica y Berea, pero se quedó con Timoteo en Berea cuando Pablo se vio obligado a partir para Atenas (Hechos 17:14). Pablo dio órdenes para que Silas y Timoteo vinieran a él hasta Atenas (Hechos 17:15), pero después los despachó de regreso para Macedonia (1 Tesalonicenses 3:1–2). Regresaron con Pablo cuando él ya estaba en Corinto y estuvieron juntos con él cuando escribió las dos cartas a los tesalonicenses (Hechos 18:5).
TIMOTEO ERA UN DISCÍPULO JOVEN
QUE ACOMPAÑÓ A PABLO EN EL SEGUNDO VIAJE
MISIONERO.
Timoteo se menciona primeramente en Hechos 16:1–3, cuando Pablo y Silas llegaron a Derbe y Listra en el recorrido que hacían por los lugares donde Pablo había predicado en su primer viaje misionero: “Había allí cierto discípulo llamado Timoteo” (Hechos 16:1). Su madre era judía creyente, pero su padre era griego. Es probable que Timoteo haya aceptado a Cristo en el primer viaje que Pablo hizo por esa región. Lo cierto es que Pablo vio ciertas cualidades espirituales en él, y quiso que se fuera con él para el ministerio (Hechos 16:2–3). Primero lo circuncidó por causa de los judíos, y de allí en adelante partió con Pablo y Silas para la obra y permaneció con Pablo como hijo espiritual y colega durante el resto de la vida de éste (Filipenses 2:19–24 y 2 Timoteo 4). Él fue el portador de las noticias que produjeron la necesidad de escribir las epístolas a los tesalonicenses (1 Tesalonicenses 3:6).
Los destinatarios 1:1c
La carta fue dirigida a “la iglesia de los tesalonicenses” (1:1b). La palabra iglesia viene de una palabra griega, ekklesía, que sencillamente quiere decir asamblea de personas que han sido llamadas fuera de sus ocupaciones ordinarias. Históricamente no tenía un significado religioso, pero en el primer siglo comenzó a ser usada por los cristianos para hacer referencia a sus reuniones. Ese uso está en vigor hasta la fecha.
Hay iglesia universal y hay iglesias locales. La iglesia universal se compone de creyentes de diferentes razas y nacionalidades, y hay conceptos que se deben comunicar a ella (1 Corintios 12:12–13). En cambio, los problemas de índole local deben ser tratados por los líderes de cada iglesia local.
Pablo no se dirigía a una asamblea cualquiera, sino a la iglesia o asamblea de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. En un sentido general, Dios es el Padre de todos los seres humanos. Es nuestro Creador, y dependemos de él para nuestra existencia. Pero Pablo tenía en mente algo que distinguía a los creyentes en Jesucristo de los demás seres humanos. Ellos habían sido regenerados por el Espíritu Santo, y por lo tanto, Dios era su Padre espiritual. ¡Qué bendición!
El uso del nombre Señor Jesucristo nos hace recordar que él es Dios-Hombre. Jesús fue su nombre humano, mientras que Cristo le identifica como el Mesías, que el pueblo judío esperaba.
Señor (Adonai) es un término que los judíos reservaban sólo para hablar de Dios. La expresión Señor Jesucristo lo hace igual a Dios, y es una indicación clara de que los creyentes no reconocen a ningún ser humano como Señor.
Pablo deseaba gracia y paz para los tesalonicenses. Habían recibido su salvación por gracia, o el favor inmerecido de Dios, y sus dones espirituales también les habían sido conferidos por la misma gracia. Disfrutaban de la paz con Dios, por haber recibido a Jesucristo como su Salvador (Romanos 5:1), y “la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:6–7) estaba a su alcance para ayudar a solucionar todos los problemas de la vida.
¡PENSEMOS!
¿Cuáles eran los dos nombres de Pablo? ¿Por qué cree que comenzó a usar su nombre romano?
Cuente la manera en que Silas y Timoteo llegaron a formar parte del equipo. ¿A quién fue dirigida la carta?
¿Qué significan para los creyentes los términos “en Dios Padre y en el Señor Jesucristo?” ¿Qué significan las palabras gracia y paz?
PABLO ELOGIA A LOS TESALONICENSES 1:2–3
Pablo siempre reflejaba una buena actitud. Era un hombre muy agradecido, y en el caso de los tesalonicenses, su copa de gratitud estaba rebosante (1:2). Tenía recuerdos muy gratos de esos hermanos, y cuando los recordaba, siempre oraba por ellos. La oración a favor de los hermanos era una costumbre de Pablo. Compare los siguientes ejemplos: Romanos 1:9; Efesios 1:16; Filipenses 1:4; y Colosenses 1:3.
No usaba frases vagas ni en sus expresiones de gratitud ni en sus plegarias a favor de los hermanos. Daba gracias y oraba en forma específica. 1 Tesalonicenses 1:3 menciona tres cosas: su obra de fe, su trabajo de amor, y su constancia en la esperanza. Hay pensamientos paralelos en 1:9 y 10 que parecen ser la clave para entender las tres cosas que se mencionan en 1:3.
Su obra de fe 1:3b
La obra de fe probablemente incluye la fe salvadora, pero no se limita a ella, sino que se refiere también a las obras hechas por el creyente en su vida diaria. La expresión paralela de 1:9 es: “os convertisteis de los ídolos a Dios”. únicamente puede uno volver de los ídolos a Dios por la obra regeneradora del Espíritu Santo, y esa obra se realiza por la fe. En Juan 6:28 una multitud preguntó a Cristo: “¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios?” Contestó el Señor en el versículo siguiente: “Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”. La salvación no viene por obras humanas (Efesios 2:8–9), pero la misma fe que salva obra eficazmente produciendo buenas obras en el que cree (Efesios 2:10). Su obra de fe era evidente, y Pablo alababa a Dios por ella.
“PALABRA FIEL ES ESTA, Y EN ESTAS COSAS
QUIERO QUE INSISTAS CON FIRMEZA,
PARA QUE LOS QUE CREEN EN DIOS
PROCUREN OCUPARSE EN BUENAS OBRAS”
(TITO 3:8).
Su trabajo de amor 1:3c
La palabra trabajo usada aquí se refiere a laborar hasta el cansancio. Los tesalonicenses hacían esto con amor. El amor al que se refiere es el ágape, que es el mismo amor con que nos amó nuestro Señor Jesucristo. Él no espera reciprocidad, sino que busca sólo el bien del objeto de su amor. Sólo esa clase de amor puede hacer que un creyente trabaje en forma desinteresada a favor de otro creyente o de un no creyente. La frase paralela de 1:9 es: “para servir al Dios vivo y verdadero”. Los tesalonicenses se habían convertido de los ídolos para servir a Dios. En su servicio al Señor trabajaban hasta el cansancio en búsqueda de las almas perdidas y haciendo muchos servicios a favor de sus hermanos atribulados por su fe en Cristo.
Su constancia en la esperanza 1:3d
No tenemos copia de ningún sermón que Pablo predicara en Tesalónica, pero podemos estar seguros de que hizo hincapié en el regreso de Cristo. Hay pruebas de que ese mensaje impactó a los tesalonicenses. Ellos mostraban constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo. La misma palabra en griego que se traduce “constancia” aquí, se traduce como “paciencia” en Hebreos 12:1. No se refiere a una acción pasiva, sino activa, en que se trabaja en forma perseverante. Los tesalonicenses perseveraban en esperar al Señor de los cielos en medio de mucha aflicción. El concepto paralelo de 1:10 es: “y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”. Esta última frase asegura a los creyentes que la ira venidera, o sea la gran tribulación, no caerá sobre nosotros. Con razón los tesalonicenses soportaban sus pruebas con paciencia y gozo, porque tenían la esperanza bienaventurada de que Cristo vendría para librarlos de la ira venidera.
“JESÚS… NOS LIBRA DE LA IRA VENIDERA” (1:10).
EVIDENCIAS DE LA ELECCIÓN DE LOS CREYENTES 1:4–10
Pablo dijo en 1:4: “porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección”. Es interesante que usara una frase de esa magnitud en una carta a creyentes relativamente nuevos. Es difícil entender la doctrina de la elección, pero no por eso debemos negarla ni ser negligentes en enseñarla porque se menciona en varios lugares de la Biblia. Basta citar aquí tan solo un pasaje: “…Nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él” (Efesios 1:4). Parece que siempre se refiere a creyentes y se basa en el amor de Dios hacia ellos. Tiene que ver con la selección o separación.
En el caso de los tesalonicenses, el asunto no era tratar de averiguar quiénes habían sido escogidos. Pablo dijo: “conocemos… vuestra elección”. Había pruebas de ella, y él repasó algunas de ellas.
Llegaron a ser imitadores de los misioneros y del Señor 1:6a
Recibieron la palabra en medio de gran tribulación, con gozo 1:6b
El evangelio había llegado a ellos de la manera siguiente:
1.     En palabras, pero no en palabras solamente
2.     En poder
3.     En el Espíritu Santo
4.     En plena certidumbre, o convicción
5.     Conducido por hombres ejemplares
Desplegaron mucha actividad misionera 1:7–8
Siguiendo el ejemplo de Pablo, Silas y Timoteo, divulgaban la palabra del Señor en Macedonia, Acaya y en todo lugar. Macedonia era la provincia al norte de Grecia y Acaya estaba al sur. Así que en todo ese gran país se había extendido el evangelio de Cristo. Ya se ha dicho que Tesalónica era una ciudad portuaria y una de las principales estaciones de la gran vía Ignacia. Sin lugar a dudas, Dios usó esas circunstancias muy favorables para ayudar a los hermanos tesalonicenses a cumplir con la gran comisión. El evangelio se divulgó a partir de allí en todo lugar.
SÓLO LOS ESCOGIDOS RECIBEN CON GOZO EL
MENSAJE DADO EN ESTA FORMA, IMITAN EL
EJEMPLO DE LOS MISIONEROS EN SU ANDAR
DIA RIO, Y DIVULGAN EL MENSAJE
EN TODO EL MUNDO.
¡PENSEMOS!
¿Cuáles eran las tres cosas por las que Pablo dio gracias en 1:3? ¿Qué significa cada una? Explique la frase: “Jesús… nos libra de la ira venidera”. Pablo habló con seguridad acerca de la elección de los tesalonicenses. ¿Qué pruebas dio de ella? ¿Por dónde se extendió la palabra del Señor por medio de los hermanos tesalonicenses?

 Bosquejo homilético
 La conversión
 1:9
 Introducción
Si una persona entra a un camino destruido, no puede avanzar porque está destruido, se arrepiente de haberlo tomado pero no da la vuelta para regresar, quedándose estática en el sitio donde no puede avanzar más, la llamamos tonta. Para experimentar una relación personal con Dios no es suficiente arrepentirse del pecado; hay que volverse a Dios.

         I.      Los tesalonicenses se convirtieron, una conversión de los ídolos a Dios, de politeísmo al monoteísmo.
     1.      La conversión involucra un cambio decisivo de dirección de la voluntad, es romper definitivamente con los hábitos que no agradan a Dios.
     2.      La conversión resulta en una orientación totalmente nueva en cuanto a la vida, un cambio hacia el Dios vivo y verdadero.

         II.      Servimos al Dios VIVO y VERDADERO.
     1.      ¡Cómo contrasta servir al Dios vivo que a los ídolos!
       (1)      Dios no solo existe sino que es vida y es activo.
       (2)      Los ídolos son totalmente incapaces, pues no tienen poder, no viven. Hay muchos ídolos, los elaborados a mano y cualquier cosa o persona que tome el lugar de Cristo en nuestro corazón y en nuestra vida.
     2.      Servimos al Dios VERDADERO, es decir a lo genuino; lo opuesto es falsificado, fingido.
       (1)      ¿Cómo podemos reconocer lo falso? El experto en diamantes se dedica a estudiar todas las características del diamante verdadero en lugar de pasar tiempo tratando de memorizar todos los errores de la imitación.
       (2)      Hay tantas maneras de falsificar la verdad que es mucho mejor conocer lo verdadero de manera profunda y absoluta, que memorizar el sin número de imitaciones.
       (3)      Debemos conocer tan íntimamente el corazón santo de nuestro Señor que cualquier cosa que no le agrade, nos choque como impureza.
 Conclusión: ¡Nuestra conversión es el arrepentimiento del pecado al Dios vivo y verdadero, de lo impotente y falsificado a lo poderoso y genuino!


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sábado, 8 de agosto de 2015

Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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CONSTRUCCIÓN DE SERMONES EXPOSITIVOS
EFESIOS 2: 1-10
1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristoa (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe. 10Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
a a 2.1–5: Col. 2.13.



Salvados por la gracia
Efesios 2:1–10
Ahora el apóstol lleva al lector desde la gloriosa diestra de Dios (1:20–23) hasta la profunda oscuridad del reino del “príncipe de la potestad del aire”, Satanás mismo (2:2). 
En el primer capítulo, Pablo habló de las increíbles alturas de bendición, esperanza y poder divino. Supimos que el creyente está del lado ganador en la batalla entre la luz y las tinieblas. 
Ahora, nos hará recordar el abismo del cual nos sacó. Después, con igual rapidez, nos subirá de nuevo hasta sentarnos también con Cristo en los cielos. Nos lleva en estos “viajes” para decirnos que “la salvación es de Jehová”. Dios está formando la nueva comunidad por un milagro de gracia.
¡REFLEXIONEMOS!
Basado en los vv. 1–3, diga cuáles son las influencias negativas en la persona que no tiene una relación personal con Jesucristo. ¿Sus metas y deseos? ¿Las consecuencias de sus decisiones? ¿Su conducta? ¿Cómo explica que sea posible estar “muerto” cuando uno está vivo?
Al leer los vv. 4–7, ¿qué pensamientos encuentra que son paralelos a 1:20? Según estos vv., ¿qué motivó a Dios a salvar al creyente de la culpa de su pecado? ¿Cuáles son las distintas cosas que Dios ha hecho a nuestro favor? Según el v. 7, ¿cuál fue el propósito de Dios al salvarnos? ¿Cómo le hace sentir esto? ¿Por qué era importante que los efesios recordaran las verdades de los vv. 1–7?
DESDE LA MUERTE Y LA IRA 2:1–3
Decir que una persona está muerta cyando obviamente está viva, es chocante y hasta ofensivo. Sin embargo, Pablo dice que el que no tiene una relación personal con Dios está muerto; no posee la vida que realmente cuenta, la espiritual. Así como la muerte física es la separación del alma y el cuerpo, la muerte espiritual es la separación de la persona y Dios, el autor de toda vida. Estas son palabras duras. Sin embargo, en esta forma el apóstol enseña, 1) que no podíamos entender nuestro problema, 2) que éramos incapaces de ayudarnos a nosotros mismos, 3) que la salvación no es un cambio superficial, sino un milagro divino de resurrección espiritual (v. 5) y 4) que sólo la obra del Espíritu Santo puede penetrar en el pensamiento y corazón de la persona para que reconozca su pecado y reciba a Cristo como su Salvador (compárese con 2 Corintios 4:4).

Los vv. 2–3 describen otras características de las personas que están alejadas de Dios y de la vida.
Siguieron la corriente de este mundo v. 2a
La persona alejada de Dios anda on sus delitos y pecados porque está siguiendo “la corriente de este mundo”. Pablo no se refiere al mundo material, sino al sistema mundano de ambición personal, la búsqueda de poder, la sensualidad desenfrenada, la soberbia, el materialismo y otros valores puramente terrenales.
Siguieron a Satanás v. 2b
“El príncipe de la potestad del aire” es Satanás (comp. Mateo 9:34; Juan 12:31). Él gobierna el reino de las tinieblas. Sus huestes ocupan lugares invisibles. Es el padre de la mentira que engaña a los humanos para que piensen que hacen el bien cuando en realidad hacen el mal, que tienen vida cuando están muertos, que están felices cuando están desesperados, que están seguros cuando están en peligro de perder su alma eternamente (2 Corintios 11:13–15).
Siguieron los deseos de la naturaleza pecaminosa v. 3
La tercera fuerza que influye en el pensamiento y conducta son “los deseos de nuestra carne”. Para el apóstol Pablo, el concepto de la carne no se limita a los apetitos del cuerpo. Incluye todo el mal de la naturaleza de pecado que está dentro del hombre, todas las formas de desobediencia a Dios que brotan de su egocentrismo, orgullo, amargura, enojo, resentimiento, avaricia, celos, injusticia, necedades y otros malos pensamientos. El hombre no puede echar la culpa de su desobediencia sólo a las influencias externas del mundo y Satanás.

Entonces, el hombre tiene tres enemigos que lo dominan hasta que recibe la presencia de Dios para combatir los. Los enemigos son el mundo que lo rodea, su propia naturaleza y las mentiras de Satanás, quien influye en sus pensamientos. El cristiano también tiene los mismos enemigos, pero ya han sido derrotados por la victoria de Jesucristo en la cruz. Cuando el creyente permite que el Espíritu Santo, que mora en él, domine su vida, entonces se neutralizan esas fuerzas para que obedezca la voluntad de Dios.

Estos vv. resumen la condición del hombre que no tiene a Cristo. Debemos observar que la Biblia no enseña que todo hombre ha cometido todo lo malo que puede hacer, sino que todo su ser está influenciado por el pecado: su alma, espíritu, cuerpo, pensamientos, sentimientos, voluntad, ambiciones, propósitos y relaciones. Tampoco enseña la Biblia que un hombre no puede hacer cosas buenas, ni le resta valor, porque fue creado a la imagen de Dios. Todos los hombres son pecadores: “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”.
HASTA LA VIDA Y EL CIELO 2:4–7
La descripción de la humanidad en los vv. 1–3 es triste y desalentadora. Sin embargo, con las palabras “pero Dios” todo cambia. Lo que el hombre muerto y pecaminoso no puede hacer por sí mismo, Dios lo ha hecho. La misericordia y el amor de Dios le motivaron a rescatar al impotente ser humano.
En estos vv. se encuentra un claro paralelismo con 1:20. Dios resucitó de los muertos a Jesucristo y lo sentó en los lugares celestiales. Ahora en 2:5–6, Pablo afirma que Dios da vida al creyente, le resucita y le sienta en los lugares celestiales junto con Cristo. El estado de muerte requería una resurrección. Pablo dice que el creyente es una “nueva criatura” (2 Corintios 5:17). Cristo describe el cambio como nacer de nuevo (Juan 3:3) y promete que el creyente “tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24).
PERO DIOS…
Nos dio vida con Cristo v. 5
Nos resucitó con él v. 6
Nos hizo sentar en los lugares celestiales v. 6
Sorprendente es nuestra exaltación con Cristo. Estando todavía sobre la faz de la tierra, Dios ya nos ha trasladado al cielo espiritualmente. Según el v. 7, el deseo y propósito divino es seguir mostrándonos las “abundantes riquezas de su gracia” por todos los siglos venideros. ¡Qué gran amor! ¡Qué gracia tan inefable! El que estaba muerto, ahora está vivo eternamente y es objeto de la gracia y bondad de Dios.
ÚNICAMENTE POR GRACIA 2:8–10
Es paradójico que la mejor noticia para la humanidad sea tan difícil de aceptar. El orgullo, la soberbia y la independencia de la naturaleza pecaminosa del hombre le dicen que puede hacer algo para salvarse. Es humillante admitir que uno es incapaz de contribuir en alguna forma para obtener los beneficios que recibe. Sin embargo, al hablar de cómo recibir la salvación eterna, ¡con qué energía el apóstol Pablo rechaza los esfuerzos humanos! Este mensaje es la mejor noticia que la persona pueda escuchar. Si la salvación dependiera de ella misma, no tendría esperanza.
¡REFLEXIONEMOS!
Con respecto a lo que Dios ha hecho por los humanos, ¿cuál debe ser la respuesta correcta del hombre? ¿Cómo explica usted el significado de “fe”? ¿De la palabra “gracia”? ¿Cuáles actividades deben incluirse en “buenas obras”? ¿Cuál es el papel de las buenas obras? Según el v. 9, ¿por qué es importante que la salvación no sea por obras? ¿Por qué era importante que los efesios recordaran las verdades de los vv. 8–10? Según el v. 10, ¿cuál es la naturaleza y propósito del creyente en Cristo?
Por gracia v. 8
Gracia es una palabra clave en este párrafo. Pablo la usó en los v. 5 y 7. La repite aqui porque es el momento adecuado para explicarla. No sólo la conversión es por gracia. Toda bendición de Dios, ahora y por la eternidad, es sólo por la gracia divina. Cada cambio en nosotros, desde el momento de recibir a Cristo y aquellos que nos conforman más y más a la imagen de él, todo es una manifestación de la gracia de Dios.
La gracia de Dios es el favor inmerecido del Señor. Es la libre manifestación de su amor a los que no lo merecen. No sólo no lo merecemos, sino que de acuerdo a la justicia de Dios, debíamos recibir el castigo eterno por nuestra rebeldía contra él. La redención de cada persona, sin importar cuán recta y atractiva sea según los hombres, es un milagro de la gracia divina. Blas Pascal, filósofo francés del s. XVII dijo: “La gracia es requerida para transformar al hombre en santo; y aquél que duda de esto, no sabe ni lo que es un hombre ni lo que es un santo”.
Por medio de la fe v. 8
La segunda palabra clave es fe. No es únicamente una fe intelectual que acepta la veracidad de una enseñanze. Santiago nos recuerda que los demonios creen en la existencia y el poder de Cristo. La fe no es creer en Jesucristo y también confiar en uno mismo y en lo que uno hace.
La fe verdadera incluye los conceptos de creer y confiar. Jean Francois Gravalet caminó en un alambre de 300 mts. de largo tendido a 50 mts. por encima de las cataratas de Niágara cargando a un hombre sobre sus hombros. Cuando hubo llegado sin novedad al otro lado, preguntó a otro hombre de la multitud que presenció el acto”: “¿Cree que puedo llevarlo a usted?” El señor respondió: “¡Cómo no! Acabo de ver que puede hacerlo!” “Entonces, suba, dijo Gravalet”. Pero el hombre gritó: “¡Ni pensarlo!” No existe fe verdadera cuando uno no confía.
Pero cuando uno cree que Jesús murió por sus pecados y resucitó de los muertos y confía totalmente en la salvación por él, esa persona está confiando a Cristo su vida y destino eterno. Cristo es el único Salvador; no hay otro. Él es el Salvador suficiente; no hay que confiar en otra cosa además de él. No hay que confiar en la iglesia, el predicador, las ordenanzas o sacramentos, en las buenas costumbres, el servicio que uno hace a Dios, en los actos de caridad o en los esfuerzos por vivir como cristiano. Un maestro explicó la fe en estos términos: “Desechando todo lo demás, yo confio en Jesucristo”. Compare el testimonio personal de Pablo en Filipenses 3:8–9.
Cuando el autor dice en el v. 8: “y esto no de vosotros, pues es don de Dios”, no se refiere sólo a la fe como un don de Dios. Aquí Pablo quiere decir que todo lo que es la salvación por gracia y por fe es un don de Dios (Romanos 3:24).
No por obras. v. 9
Obras en este v., no se limitan a los actos de caridad que hagamos a favor de otras personas. Pablo habla de cualquier esfuerzo humane o actividad buena que hagamos, como tratar de mejorar nuestro carácter y comportamiento, ser excelentes trabajadores o profesionistas, obedecer y apoyar a las autoridades, cumplir con los ritos religiosos, ser buenos esposos, esposas, padres e hijos y cualquier otra cosa que nuestras creencias, educación o conciencia nos impulsen a hacer.
Pablo afirma que esas obras no contribuyen a nuestra salvación. La Biblia enseña que nuestro pecado es tan profundo, nuestra culpabilidad delante de Dios tan infinita y hasta los móviles para hacer el bien tan egocéntricos, que el juicio de Dios cae sobre nosotros de todos modos. Dios no exige que tengamos más buenas obras que malas para salvarnos. Él sólo acepta la perfección, la perfecta rectitud de su Hijo. Él recibe a los hombres que han sido “hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21). Los esfuerzos por ser buenos son como bañarnos, vestirnos bien y peinarnos cuidadosamente, cuando nuestro barco se está hundiendo (Romanos 4:5; Tito 3:5; Isaías 64:6).
Creados para buenas obras v. 10
El v. 10 está íntimamente relacionado con el 9 para seguir la enseñanza sobre las obras. Hechura significa la obra maestra de un artista. Si alguien pudiera salvarse por sus propias obras, sería producto de él mismo, pero el cristiano es la obra maestra de Dios, la nueva criatura que Pablo describe en los versículos 5–6.
Ahora aprendemos el lugar correcto de las buenas obras. Dios ha creado nuevas personas para que le obedezcan y realicen las obras que él ha planeado que hagan. ¿Comprendemos la diferencia? La salvación no se recibe por las obras, ni tampoco por la fe más las obras. Se recibe únicamente por la fe; la salvación es obra de Dios. Por lo tanto, la verdadera conversión produce obediencia. Ésta es el fruto inevitable de la vida de una nueva criatura. Santiago 2:26 lo enseña también: “la fe sin obras está muerta” (comp. 1 Juan 3:9).
NO: Fe + Obras Salvación
SÍ: Fe Salvación Obras
¡REFLEXIONEMOS!
¿Quiénes son las personas que necesitan que usted les muestre misericordia, amor y gracia? ¿Cómo lo hará usted? ¿Por qué es dificil que las personas reciban la salvación por la gracia y por la fe? ¿Cuáles son algunas de las buenas obras que Dios le ha preparado para hacer? En este pasaje, ¿qué aprendió para ayudarle a explicar mejor el evengelio? Cuando exponemos el evangelio, ¿por qué es tan importante que otras personas entiendan el lugar que ocupan las buenas obras?
BOSQUEJO HOMILÉTICO EXPOSITIVO
Los tiempos de la iglesia
Efesios 2:1–10
Introducción: En este párrafo epistolar tenemos un resumen de la historia de la salvación de los seres humanos. Pablo habla aquí del pasado, del presente y del futuro de los hechos de salvación del Señor en favor de la iglesia. Se justifica, entonces, que hablemos de "los tiempos de la iglesia". ¿Cuáles son, precisamente, esos tiempos?
I.     El tiempo de la muerte: el pasado sin Cristo (vv. 1–3).
1.     Los efesios estaban muertos, porque estaban separados de Dios a causa de su conducta pecaminosa (v. 1).
(1)     "Muerte" significa separación. El pecado enajena al hombre de su creador y Señor (Isa. 59:2).
(2)     El efecto real del pecado es la muerte moral del pecador.
2.     Los efesios estaban condenados a muerte por causa de la culpa (vv. 1 y 3): muertos en vuestros delitos.
(1)     Los delitos determinan culpabilidad (Rom. 1:32).
(2)     Las transgresiones requieren castigo (Rom. 3:5).
3.     Los efesios manifestaban su estado de muertos en su conducta diaria (vv. 2 y 3).
(1)     Una conducta rebelde contra Dios por estar bajo el señorío de lo demoníaco (v. 2).
(2)     Una conducta impulsada por bajos deseos sensuales según una voluntad carnal envilecida (v. 3a).
(3)     Una conducta merecedora de la ira o castigo de Dios (v. 3b).
II.     El tiempo de la vida: el presente con Cristo (vv. 4–6a, 8, 9).
1.     Tiempo concedido por la misericordia (compasión) y el amor de Dios (v. 4).
(1)     Porque Dios es rico en misericordia (compasión).
(2)     Porque Dios ama con un amor muy grande.
2.     Vida concedida solidariamente con Cristo (vv. 5a, 6).
(1)     Juntamente con Cristo sufrieron el justo castigo por los delitos (v. 5a; 1:7; Cristo murió por asumir la culpa de los que estaban muertos en sus delitos y pecados).
(2)     Juntamente con Cristo los creyentes han vencido la muerte (v. 6a).
(3)     Juntamente con Cristo comparten la gloria celestial (v. 6b).
3.     Vida donada por gracia y recibida por medio de la fe (vv. 5b, 8, 9).
(1)     La gracia es igual para todos (vv. 5b, 8a ; de iguales en su indignidad de la gracia [Rom. 3:23], a iguales en la opción a la vida eterna por la sola gracia).
(2)     Si es por gracia no puede ser por obras (v. 9b; Rom. 11:6).
(3)     Si es por las obras no puede ser por la fe (vv. 8a, 9a; Gál. 3:10–12; Rom. 4:4, 5).
III.     El tiempo de la acción: el futuro con Cristo (vv. 7 y 10).
1.     Dios actúa "para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas de su gracia" (v. 7a).
2.     La iglesia actúa las buenas obras para llevar adelante el plan del reino de Dios bajo el señorío de su cabeza, Jesucristo (v. 10a, b; 1:20–23).
3.     En este presente en acción futura, Dios muestra que su inmensa bondad es concedida en Cristo Jesús y se concentra en los que son de Cristo (v. 7b).
Conclusión: Es impresionante la valorización que Dios hace de la iglesia. La notable historia espiritual de la iglesia, sin embargo, deriva de la historia de la salvación "en Cristo". El tiempo pasado debiera mover en gratitud a la iglesia; pero los tiempos presente y futuro son los de la evangelización creadora con el Espíritu Santo, y tiempos del servicio en beneficio de todos los hombres, mayormente aquellos de "la familia de la fe".

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