jueves, 2 de junio de 2011

Tipos de Anticristos

Tipos de Anticristos
“Y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición” (Ap. 17:10,11)

LOS TIPOS DEL ANTICRISTO Y EL ANTICRISTO DE LOS ULTIMOS DIAS


A lo largo de la historia de la humanidad Dios ha permitido que se levanten reyes y gobernantes, que han sido sombras o tipos de ese hombre que en los últimos días controlará el mundo. Uno de estos grandes tiranos fue Nerón, el emperador romano, además de muchos otros césares del primer siglo quienes son un tesoro de claves para saber cómo será el Imperio Romano Revivido de los últimos días. Después de todo, las profecías de la Palabra de Dios anticiparon cuál sería la duración del reinado de esos déspotas, ¡y el de ese otro que resurgirá en los últimos días y que incluso controlará el mundo por un tiempo! Ya en el pasado algunos eruditos de las profecías han tratado de trazar algunas conclusiones tentativas acerca de sus consecuencias genealógicas. Ahora, nosotros una vez más vamos a examinar otros elementos añadiéndole nueva información.
Los padres de la iglesia primitiva consideraban a Nerón como el modelo perfecto del Anticristo. Incluso en el primer siglo, se pensaba que su desaparición de la vida pública incluía aspectos sobrenaturales. Él de hecho se suicidó, pero se propagaron historias de que simplemente estaba escondido y que un día retornaría para iniciar nuevamente su persecución en contra de los elegidos de Dios. Literalmente por cientos de años persistieron rumores de que Nerón regresaría para terminar su decreto satánico que había dejado inconcluso en el primer siglo. Obviamente, consideraban que era algo más que un hombre diabólico.
Pero, ¿quién era este hombre y que parte realmente desempeñó en la historia espiritual de la humanidad? Por la historia secular sabemos que este siniestro personaje, Nerón, nació en el año 37 y murió en el 68 de la era cristiana. Fue el quinto emperador de Roma y último de la dinastía Julio-Claudia. Nació el 15 de diciembre del año 37 bajo el nombre de Nerón Claudio Druso Germánico, en Anzio. Era hijo del cónsul Cneo Domicio Ahenobardo y de Agripina la Menor, bisnieta del emperador Augusto. En el año 49 Agripina se casó con su tío, el emperador Claudio I, a quien un año después convenció para que adoptara a su hijo. Más tarde, Nerón se casó con la hija de Claudio, Octavia, y aquél le nombró su sucesor, en lugar de su propio hijo, Británico. Tras la muerte de Claudio la Guardia Pretoriana, declaró emperador a Nerón a la edad de 17 años.
Bajo el asesoramiento de Burro y el filósofo Séneca, su tutor, los cinco primeros años de su reinado estuvieron marcados por la moderación y la clemencia, aunque tuvo prisionero a su rival Británico. En el año 59 mandó asesinar a su madre por criticar a su amante, Popea Sabina. Tres años después se divorció de Octavia, a la quien más tarde mandó a ejecutar y se casó con Popea. Burro murió, probablemente envenenado, mientras que Séneca dejó su cargo.
Nerón fue un hombre cruel e inestable que inició la persecución en contra de los cristianos. Como dijera ya en el año 64 de nuestra era él mismo inició el incendio de Roma y que luego usó a los cristianos como chivos expiatorios. En el año 66 el apóstol Pablo fue decapitado por orden suya. Era y es considerado como un monstruo furioso, un déspota ego maníaco que parecía ser arrastrado sobrenaturalmente para hacer el máximo mal posible. Sin embargo, lo más importante es que su vida parece estar entremezclada con la profecía bíblica. Como dijera hace un instante, ya hemos examinado a Nerón en el pasado, pero ahora contamos con nueva evidencia que provee una clave de importancia a un evento que parece destinado a revelarse en un futuro cercano - la revelación del Anticristo.
Un rostro que tenemos que considerar
Si es cierto que Nerón es parte de la referencia bíblica, entonces necesitamos saber tanto como sea posible sobre él. Hace varios años mientras examinaba un volumen de la Enciclopedia me detuve curioso a examinar una fotografía de un busto esculpido en mármol con el rostro de Nerón. Me estremecí al contemplar la inocencia de niño reflejada en un semblante que encerraba un interior insensible y frío. Este rostro se quedó grabado en mi mente, especulando mentalmente qué haría en caso de ver alguien que luciera como él. Sus párpados pesados, sus cejas voluminosas y nariz prominente sugerían un individuo de una naturaleza áspera y emocional. Lucía como un hombre capaz de extrema sensibilidad e intuición por una parte, y por la otra de una crueldad desenfrenada. Sus grandes ojos eran probablemente capaces de parpadear con regocijo, pero nada podía ocultar su verdadera frialdad. Lucían como los ojos de un asesino.
Parecía como un hombre joven que siempre se las había ingeniado para lograr sus objetivos. Su cara redonda me llevó a concluir que realmente disfrutaba de la comida. Tal vez comía demasiado, incluso hasta la voracidad. Conforme repasaba los rasgos de su cara, más me convencía que su rostro claramente exhibía la imagen de un hombre con grandes apetitos - incluso dado a la lujuria.
Sus labios fruncidos exhibían una petulancia y arrogancia extrema, pero también parecían caracterizar a alguien de una naturaleza afeminada. A pesar de todo también parecía haber calor en ellos. Casi podía ver esos labios fruncidos, presionados despectivamente en una sonrisa victoriosa y encantando a su audiencia con cadencias subyugadoras. Pero también era obvio que de aquella boca podían asimismo brotar gemidos, una andanada de gritos y maldiciones.
Luego estaba la barbilla imponente y la quijada con una línea sobresaliente. Casi podía imaginarme su rostro terco, obstinado dispuesto a hacer su voluntad sin reparar en las circunstancias. La palabra cabezadura vino a mi mente. Su mandíbula prominente completaba el cuadro de un hombre en cuya compañía no me gustaría pasar mucho tiempo.
Es cierto que las líneas de su cara eran suaves y juveniles, pero ese contraste amplificaba el efecto general negativo. Además de todo esto, percibía la impresión de una crueldad extrema. Era a no dudar un semblante inestable. No había duda que se trataba de un individuo traicionero; un hombre que debía ser evitado a toda costa. Asimismo era indudable que tenía pasión por el control. Era el rostro de alguien nacido para ser dictador. Era un bruto que pretendía ser sensible, un tirano que culpaba a todos los demás por sus propias faltas, un hombre controlado por sus propias pasiones.
Yo me preguntaba si realmente estaba viendo todo esas características en su rostro o si acaso estaba dejándome influenciar por lo familiarizado que me encontraba con su tenebrosa historia. Pero después de meditar y reflexionar llegué a la conclusión de que seguiría pensando lo mismo, incluso aunque no supiera quién era. Y me dije entonces, “Si alguna vez volviera a ver ese rostro, tomaría nota de él. Luego cerré el libro y dejé que esa imagen quedara en el recuerdo”.
¿Siete emperadores romanos?
Recientemente volví una vez más a mirar ese rostro. Fue mientras conversaba con otro pastor amigo quien me comentó que tal vez los versículos 8 al 11 del capítulo 17 de Apocalipsis, ofrecían una clave respecto a la identidad del Anticristo. Y dicen: “La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será. Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición” (Ap. 17:8-11).
El pastor con quien hablé sugirió la opinión de que los siete reyes mencionados en los versículos 10 y 11 son siete emperadores del imperio romano. Él se preguntó en voz alta si acaso un análisis profundo de estos versículos brindaría una clave sobre la identidad del Anticristo. Su opinión es que los cinco reyes caídos mencionados en el versículo representan los cinco emperadores de la línea Julio- Claudia, es decir: Julio César, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, el último gobernador de este linaje.
Le informé, que esta teoría de hecho, ya había sido propuesta en años pasados. Entre otros, los eruditos bíblicos William R. Newell y Robert Govett, eran de la opinión de que estos cinco emperadores eran los cinco reyes de Apocalipsis 17:10. Siendo este el caso, el “uno” que “es” que menciona el mismo versículo, sería el emperador Domiciano, quien reinó desde el año 81 hasta el 96 de la era cristiana. Generalmente se ha creído que este es el período de tiempo durante el cual Juan escribió el libro de Apocalipsis. Domiciano fue un cruel tirano desconfiado. Sus persecuciones incluyeron a todos, desde senadores romanos hasta cristianos. Era el segundo de los hijos del emperador Vespasiano, y hermano del emperador Tito, a quien sucedió. Expulsó de Roma a los filósofos y matemáticos, y persiguió a los cristianos. El 16 de septiembre del 96, fue asesinado en una conjuración de los oficiales de la corte y de su esposa, la emperatriz Domicia.
Usando este análisis de los versículos en cuestión, seis emperadores romanos, más uno que habría de venir, iban a proveer el modelo para el octavo hombre - el Anticristo final. Conforme seguía conversando con este amigo, el rostro en la enciclopedia del cruel tirano volvió una vez más a mi mente. Era nada más y hada menos que el quinto rey caído de Apocalipsis 17:10 - ¡El emperador Nerón! Y me pregunté: “¿Qué pasaría si Nerón fuera en realidad el quinto rey mencionado en Apocalipsis 17-10? ¿Nos dará su vida y gobierno una clave sobre la identidad del Anticristo futuro?”
El retorcido rey niño
Nerón fue el producto de una intriga palaciega en la familia real de Roma. Agripina, su intrigante madre, se casó con su tío, el emperador Claudio. Con la ayuda y conspiración del liberto Palas, del filósofo Séneca y de Sexto Afranio Burro, el poderoso comandante de la guardia pretoriana, Agripina promovió a su hijo a la máxima posición en la familia imperial.
Claudio fue envenenado en el año 54 de la era cristiana y Agripina y sus aliados tuvieron éxito al colocar al joven Nerón en el linaje de sucesión real. Durante los primeros cinco años de su reinado todo marchó bien, aparentemente debido a que Burro y Séneca eran los verdaderos gobernantes. Pero la perfidia en la familia real continuó, alcanzando su nivel más bajo cuando Nerón asesinó a su madre en el año 59. Después de eso la megalomanía del joven emperador creó un reinado de pesadilla, un reino de terror. A pesar de carecer de talento se consideraba a sí mismo como un gran artista, músico, poeta y atleta. Tenía una personalidad viciosa y vengativa. Atravesarse en su camino era esperar su venganza y hasta la muerte.
La corrupción ancestral de su padre y la ambición desenfrenada de su madre terminaron por crear un monstruo. Fue bisexual desde sus primeros años de adolescencia. Además de eso practicaba muchas otras formas de perversiones sexuales públicas. Era mal hablado, con un temperamento tan violento que rayaba en la crueldad extrema, con un apetito desenfrenado por la comida y el vino.
La historia registra que era un hombre mentalmente inestable, con tendencia al exhibicionismo y a la auto-glorificación. Se encelaba descaradamente de todo y todos a su alrededor, así fuera por popularidad, rango o simple excelencia de carácter. Su vulgar exhibicionismo llegó a ser tan chocante que bien pronto fue detestado por todos los elementos en la sociedad romana. Como el ejército, el senado, los académicos y hasta el populacho se rebelaron contra él, terminó suicidándose el 9 de junio del año 68 de la era cristiana.
Pero, ¿retornará Nerón?
Con su muerte se creó un curioso mito. Hacia la conclusión del primer siglo, el historiador romano Tácito escribió sobre un evento que tuvo lugar en el año 69 de la era cristiana, durante el reinado de Vespasiano. Y decía Tácito: “Aproximadamente en este tiempo, Acaya y Asia estaban molestas por una falsa alarma. Circulaba el rumor de que Nerón iba camino hacia allá (junto con los ejércitos romanos). Se habían propagado historias conflictivas sobre su muerte y un gran número de personas imaginaban - y creían - que estaba vivo”.
Este rumor continuó hasta el segundo siglo y mucho después. Algunos de los cristianos fieles en el segundo y tercer siglo, creían incluso de que él retornaría como el Anticristo. Ellos en particular, tomaban nota del hecho de que su nombre y título sumaban 666, tal como dice el capítulo 13 de Apocalipsis sobre el nombre de la bestia.
Apocalipsis 13:18 revela así el número de la bestia: “Aquí hay sabiduría, El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. A lo largo de la historia se han ofrecido varias explicaciones sobre el significado del 666. The Zondervan Pictorial Encyclopedia of the Bible nos ofrece como ejemplo el punto de vista del primer siglo. El título y nombre de Nerón en hebreo suman 666. Él fue el emperador romano que hizo ejecutar a Pablo. Estas letras en hebreo tienen un valor numérico de 666, como sigue:
Kof 100
Samech 60
Res 200
Nun 50
Resh 200
Vav 6

El Nuevo orden Mundial

El Nuevo Orden Mundial

¿Todavía no crees en el nuevo orden? ¿Piensas que es sólo fantasía? ¿Crees que el Nuevo Orden te traerá Paz y Seguridad? Pues te tenemos muy malas noticias. El nuevo orden se ha venido planificando desde hace mas de 4 mil años, y en pocos años se concretará. Será la cabeza que le falta a la pirámide histórica. ¿Estas preparado?

Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis." ( Apocalipsis 13:16-18 )


Las profecías mas impactantes de La Biblia se encuentran en el último Libro, conocido como "Revelación" o "Apocalipsis", que fuera registrado por el apóstol Juan alrededor del año 95. Estos acontecimientos, la última y mas asombrosa vista panorámica hacia el futuro, personifica revelaciones de sucesos culminantes, algunos ya cumplidos, la mayoría todavía futuros. El libro se presenta, casi en su totalidad, como visiones que el autor declara haber recibido de parte de Dios o de Jesucristo (Ap. 1:1-2) y está escrito en un lenguaje bastante diferente del usado en otros libros del Nuevo Testamento.

La Profecía del Orden Mundial

La Biblia nos revela que, al final de los tiempos, existirá en la Tierra un Gobierno Mundial Único, un Imperio Mundial o un ORDEN MUNDIAL, el cual tendrá, como todo gobierno, UN REPRESENTANTE. Además, este Gobierno Global estará sustentado y complementado por una RELIGIÓN MUNDIAL ÚNICA.
La cabeza humana de esta Religión Global será un personaje de gran carisma, el cual gozará de la aceptación, beneplácito y ciega obediencia de gran parte de la población del planeta. Sus principales "banderas" serán: El Amor, La Piedad, La Paz Mundial y la Hermandad de los Pueblos. No te extrañe que su himno sea "imagine" de John Lenon o algo similar, una canción que aunque hermosa encaja perfectamente bien en la táctica de este líder mundial que comandará el Nuevo Orden.
Imagine
Imagina
Imagine there's no heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky
Imagine all the people
Living for today...
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace...
You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one
Imagine no possessions
I wonder if you can
No need for greed or hunger
A brotherhood of man
Imagine all the people
Sharing all the world...
You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one
Imagina que no existe el Cielo
es fácil si lo intentas
sin el Infierno debajo nuestro
arriba nuestro, solo el cielo
Imagina a toda la gente
viviendo el hoy...
Imagina que no hay países
no es difícil de hacer
nadie por quien matar o morir
ni tampoco religión
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz...
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno
Imagina que no hay posesiones
quisiera saber si puedes
sin necesidad de gula o hambre
una hermandad de hombres
imagínate a toda la gente
compartiendo el mundo
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno

El Gobierno Mundial

De todas las vistas momentáneas de "las cosas que deben suceder pronto..." (Apocalipsis 1:1) que Juan revela, ninguna es mas intrigante y pasmosa que la visión de "La Bestia" del capítulo 13 de Apocalipsis. Esta no es la primera vez que ella ha aparecido a profetas bíblicos. En base al detalle, es evidente que esta es la misma criatura aterradora cuya descripción ya se ha registrado tres veces. Juan personalmente la había visto dos veces. Daniel también la había visto 600 años antes.

Esta Bestia representa EL RESURGIMIENTO DE IMPERIO ROMANO, el cual pasará a ser la FALSIFICACIÓN SATÁNICA EN ESCALA MUNDIAL del reino de Dios.

Este Imperio será gobernado a nivel mundial por UNA sola persona, UN solo hombre, EL ANTICRISTO, quien será el representante de Satanás en la tierra.
Roma recuperará su grandeza. De la forma que controlaba el mundo antiguo, también será la Sede Central para el nuevo Orden Mundial, el sueño de las Naciones Unidas.
Este Gobierno Mundial no será proclamado de manera instantánea, sino que el proceso se ha ido gestando en forma paulatina y se concretará muy pronto.
Básicamente la manera mas eficaz y contundente, es ir "globalizando" a los pueblos a través de sus transacciones comerciales.Los Tratados de Libre comercio son una de las etapas más notorias por estos días.
En este sentido tenemos claras señales de cuanto se está avanzando al respecto, habida cuenta de los convenios comerciales que se vienen desarrollando a nivel mundial, desde hace bastante tiempo, como la Comunidad Económica Europea, el NAFTA, el Mercosur, etc.
Paul Henri Spaak (1899-1972), uno de los fundadores del Mercado Común Europeo (1948) y Secretario General de la NATO (1957-1961), dijo en un famoso discurso: "Nosotros no queremos ya más comités; tenemos ya demasiados comités. Lo que nosotros necesitamos es contar con un hombre que posea la suficiente estatura para coligar a todas las demás personas y que nos saque de esta triste crisis económica en la que estamos a punto de hundirnos. ¡Mandádnos a ese hombre! Lo vamos a recibir, lo mismo si viene de Dios como si viene del diablo."
El siguiente paso, el cual pasmódicamente ya comenzó a manifestarse en Europa, es la UNIFICACIÓN MONETARIA, en donde todo el continente practicamente ya adoptó el EURO, abandonando obviamente cada vieja moneda.
En Julio de 2000, y no con poca consternación, murió para siempre la moneda mas antigua de Europa: EL DRACMA de Grecia, la cual pereció en pos de "promover el avance de la economía mundial" y la unificación monetaria de Europa a manos del EURO.
La nota dice que: "...muchos griegos ven en este cambio como un indicio de que el país está perdiendo su personalidad...". Lamentablemente es un claro indicio de que se perderá mucho mas que eso, y a nivel mundial.
Publicado en revista Newsweek en español 5 Julio 2000 - Pág. 9

Un cambio gigantesco

por Juan Carlos AlgañarazCORRESPONSAL DE CLARÍN EN MADRID

"...Además de la estabilidad política económica europea y a nivel mundial, el euro favorecerá el crecimiento y protegerá a los países de la Unión contra los caprichosos vaivenes de los mercados. La moneda común impulsara, en definitiva, el poder europeo y abrirá el camino a la unidad política y a una Constitución común, el próximo gran desafío..." "...abrirá el camino a la unidad política y a una CONSTITUCIÓN COMÚN..." Esto no es otra cosa que preparar el terreno para el gobierno del Anticristo

Publicado en Clarín, el principal periódico argentino , el domingo 23 de diciembre de 2001

Tareas cumplidas para después de la incorporación del Euro

Presidente de la Comisión europea dijo en un articulo publicado en Clarín, el principal periódico argentino , el jueves 27 de diciembre de 2001 : "Para el final del año próximo, habremos terminado las negociaciones tendientes a incorporar no menos de diez nuevos países a la Unión. En unos años, la Unión Europea se extenderá a la mayor parte de Europa. Destruimos los últimos vestigios de la Cortina de Hierro, reuniendo así el Este y el Oeste y cumpliendo las etapas decisivas para desembocar en una gran Europa..."
"Todos estos hechos, que se producirán antes de que finalice mi mandato al frente de la Comisión Europea, influirán de manera considerable en el conjunto de nuestro continente...."
"En definitiva, este proceso no terminará en la creación de un Estado europeo, sino en algo totalmente nuevo. Estamos construyendo una unión de naciones y pueblos que fortalece nuestra capacidad de resolver problemas comunes, mejora nuestras vidas y las perspectivas de todos..."

"Estamos construyendo una unión de naciones y pueblos..."
(el miércoles 2 de enero de 2002) "Hasta el Papa Juan Pablo II "bendijo" en Roma a la nueva divisa común saludando la llegada del euro, que ayer comenzó a tener curso legal. Europeo de Polonia, país que se apresta a entrar en la comunidad, Karol Wojtyla dijo que con la moneda única los doce países de la Unión "alcanzan una meta histórica". Juan Pablo II dirigió a las naciones de "Eurolandia" "un especial augurio de paz y prosperidad".

Benedicto XVI como era de esperarse, hace llamado a construcción del Nuevo Orden Mundial

El Sumo Pontífice llamó a “construir un nuevo orden mundial” y afirmó que, solo si está unida, la humanidad podrá afrontar amenazas como el terrorismo, la pobreza y las epidemias.
El papa Benedicto XVI exhortó hoy a la humanidad a comprometerse "en la edificación de un nuevo orden mundial, fundado en justas relaciones éticas y económicas", en su primer mensaje navideño desde que accedió al pontificado, en abril.
La humanidad unida, dijo el Papa, podrá afrontar "tantas amenazas actuales", entre las que mencionó el terrorismo, la pobreza, la proliferación de armas, las epidemias y la degradación del medio ambiente.
Este fue el primer mensaje de Benedicto XVI "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo), pronunciado ante miles de personas reunidas en la plaza San Pedro. 
13:16 Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 13:17 y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre.
Diario El Mundo (España)
Un científico propone implantar 'chips' en los humanos para facilitar su identificación
Es un dispositivo similar al que ya llevan en su cuerpo cientos de perros, gatos y otros animales
de compañía para localizarlos en caso de que desaparezcan
"El chip es similar a una pastilla para combatir el dolor de cabeza y tiene una antena que envía una señal a un scanner. En los dos párrafos de información que contiene está un retrato del organismo y de la vida de la persona que lo lleva dentro. Sus números de teléfonos, su tipo de sangre, su dirección, su historial médico y el de su familia y aquellas marcas que tiene en su cuerpo que servirán para identificarle en caso de una catástrofe.
"Estamos listos para producirlo en masa y depende del interés del mercado", asegura hoy Keith Bolton, un vicepresidente de la empresa creadora al diario The Washington Post."
Resumiendo esta parte, queda claro que El Anticristo (persona) será la falsificación que Satanás presentará de Cristo y que el Imperio Romano restablecido, u Orden Mundial, será una falsificación del reino de Dios en la tierra.
En el antiguo Imperio Romano, el emperador era adorado como Dios. Como tal, era el líder del sacerdocio pagano y de la religión pagana oficial del imperio, patrocinada por el estado.
A los Césares se les hacía una imagen ante la cual los ciudadanos estaban obligados a inclinarse en adoración. Los que rehusaban reconocer al emperador como Dios, eran ejecutados. Y así será cuando el Imperio Romano se restablezca bajo El Anticristo (Apocalipsis 13:12-15)
Cuando el emperador Constantino supuestamente se convirtió en cristiano en el año 313 d.C. (en realidad, fue una astuta maniobra política), le dio libertad a los cristianos, así como también categoría oficial a la iglesia cristiana en colaboración con el paganismo.
Puesto que ahora era un cuerpo religioso reconocido en el imperio, Constantino, como emperador, tenía que ser reconocido como su cabeza de facto. Como tal, convocó el primer concilio ecuménico, el Concilio de Nicea.
Mientras gobernaba la iglesia cristiana, Constantino continuó encabezando el sacerdocio pagano, oficiando en las celebraciones paganas, y donando templos paganos, aún después que comenzó a edificar iglesias cristianas. Como cabeza del sacerdocio pagano, Constantino era el PONTIFEX MAXIMUS (PONT MAX), y necesitaba un título similar como cabeza de la iglesia cristiana. Los cristianos lo honraron como "Obispo de Obispos", mientras Constantino se llamaba a sí mismo "Vicarius Christi", Vicario de Cristo. Sin embargo, esta frase en latín, si es traducida al griego, literalmente significa Anticristo.

Constantino era el prototipo del Anticristo profetizado en la Escritura, y quien todavía tiene que venir.
El Anticristo será un individuo único en su género, carente de predecesores o sucesores. Este será el "nuevo Constantino", el gobernante del Impero Romano Mundial restaurado...
"Bienaventurado el que lee,
y los que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca."
( Apocalipsis 1:3 )

Otro Falso Mesías engañando a latinoamericanos : José Luis De Jesús Miranda

Otro Falso Mesías engañando a latinoamericanos : José Luis De Jesús Miranda
¿Sabes tú cuántos son hoy los falsos MESÍAS que están arrastrando a cientos de miles de incautos a sus intereses mezquinos y mercantiles? El líder de una nueva secta en el sur de Florida asegura ser Dios y muchos hispanos están sucumbiendo ante su engaño y entregándole literalmente todo el dinero en sus bolsillos. El predicador puertorriqueño José Luis De Jesús Miranda cuenta que en 1976 le ocurrió algo (muy entre comillas ) "maravilloso cuando estaba viviendo en Massachussets. Asegura que dos seres celestiales lo llevaron a un corredor de mármol en donde una aparición se fusionó con su cuerpo y comenzó a hablar en su interior. De Jesús cree que él y el Señor Jesucristo se convirtieron en uno en ese mismo instante.



De Jesús le dijo así a una reportera del periódico semanal Miami New Times: «A partir de ese día no puedo aprender de nadie, y cuando digo de nadie, es de nadie»

»Entonces, si alguno os dice: "Mirad, aquí está el Cristo", o "Mirad, allí está", no lo creáis,

24 porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos. (Mateo 24:22-23-24-)

La voz en el interior del señor De Jesús le dijo después que se trasladara a Miami, Florida, en donde fundó su tan controvertida secta Creciendo en Gracia junto con un estudio de televisión. En Miami cuenta con una feligresía relativamente pequeña, unos 500 miembros, pero el grupo se ha extendido a unas 300 congregaciones adicionales que suman un total de unos cien mil miembros, residiendo la gran mayoría de ellos en países de América Latina. El grupo tiene iglesias en Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, República Dominicana, Perú, Puerto Rico, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela. Mientras tanto, su programa de televisión supuestamente alcanza a unos dos millones de personas.
El puertorriqueño José Luis De Jesús le ofrece su apostolado a toda persona que se une a su causa y que acepte las revelaciones exclusivas que dice haber recibido de parte de Dios.
A primera vista parece ser un ministro preocupado por la propagación de las doctrinas de la gracia. Su literatura y mensajes grabados en cassettes en contra del legalismo y del sistema de obras para mantener la salvación, resultan sumamente atractivos para todos los carismáticos y ecuménicos desilusionados y hastiados de tanta inseguridad y doctrinas extremistas inventadas por los hombres. Esos descontentos que han comenzado a descubrir la verdad de la seguridad eterna del creyente, encuentran los conceptos y terminología de Creciendo en Gracia sumamente atractivos.
De Jesús utiliza las doctrinas de la gracia como una especie de “caballo de Troya” para atraer a los incautos. Este hombre se ajusta al perfil clásico del religioso estafador, mentiroso y ególatra.
La predicación del señor De Jesús se parece mucho a la de David Koresh. Sus seguidores le llaman «Papito». Muchos llevan puestas camisetas que tienen impreso el rostro de José Luis De Jesús, con este atrevido lema: «Dios ha llegado». Sus automóviles están adornados con placas que dicen: «Creciendo en Gracia: El gobierno del Reino de Dios». En 1999, José Luis de Jesús comenzó a llamarse a sí mismo «El Otro», y luego en el año 2004, ¡declaró que es Jesucristo!
Sus doctrinas son bien extravagantes. Le dice a sus seguidores que pueden vivir de la forma como les plazca porque el pecado no existe y que el diablo está muerto. También enseña la preexistencia, la creencia de que los seres humanos antes de formarse en el vientre de la madre, fueron creados en espíritu, desde antes de la fundación del mundo.
Asegura que las iglesias cristianas son dirigidas por “ministros de Satanás” y anima a los miembros de su organización para que lleven a cabo protestas en los servicios y eventos cristianos de diferentes iglesias. Alienta asimismo a los miembros de Creciendo en Gracia a que les digan a voz en cuello a las personas que «¡El diablo fue destruido!», y que porten pancartas proclamando esto mismo.
Según Mariah Blake, la reportera del periódico Miami New Times, tales protestas han copado la atención de los titulares de las noticias en Miami y a todo lo ancho de América Latina. En Colombia, por ejemplo, los seguidores de José Luis De Jesús recientemente llevaron a cabo protestas simultáneas en 22 ciudades.
De Jesús no oculta sus intenciones. Y le dijo a la reportera del periódico de Miami: «Mi propósito es cerrar todas las iglesias para que así pueda comenzar la iglesia verdadera. Usted bien puede decir que estoy llevando a cabo la reforma más grande que haya ocurrido jamás».
Sí, es obvio que podemos decir eso: ¡Que ya anda suelto otro mentiroso, estafador y discípulo de Satán, buscando a los incautos para arrastrarlos a su secta y esclavizarlos aún más. Especialmente a los hispanos, ya cautivos en la secta del romanismo!
Es más que evidente que se trata de un ladrón sin escrúpulos. Vive en una mansión, conduce un automóvil BMW, anda adornado con costosos diamantes y gasta 300 mil dólares anuales en guardaespaldas. Mientras tanto, mucho de su personal dona su tiempo y entrega un 80% de su ingreso a la iglesia. Por lo visto Satanás tiene una fórmula más elaborada para conseguir dinero. Esto mismo ocurre con innumerables mensajeros del “evangelio de la codicia”.
Álvaro Albarracin, un hombre de negocios en Miami y miembro de Creciendo en Gracia, le dijo al periódico Miami New Times, que su compañía en la internet fue bendecida divinamente por darle doce mil dólares mensuales a la iglesia de José Luis. Este hombre después de hacer millones, vendió su negocio para trabajar con De Jesús. Ahora compra y vende negocios y le da todas las ganancias al grupo. Albarracin agregó: «Deseo consagrar toda mi vida a Papá. Creo verdaderamente que es Dios, mi creador».
Mientras esto ocurre, ¿cuántos de los predicadores de hoy han denunciado semejante engaño? ¡Dios nos pedirá cuentas algún día!

¿Porqué debemos estudiar las Profecias Bíblicas?

¿Porqué debemos estudiar las Profecias Bíblicas?
Son muy pocos los pastores que abordan los temas proféticos, permitiendo que sus congregaciones sepan las cosas del porvenir. ¿Por qué no lo hacen? Hay varias razones:


Son muy pocos los pastores que abordan los temas proféticos, permitiendo que sus congregaciones sepan las cosas del porvenir. ¿Por qué no lo hacen? Hay varias razones: En primer lugar, son prácticamente contados los seminarios teológicos que tienen un concepto bíblico claro de las profecías. Existen incluso muchos líderes y cristianos, quienes sostienen por ejemplo, que Israel perdió todas las promesas que le diera Dios. Aseguran igualmente que esta nación fue reemplazada por la Iglesia y que por lo tanto, las promesas que recibió del Señor, fueron transferidas a la Iglesia. ¡Nada está más lejos de la verdad!
Cada error termina por conducir a otro mayor. La falta por no estudiar ni exponer las profecías bíblicas con lleva a una interpretación errónea, cada vez que el líder, predicador o pastor se ve en la necesidad de responder a preguntas relacionadas con este tema. A continuación enumeraré algunas de las razones de por qué los cristianos debemos estudiar las profecías bíblicas:

1. Debemos hacerlo porque Dios nos invita, nos desafía a que lo hagamos
2. Estudiar las profecías nos libra de cometer muchos errores
3. El estudio de las profecías es inspiración y advertencia
4. Hay promesas para quienes estudian las profecías
5. Debemos estudiarlas, porque es un tema que ha sido descuidado
6. Su estudio produce los mejores cristianos
7. El cristiano que estudia las profecías se fortalece en la fe

1. Debemos hacerlo porque Dios nos invita, nos desafía para que lo hagamos
“Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos” (Is. 45:11). Dios nos desafía diciendo: “Pregúntenme si quieren saber el futuro. Si desean saber qué les depara el porvenir. Averigüen que le espera a mis hijos y qué será de mis obras”.
Dios desea que le consultemos. ¡No quiere que recurramos a los gurúes modernos que se ofrecen a revelarnos las cosas ocultas! Muchos “cristianos” dependen del horóscopo, de las gitanas y los adivinos, y no toman en cuenta para nada las profecías de la Biblia. ¡Y pensar que las profecías en la Palabra de Dios siempre se cumplen con toda exactitud!
¿Alguna vez ha orado pidiéndole a Dios sabiduría y dirección para comprender las profecías bíblicas? Por ejemplo una oración como esta: “Señor, no entiendo lo de los huesos secos en el capítulo 37 de Ezequiel. Tampoco entiendo los capítulos 38 y 39. No comprendo muchas cosas en el libro de Daniel, Isaías, Joel o Zacarías. Mucho menos el libro de Apocalipsis. ¡Ayúdame a entenderlos para enseñar a otros! ¡No quiero equivocar el camino como tantos lo han hecho! Señor, el mundo no necesita más herejes y herejías, pero sí requiere de hombres íntegros, sanos en las doctrinas bíblicas, claros exponentes de tu Palabra. Quiero ser uno de ellos. Amén”
¿Sabía usted que todo cuanto Dios se propone hacer ya está registrado en su Palabra, la Biblia? Él no precisa de “un plan alternativo”, porque nada le toma por sorpresa. Es el diseñador del universo, del hombre y de la Biblia, la que inspiró. Sin embargo, desea que conozcamos sus planes y que este conocimiento nos sirva de inspiración para confiar en todas sus promesas. “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas” (Am. 3:7).
Es verdad que en la Biblia hay algunas cosas que ningún hombre puede entender. Pero esto, lejos de desanimarnos, debe animarnos. Lo que significa, es que el Dios verdadero es tan grandioso y maravilloso que es imposible comprender todo acerca de su Persona: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Dt. 29:29).
Como cristianos no debemos preocuparnos por las cosas que no entendemos. Si Dios permite que algunas estén veladas a nuestra comprensión, seguramente es por nuestro bien: “Justo eres tú, oh Jehová, para que yo dispute contigo; sin embargo, alegaré mi causa ante ti. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos, y tienen bien todos los que se portan deslealmente?” (Jer. 12:1).
Ni Jeremías ni el Salmista ni nosotros, comprendemos este “¿Por qué...?”. Podemos suponerlo, pero aparte de la respuesta que tenemos en la Biblia, nada más sabemos. El Salmista dijo al respecto: “Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mí, hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer. ¡Cómo han sido asolados de repente! Perecieron, se consumieron de terrores” (Sal. 73:16-19). La respuesta a la pregunta de Jeremías, es el fin del impío que prospera, pero el fin de que habla el Salmista es más allá de la vida presente. Son muchas las cosas difíciles de explicar, permítame mencionarle sólo unas pocas:
• Una es el nuevo nacimiento, así le dijo el Señor Jesucristo a Nicodemo: “El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu” (Jn. 3:8). Aquí el Señor Jesucristo está explicándonos, que así como no podemos determinar con exactitud desde dónde se origina el viento, lo mismo es con el nuevo nacimiento, que nadie sabe, excepto Dios, cómo tiene lugar este hecho maravilloso.
• Igual sucede con la salvación del remanente de Israel: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Ro. 11:33).
• Pero... ¿Qué en cuanto a la persona de Cristo? “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria” (1 Ti. 3:16).
• Éstas son algunas preguntas retóricas de Job: “¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?” (Job 11:7). “¿Por qué contiendes contra él? Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones. Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio y en multitud de justicia no afligirá” (Job 33:13; 37:23).
Simplemente, Dios es insondable. No podemos entender muchas cosas acerca de Él y su proceder, pero hay otras que sí nos ha revelado y debemos estudiarlas para nuestro provecho espiritual. Pablo pregunta: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Co. 2:16).
A pesar de nuestras limitaciones, Dios nos invita a que estudiemos su Palabra para saber qué nos depara el futuro. Los cristianos que no estudian las profecías bíblicas pierden mucho, más de lo que suponen. El hecho de que haya cosas que parecen inexplicables no debe desanimarnos, sino más bien debe ser un desafío que debemos aceptar y aprovechar. ¡Debemos estudiar las profecías porque Dios nos invita a hacerlo!
• ¿Quiere saber lo que dice la Biblia en cuanto al futuro de la Iglesia?
• ¿Cuántos son los juicios futuros y quiénes serán juzgados?
• ¿Le gustaría saber cómo, cuándo y de qué forma terminarán los gobiernos humanos?
• ¿Desea estar seguro de que verdaderamente habrá un gobierno mundial?
• ¿Anhela saber cómo terminarán las dos iglesias: la de Cristo y la del Anticristo, que hoy se está estructurando ante nuestros ojos?
• ¿Le interesa conocer cómo concluirá el candente problema en el Medio Oriente?
La respuesta a todas estas preguntas se encuentran en las profecías de la Biblia, pero sino las estudia, si rechaza la invitación divina para que lo haga, se está privando de un conocimiento muy necesario en nuestros días.
2. Estudiar las profecías nos libra de cometer muchos errores
Uno de los principios que debemos aplicar cuando estudiamos las profecías, es evitar por todos los medios sacar conclusiones, al tomar un solo texto fuera de su contexto. Hay algunos ejemplos bíblicos que ilustran bien este principio. Se trata de un asunto tan serio, que la herejía de que “Nadie puede estar seguro de su salvación... De que podemos perder la salvación”, tiene mucho que ver con el desconocimiento de las profecías, y de manera especial, de tomar un texto sin considerar el contexto.
Permítame citar un ejemplo. El Señor Jesucristo dijo: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre” (Mt. 10:22,23). Debemos analizar estas palabras de Jesús:
1. En primer lugar el Señor se estaba dirigiendo a los judíos, les dijo que serían “aborrecidos de todos por causa de su nombre”. Esto nunca ocurrió, ni con los judíos ni con los cristianos, porque ninguno de los dos grupos ha sido jamás aborrecido por todos.
2. Luego, el Señor sigue explicando que cuando fueran perseguidos en una ciudad, debían huir a otra. Esto ya le ocurrió en parte, tanto a los judíos como a los cristianos.
3. En la última parte, el Señor Jesucristo nos deja saber que el significado de todo el contexto se explica a la luz de esta declaración: “Porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre”. Después del día de Pentecostés cuando Pedro predicó el primer sermón y 3.000 almas fueron salvas, las ciudades de Israel fueron literalmente saturadas con la predicación del Evangelio. Pero aquí el Señor está hablando de un tiempo de gran persecución, cuando no tendrán tiempo siquiera para recorrer todas las ciudades de Israel, por la inminencia de su venida.
4. Pero esto no es todo, porque antes de eso expuso estas palabras: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Recuerdo que cuando niño tuve la oportunidad de visitar una iglesia de habla eslava. Allí todos los predicadores eran laicos, la iglesia no tenía pastor, y cada uno hablaba según le parecía. Había un hermano que solía decir: “No es el principio, sino el fin lo que salva”. Tomaba este texto y decía que la Biblia enseña que “el que persevere se salvará”, de modo que quien “no persevere”, aunque haya aceptado a Jesucristo como su Salvador, se perderá.
Por supuesto nunca se explicó el significado de esa “perseverancia”. Hoy en día ya no soy niño, soy predicador desde hace ya varias décadas, sin embargo todavía escucho lo mismo de parte de quienes enseñan que podemos perder la salvación. Estas personas no pueden entender el significado verdadero de este texto, porque hay que examinarlo a la luz de las enseñanzas proféticas. El Señor está hablando aquí del tiempo cuando la Iglesia ya estará con Él. Cuando el mundo estará sufriendo el azote de la gran tribulación, de manera especial el pueblo judío.
El profeta dice: “¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado” (Jer. 30:7). Nahum también nos ofrece otra descripción de lo que será la gran tribulación: “Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. ¿Quién permanecerá delante de su ira? ¿y quién quedará en pie en el ardor de su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por él se hienden las peñas. Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Mas con inundación impetuosa consumirá a sus adversarios, y tinieblas perseguirán a sus enemigos” (Nah. 1:5-8).
Cuando el Señor dijo que “el que persevere hasta el fin, éste será salvo”, se refiere a quienes “sobrevivan” hasta el fin de la tribulación. Varios pasajes de la Biblia hablan del “remanente de Israel” que será salvo en su totalidad. Como los hermanos desconocen que esta profecía está dirigida a Israel, mal interpretan las palabras del Señor Jesucristo y anulan la salvación por gracia. Porque... ¿quién jamás perseveró hasta el extremo de nunca pecar? Sólo el Señor fue capaz de perseverar sin pecar.
La palabra “perseverare” implica más correctamente el que “sobreviviere” a la espada del Anticristo en los terribles años de la gran tribulación. La Biblia deja bien claro que todos los judíos que sobrevivan a la gran tribulación y estén vivos para cuando el Señor regrese con su Iglesia, serán salvos. Esto es evidente, especialmente cuando Pablo dice: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados. Así que en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres. Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios” (Ro. 11:25-29).
Cuando estudiamos las profecías, notamos que Dios mandará a sellar a 144.000 judíos a quienes llaman sus siervos. Tendrán la misión de predicarle de Cristo a su propio pueblo, casi al final de la gran tribulación, de tal manera que antes que ellos terminen de recorrer todas las ciudades de Israel, el Señor retornará con su Iglesia: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén...” (Zac. 14:4a). Entonces, todos esos judíos que no hayan sido evangelizados por los 144.000, creerán en el Señor Jesucristo cuando lo vean venir. “Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito” (Zac. 12:10).
En cuanto a estos 144.000 sellados, dice Apocalipsis 7:2-4: “Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel”. A estos 144.000 se les llama aquí “los siervos de nuestro Dios”. Por la misma Escritura sabemos que Dios llama “siervos” a esos que cumplen su misión. Los predicadores de hoy son sus siervos y deberían actuar como tales.
Como podemos ver, cuando interpretamos la profecía correctamente a la luz de su contexto, podemos entender sin dificultad qué fue lo que quiso decir el Señor cuando declaró, “el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Dios es Omnisciente y sabe que todos los judíos que sobrevivan a los días terribles de la tribulación creerán en su Hijo, en el mismo Jesús a quien sus antepasados rechazaron. Entonces le recibirán, y exclamarán al verlo descender del cielo: “Bendito el que viene en el nombre del Señor” (Mt. 23:39).
Otro texto bíblico que se refiere directamente a los días finales, es éste que dice: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mt. 24:22). Pero... ¿quiere decir esto que los días tendrán menos de 24 horas? ¿Qué significan exactamente las palabras del Señor? Una vez más tenemos que recurrir al contexto profético. El Señor Jesucristo dice: “Y si el Señor no hubiese acortado aquellos días, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos que él escogió, acortó aquellos días” (Mr. 13:20). Es obvio por el contexto, que en ambos pasajes el Señor Jesucristo se está refiriendo a los tiempos difíciles de la gran tribulación. Cuando tengan lugar estos eventos, la Iglesia ya estará con el Señor, de modo que aquí, “los escogidos que él escogió” es una referencia directa a los judíos que son el pueblo escogido por Dios.
“Los días acortados” se refieren simplemente, a que el Señor determinó que la tiranía de Satanás sólo durará siete años, aunque los días más críticos serán únicamente tres años y medio. De lo contrario, “nadie sería salvo”, salvo de la espada del Anticristo. El plan de Satanás será destruir, acabar con la última persona en el planeta para asegurarse así de exterminar hasta el último judío. Los hombres odian tanto a los judíos, porque como Satanás los detesta, instiga la aversión contra ellos. Satanás los aborrece tanto, porque los judíos trajeron al Mesías, quien lo derrotó junto con toda su industria, que es la muerte. Dios, para prevenir el exterminio, acortará sus días, es decir, sólo le permitirá actuar por tres años y medio, en la segunda parte de la gran tribulación, ya que la primera será relativamente buena.
Para poder entender lo de los siete años finales tenemos que estudiar las profecías de Daniel, donde el profeta habla de las 70 semanas. Como este no es el tema que nos ocupa, nos limitaremos solamente a examinar lo que dice sobre la última semana que corresponde al período del Anticristo: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador” (Dn. 9:27).
Para quienes deseen saber más sobre esta “otra semana”, contamos con estudios muy completos sobre este particular que llevan al lector hasta la última semana. Lo mismo ocurre con Apocalipsis 13:5, donde dice que el Anticristo tendrá “autoridad para actuar cuarenta y dos meses”. Los 42 meses equivalen a tres años y medio. Daniel habla de “la mitad de la semana” que son exactamente tres años y medio. En esta semana bíblica, un día corresponde a un año.
Es necesario notar las palabras de Daniel cuando dice: “A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda”. Será entonces cuando el Anticristo pretenderá que los judíos lo acepten como su mesías, después de haberlos ayudado a reconstruir el templo y a que se reanuden los sacrificios prescritos en el Antiguo Testamento. De esto habló Jesús cuando dijo: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis” (Jn. 5:43).
Los judíos recibirán a ese “otro” a quien se refirió el Señor, como un libertador, debido a que finalmente este hombre “resolverá el problema en el Medio Oriente y los judíos y árabes podrán convivir en paz”. Al verse aplaudido por todos, él dará un paso adelante y pretenderá que los judíos lo reciban como el mesías verdadero. Será entonces cuando se desatará la mayor persecución de la historia en contra de ellos, porque no lo aceptarán. Sobre esto dice el apóstol Pablo: “Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2 Ts. 2:3,4).
Pablo dice claramente, que el Señor no regresará “sin que antes venga la apostasía”. La palabra “apostasía” puede traducirse “rebelión”, en este caso una rebelión contra Dios. Esto ya está sucediendo. Hoy estamos siendo testigos de una rebelión teológica nunca antes vista. Los predicadores “famosos” que cuentan con millones de seguidores gracias a la radio y la televisión, están enseñando ese “otro evangelio” que nada tiene que ver con el Evangelio de Cristo. Es una rebelión instigada por el Anticristo, porque cuando la Iglesia de Cristo haya sido tomada arriba en el arrebatamiento, también hará su aparición el mesías del cristianismo falso.
Pablo dice, que este hombre pretenderá ser Dios, y se sentará en el templo de Jerusalén exigiendo que los judíos le reconozcan como su Mesías. Como ellos le rechazarán, entonces convocará a todos los ejércitos de las naciones y se dispondrá a exterminar a los judíos. Sin embargo, no logrará su objetivo, porque entonces el Señor Jesucristo regresará con poder y gloria y lo acabará. Asimismo tomará a su amo Satanás y lo arrojará al abismo: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años...” (Ap. 20:1-3a).
Cuando la Biblia afirma que “aquellos días serán acortados”, nos está diciendo que Dios ya determinó el tiempo exacto de la duración de la tribulación. Declara que aunque la tribulación se extenderá por una semana, por siete años, los peores días corresponderán a la segunda mitad de la semana, a los tres años y medio finales.
Pero si no le interesa estudiar las profecías bíblicas, ¿cómo entenderá estas enseñanzas? En mis viajes por varios países dictando conferencias he encontrado que algunos hermanos preguntan: “¿Será que los días tendrán menos de 24 horas?”. Esa pregunta no me asombra, porque si ignoran el amplio contexto de esta enseñanza del Salvador, es virtualmente imposible que la entiendan. Todos los acontecimientos seguirán su curso, Dios no tiene nada que cambiar a última hora, como si dijera: “Las cosas no salieron como había planeado”.
Dios hará que todo ocurra tal como lo planeó, tal como dijo que sería por medio de sus profetas. Él no requiere de un “plan de contingencia” para usarlo en caso de que fracase su primer proyecto. La Biblia dice que hasta los impíos son levantados por él para “el día malo”. “Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, y aun al impío para el día malo” (Proverbios 16:4). Aunque el Anticristo será Satanás encarnado, esto no lo hará por voluntad propia, sino porque Dios ha dispuesto todo y no tendrá otra opción que seguir el itinerario diseñado y revelado por Dios.
3. El estudio de las profecías es inspiración y advertencia
Algunos cristianos que no creen en el arrebatamiento, suelen decir: “Todo ese cuento ya lo escuché hace muchos años, pero aunque decían que el Señor iba a venir en cualquier momento, todavía no ha ocurrido tal cosa. Tenía siete años cuando comencé a oír a las personas hablar de esto, ya tengo 47 y todavía siguen hablando de lo mismo, sin que suceda el tan mentado arrebatamiento”.
¡Qué absurdo! ¿Sabía usted que todas las generaciones que nos han antecedido esperaban que el Señor regresara en cualquier momento? Puesto que “el día y la hora nadie sabe”, ya desde los primeros días de la iglesia, los apóstoles creían que ellos mismos no iban a morir, sino que el Señor se los llevaría. Al no ocurrir el rapto comenzaron a desanimarse y pensaban que los cristianos que se iban muriendo, perdían las bendiciones del cielo. En respuesta a esta inquietud, Pablo le escribió así a los hermanos de Corintio: “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial; pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Co. 5:1-10).
La presencia del Señor Jesucristo en el momento del arrebatamiento ha servido de estímulo para los cristianos desde el mismo momento en que ascendió al cielo sobre el monte de los Olivos, y seguirá siéndolo hasta el instante en que atraiga a los suyos a su presencia. Así que no se trata de 40 años, sino que desde hace casi 2.000, los cristianos han estado “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tit. 2:13).
A pesar de todo la doctrina del rapto conserva toda su fuerza y es la esperanza de todos los cristianos verdaderos. Es más, hoy la creencia es mucho más fuerte, más real, porque ahora, gracias al tiempo transcurrido, la iglesia de este siglo ha podido ver el cumplimiento de muchas profecías que precederán este acontecimiento. Una buena parte de estos eventos son ya parte de la historia.
Tome por ejemplo la refundación de la nación de Israel ocurrida en 1948. El caso de la degeneración de tantos cristianos que están corrompiendo en forma sistemática las doctrinas bíblicas. El movimiento ecuménico que no es otra cosa que el umbral de la iglesia del Anticristo. Todos los habitantes del mundo esperan a un salvador. Los cristianos aguardamos al Señor Jesucristo. Los demás - así se llamen cristianos o no - recibirán al Anticristo, porque de una u otra forma todos esperamos. Los cristianos aguardamos ser arrebatados en las alturas por el mismo Salvador, mientras que la esperanza de los demás es instaurar el reino “mesiánico” aquí en la tierra. Debido a esto tenemos tantos defensores de la “madre tierra”. Aunque coincidimos con los esfuerzos de los ambientalistas, que tratan de que no se destruya ni se contamine más el planeta, no debemos engañarnos, la Biblia dice que la tierra está destinada para el fuego, así nos guste o no. “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 P. 3:10).
Los primeros cristianos se animaban unos a otros con la esperanza del arrebatamiento. Note lo que dice el apóstol y cómo les recomienda que recurran a esta doctrina como estímulo, a fin de permanecer fieles al Señor. En aquellos días no era fácil ser cristiano, especialmente un cristiano proselitista - es decir ese cristiano que no permanece en silencio sino que se mantiene activo ganando a otros para Cristo. Pablo les dijo: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Ts. 4:16-18).
Los cristianos tenemos el mayor motivo para vivir sabiendo que lo mejor que tendremos es todavía cosa del futuro. Si un cristiano muere, sabe que partirá para estar con el Señor, pero si está vivo en el momento en que tenga lugar el arrebatamiento, será trasladado al cielo para no sufrir los azotes de la gran tribulación. Por eso el apóstol le dijo a los creyentes allá en Tesalónica que tuvieran presentes en sus mentes la realidad del arrebatamiento para animarse unos a otros.
Pero el retorno del Señor no será un momento glorioso para los no salvos, porque ellos serán juzgados y condenados. Piense por un instante en los días de Noé. Dios le anticipó que se avecinaba un juicio y que acabaría con toda la raza humana. Noé tomó en serio la advertencia divina y siguió el plan provisto por el Señor para su salvación. Diligentemente se dispuso a construir el arca en la cual se salvó junto con su familia. A pesar de ser una minoría insignificante, fueron los únicos que se salvaron. Lo mismo se puede decir de Lot en Sodoma y Gomorra. Los habitantes de estas ciudades fueron advertidos de que iban a ser destruidos con fuego y azufre, pero a excepción de Lot y su familia, nadie más prestó atención a esta advertencia. ¿Cómo obró Dios? Primero colocó en un lugar seguro a Noé y a Lot, junto con sus familias respectivas. Luego continuó con su plan, tal como se lo había revelado a sus mensajeros.
Dios nos está diciendo hoy, que se avecinan los terribles días de la tribulación, pero al mismo tiempo ya proveyó un lugar seguro de Refugio para quienes toman en serio su Palabra y esperan en Él. Después de muchos siglos de lo ocurrido en el diluvio y en Sodoma y Gomorra, el apóstol Pedro dice: “Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio; y si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, pregonero de justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo de los impíos; y si condenó por destrucción a las ciudades de Sodoma y de Gomorra, reduciéndolas a ceniza y poniéndolas de ejemplo a los que habían de vivir impíamente, y libró al justo Lot, abrumado por la nefanda conducta de los malvados (porque este justo, que moraba entre ellos, afligía cada día su alma justa, viendo y oyendo los hechos inicuos de ellos), sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio” (2 P. 2:4-9).
Existen sobradas razones para que los cristianos falsos y esos abiertamente incrédulos nieguen el arrebatamiento. Están seguros de que su misión es construir un mundo mejor y más humano, así reza el lema de quienes promueven la hermandad mundial. Son muchos los “cristianos” que creen que tienen la responsabilidad de preparar el medio, el mundo, para que el Señor pueda retornar y reinar. Están convencidos que deben edificar el trono para Él allá en Jerusalén y que serán ellos quienes determinarán cuándo regresará. Pero dice la Escritura: “Por su maldad será lanzado el impío; mas el justo en su muerte tiene esperanza” (Pr. 14:32).
Los cristianos que hemos depositado toda nuestra fe, nuestra esperanza en las promesas divinas, no debemos desesperarnos ni preocuparnos. Aun en el caso que la muerte nos sorprenda antes del arrebatamiento, sabemos qué será lo que sucederá cuando llegue el glorioso día en que el Señor recoja a los suyos. La Biblia dice: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Ts. 4:16,17). Los muertos recibirán un cuerpo glorificado y los vivos serán transformados y todos juntos nos iremos a la presencia del Salvador, a encontrarnos con Él en algún lugar en el espacio. ¡Vale la pena estudiar las profecías! Por esta razón el apóstol Pablo dice: “No menospreciéis las profecías” (1 Ts. 5:20).
¿Cuál es su esperanza, mi estimado amigo? Los cristianos esperamos el cielo, estar reunidos con todos los redimidos en la presencia del Salvador. Todo cristiano verdadero toma muy serio Tito 2:11-13, que dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
Será todo lo contrario con esos que no son salvos, porque no están “aguardando la esperanza bienaventurada”, sino “la ira venidera” - la gran tribulación. Porque Dios entonces derramará su ira sobre toda la raza humana que se burló de Él y de sus hijos y practicó los peores pecados. “Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Ts. 1:9,10).
Al escuchar y leer las noticias diarias nos damos cuenta que estamos amenazados por todas partes. No existe un solo lugar en nuestro planeta que pueda considerarse seguro. Para quienes estudiamos las profecías esto, por cruel que pueda parecer, es un motivo de estímulo, porque la Biblia nos dice que así será el mundo exactamente antes del momento del arrebatamiento. El Señor Jesucristo dijo: “Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos” (Mt. 24:7-11).
¿Acaso necesitamos explicar esto? ¿No es lo que vemos y oímos a diario, tanto en el campo cristiano como en el secular? Y conste, esto es apenas “el principio de dolores”. Como la Iglesia aún no ha partido, el Señor todavía no ha derramado sus juicios sobre el planeta.
4. Hay promesas para quienes estudian las profecías
Dice Apocalipsis 1:3: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. Esta declaración podríamos parafrasearla así: “Dichosos los cristianos que leen, escuchan y estudias las profecías de la Biblia, porque ellas nos permiten descubrir la proximidad del fin”.
Hay un texto en la Biblia, las palabras del propio Señor Jesucristo, que parecen algo extrañas y contradictorias. “Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados” (Mr. 4:10-12).
¿Por qué parece que el Señor dijera que no quiere que ciertas personas entiendan el mensaje y sean salvas? ¿Acaso no es esa la finalidad del Evangelio? ¿Es que el Señor no tiene interés en que los pecadores se arrepientan y sean salvos? ¿No contradice esto las palabras de Pedro quien dijo por inspiración del Espíritu Santo?: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 P. 3:9)
Tal vez aquí debemos introducir la tan mentada “Alta Crítica”. Parece que esta filosofía tuvo su origen en Alemania. La llamada “Alta Crítica” surgió cuando algunos hombres cultos comenzaron a interpretar la Biblia sin ser regenerados. Se dedicaron a llevar a cabo el estudio crítico de la Biblia desde el punto de vista histórico, terminando por determinar que algunos pasajes bíblicos no eran auténticos o sólo lo eran en un sentido alegórico o simbólico.
Este tipo de “cristianismo” llegó muy pronto a las cátedras universitarias en donde fue muy bien recibido. Sabemos que es imposible que una persona pueda interpretar las Escrituras a menos que sea asistida por el Espíritu Santo. Hay muchos que han estudiado la Biblia y han entendido parte de ella, pero nunca han sido regenerados, no han experimentado el nuevo nacimiento. Aunque en cierta forma se convirtieron, hasta dejaron hábitos pecaminosos y adoptaron principios cristianos, cuando el conocimiento reemplaza al nuevo nacimiento, el resultado siempre es el alejamiento de la verdad y el endurecimiento del corazón.
5. Debemos estudiar las profecías, porque es un tema que ha sido descuidado
En estas últimas décadas, casi todo el mundo, en lugar de ir en pos de buenos predicadores, lo que buscan es a lo que mi juicio llamo, “matrigelio”, “sexogelio”, “sicogelio”, “viciogelio”, “divorgelio”, “consejelio”, “musigelio”, etc. Tal pareciera que el Señor envió a algunos a predicar acerca de cuán feliz puede ser la relación matrimonial si se conocen todos los secretos del sexo, y de qué forma ayudan los consejos profesionales del “consejelio”. Muchas veces resulta poco menos que nauseabundo escuchar todas esas enseñanzas que aunque tengan apariencia de cristianas, no son parte de la Gran Comisión ni de las enseñanzas de las epístolas.
Los estudiosos afirman que casi un tercio de la Biblia es profecía. Si es así, y aun el caso que fuera menos, ¿por qué vamos a ignorar toda esa porción de la Biblia? Gran parte de esas profecías están para cumplirse en nuestro día. ¡De que manera enriqueceríamos nuestras vidas si nos dedicáramos a estudiar seriamente las profecías!
Ni los políticos, ni los estrategas militares, ni los religiosos con gran poder y riqueza saben qué les depara el futuro. Sin embargo, cualquier cristiano verdadero, por pobre y humilde que sea, puede ver lo que los sabios y entendidos no perciben. Lo más triste es que en este grupo también están incluidos muchos cristianos, porque no estudian las profecías con detenimiento. Gran parte de la Biblia es profecía y el apóstol nos dice: “Toda la Escritura (incluyendo las profecías) es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:16,17).
Estimado amigo, las palabras “No menospreciéis las profecías”, también son para nosotros. Evite caer en las herejías de los maestros ambulantes que viajan de un lugar a otro ofreciendo ese “otro evangelio” que apela a las emociones. No importa si no entendemos todo, Dios así lo dispuso, de que algunas cosas permanecieran veladas a nuestro conocimiento. No nos preocupemos o desesperemos por eso, porque son muchas las riquezas y bendiciones espirituales que encontramos en las profecías. ¡Los mejores días para el cristiano parecen estar en un futuro cercano!
6. El estudio de las profecías produce los mejores cristianos
1. El estudio de las profecías bíblicas nos estimula a vivir una vida espiritual saludable, rica y expectante. Note el consejo que le dio Pablo a los hermanos de Tesalónica: “Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:18). “Estas palabras” a que se refirió Pablo, es la esperanza del regreso del Señor, la que constituye “El eslabón de oro en la cadena de las doctrinas bíblicas”.
2. ¿Qué otro tema en la Biblia, aparte de las profecías, permite que el cristiano pueda conocer la diferencia entre los dos grupos de cristianos? La Biblia nos dice que existen “cristianos carnales y cristianos espirituales”. Si usted no se proyecta más allá de la vida presente, dirá que Dios no es del todo justo. Ya que se preguntará: “¿Cómo es posible que todos los cristianos, a pesar de sus vidas tan diferentes, puedan recibir al final la misma paga?”.
El estudio de las profecías permite que el cristiano descubra que no es así. Dios es justo y a no dudar establecerá una marcada diferencia entre unos y otros. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con la separación de que habla la Biblia en Mateo 25:31-46, cuando el Señor separa a las ovejas de las cabras. No entiendo, como es posible que algunos pastores le apliquen este texto a la Iglesia. ¡Están interpretando el texto, totalmente fuera de su contexto! ¡Dios nos libre de cometer tan serio error!
3. Ningún otro estudio, como el de las profecías, urge más el cristiano a ganar a sus familiares y amigos para Cristo. No es como cuando se usa el infierno para asustar a los incrédulos, aunque no hay nada de malo en hacer esto. Al estudiar las profecías el incrédulo puede saber que muchos de los grandes eventos ocurridos en el pasado, fueron profecías que se cumplieron. Que todo lo que está ocurriendo en este mismo día, es parte del plan profético de Dios. Que un tirano despiadado, el Anticristo, tomará el control de este mundo, transformará la vida de todos en un infierno y que la mayoría de la población mundial morirá. Que durante ese tiempo habrá guerras, hambres, pestes y grandes manifestaciones cósmicas. Algunas difíciles de explicar.
Si estudia las profecías, tendrá todas las “municiones” necesarias para llevar siempre bien cargada su arma y así podrá dispararle a todos los blancos que el Señor ponga a su disposición. ¡Cuán agradecido me siento con el Señor por haberme permitido estudiar las profecías y entender algunas cosas que jamás habría comprendido si Él no me hubiera movido a hacer! Enseñarle a otros la Palabra de Dios es un asunto muy serio, especialmente cuando queremos ahondar en el conocimiento bíblico, “... Dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios” (He. 6:1). Los miembros de nuestras iglesias deben conocer las verdades más profundas y no conformarse con el A, B, C, inicial de la Biblia.
4. Ningún otro estudio de la teología cristiana, aparte de las profecías, permite que el cristiano pueda comprender el papel de la nación de Israel, tal como lo conocemos hoy. Son muchos los predicadores de nuestro día quienes afirman que la existencia del Israel moderno, no tiene ningún significado profético. Es más, han introducido una de las herejías más destructoras, al afirmar que la nación de Israel perdió todas las bendiciones que le prometió Dios en el principio y que las mismas fueron transferidas a la Iglesia. ¡Qué error más destructivo! Para introducir esta herejía sólo necesitaron este versículo: “Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Dios” (Gá. 6:16).
La sustitución de Israel por la Iglesia, ha servido para justificar la negligencia de no estudiar las profecías bíblicas, ya que no existe razón para ello. Si la Iglesia reemplazó a Israel, debemos olvidarnos de todo lo que tiene que ver con Israel, especialmente con las promesas, a pesar de que muchas están para cumplirse.
¿No se ha puesto a pensar en que los líderes judíos crucificaron a Jesús porque descuidaron el estudio de las profecías? No le prestaron atención a lo que habían dicho los profetas sobre el Mesías. En el Antiguo Testamento está muy clara la enseñanza de las dos venidas del Mesías: Una para morir y la otra para reinar. Lo mismo ocurre hoy con los cristianos. Muchos no creen en que el Mesías vendrá dos veces: Primero para recoger a su Iglesia y después junto con su Iglesia para establecer su Reino milenial. Prácticamente, todos los que creen que la Iglesia ocupó el lugar de Israel, niegan el arrebatamiento de la Iglesia y es fácil descubrir por qué.
5. ¿De qué otra manera podríamos entender mejor el conflicto actual entre Israel y sus vecinos árabes, sino por el estudio de las profecías? La Escritura habla claramente de nuestros días. Y lo que está ocurriendo en ese lugar del planeta es exactamente lo mismo que anticipó la Biblia. Si los políticos de las grandes naciones supieran esto, no dudo que ajustarían sus acuerdos en conformidad con lo que dice la Biblia.
Si lee con cuidado el capítulo 12 de Zacarías, notará que mucho de lo que se dice allí se ha cumplido hasta la fecha. Lo que falta aún por cumplirse ya se vislumbra en el horizonte. Dios dijo: “He aquí yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella” (Zac. 12:2,3).
Los cristianos que estudiamos las profecías sabemos que llegará el día cuando todos los ejércitos del mundo se congregarán en el Medio Oriente para acabar con Israel, pero el Señor intervendrá y los salvará. Dios dice: “Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén... Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla” (Zacarías 14:2a,3a). (Compare esto con Apocalipsis 19:11-21).
Nada de esto concierne a la Iglesia, porque cuando todo esto suceda, la Iglesia ya estará con el Salvador. Como ya dijera, vendrá con el Señor y todos veremos su gran victoria en esta guerra. El profeta dice: “... Y vendrá Jehová mi Dios, y con él todos los santos” (Zac. 14:5b).
7. El cristiano que estudia las profecías se fortalece en la fe
El cristiano que estudia las profecías aprende a interpretar la Biblia correctamente, lo mismo que a relacionar las profecías con los eventos mundiales. Es verdad que prevalecen hoy enseñanzas de ciertos “cristianos” que son lo más antibíblico y extraño que jamás haya escuchado. Es cierto también que ha habido un aumento sin precedentes en los crímenes, robos, asaltos, suicidios y que se cierne sobre nosotros la amenaza de una guerra. Pero todo esto fortalece la fe del cristiano que no desprecia las profecías. El cristiano bíblico sabe que el mundo no mejorará, sino que empeorará, porque así lo anticipa la Palabra profética.
¿Se dio cuenta que en su último viaje a Roma el presidente Bush visitó al Papa? Una persona que desconoce la profecía podría preguntarse: “¿Qué tiene que ver el presidente de Estados Unidos con el Papa?”. Prácticamente todos los gobernantes lo visitan, como si se tratara de un jefe de estado, pero aunque no lo parezca es así. El Vaticano es un estado y el papa es su representante, algo así como su presidente. Por lo tanto, no debe extrañarnos que un presidente, a pesar de que diga que es cristiano, lo visite, porque aunque no lo haga como cristiano, sí como estadista.
Cuando estudiamos el libro de Apocalipsis, el cual es profético casi en su totalidad, encontramos que todo esto fue profetizado por Juan. Leemos: “Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA” (Ap. 17:1-5).
Este texto no es difícil de entender, lo que pasa es que la gran mayoría de los predicadores no quieren vincularlo con el Vaticano pese a que se ajusta en todos sus detalles. Se trata de una organización religiosa que pretende ser cristiana, sin serlo. Se le llama “la gran ramera” y con ella “han fornicado los reyes de la tierra”. Ningún líder de la Iglesia en el Nuevo Testamento, tuvo jamás trato con los monarcas del imperio ni con sus representantes. Si alguna vez estuvieron frente a algún gobernante de cierta jerarquía, fue como acusados por haber predicado el Evangelio.
Sin embargo, las profecías nos enseñan que en los postreros tiempos habrá muy pocos cristianos verdaderos. El estudioso de la Palabra profética no se alarma ante esta unión entre el mundo y la prostituta religiosa. Todo lo que está aconteciendo en la actualidad, incluyendo al movimiento ecuménico, es inevitable, porque es parte integral de la apostasía de los últimos tiempos que precederá el arrebatamiento de la Iglesia.
Podemos estar seguros que la decadencia moral y espiritual y el surgimiento de nuevos movimientos y filosofías, seguirá su curso. Si hoy es bien difícil encontrar una iglesia verdaderamente bíblica, cuando se produzca el arrebatamiento no quedará una sola. “Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida” (2 Ts. 2:7,8).

domingo, 29 de mayo de 2011

Carta a la Iglesia de Dios que Está en Corinto: 1 Corintios - Estudio Completo



 
Carta a la Iglesia de Dios que Está en Corinto: 1 Corintios - Estudio Completo
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MBytes | Idioma: Spanish |Categoría: Estudios Pastorales
Información
PUNTOS SOBRESALIENTES DE CADA CAPÍTULO

CAPÍTULO 1:
1.  La gracia de Dios dada a los corintios
2.  La confirmación
3.  El espíritu sectario
4.  Cristo, poder y sabiduría de Dios

CAPÍTULO 2:
1.  La predestinación
2.  La revelación y la inspiración
3.  El hombre natural / el hombre espiritual

CAPÍTULO 3:
1.  Cristianos carnales
2.  El edificio de Dios
3.  El templo de Dios

CAPÍTULO 4:
1.  Servidores de Cristo
2.  No pensar más de lo que está escrito
3.  El amor paternal de Pablo

CAPÍTULO 5:
1.  Un hermano fornicario
2.  El tal sea entregado a Satanás
3.  Un poco de levadura leuda toda la masa

CAPÍTULO 6:
1.  Juzgando disputas entre hermanos
2.  Lavados, santificados, y justificados
3.  Huid de la fornicación
4.  Su cuerpo es templo del Espíritu Santo

CAPÍTULO 7:
1.  El matrimonio
2.  Quédese en el estado en que fue llamado
3.  La necesidad que apremia

CAPÍTULO 8:
1.  El conocimiento envanece
2.  Lo sacrificado a ídolos
3.  No poner tropiezo al hermano

CAPÍTULO 9:
1.  Los derechos de Pablo
2.  El sostenimiento de predicadores
3.  Derechos cedidos

CAPÍTULO 10:
1.  Ejemplos de desobediencia del Antiguo Testamento
2.  Huid de la idolatría
3.  Comer sin preguntar nada

CAPÍTULO 11:
1.  El orden de autoridad
2.  El velo
3.  La cena del Señor

CAPÍTULO 12:
1.  Diversidad de dones espirituales
2.  Hay muchos miembros de un solo cuerpo
3.  Todos se deben preocupar unos por otros

CAPÍTULO 13:
1.  El amor
2.  Lo perfecto
3.  Cesarán las lenguas

CAPÍTULO 14:
1.  Las lenguas / la profecía
2.  La reunión de la iglesia local
3.  Hágase todo para edificación
4.  Mujeres callen en las congregaciones

CAPÍTULO 15:
1.  El evangelio
2.  Testigos de la resurrección de Cristo
3.  La resurrección de los cristianos

CAPÍTULO 16:
1.  La ofrenda
2.  Los viajes de diferentes cristianos

A.  "LA IGLESIA DE DIOS QUE ESTÁ EN CORINTO"
  1. No se trata de una denominación con "Iglesia de Dios" por nombre propio SINO de la "iglesia", o sea los llamados, de Dios, los que pertenecen a Él. 
  2. "LA" señala que es ÚNICA y que debe estar UNIDA. 
  3. Hay que notar que, a pesar de los múltiples problemas en la iglesia en Corinto, siempre fue reconocida como "LA IGLESIA DE DIOS".  ¿Qué diríamos nosotros de una iglesia con los siguientes problemas?
          a.  Estaban divididos
             (1)  Eran carnales, no espirituales (3:1-4).
             (2)  Eran niños en Cristo a pesar de varios años de ser cristianos (3:1).
             (3)  Había celos y contiendas entre ellos (3:3).
             (4)  Confiaban en los hombres (1:10-12).
             (5)  Amenazaban con destruir la iglesia (3:16,17).
         b.  Toleraban la fornicación en la iglesia (5:1-13).
         c.  Había litigios entre hermanos, delante de los incrédulos (6:1-8).
        d.  Cometían graves errores en la cena del Señor (11:17-34).
        e.  Mal usaban los dones espirituales (12; 13; 14).
        f.  Tenían errores doctrinales sobre la resurrección (15).
  1. Esta iglesia NO es la iglesia de los corintios SINO la iglesia DE DIOS en la ciudad de Corinto.      
  2. La iglesia NO pertenece a los miembros SINO a DIOS.  No es correcto hablar de MI iglesia ni NUESTRA iglesia ni la iglesia de determinado hermano o predicador.  La iglesia es DE DIOS. 
  3. Al considerar la condición degenerada de la ciudad de "CORINTO" es maravilloso que haya existido en ella LA IGLESIA DE DIOS.
B.  "LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS"
1.  Apartados para Dios.
2.  El tiempo del verbo griego ("santificados") es el perfecto y es la voz pasiva.  Esto significa que su  santificación fue efectuada por una fuerza externa (DIOS) no por ellos mismos.  Además es algo YA efectuado PERO siguen en la condición de ser santificados.  Fueron apartados del mundo y del pecado y ahora siguen en el servicio de Dios (lea Colosenses 1:13,14; Romanos 6:17,18).
3.  Cristo es nuestra santificación (I Corintios 1:30).  Es "EN CRISTO JESÚS" que recibimos esta bendición  (vea Romanos 6:3,4; Gálatas 3:26,27).  Conforme a estos textos, entramos en Cristo en el momento de ser bautizados BIBLICAMENTE.  EN Cristo recibimos toda bendición (Efesios 1:3).
4.  "LA IGLESIA DE DIOS" está compuesta de "LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS."  TODOS los miembros de la iglesia de Dios SON SANTOS.
5.  ¿Quiénes son los santos?  "TODOS LOS QUE EN CUALQUIER LUGAR INVOCAN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR

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