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jueves, 28 de abril de 2016

Hijo mío, si los pervertidos te quieren seducir, no consientas...no olvides mis enseñanzas, Y tu corazón guarde mis mandamientos.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




CAPACITACIÓN MAESTROS ESCUELA DOMINICAL

¿Vas a Empezar o ampliar una escuela dominical?


PASOS A SEGUIR

Debemos entender la importancia de presentar al Señor a una nueva generación. Es preciso que todo se haga dignamente. Consigue el apoyo más fervoroso de la reunión de oración de la iglesia.

Considera la mejor hora en que celebrar la escuela dominical.
En algunas zonas parece que el horario de mañana es la opción más provechosa. Sin embargo, cuando es posible y conveniente, la escuela dominical celebrada por la tarde hace posible que toda la comunidad de la iglesia se dedique intensivamente a la labor de los niños y, por tanto, se puede lograr reunir a un número mayor de niños.

A muchos niños de familias no creyentes les gusta hacer algo los domingos por la tarde, y los padres los llevan de buena gana. A menudo la escuela dominical de la mañana, organizada para que se adapte al culto de la mañana, es demasiado temprana para las familias no creyentes; no obstante, la situación local quizá aconseje inclinarse por esta opción.

El primer día. 
Esforzarse por empezar con el mayor número posible de niños que podamos reunir.
Las aglomeraciones son un buen reclamo. Los niños no prestan atención a reuniones pequeñas y grises. (Es mejor reunirse en una sala pequeña y repleta que en una grande y vacía).

Reunir a los niños.

  1. Anima a otros miembros de la iglesia a enviar a sus propios hijos, a los de sus vecinos y a los de sus amigos. 2. 
  2. Una semana o dos antes de empezar, reparte por el vecindario tarjetas o cartas de invitación con un diseño atractivo. 
  3. Haz visitas personales a los domicilios la semana previa para responder preguntas, insistir en la invitación y animar a los niños a que acudan. 
  4. Elige a un grupo de adultos para que visite a los niños el día señalado. 
  5. Organiza tantos automóviles, furgonetas, etc. como sea posible para recoger a los niños, en especial a los que viven en lugares más alejados. Si la escuela dominical se hace por la tarde, podemos pedir a casi todos los conductores de la iglesia que se unan al equipo.
  6. Este equipo de personas formado por quienes visitan a los niños y quienes los recogen construirá un vínculo inestimable con las familias, lo que facilitará oportunidades de evangelización del vecindario que de otra forma, y sin el vínculo con los niños, tardarían años en desarrollarse.

Listas de asistencia.
Organiza un sistema eficiente de listas.
Es mejor que una persona (o un equipo), que no esté implicada en la enseñanza, se encargue de ellas, de esta forma puede prestarles toda su atención.

Planifica un sistema de premios por asistencia habitual y buen comportamiento.
Los niños responden al menor incentivo, y las novedades les encantan.
Utiliza pequeños premios, nuevos objetivos y nuevas tablas, hace maravillas, y se mantiene dentro del principio divino de la recompensa y el castigo.

Proporciona tarjetas impresas con una fotografía o un dibujo del edificio de la iglesia con nombre, dirección, etc., tranquilizará a los padres en caso de que teman que sus hijos van acudir a la reunión de una secta. Se puede rellenar una de estas tarjetas con la edad, la dirección, teléfono, etc. de cada nuevo niño. Este registro facilitará al personal de la escuela dominical la labor de preparar un plan completo de visitas a los ausentes. Los niños son inconstantes y necesitan que se les recuerde que acudan. ¡Hay tantas otras atracciones los domingos!

Presentación y complementos visuales.
Asegúrate de tener un número suficiente de hojas de himnos y cánticos, tablas de equipos, etc., con una buena presentación, para que la atmósfera general produzca una impresión favorable en los niños.

Es importante que el nivel de la presentación de los complementos visuales sea tan alto como el que los niños están acostumbrados a ver en su escuela normal. Todo aquello que sea de menor calidad deshonra al Señor. Los maestros deberían utilizar rotuladores, Letraset y fotocopiadoras para que sus presentaciones visuales sean atractivas.

Utiliza una cartulina grande y escribe las palabras del complemento visual con un rotulador grueso.

Himnos y música.
Piensa en este punto detenidamente. Hemos de mostrar a nuestros niños que adoramos a un Dios santo y que ser cristiano significa separarse del mundo pecaminoso y carnal. A lo largo de los siglos y en todas partes, los cristianos han tenido que dejar atrás la cultura mundana de su tiempo y proporcionar música y alabanza dignas del Señor.

Tenemos un legado de himnos y cánticos cortos, sencillos, teológicamente ricos y con un mensaje profundo, escritos por cristianos que se consagraron en el pasado a la obra evangélica entre los niños. Asimismo tenemos muchas melodías memorables y melodiosas a nuestra disposición. Lamentablemente, la generación de la música pop ha descartado gran parte de este material rico en mensaje evangélico por considerarlo pasado de moda, y a los niños se les enseña un sentimentalismo hueco ajustado a los ritmos modernos.

Muchos de los himnos más antiguos comunican, en un lenguaje muy sencillo, todo el mensaje evangélico a los que están perdidos. Si los niños aprenden estas estrofas en su juventud, recordarán las palabras toda su vida y llevarán el desafío del Evangelio hasta sus lechos de muerte. Mucho después de que sus días en la escuela dominical hayan terminado, este mensaje del amor redentor de Dios permanecerá en ellos. Hemos de prestar seria atención, pues, a los himnos que enseñamos y a la música que utilizamos.


LISTA DE COMPROBACIONES PARA LOS MAESTROS QUE PREPARAN UNA LECCIÓN

Lee el pasaje bíblico con detenimiento: los apuntes de la lección no son un sustituto de la lectura.

Verifica que tienes un verdadero interés personal por la clase. Los niños perciben con facilidad las actitudes hipócritas o indiferentes.

Prepara algún complemento visual para la lección, con la presentación de noticias o ilustraciones de revista relacionadas con ella, u objetos que sirvan de ejemplo de los puntos que se van a tratar.

Piensa en cómo presentar la lección. Una introducción interesante es vital para retener la atención de los niños desde el principio.

Una vez que la clase está escuchando, haz una presentación interesante y atrayente durante toda la lección. No se debe desviar la atención de los alumnos con preguntas o “charlando” en medio de la lección. (Las preguntas se pueden hacer al final de la clase).

Haz apuntes propios con epígrafes. Aunque no se vaya a hacer referencia a ellos durante la lección, los apuntes ayudan a fijar la estructura básica de la lección en la mente y aportan, pues, libertad y fluidez.

Examina el contenido de la lección. ¿Ayuda la lección a que los niños vean algún aspecto de la realidad y del horror del pecado? ¿Contiene la lección algún aspecto “benévolo”, incluye algún esfuerzo real para convencerles de la bondad de Dios y de la misericordia al crear un camino para el perdón en el Calvario? ¿Cómo terminará la lección? Las palabras del “llamamiento” final han de prepararse cuidadosamente. No se debe pensar que esto es algo básico y, por tanto, fácil; esta importante parte de la lección ha de ser siempre novedosa y convincente.

Pide la bendición del Señor en cada uno de los diferentes aspectos del trabajo, recordando sus palabras: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; PORQUE SEPARADOS DE MÍ NADA PODÉIS HACER” (Juan 15:5).

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