Mostrando entradas con la etiqueta sufrimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta sufrimiento. Mostrar todas las entradas

miércoles, 18 de marzo de 2015

Dios afirma que Job era perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. ¿Cómo justificamos tal tragedia si es inocente?

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 




                                      ¿Por qué sufren los justos?


Comencemos analizando al sufrido Job. El patriarca pierde repentinamente todo lo que tiene y, encima de eso, sufre una grave enfermedad que por poco lo consume. Tan terrible pena requiere una causa. Job, opinaríamos, tiene que haber hecho algo horrible para merecer tan increíble juicio. Ante tal conclusión, nos sorprende la observación del propio Dios que afirma que Job era hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal. ¿Cómo justificamos tal tragedia si es inocente?
Leyendo la historia con atención descubrimos que Job es la víctima inocente de un encuentro entre Dios y Satanás. Es como Dios descorriera la cortina y nos muestra la verdadera guerra espiritual que se libra en los cielos. Los protagonistas son Él y sus buenos ángeles. Los contrincantes son Satanás y sus huestes malignas. Job —como a veces nosotros— es una simple víctima de la guerra celestial, que ni tiene noción de lo que ocurre. El espectáculo nos obliga a preguntar: ¿Cómo puede Dios ser justo y permitir tal cosa? Veamos.
Satanás se acerca al trono de Dios acusando a Job de servirle por interés —debido a todas las bendiciones que Él da a los que le siguen. Y arguye que si Dios le quitara esas ricas bendiciones, Job le daría la espalda, al punto de blasfemar su glorioso nombre. Alarmados, vemos que Dios le da a Satanás el permiso para hacer lo que quiera con el indefenso Job, con la sola limitación de no quitarle la vida al pobre hombre.
De inmediato Satanás muestra su diabólico carácter. En un solo día desata sobre Job un desastre tras otro.
Primero, los sabeos matan a todos los sirvientes de Job a filo de espada. Luego, con un inclemente fuego misterioso acaba con todas sus riquezas, quemando a sus ovejas, ganado y camellos. Termina desplazando sobre los hijos de él un furioso torbellino sin que ninguno pudiera salvarse. La crueldad no tiene fin. Nótese cómo le llega la información a Job. Los mensajeros, uno tras otro, le informan las noticias devastadoras al pobre hombre —tanto como para darle un infarto al corazón instantáneo.
Como siempre, sin embargo, Satanás sale perdiendo. Dios está tan confiado en Job que permite todo ese inmerecido dolor. Sabe que Job lo seguirá amando y confiando en Él. En vez de blasfemias, de la boca del patriarca salen las dulces y ricas palabras:

    Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito
(Job 1:21).

Satanás, sin embargo, no se da por vencido. Se le ocurre otra perversa idea —¡el hombre da todo por su salud! Con tal saña, peor que un monstruo, le pide permiso a Dios para quitarle la salud a Job. Lo enferma con lo que algunos médicos creen haber sido una combinación de lepra y elefantiasis. Así lo vemos lleno de úlceras, rascándose con un tiesto, buscando alivio en un nido de cenizas. Movidos por repugnancia ante tal sufrimiento, nos sorprende la respuesta de Job:

    ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?
(Job 2:10)

Es lógico que exclamemos: ¿Cómo puede Dios permitir eso? ¿Cómo puede consentir el sufrimiento tan oprobioso de uno de sus fieles? Es una escena dantesca. No queremos ver más. Deseamos que se cierre la cortina de una por todas.
Alguien podría alegar: «Pero, el culpable no fue Dios, ¡fue Satanás!» Leamos con mucho cuidado lo que el Altísimo declara sobre el caso: Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú [el diablo] me incitaste [a mí] contra él para que [yo Dios] lo arruinara sin causa? (Job 2:3)
Si en algo nos ayuda el libro de Job es precisamente a ver que, por ser Creador, Dios en su soberanía puede permitir lo que crea mejor para cualquiera de sus hijos (véase Job 42:1–6). Es al estudiar el libro completo que nos percatamos de que en Dios no hay acción perdida —todas las cosas ayudan a bien (Romanos 8:28), como declara Pablo. El sufrimiento de Job es útil para purificar su alma, para que conozca las imperfecciones de su corazón, para profundizar su conocimiento acerca de Dios. Lo que en apariencias es malo, Dios lo torna en bien, mostrándonos el corazón y el carácter del bondadoso y amoroso Padre celestial. La escena final nos muestra a un Job doblemente bendecido. A la vez Satanás termina derrotado por completo, con sus estrategias vencidas por la fidelidad y lealtad de un indefenso seguidor de Dios.
Ante los actos misteriosos del Creador, ¿qué somos nosotros para cuestionar sus acciones? Este es el gran argumento de Pablo ante los romanos:

    ¿Quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
(Romanos 9:20, 21)

Y hablando de Pablo, recordemos lo que este gran y fiel apóstol sufrió por su fidelidad a Dios. Dijo:

    He recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez
(2 Corintios 11:24–27).

Nada en ese dolor se debe a algún pecado personal, al contrario, es debido a su amor por Jesucristo.
Vayamos a los evangelios. Vemos allí a otro hombre. Él es el puro, santo, Hijo de Dios. Aunque no tiene mancha, nótese cómo lo describe el evangelista del Antiguo Testamento, Isaías:

    Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca
(Isaías 53:3–7).

¿Habrá existido persona en toda la historia más inmerecedora de sufrimiento? San Pablo da la siguiente explicación del padecimiento de Jesucristo:

    Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos
(Hebreos 2:9, 10).

Si Job no pecó cuando fue obligado a sufrir tan terriblemente; si a Pablo, el santo apóstol, Dios lo sometió a una vida dolorosa; si el propio Jesús, el hombre sin pecado, tuvo tanta aflicción, ¿quiénes somos nosotros para pensar que a un hijo de Dios no le es justo sufrir en este mundo? Pero me adelanto. Esperemos el momento apropiado para llegar a conclusiones. Hay otro tema que debemos tratar primero.


¿Por qué prosperan los malos?

Parece que quienes más gozan, los que más disfrutan de la vida, los que más avanzan y prosperan son la gente más pecadora. De eso precisamente se quejaba el salmista:

    ¿Hasta cuándo los impíos, hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos? ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras, y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad? A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan, y a tu heredad afligen. A la viuda y al extranjero matan, y a los huérfanos quitan la vida. Y dijeron: No verá Jehová, ni entenderá el Dios de Jacob
(Salmos 94:1–7).

Obvio es el éxito de los degenerados del mundo. Observemos la historia de Genghis Khan, Napoleon, Musolini, Hitler, Stalín —y, si quiere, incluya a Fidel Castro. Todos fueron culpables de innumerables, horrorosas e inhumanas atrocidades. Sin embargo, por años disfrutaron de poder, riquezas, honor y gloria. Cierto es que desde Al Capone al presente, la prensa ha contado la vida de hombres y mujeres que han sido homicidas, adúlteros, ladrones, violadores, violentos, crueles y abusadores. Han vivido como reyes sin sufrir aparentemente castigo por sus delitos. ¿Cómo se explica eso si, como comúnmente se piensa, el castigo de Dios cae sobre los que pecan? ¿Dónde ha estado la justicia divina en estos casos?
No hay por qué preocuparse. Pablo indica: Los pecados de algunos hombres son ya evidentes, yendo delante de ellos al juicio; mas a otros, sus pecados le siguen (1 Timoteo 5:24, Biblia de las Américas). Dios, no obstante, es paciente. En ocasiones castiga a los malvados al instante (como en el caso del diluvio, o de Sodoma y Gomorra, o de Ananías y Safira). Otras veces espera hasta después de la muerte de ellos, para hacerlo en el terrible juicio final, en aquel día cuando pedirán a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escóndenos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero (Apocalipsis 6:16).
De lo siguiente no hay duda: el castigo de todo pecador es cierto y seguro, ¡sea ahora o después! Si la señal de que uno obra mal fuese un castigo inmediato, todos estaríamos en ataúdes y dos metros bajo la tierra. La furia de la ira de Dios nos habría consumido. Ningún hombre es inocente de pecado. Solo porque Dios es paciente y misericordioso es que cualquiera disfruta larga vida.
Por tanto, es irrazonable concluir que las causas del dolor que alguien sufre se debe a algún pecado, sea oculto o manifiesto. En esta vida no se sufre necesariamente las consecuencias de los pecados. En la mayoría de los casos el castigo espera hasta el gran juicio final.
Dios, por su propia condición, determinará lo que desea hacer con el mundo y con la humanidad que quebranta sus leyes. Con esto concuerda toda la Escritura: para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto (Isaías 45:6, 7). Leemos también: ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? (Amós 3:6). Además, se nos dice: Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y anuncia al hombre su pensamiento; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre (Amós 4:13). Y añade: Buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre (Amós 5:8). Y concluye otro profeta: He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para destruir (Isaías 54:16).

 
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa

miércoles, 25 de febrero de 2015

Nosotros podemos aparentar o encubrir las tentaciones espirituales como un resultado de nuestros sufrimientos y problemas

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 
 

Dios Te Ayuda con Tus Problemas


A. Nos gustan las ofertas: sweater regalado, pantalones 95 centavos, traje, 95 centavos. auto "regalado"
1. Negociamos con la gente: ¿Piden $2000 por el carro? ¡les ofrecemos $1400!
2. A veces, alguien dice, "pagaste demasiado. Yo compré lo mismo en la mitad del precio".

B. Así algunos ven la salvación: ¿cual es el mínimo precio que pueden pagar y todavía ser salvos?
1. Es como si en el cielo quisieran decir: llegué al cielo y solamente tuve que mojarme un poco y asistir unos pocos servicios. ¡Qué oferta!
a. Alguien respondería, "¡Caramba, yo tuve que estudiar, dejar mis padres, sufrir burlas!
b. ¿contestarían? "Tu eras insensato. Pagaste demasiado."
2. Quieren la salvación más barata posible. Si tienen que pagar, quejan

C. Así era en los tiempos de Jesús: Los apóstoles querían que el camino de Dios fuera fácil.
D. Mateo 16:21-28 Pedro ha acabado de dar su gran confesión. la belleza
1. Después de algún exito, de algún triunfo es cuando debemos tener más cuidado
Ahora, inmediatamente después, mete la pata en la boca y vuelve atrás.
2. Vs. 21 "Va a ser duro, prepárense."
3. Pedro, vs.,22, "no es para tanto"
a. hoy algunos dicen : "es facil ser cristiano"
b. "No cuesta tanto, puede seguir haciendo más o menos lo que has hecho siempre."
c. Bautizarse, llegar el domingo, toma la cena, suficiente, no lo tome tanto en serio.
3. Jesús vs. 23 habla fuerte
a. Los que tratan de decir que no importa tanto, no importa tanto visitar el hospital, llamar a enfermos, dar actos de servicio, asistir los servicios. ESTAN TOMANDO EL LUGAR DE SATANAS
4. Comenzando con Vs. 24 tres puntos fundamentales: en cuanto a lo que significa ser discípulo, y los resultados de hacerlo.

I. Negar a si mismo (No tomar en cuenta nuestro propio bienestar, sino el de Dios) A. Ilustraciones: Hombres del "Secret Service", los guardaespaldas del presidente
1. Son adiestradas a echarse frente al presidente para tomar las balas que sean dirigidas hacia él. Tienen que estar dispuestos a negarse a si mismos.
2. Hay padres que mueren por sus hijos.

B. Así tenemos que hacer para Dios: Como los hombres del servicio secreto están preparados para sacrificar todo para él.
1.Algunos niegan un buen puesto porque no piensan poder servir bien a Cristo.
a. Un hermano fue ofrecido sueldo casi doble, iba a tener que llevar a sus hijos donde no hubo congregación fuerte. Lo negó.
2. Ser popular: para muchos significa reirse de chistes no sanos, ir a lugares no sanos. No podemos, tenemos que negar a nosotros mismos y la popularidad.
CUANDO USTED HA NEGADO A SI MISMO? ¿Cuando ha negado alguna diversión? ¿algún beneficio económico?
C. ¡Es lo que hizo Cristo por nosotros! ¡Negó a si mismo! ¿Le convenía dejar el cielo? ¿morir en la cruz?
1. Fil . 2:5-8

D. ¿Usted quiere una vida fácil como crisitano? Imposible,
1. Ser cristiano significa negar a nosotros mismos. Ya no somos numero uno.

II. Tomar su cruz
A. Es un modismo tomado de lo que exigieron de los criminales condenados a la muerte
1. significa llevar alguna carga pesada y dolorosa

B. ¡Al negarnos a nosotros mismos, tendremos cargas dolorosas y pesadas!
1. Se oyen las siguientes lamentaciones: "Me es dificil ser cristiano". mis amigos se burlan de mi", "no me ayudan"
"mis familiares no me ayudan".
a. Hay problemas entre hermanos, algunos me acusan mal
b. Sufro de una enfermedad, murió mi marido
2. Son nuestras cruces

C. Por más que la carguemos, más fuertes llegaremos a ser
1. Los bloques para albañil me llegaron a ser menos "pesadas" depués de trabajar algunos meses con él.

D. La clave es, no bajar la cruz, rendirse, sino seguir cargando.

E. Una Señora en Nueva York, enojada con Dios porque su marido murió. Su hermana sufriendo una enfermedad dolorosa.
1. Ella no comprendió las promesas de Jesús
2. Dios permite el sufrimiento - No siempre entendemos completamente por qué
3. Sí, entendemos que este sufrimiento nos ayuda a buscar algo mejor
4. ¿Usted está tentado a bajar la cruz? No lo haga

III. Sigueme A. ¿Adonde Cristo le guia? ¿al bar, al teatro con películas feas?
1. NO, Le guía a la casa de un enfermo, de un debil, a los servicios, a la funeraria
2. Le guía orar de rodillas al Padre celestial.

B. Imitarle
1. Como Niño, me gustaba sentarme en la primera banca con mi padre. Le observé. Al cruzar él las piernas, yo hice lo mismo. Al tomar él el himnario yo lo hacía también (sin saber leer).
2. Debemos analizar a Jesús, su vida. Luego, al llegar a tener problemas en nuestras propias vidas, debemos preguntar ¿qué haría Jesús?

¿Los resultados? Hay 2 A. Encontramos la vida (vs. 25)
1. salvar es perder, perder es salvar - una paradoja
a. El que ama su vida más que Dios, no va a saber lo que es su vida, no va a aprender el propósito de ella. Por tanto su vida no va a significar nada.
2. Solamente al entregar nuestra vida a Dios, llegamos a saber quiénes somos. Solamente entonces llegamos a gozarnos verdaderamente de la vida, sabiendo porque estamos aquí.
3. La confusión, la depresión, viene de no entregar la vida a Dios.
4. El propósito, la esperanza viene por entregarnos a Dios.
5. Si usted está confundido, y no sabe adonde va...
a. No ha entregado la vida completamente a Dios.
b. Quiere quedarse con un poco del mundo, quiere que su voluntad sea la que gana en ciertos asuntos.
c. Mientras siga así no va a encontrar la esperanza.

B. La vida eterna para el alma (vs. 26,27)
1. ¿Para qué seguir obstinado? con la actitud, "mi vida es mia," "no voy a sujetarme a la voluntad de Dios."
a. aunque gane el mundo, riquezas, más bella, el mandamás....
b. ¡va a perder el alma!
c. No sea obstinado:

Conclusión: ¿Usted quiere la salvación barata? ¡imposible! A. Tiene que:
1. Negar a si mismo
2. tomar su cruz
3. Seguir a Cristo

B. ¿Los resultados?
1. Llegará a conocer la vida
2. Tendrá vida eterna.

C. ¿Qué debe hacer?
1. Si ya es cristiano, ¡dedíquese a Cristo diariamente!
2. Si no es cristiano, ¡Tiene que dar la vida a Cristo! NO puedo decir: "quiero una oferta, la salvación facil."
3. Primeros pasos: Hechos 2:38 - ¿Quiere arrepentirse y bautizarse para perdón de los pecados?





"El hombre nacido de mujer, vive por pocos días, y hastiado de sinsabores". [Job 14:1]. Cuando pensamos en la aflicción y sufrimiento del que habló estas palabras podemos entender bien el significado de esto. Diferentes personas tienen diferentes clases de problemas, y tal parece que algunos tienen más problemas que otros. Pero todos nosotros sabemos por experiencia personal, y por la consideración de las experiencias de aquellos a quienes conocemos, que esta declaración de Job es verdad.
Los sufrimientos nos conciernen, no exactamente porque la fatiga misma o la injusticia misma cree una carga para llevar, sino también porque nosotros podemos aparentar o encubrir las tentaciones espirituales como un resultado de nuestros sufrimientos y problemas. Podríamos ser tentados para sentir los esfuerzos que nosotros aparentemente justificamos cometiendo actos que nosotros sabemos que son pecaminosos. Peor aún, nosotros podríamos venir a vernos tan desalentados o desanimados que culpamos a Dios por nuestros sufrimientos y problemas o pérdida de la fe en El o comienzo de las dudas de Su bondad y misericordia. Como dijo la esposa de Job, "¿Aún persistes en tu integridad? Maldice a Dios, y muérete" [Job 2:9].
El propósito de este estudio es examinar las respuestas bíblicas a las preguntas que la gente siempre hace acerca de su sufrimiento o del de los demás. ¿Por qué sufre la gente? ¿Hay algo bueno que pueda venir del sufrimiento? ¿Es posible soportar el sufrimiento fielmente? ¿Cómo nos ayuda Dios a soportar la injusticia, el sufrimiento, las privaciones y las dificultades?

Pregunta #1: ¿Por Que Sufre la Gente?


La Enseñanza Bíblica

La gente sufre por varias y exclusivas razones. No hay exactamente una razón para el sufrimiento.
Algunas personas que han pecado sufren como consecuencia de su propio pecado. El rey Saúl vivió una vida miserable y eventualmente murió asesinado por su rebelión contra Dios [1 Crón. 10:13-14]. Judas también murió asesinado por él mismo a causa de su falta o pecado por traicionar al Señor [Mat. 27:3-5]. Alguna gente piensa que ésta es la única razón por la cual la gente siempre sufre, pero veremos que hay también otras razones.
Algunas veces la gente justa y correcta sufre como una consecuencia del pecado de otra gente. Siempre la gente malvada se reciente de la vida de los justos y los persiguen. Muchos pasajes describen esto.
1 Pedro 4:12-16 - Precisamente pienso que no sufrimos como una consecuencia de nuestro propio pecado [v. 15], aún así no deberíamos pensar y extrañarnos de esto si se nos va a reprochar y vamos a sufrir como Cristianos.
1 Pedro 2:19-23 - En esto, estamos siguiendo los ejemplos de Jesús quien no cometió pecado de ninguna clase, y aún así fue perseguido y asesinado por la gente malvada. Por lo tanto, nosotros podríamos sufrir, no por nuestras propias faltas, sino cuando hacemos algo bueno.
Juan 15:18-20 - El trato que Jesús recibió nos advierte del trato que nosotros podemos esperar. El mundo le odió y le persiguió, y esto mismo harán a Sus siervos.
2 Corintios 11:23-26 - La vida de Pablo muestra que los seguidores de Jesús verdaderamente siempre son perseguidos.
Hechos 11:35-38 - En efecto esto siempre ha sido verdad que la gente justa será perseguida.
2 Timoteo 3:10-12 - Todos los que viven piadosamente en Cristo sufrirán persecución.
[Véase también 1 Tes. 3:2-4; Hch. 14:22; Juan 16:33].
Toda la gente sufre como consecuencia del pecado de Adán y Eva. Dios decretó que, a causa de su pecado, hombres y mujeres tendrían muchas personas, sufrimientos, dificultades, y eventualmente la muerte [Gén. 3:16-19]. Toda la gente desde ese momento ha sufrido estos mismos problemas. En particular, a causa de Adán, toda la gente muere [1 Cor. 15:22; Heb. 9:27]. Mucho del sufrimiento de la gente, consecuentemente, no puede ser atribuido a algún pecado en particular cometido por ellos o de alguna persona ahora en nuestros días. Esto es exactamente el aporte común del género humano a causa del pecado que hay y que está en el mundo. [Nota: Esto no significa que el hombre nace con pecado por el pecado de Adán o que el hombre será castigado eternamente por eso-Ezeq. 18:20; 2 Cor. 5:10. Sino que nosotros sufrimos en esta vida a causa de eso].
Algún sufrimiento es una forma de tentación de Satán. Muchos pasajes declaran que Satán es responsable del sufrimiento de cierta gente. Job 1:1-2:10 expresamente declara que el sufrimiento de Job fue una tentación de Satán. [Véase también 2 Cor. 12:7-10; Luc. 13:16; Hch. 10:38].

Lecciones Que Deberíamos Aprender

El sufrimiento no está limitado a aquellos quienes son malos. Alguna gente piensa que únicamente la gente mala es la que sufre. Si la gente es justa y correcta, Dios está en el otro lado y eliminará todos sus sufrimientos. Esto indica que, si una persona está sufriendo, debe ser a causa de que ha cometido algún pecado del cual necesita arrepentirse. Esta era la teoría de los amigos de Job [Job 4:7-9], y refutando esta idea es una parte principal del tema del libro. Esta misma falsa doctrina es enseñada por muchos quienes llevan al pueblo a creer que Dios seguramente eliminará todos sus problemas si ellos están justamente con El.
Pero hemos aprendido que aún la gente justa sufre. Esto es importante por las siguientes razones:
* No deberíamos pensar que hemos sido culpables de pecado cada vez que tenemos un problema. Deberíamos examinar nuestras vidas porque podria ser que estamos sufriendo a causa del pecado. Pero deberíamos también pensar que posiblemente estamos sufriendo por otras razones, a pesar de que somos justos. Nunca deberíamos rechazar un curso de conducta lo cual enseña la Biblia exactamente porque podríamos sufrir cuando no lo obedecemos.
* No deberíamos venir ha ser Cristianos pensando en que automáticamente se resolverán todos nuestros problemas. Si esto es nuestro motivo y razón, podríamos también caer de nuevo cuando vengan las dificultades y las privaciones.
* Deberíamos pensar en que el sufrimiento es una parte de la vida Cristiana. Se nos ha mandado a continuar en nuestra fe y fielmente exactamente como también se nos ha mandado a estudiar la Biblia, a orar, a adorar, etc. Deberíamos suponer que esto ha de venir, por lo que nuestra fe no debería sufrir ningún tipo de desequilibrio cuando vengan los problemas. Deberíamos pensar en que los Cristianos fieles de todas las épocas han sufrido, por lo tanto nosotros no somos los únicos que tenemos problemas.
Dios no es el responsable de la existencia del sufrimiento. El primero y el último responsable del sufrimiento es Satan quien tentó al hombre para que pecara y en esta forma traer el pecado al mundo. El segundo responsable del sufrimiento es el hombre, nosotros mismos, quienes hemos permitido que la tentación venga a nosotros para cometer pecado y luego llevarnos al sufrimiento. Sí, Dios trajo el sufrimiento en castigo por el pecado, pero esto no significa que El debería ser el responsable como si esto fuera Su culpa, ahora un padre debe ser responsable cuando debe castigar la rebelión de su hijo. Recuerde, si usted responsabiliza a Dios y le rechaza a El porque usted está sufriendo, entonces usted está haciendo exactamente lo que Satan quiere que usted haga, y él te está destruyendo. La única forma de frustrar a Satán y de venir a ser fuertes ante las dificultades es manteniendo nuestra fidelidad en Dios en lugar de esto.

Pregunta #2: ¿Puede el Sufrimiento Tener Buenos Resultados?


"Ha sido un bien para mí el haber sido humillado, para que aprendiera tus estatutos" [Sal. 119:71]. [Véase también v. 67 y Heb. 12:10-11]. Usualmente cuando sufrimos únicamente podemos ver los problemas que ello envuelve. Ciertamente si nosotros no nos sobreponemos a las dificultades y pecamos como un resultado de ello, entonces los problemas y los sufrimientos vienen a ser peligrosos y perjudiciales. Pero si nosotros permanecemos fieles, hay resultados favorables que pueden ocurrir. Consideremos unos pocos.

El Sufrimiento Nos da la Oportunidad de Probar Nuestro Amor y Fidelidad Hacia Dios

1 Pedro 1:6-7 - Así como el oro es purificado y probado pasándolo por el fuego, de la misma manera la genuinidad de nuestra fe es probada cuando vamos de principio a fin en nuestras pruebas y exámenes. Si únicamente la gente que está fuera de Cristo sufriera, y los Cristianos en ningún momento, toda la gente querría ser Cristiana para evitar sus problemas terrenales, y no porque ellos realmente amaran y creyeran en el Señor. El hecho de que los Cristianos sufren también significa que el sufrimiento "separa al hombre de su estado de niño" - esto muestra quienes son los que tienen la voluntad de permanecer fieles aún cuando sea muy difícil el hacerlo.
Hechos 5:40-42 - Deberíamos regocijarnos en nuestros problemas, sufrimientos y pruebas porque ellos son una oportunidad para probar a Dios, a nosotros mismos, y a otros que nosotros, realmente amamos y creemos en Dios.

El Sufrimiento Produce Crecimiento Espiritual

Santiago 1:2-4 - Consideremos el gozo cuando nos encontremos en pruebas porque esto indicará nuestra paciencia y cumplimiento en el servicio a Dios. ¿Quién desarrollará la paciencia cuando su paciencia nunca ha sido probada?
Romanos 5:3-5 - Regocijémonos en las tribulaciones porque ellas producen paciencia [fidelidad], carácter probado, y esperanza. Aún en el reino físico ¿cuáles huesos y músculos son los más fuertes? Los que se encaran a la mayoría de la injurias, sufrimientos y dificultades. Si usted coloca un bloque de hielo y un bloque de arcilla, uno es derretido y el otro es endurecido. Esto quiere decir que las pruebas vencen a alguna gente pero fortalecen a otras.

Sufriendo Nos Guardamos de la Humillación y Dependemos de Dios

2 Cor. 1:8-10 - La aflicción le enseñó a Pablo a no confiar en él mismo, sino en Dios. Dios repetidamente ha permitido que ellos encaren guerras, hambres, y opresiones cuando ellos vienen a ser independientes y abandonan su confianza en él. Siempre el resultado es hacer que la gente vea su necesidad de Dios.
2 Cor. 12:7-10 - Aunque la "espina en la carne" de Pablo era un mensajero de Satanas, aún así Dios permitió esto y que permaneciera para guardar a Pablo de llegar a exaltarse porque él había recibido muchas revelaciones. De tales debilidades, Dios puede producir gran fortalecimiento.
Una de las más grandes demostraciones del poder de Dios es la forma en que El es capaz de tomar los problemas cuando Satán los pone en nuestras vidas para agraviarnos aún así Dios los usa para verificar lo bueno para nosotros. El más grande ejemplo de esto es la muerte de Cristo, lo cual Satán intentó como derrota para Dios y todo el género humano, pero al final fue la salvación de todo el género humano. Así Dios puede tomar aún las pruebas que Satán nos envía para agraviarnos, y hace que ellos vengan hasta el final para algo bueno en nosotros [Rom. 8:28]. Pero esto se realiza unicamente si nosotros permanecemos fieles.

Pregunta #3: ¿Que Seguridad Hay de Que Nosotros Podamos Soportar?


En frente de las aflicciones podríamos pensar, "Ya no puedo más". Podríamos convencernos nosotros mismos de que es imposible esperar el que alguien continúe bajo estas circunstancias sin pecar. También podríamos justificarnos a nosotros mismos por la desobediencia a Dios. Pero consideremos lo que la Biblia enseña para con los que pueden soportar.

Promesas Bíblicas

1 Cor. 10:13 - Dios no permitirá que tu te enfrentes a la tentación más allá de lo que puedas soportar. Cada tentación estará acompañada con la vía de escape para que la puedas soportar. Esto significa que nosotros podemos enfrentar cada prueba y problema sin pecar. Si usted piensa que "no lo puede hacer" qué dirá Dios, si usted justifica su desobediencia a Dios, usted ha creído a la mentira del diablo. Lo que deberíamos hacer es dejar de mirar y buscar excusas y tratar de encontrar la vía de escape.
Salmo 34:19 - "Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová". No es que Dios quite todas las aflicciones, sino que El hace seguro el que nosotros podamos soportarlas fielmente - todas ellas.
Romanos 8:35-39 - Ninguna tentación o problema de la vida terrenal puede separarnos de Dios. En todas ellas, somos "más que vencedores". Si la tentación no puede hacer que caigamos o pequemos, nosotros ciertamente vendremos a ser "vencedores". Pero somos mas que vencedores porque el problema puede actualmente hacernos fuertes - mejor gente. [Véase también 1 Ped. 4:8-9; Sant. 4:7; Efe. 6:10-18].

Ejemplos Bíblicos

No solamente la Biblia promete que nosotros podemos soportar fielmente, sino que nos da ejemplos de mucha gente que así lo hizo. Si ellos lo hicieron, nosotros también podemos.
Santiago 5:10-11 - Job y los profetas del Antiguo Testamento son nuestro ejemplo de sufrimiento. ¿Tenemos que sufrir tanto como Job? Ciertamente no. Aún así él permaneció fiel y nosotros también podemos.
2 Timoteo 1:8 - Pablo sufrió grandes persecuciones por el Señor, y nosotros tomaremos parte en estos sufrimientos [2 Cor. 11:23-28]. Si él soportó sin caer, nosotros también podemos. El es el ejemplo que nosotros deberíamos imitar [1 Cor. 11:1].
Hebreos 12:1-4 - Jesús [y los fieles del Antiguo Testamento] es testigo de que nosotros podemos estar bajo estas circunstancias, pero no somos tentados en una forma tan mala como lo fueron. [Véase también 1 Ped. 2:19-23]. Todos estos ejemplos muestran que Dios guardará Su promesa de ayudar a Su pueblo a soportar fielmente.

Pregunta #4: ¿Que Bendiciones Prueban Que Dios nos Ayuda A Soportar?


"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones" [Sal. 46:1]. Dios ha prometido dar ayuda para que nosotros podamos tener fuerza para soportar, pero nosotros debemos hacer uso de las clases de ayuda que El provee. Vamos a resumir un poco las formas como Dios provee ayuda.

La Biblia

Romanos 15:4 -"...a fin de que por medio de la paciencia y de la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza". Estamos listos y ya hemos aprendido las varias formas como las Escrituras ayudan, confortan y fortalecen a cada uno de nosotros cuando estamos sufriendo:
* Ellas enseñan y ayudan a entender que hemos de sufrir.
* Ellas nos ayudan a realizar lo bueno que puede resultar de nuestro sufrimiento.
* Ellas nos dan seguridad de que nosotros podemos soportar.
* Ella nos da ejemplo de otros que soportaron.
* Ella da evidencia de la sabiduría de Dios, poder, y fidelidad a sus promesas. Esto fortalece nuestra fe de que Dios puede y nos ayudará a fortalecernos.
Pero la Biblia no da a nadie esta ayuda a menos que la leamos y la estudiemos regularmente.

La Oración y la Adoración

Sant. 5:13 - "¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración".
Filip. 4:6-7 - "Por nada os inquietéis, sino que sean presentadas vuestras peticiones delante de Dios mediante oración y ruego con acción de gracias..." [1 Ped. 5:7; Mat. 7:7-11].
Estos pasajes no prometen que Dios garantiza el quitar nuestros problemas, pero si promete que El proveerá la fuerza necesaria para continuar fieles en caso de problemas. Jesús y Pablo ambos oraron acerca de los problemas, y Dios respondió las oraciones, pero el problema no fue quitado. En lugar de eso, Dios les dio fortaleza para soportarlos [Mat. 26:36-46; 2 Cor. 12:7-10].

Otros Cristianos

2 Cor. 1:3-4 - No es únicamente Dios el que puede confortarnos, sino que también lo pueden hacer otros Cristianos. Y nos esforzaríamos confortando a otros.
Gálatas 6:2 - "Sobrellevad los unos las cargas de los otros".
Los Cristianos nunca permitirán que otro Cristiano sufra solo por problemas serios cuando nosotros podemos ayudarlo. Uno de los mejores lugares para conseguir coraje en lugar de confusión es la adoración pública en la asamblea [Heb. 10:24-25]. Otra vez, sin embargo, debemos venir a las reuniones y hablar con otros Cristianos para adquirir la ayuda que necesitamos. [Véase también 1 Cor. 12:26; 1 Tes. 5:11, 14].

La Esperanza de la Vida Eterna

Rom. 8:16-18 - Somos herederos de Dios SI nosotros sufrimos con Jesús. El sufrimiento de esta vida no merece aún el ser comprado con la gloria futura que nos espera.
2 Cor. 4:16-17 - Las aflicciones ahora son luz y temporalmente compradas a la gloria eterna.
Sant. 1:12 - El hombre que soporta es bendecido porque el resultado será una corona de vida.
Mateo 5:10-12 - Gozaos y alegraos [no acongojarse y lamentarse] cuando seamos perseguidos, porque usted está sufriendo como siempre lo ha hecho el pueblo de Dios. Y alegraos porque vuestro galardón es grande en los cielos. [2 Tim. 1:11-12; 2:12; 1 Ped. 1:3-7].

Conclusión

Los Cristianos fieles sufrirán. Aún así la vida cristiana es la mejor porque únicamente la fe cristiana tiene la seguridad de que nosotros podemos soportar, y de que Dios nos ayudará, que el resultado será para nuestro bien, y que al final tendremos la vida eterna.
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" - Filip. 4:13. [Véase también el Salmo 23].
DOWNLOAD HERE>>>
https://www.mediafire.com/?b230uwd7tvd6otn
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html