jueves, 4 de octubre de 2012

Lecciones para la Escuela Dominical: El Llamamiento de Moisés


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El Llamamiento de Moisés
Moisés es uno de los personajes que más se menciona en la Biblia. No todas las veces la mención es una referencia a la persona como tal, pues en algunas ocasiones se está hablando sobre la Ley o los libros escritos por él.

Para hoy la lección más importante que debemos aprender, en relación con la vida de Moisés, es que él respondió al llamado que Dios le hizo para involucrarse en Su plan.

Al inicio quiso hacer las cosas a su manera y fracasó. Cuando ya era el tiempo de Dios puso un puñado de excusas para no atender al llamado, pero finalmente fue, y luego que se dejó utilizar por Dios fue un líder firme y comprometido.

Moisés pasó los primero años de su vida pensando que era importante, y que por sus méritos humanos sería el libertador de su gente. Pero en lugar de eso terminó exiliado y llegó a ser un sencillo pastor de ovejas. Cruzando al otro extremo, por un momento menospreció el poder de Dios para utilizar a alguien pequeño; pero finalmente aprendió a confiar en Dios y aunque tuvo sus altibajos pudo ver las grandes cosas que el Señor puede hacer con alguien sencillo.

El poder no estuvo en Moisés, el príncipe, el pastor o el profeta, sino en el Dios que le encomendó una tarea y que siempre estuvo apoyándolo para cumplir con Su propósito.

 Pastoreando las ovejas de su suegro Jetro –que significa “Su excelencia”-, Moisés llegó hasta el Monte Horeb –que significa “Desolación”-, donde se le apareció el Ángel de Jehová, (vs. 1-2).
      Según el Diccionario Ilustrado de la Biblia, de editorial Caribe: “Muchos teólogos creen que el Ángel del Señor, mencionado varias veces en el Antiguo Testamento, es una teofanía, o sea, una manifestación de Dios en forma visible y corpórea, antes de la encarnación de Cristo...  Puede concluirse que el Ángel del Señor es el Hijo de Dios, quien revela corporalmente la divinidad, (Juan 1:18)”.  Otros se oponen a esta idea diciendo que diluye el carácter de la encarnación de Jesucristo, y reduce lo dicho en Hebreos 1:4, que fue “hecho tanto superior a los ángeles”.
      El Ángel de Jehová se apareció en una llama de fuego, en medio de una zarza.  Lo curioso era que el arbusto no se consumía mientras ardía.  Esto atrajo la curiosidad de Moisés.  Pero al acercarse a investigar, fue detenido por la voz de Dios que le ordenó quitarse el calzado, pues aquel era un lugar santo, (vss. 2-5).
      Dios se le reveló a Moisés como el Dios de sus antepasados los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob.  El miedo lo sobrecogió y se cubrió la cara porque tuvo temor de mirar la gloria de Dios, (vs. 6).  Se creía que ver a Dios cara a cara ponía a quien lo hacía en peligro mortal.  Así se lo dijo Dios mismo más adelante, (Éxodo 33:20), “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre y vivirá”.  El Señor le dijo a Moisés que el tiempo de liberar a los israelitas de la esclavitud en Egipto había llegado ya.  Le reveló su plan de llevarlos a una tierra buena y de abundancia, (vss. 7-9).  La expresión “tierra que fluye leche y miel”, es la descripción tradicional de la región llena de colinas de Canaán en su estado pastoral original.
      El elegido para la gran tarea de liberar a los hebreos era Moisés, (vs. 10).  Sin embargo, después de cuarenta años cuidando ovejas, caminando a solas por los desiertos, con una familia y un hogar establecido en Madián, Moisés ya no era el líder animoso que una vez había querido libertar a su pueblo por su propia iniciativa.  Tal vez ya había olvidado mucho del lenguaje refinado de la corte egipcia, y hablaba sólo el idioma madianita.  Ahora era un Moisés maduro, más sabio y calculador, era más prudente y por ello presentó una serie de excusas:
1.  Se sintió pequeño para tal misión. Cuarenta años antes lo había echado a perder todo al matar imprudentemente al egipcio.  Moisés preguntó: “¿Quién soy yo?”  Dios le respondió: “Ve, porque yo estaré contigo”, (vss. 11-12).
2.  Dijo que no sabría qué responder cuando le preguntaran: “¿Cuál es su nombre?”  Dios le contestó: “YO SOY EL QUE SOY...  Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”, (vss. 13-15).  Con este nombre Dios se revela a Moisés como un Dios real, personal, inmutable y todopoderoso.
3.  Moisés argumentó que no le creerían que Dios se le había aparecido.  Dios le mostró que su vara de pastor al dejarla caer al suelo se transformaba en culebra; y que al meter su mano en sus ropas se volvía leprosa, y al meterla de nuevo, se volvería sana de nuevo, (Éxodo 4:1-9).
4.  Pretexto aún más: “Nunca he sido hombre de fácil palabra”.  Dios pacientemente le ofreció: “Yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que hayas de hablar”, (Éxodo 4:10-12).
5.  Continuó negándose hasta enojar a Dios, (Éxodo 4:13-14).  Aún así, Dios le ofreció que su hermano Aarón lo ayudaría, y que Él les daría palabras y los guiaría en lo que debían hacer, (vss. 13-17).  Finalmente, Moisés accedió y decidió cumplir la tarea que el Dios de Abraham, Isaac y Jacob le había encomendado.

PREGUNTAS PARA CONSIDERAR
1.  ¿Cuál es la gran tarea que Dios lo ha llamado a hacer en su vida?
2.  Está ya preparado o está preparándose para realizarla?
3.  ¿Qué obstáculos ve adelante para efectuar su llamamiento?
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Lecciones Para La Escuela Dominical: Moisés se Pone a la Orden


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Moisés a la Orden
Fondo bíblico: Éxodo 3:1 al 4:17

Verdad central: Dios llama y equipa a la gente para una tarea especial.

Texto áureo: Lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Éxodo 3:4

Objetivo

Reconocer que Dios escoge a las personas para una tarea especial, y apreciar su dirección divina.

Bosquejo

I. El encuentro divino

-- A. El llamado divino

-- B. La comisión divina

II. La respuesta humana

-- A. "¿Quién soy yo?"

-- B. "¿Quién eres tú?"

III. La promesa de ayuda

-- A. El Dios de acción

-- B. El Dios de poder

-- C. El Dios que provee

Introducción

Una de las experiencias más solemnes y trascendentes de la vida del cristiano es el llamado específico de Dios a hacer algo. La historia de Israel y de la Iglesia nos presenta numerosos relatos de personas a quienes Dios llamó para cumplir una tarea especial. El llamado y las respuestas-dadas fueron tan diversos como los individuos que fueron llamados. Algunos fueron llamados a ser líderes, otros fueron llamados a un servicio simple. Algunos huyeron, otros discutieron, y aún otros respondieron en obediencia inmediata. El elemento compartido por todos ellos fue la toma de una decisión. El relato del llamado de Moisés nos describe la asombrosa experiencia de un hombre. Este relato anima a los que ven sólo sus debilidades a enfocar en un Dios que sólo ve Su poder.

Comentario Bíblico

I. El encuentro divino Éxodo 3:1-10

-- A. El llamado divino

Uno de los principios fundamentales del servicio a Dios es que la tarea asumida se origina en el llamado de Dios. Nadie, sean cuales sean los talentos o la posición que tenga, podrá establecerse ante la presencia de Dios. Los puestos de servicio espiritual son dados por Dios soberanamente.

El relato de la vida de Moisés en Madián (v. 1) hace hincapié en esta verdad. La frase "apacentando Moisés las ovejas" en el idioma hebreo indica que éste era el oficio de Moisés; era pastor. Estaba viviendo tranquilamente en el exilio, lejos del puesto de príncipe que tuvo en Egipto.

Pregunta: ¿Qué diferencia hay entre los criterios que empleamos los seres humanos para determinar el potencial de una persona, y los criterios que usa Dios?

La gente a menudo juzga las cualidades de los demás según su inteligencia, habilidades, y capacidad para tomar decisiones. Las normas que Dios usa son diferentes. Moisés, un hombre que mató a un egipcio y huyó al desierto, no califica dentro de las normas humanas para una tarea especial. Pero Dios vio algo en Moisés que Él pudo usar.

Dios no llamó a Moisés cuando éste gozaba de los deleites del palacio de Faraón o de su preparación en la escuela de los egipcios. Más bien, este llamado de ser profeta nos muestra una rotura radical con todos los lazos del pasado. Cuando Moisés tuvo ese encuentro con Dios en forma de la zarza ardiente, no lo vemos preocupado con la situación del pueblo hebreo, ni con un deseo de ser su libertador. Más bien, todo el relato del llamado de Moisés se presenta como algo iniciado por Dios.

Aunque Dios es responsable de la preparación que mucha gente recibe aun antes de convertirse, sus talentos personales no desempeñan parte alguna en prepararlos para recibir el llamado de Dios a hacer su obra. Dios puede usar las habilidades y la educación de uno como lo hizo con Moisés, pero no juegan un papel importante en ser llamado o usado por Dios.

Los medios y los eventos que Dios utiliza para llamar a sus siervos escogidos son tan diversos como la gente a quien Él llama. Lo importante de la zarza ardiente es que esto era un evento nuevo y extraordinario en la vida de Moisés. Marcó un nuevo período en la interacción entre Dios y Moisés. La vida de pastor para Moisés había terminado; la nueva vida de ser un libertador y profeta estaba para comenzar.

-- B. La comisión divina

Moisés fue parte de un momento especial y sobrenatural. Estaba ante el Dios de sus padres (v. 6).

La repetición en los versículos 7 y 9 expresa que Dios estaba muy consciente de las aflicciones de su pueblo. Él había escuchado sus clamores y conocía sus penas. Este es un ejemplo de la gran compasión de Dios y de su entendimiento de la condición y las necesidades de su pueblo. El llamado de Moisés no se basaba en el corazón y las pasiones de él; ese llamado estaba basado en la compasión de Dios por Israel.

Moisés serviría como el representante de Dios. En el versículo 8, Dios expresó claramente sus intenciones: librar al pueblo de la esclavitud y llevarlos a "una tierra buena". En el versículo 10, Dios le dijo a Moisés que Él sacaría al pueblo de Egipto.

Pregunta: ¿Qué peligros enfrentan los cristianos si creen que el éxito o el fracaso en la obra de Dios dependen de ellos en lugar de Dios?

Los cristianos nunca deben olvidar la solemne responsabilidad de ser representantes de Dios. De la misma manera, nunca deben olvidar que después de todo, es Dios que cumple las tareas que Él les asigna. Son sólo instrumentos en sus manos. Ellos actúan como necios cuando empiezan a confiar en sus propias habilidades. Tengan por seguro que siempre fallarán, y hasta posiblemente desilusionarán a quienes sirven.

II. La respuesta humana Éxodo 3:11-13

-- A. "¿Quién soy yo?"

Mientras que el llamado de Dios a una tarea especial se basa en la soberanía y la gracia de Dios, la voluntad e iniciativa humana también están presentes y activas. Este pasaje nos enseña que al principio Moisés resistió el llamado de Dios en su vida. Su caso no es el único en las Escrituras. Otros dos ejemplos son Gedeón (Jueces 6:11-40) y Jeremías (Jeremías 1:1-12). Pero estos ejemplos muestran que, a pesar de la reserva humana. Dios puede transformar vidas. Moisés con el tiempo sería el gran líder de Israel durante este período formativo de la historia del pueblo.

Moisés resistió el llamado de Dios presentando cinco razones distintas (3:11; 3:13; 4:1; 4:10; 4:13). Dios consideró cada una seriamente y las contestó en forma completa y maravillosa.

La reacción inicial de Moisés es común a todos los que se encuentran ante la presencia y persona de Dios (lea, Isaías 6:5). A diferencia de su resistencia demostrada más tarde, la primera pregunta de Moisés demuestra una legítima reacción inicial de un individuo que es confrontado por Dios al ser llamado para hacer su obra.

Pregunta: ¿Cuáles son algunos de los beneficios que los cristianos recibirán al tener una correcta perspectiva de sí mismos delante de Dios?

La primera pregunta que Moisés hizo es una de dos preguntas críticas que todo cristiano debe hacer. Una correcta perspectiva de sí mismo en relación con Dios y su obra es fundamental para que el servicio espiritual sea efectivo. Esto nos recordará de quién es la obra, y refuerza el conocimiento de que Dios es el que realmente cumple la obra.

La respuesta de Dios a Moisés fue directa y poderosa; el asunto no era quién era Moisés, sino quién era el que lo llamó. Mientras más íntimamente conocemos a Dios, mejor nos entenderemos a nosotros mismos. Con una certidumbre absoluta. Dios le prometió a Moisés que Él iría con él. Para reforzar esta promesa. Dios le dio a Moisés una señal. Esta señal (la zarza ardiente) tuvo dos funciones: (1) Era una señal visible del poder y de la santidad de Dios que ha irrumpido en la escena de la experiencia humana; y (2) señaló el futuro seguro de un pueblo redimido adorando a su Dios en su santuario.

-- B. "¿Quién eres tú?"

La segunda reacción de Moisés refleja una segunda pregunta fundamental para todo cristiano: "¿Quién es Dios?" Más específicamente la pregunta debe ser: "¿Realmente sé quién es el que me llamó?" Para Moisés y los cristianos que buscan ser sinceros consigo mismos, esta pregunta contiene elementos de una fe sincera así como de duda humana.

Esta no es una pregunta de reflexión filosófica; es una pregunta respecto a una relación muy especial. Moisés y el pueblo tenían que saber cuáles eran las intenciones de Dios. Aunque Él era el Dios de sus padres, ¿cuál seria su futura relación con ellos? Al entender quién era Dios, sus preguntas serían contestadas.

PREGUNTA: ¿Qué pasos prácticos podemos tomar para crecer en el conocimiento de Dios?

El cristiano debe dedicar su vida a obtener más conocimientos de Dios. La lectura sistemática de la Biblia, la oración y el ayuno son pasos vitales y necesarios para crecer en el conocimiento de Dios. Mientras existe el elemento de divinidad soberana para conocer a Dios (Mateo 11:27), también existe el elemento de voluntad humana que responde positivamente a la dirección interna del Espíritu Santo (Salmo 27:8).

III. La promesa de ayuda Éxodo 3:14,15; 4:1-5.10-16

-- A. El Dios de acción

Dios expresó sus intenciones y futura relación con Israel a Moisés al revelarse como Jehová, un nombre derivado del verbo hebreo "ser", YO SOY EL QUE SOY. También incluye acción futura—YO SERÉ EL QUE SERÉ.

Dios se revelaría por medio de eventos y actos especiales en un futuro que todavía no revelaría a Moisés. Sin embargo, en los días venideros este Dios de acción obraría por medio de Moisés.-'Como líder de Israel, Dios le aseguro a Moisés que Su presencia sería la fuerza detrás de su liderazgo. Fue esta presencia divina que Moisés reconoció como la cualidad indispensable que lo distinguió a él y al pueblo de Israel de las demás naciones (Éxodo 33:16). Lo que distingue a los divinamente llamados al servicio de Dios en cualquier capacidad es Su presencia en sus vidas.

Jehová sería el nombre que el pueblo de Israel usaría para referirse a Dios "este es mi nombre para siempre" (3:15). Esta frase sugiere que la revelación de Dios continúa y es para siempre. A través de la historia de Israel, este nombre (y su forma corta Jah) apareció en muchas combinaciones que expresaban en forma precisa cómo Dios se había revelado a Israel: Libertador, Guía, Juez, Sanador, Proveedor y muchos otros.

PREGUNTA: ¿Cómo se ha revelado Dios a usted por medio de Su poder?

Dios continúa revelándose a sí mismo a aquellos que lo buscan. Él desea una íntima relación con Sus hijos; desea ser conocido de una manera personal.

-- B. El Dios de poder

En Éxodo 4:1 Moisés contradijo en forma directa la promesa de Dios en 3:18: "Y oirán tu voz." "Ellos no me creerán, ni oirán mi voz", dijo Moisés. Tenía que convencerse de que el poder de Dios en efecto estaba con él. La respuesta de Dios exhibió la gran paciencia que Él mostraba hacia las dudas de Moisés. Hasta le ofreció a Moisés tres señales—la señal de la vara, la mano leprosa, y la descripción de las aguas del río convirtiéndose en sangre. Estas servirían de señal al pueblo y a Moisés.

Para que un cristiano realmente sea efectivo en llevar a cabo los planes de Dios, debe asegurarse internamente de que el poder de Dios operará en su ministerio. Este poder sirve dos propósitos mayores: (1) como un medio para confirmar al cristiano y a los que él sirve que Dios verdaderamente está obrando (4:5); y (2) para los que no son creyentes, una demostración del poder y autoridad de Dios (4:8,9).

-- C. El Dios que provee

Moisés debió estar satisfecho desde un principio, cuando tuvo la experiencia de la zarza ardiente. Debió creer que Dios estaría con él y que cumpliría todas sus promesas. Pero a Moisés le faltaba crecer más. Con el transcurso de los años su relación con Dios se desarrollaría aun más mientras ministraba a Israel. En este momento de su vida, vemos que Moisés era como la mayoría de nosotros. Él tenía dudas también.

Al rogarle a Dios por última vez que enviara a otra persona en lugar suyo, es evidente que Moisés buscaba una razón para no responder al llamado de Dios. Una vez más. Dios demostró su paciencia tratando con las debilidades del hombre. Sin embargo, Él permitió que Moisés conociera Su ira también. La respuesta a cada pregunta sirvió para decirle a Moisés que Dios está consciente de las limitaciones del hombre, y escoge llamar a individuos a pesar de sus protestas. Dios le afirmó la misma verdad a Pablo cuando dijo: "Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad" (2 Corintios 12:9).

La última protesta de Moisés recibió una reprensión severa de Dios. Este pasaje muestra a Moisés muy desesperado. Moisés ya no podía postergar su decisión de ir o no. Dios le concedió una petición a Moisés, pero no lo libró de su responsabilidad. Si bien Aarón fue señalado como el portavoz, fue Moisés quien fue comisionado como el intermediario de Dios (4:16). El servicio a Dios es un asunto de sumisión: la sumisión de una voluntad humana y finita a un Dios paciente y todopoderoso.

Aplicación

La vida de Moisés demuestra que el llamado de Dios es tan único como la gente a quien Él llama. Dios no llama a un cristiano según sus talentos o dones naturales, aunque puedan ser importantes. Más bien, la comisión se basa en la elección soberana de Dios de un individuo para llevar a cabo Su plan. No vamos a imponer las normas de la sociedad secular de cualificaciones estrictas para un servicio espiritual al punto que no podamos reconocer la obra de Dios en la vida de ese individuo

La experiencia del llamado de Dios puede traemos a una etapa crucial de reconocer quiénes somos nosotros y quién es Dios. Debemos reconocer que no tenemos ningún poder para traer cambios permanentes y significativos sin el poder de Dios. Moisés no fue llamado debido a sus talentos, preparación, o éxitos personales. Moisés fue llamado porque Dios sabía lo que Él podía lograr por medio de él. Así como fue importante para Moisés saber quién lo llamó, así también el liderazgo espiritual y efectivo requiere tener un conocimiento creciente de Dios cada día.

Los que responden al llamado de Dios tienen la promesa de su presencia, poder y providencia. Sólo aquellos hombres y mujeres llenos "de fe y del Espíritu Santo" (Hechos 6:5) pueden ejercer liderazgo espiritual. Las poderosas manifestaciones del poder de Dios operarán en la vida de sus siervos para que los que no creen puedan creer y tener fe, y los que creen puedan ser fortalecidos y alentados.
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Lecciones para la Escuela Dominical: Moisés Provisión de Dios para Liberar a su pueblo


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Moisés: Provisión de Dios
La historia de Moisés es una de las más famosas de la Biblia.
Moisés era el hombre quien dios usó para sacar Su pueblo de la esclavitud en Egipto.
Moisés alzó su vara y el Mar Rojo se partió.
Moisés era el hombre que tuvo un encouentro con Dios en el monte de Sinaí y recibió los Diez Mandamientos.
Moisés era el hombre quien Dios usó para guiar Su pueblo por el desierto a la "Tierra Prometita".
Cuando Dios necesita que se haga algo, frecuentemente emplea a hombre para hacerlo. Si Dios necesite hacer algo hoy día, quizas use a Ud.
El éxito de Moisés no tuvo nada que ver con su propia sabiduría y fuerza. Su éxito provino del poder de Dios.
Su éxito de Ud. también podría provenir de Dios.

En la última lección aprendimos que los hijos de Israel se mudaron a Egipto para escapar de una escasez de elementos tremenda. José, uno de los hijos de Israel, era un gran líder en Egipto. Mientras José vivía, los hijos de Israel estaban respetados y tratados con bondad.

No obstante, cuando José murió, su pueblo llegó a ser víctimas de discriminación. De hecho, llegaron a ser esclavos. Es interesante notar que todas las naciones que han esclavizado a otros, had llegado a tener miedo de ellos. Así que, los eqipcios llegaron a temer a los hijos de Israel, que también se llaman hebreos. Temían que los hijos de los hebreos salieran de la niñez y formaron un ejército revolucionario. Por tanto, se decidieron matar a todos los niños recién nacidos.

Aproximadamente en estos días, Moisés nació. Sus padres no tenían miedo del mandamiento del rey, y escondieron al niño Moisés por tres meses. Cuando ya no había seguridad en tenerlo en la casa, concibieron un plan audaz. Hicieron una arquilla de juncos y la pusieron con el niñito Moisés adentro, en el río. Su hermana, María, mir[o de lejos para ver lo que le acontecería.

Lo pusieron a Moisés en el río donde la hija del Faraón venía para bañarse. Cuandovio al niñito, se decidió a adoptarlo y criarlo como su pripio hijo. María se fue a la Princesa y le preguntó si quería una nodriza que le creara al niño. En esta manera, pues, la mamá de Moisés recibió pago por criar a su propio niño. Moisés fue criado como el hijo de la hija de Faraón. Así que, tuvo la oportunidad de ser capacitado en toda la sabiduría y los conocimientos de los egipcios. También tenía contacto con su mamá, y ella podía enseñarle acerca del único Dios verdadero.

Cuando Moisés llegó a ser un hombre, vio a un egipcio que golpeaba a uno de sus hermanos hebreos. Moisés mató al egipcio, porque pensó que sus hermanos entendieran que Dios lo estdaba llamando para ser su libertador. No entendieron. Moisés pensaba que él llegaría a ser un líder revolucionario, pero fue un fracaso. Había matado a un egipcio y tuvo que huirse del país para evitar que etuviera encarcelado.

Durante los 40 años siguientes, Moisés vivía en la tierra de Madián. Moisés no hizo nada de importancia durante este entero período de tiempo, sin embargo éstos no eran años desperdiciados. Eran muy importantes. Alguien ha observado que Dios cria cosas de la nada. Así que, cuando Dios quería hacerle de Moisés un gran líder, lo redujo a la nada.

La Biblia enseña que los pastores eran una abominación a los egipcios. (Génesis 46:34) Por eso, Dios hizo de Moisés un pastor. Moisés, que había sido un príncipe poderoso y bien educado en Egipto, pasó cuarenta años como pastor. Moisés había sido una vez poderoso en palabras y hechos en Egipto, )Hechos 7:22) Ahora no era nada. Aún se había olvidado de hablar con facilidad el idioma egipcio.


Entonces, en aquel momento Dios llamó a Moisés. Dios le habló de una zarza ardiente. Le dijo que guitara su calzado, porque el lugar en que el estdaba, era tierra santa. Cuando nos vamos a trabajar, nos ponemos los zapatos. Ahora, Dios iba a trabajar en la vida de Moisés.

Dios iba a liberar Su pueblo de la esclavitud egipcia, y se decidió trabajar por medio de Moisés para cumplir la tarea. Nuevamente, es importante recordar que el éxito de Moisés era el resultado directo del poder de Dios.

Por supuesto, el Faraón de Egipto no quería libertar sus esclavos. Tuvo que ser obligado a libertarlos. Dios dio a Moisés el poder de hacer diez gan milagros. Cada milagro trajo desastre sobre los egipcios. Estos milagros se llaman las Diez Plagas.

La última plaga era la de la muerte. Moisés advirtió al Faraón que sí no libertara el pueblo de Dios, el primogénito de todos los hombres y bestias muriera. Dios dijo a Su pueblo cómo evitar estda plaga. En un día especial, matarían a un cordero, y pondrían su sangre en los dos postes de la puerta de sus casas. Cuando el Señor viera estda sangre, El "pasará por encima" de esta casa. El pueblo hebrdeo, hasta hoy día, celebra este gran acontecimiento por observar la "Pascua de Jehová".

Moisés era un hombre importante, pero sólo era importante pordque Dios lo usó. Dios lo inspiró a escribir los primeros cinco libros de la Biblia. Dios le dio la habilidad de libertar a los hijos de Israel. Recuérdese que Moisés era uno de los hijos de Israel, también. Esa era su familia y sus amigos. Esta histgoria se encuentra en el libro de Éxodo. Espero que algún día Ud. lea la historia entera directamente de la Biblia.

Por favor tome Ud. algunos momentos para pensar en su propia familia y sus amigos. Quizás ellos, también, necesiten la liberación. Sabemos que Dios no quiero que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Quizás Dios trabaje por medio de Ud., como lo hizo por medio de Moisés.
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Lecciones para La Escuela Dominical: Israel en Egipto



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Israel En Egipto
Hay que recordar que cuando Dios hizo el pacto con Abraham, le indicó que habría de morir sin haber recibido la herencia, y que sus descendientes serían oprimidos y afligidos en tierra extraña, y que posteriormente, en la cuarta generación, regresarían a la tierra prometida.

"Le dio el pacto de la circuncisión, y así Abraham engendró a Isaac, y lo circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas. Los patriarcas, movidos por envidia, vendieron a José para Egipto; pero Dios estaba con él y lo libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante del faraón, rey de Egipto, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa... José envió a buscar a su padre Jacob y a toda su familia, en número de setenta y cinco personas. Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él y también nuestros padres, los cuales fueron trasladados a Siquem y puestos en el sepulcro que Abraham, a precio de dinero, había comprado a los hijos de Amor en Siquem. Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, hasta que se levantó en Egipto otro rey que no conocía a José. Este rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres hasta obligarlos a que expusieran a la muerte a sus niños para que no se propagaran" (Hech. 7:8-19).

El rey "que no conocía a José" era de otra dinastía; pertenecía a un pueblo que, viniendo del Este, había conquistado Egipto. "Porque así dice Jehová: ‘De balde fuisteis vendidos; por tanto, sin dinero seréis rescatados’. Porque así dijo Jehová el Señor: ‘Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón’. Y ahora Jehová dice: ‘¿Qué hago aquí, ya que mi pueblo es llevado injustamente? ¡Los que de él se enseñorean lo hacen aullar, y continuamente blasfeman contra mi nombre todo el día!’, dice Jehová. ‘Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre en aquel día, porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente’" (Isa. 52:3-6).

Significado de Egipto

Por el texto precedente podemos saber que la opresión de Israel en Egipto implicaba oposición y blasfemia contra Dios; el rigor de esa persecución tenía relación directa con el desprecio de Egipto hacia su Dios y su religión. Es también evidente que la liberación de Egipto es un hecho idéntico a la liberación experimentada por aquel que está "vendido al pecado" (Rom. 7:14). "Ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1 Ped. 1:18 y 19). Por lo tanto, un breve estudio de lo que constituye Egipto en la Biblia, y de la condición de los israelitas en su estancia allí, nos ayudará a comprender el significado de su liberación.

La idolatría de Egipto

De entre todas las idolatrías en los tiempos antiguos, la egipcia era indudablemente la más atrevida y completa. Era tal el número de los dioses de Egipto, que era casi imposible de contar; pero cada uno de ellos tenía una relación más o menos directa con el sol, como dios principal. "Cada ciudad egipcia tenía su animal sagrado, o fetiche, y cada ciudad tenía sus propias divinidades" (Enciclopedia Británica). Pero "el sol era el núcleo central de la religión del estado. De varias maneras estaba a la cabeza de cualquier jerarquía" (Imágenes del sol y el Sol de justicia, en O.T. Student, Ene. 1886). "Ra, el dios sol, solía representarse por un ser humano con cabeza de halcón, y ocasionalmente por un hombre, en ambos casos llevando casi siempre el disco solar sobre su cabeza".

En Egipto había una unión perfecta de la iglesia con el estado; de hecho, ambos eran idénticos. Así lo documenta "Religiones del mundo antiguo" (Rawlinson), p. 20:

"Ra era el dios-sol de los egipcios, y se lo adoraba especialmente en Heliópolis. Algunos opinan que los obeliscos representaban sus rayos, y siempre o casi siempre se los erigía en su honor... Los reyes consideraban en su mayoría a Ra como su especial patrón y protector; llegaban incluso tan lejos como para identificarse personalmente con él, atribuyéndose ellos mismos los títulos de éste, y adoptando su nombre como el prefijo común a sus propios nombres y títulos. Muchos creen que ese es el origen del término Faraón, que sería la transliteración hebrea de Ph’Ra: el sol".

Además del sol y la luna, denominados Osiris e Isis, "los egipcios adoraban un sinnúmero de animales tales como el buey, el perro, el lobo, el halcón, el cocodrilo, el ibis, el gato, etc." "De entre todos esos animales, el toro Apis, que los griegos llamaban Epapris, era el más famoso. Se erigieron en su honor templos suntuosos mientras vivió, y aún más tras su muerte. En esa ocasión todo Egipto guardó luto. Fueron traídos obsequios con tal pompa y solemnidad que raya lo increíble. En el reino de Lagus Ptolomeus, la muerte del toro Apis en buena vejez, la pompa del funeral, además de los gastos ordinarios, ascendió a la suma de cincuenta mil coronas francesas. Tras haberle rendido los honores póstumos al finado, la siguiente tarea fue buscarle un sucesor, algo en lo que todo Egipto se volcó. Se lo identificó por ciertos signos que lo distinguían de todos los otros animales de la misma especie: tenía una mancha blanca en su frente, con forma de media luna creciente; en el dorso la figura de un águila; en la lengua la de un martillo. Tan pronto como se lo halló, el lamento dio paso al júbilo, y no se oyó nada en todo Egipto, excepto algazara de fiesta y alegría. El nuevo dios fue transportado a Memphis para que tomara posesión de su dignidad, y allí se le dio la bienvenida en medio de innumerables ceremonias" (Rollin’s Ancient History, libro I, parte 2, cap. 2, secc. 1).

No es preciso apuntar que esas ceremonias tenían un carácter marcadamente obsceno, pues el culto al sol, cuando se lo llevaba hasta su plenitud, no era otra cosa más que vicio, bajo el disfraz de deber religioso.

Tan arraigada estaba la superstición entre los egipcios, que llegaban a adorar a puerros y cebollas. Es preciso especificar aquí que la superstición e idolatría más abominables no tienen necesariamente por qué ir asociadas a un bajo orden de intelecto, puesto que los antiguos egipcios cultivaban las artes y las ciencias hasta lo sumo. La práctica de la idolatría, no obstante, fue la causa de su estrepitosa caída, desde la exaltada posición que habían ostentado.

El propio nombre de Egipto es sinónimo de maldad y oposición a la religión de Jesucristo, y viene asociado con Sodoma. Se dice de los "dos testigos" del Señor, que "sus cadáveres estarán en la plaza de la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado" (Apoc. 11:8). Diversos textos en la Escritura muestran que los israelitas participaron en Egipto de esa maldad e idolatría, y que se les impidió por la fuerza servir al Señor.

Primeramente, cuando Moisés fue enviado para librar a Israel, su mensaje a Faraón fue: "Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva" (Éx. 4:22 y 23). El objetivo de liberar a Israel era que pudiera servir al Señor: una evidencia de que en Egipto no lo estaba sirviendo.

Leemos también que "se a acordó de su santa palabra dada a Abraham su siervo. Sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos. Les dio las tierras de las naciones y las labores de los pueblos heredaron, para que guardaran sus estatutos y cumplieran sus leyes" (Sal. 105:42-45).

Pero la mayor evidencia de que Israel estaba participando en la idolatría de Egipto la tenemos en el reproche del que se hizo merecedor por no abandonar esa práctica. "Así ha dicho Jehová el Señor: El día que escogí a Israel y que alcé mi mano para jurar a la descendencia de la casa de Jacob, cuando me di a conocer a ellos en la tierra de Egipto... entonces les dije: Cada uno eche de sí las abominaciones de delante de sus ojos, y no os contaminéis con los ídolos de Egipto. Yo soy Jehová vuestro Dios. Pero ellos se rebelaron contra mí y no quisieron obedecerme; no echó de sí cada uno las abominaciones ni dejaron los ídolos de Egipto" (Eze. 20:5-8).

Todavía en la esclavitud egipcia

Ni ha sucedido aún hasta el día de hoy. Las tinieblas que cubrieron Egipto en la época de las plagas, no eran más densas de las que ha logrado proyectar en el mundo entero. La oscuridad física no era más que una vívida representación de las tinieblas morales que, procediendo de ese malvado país, se han cernido sobre los moradores de la tierra. La historia de la apostasía en la iglesia cristiana no es otra que la historia de los errores importados de Egipto.

Hacia finales del segundo siglo de la era cristiana, se desarrolló en Egipto un nuevo sistema filosófico. "Ese sistema de filosofía fue desarrollado por los eruditos de Alejandría que deseaban ser tenidos por cristianos, reteniendo al mismo tiempo el nombre, el porte y el rango de filósofos. En particular, todos que en ese siglo presidían en las escuelas de los cristianos en Alejandría. Se cita a Athenagoras, Pantaenus y Clemente de Alejandría como aprobándolo. Esos hombres estaban persuadidos de que la verdadera filosofía, el mayor y más saludable don de Dios, se encontraba entre las diversas sectas de filósofos, esparcido en incontables fragmentos; por lo tanto, era el deber de todo hombre sabio, y especialmente el de un instructor cristiano, recolectar esos fragmentos de todo lugar, y emplearlos para la defensa de la religión y refutación de la impiedad".

"Esa forma de filosofar sufrió cierta modificación, cuando Ammonius Saccas, hacia finales de siglo, fundó una prestigiosa escuela en Alejandría, estableciendo la base de esa secta que vino a conocerse como el neo-platonismo. Ammonius Saccas nació y fue educado como cristiano, y probablemente hizo toda su vida profesión de cristianismo. De genio fecundo y gran elocuencia, asumió el reto de armonizar todos los sistemas de filosofía y religión, o intentó enseñar una filosofía sobre la que todos los filósofos, tanto como los pertenecientes a las diversas religiones -sin exceptuar a los cristianos-, pudieran unirse y confraternizar. Y aquí radica de una forma muy especial la diferencia entre esa nueva secta y la filosofía ecléctica que floreciera en Egipto con anterioridad. Los eclécticos sostenían que había una mezcla de bien y mal, de verdadero y falso, en todos los sistemas; por lo tanto, seleccionaban lo que les parecía razonable, y rechazaban el resto. Sin embargo, Ammonius sostuvo que todas las sectas profesaban uno y el mismo sistema de verdad, con diferencias solamente en la forma de presentarla, y alguna diferencia menor en sus concepciones; siendo así, mediante las explicaciones adecuadas podían ser fácilmente reunidas en un cuerpo. Se adhirió a ese novedoso y singular principio según el cual, las religiones prevalecientes, y también la cristiana, debían ser comprendidas y explicadas según esa filosofía común" (Mosheim, Historia eclesiástica del siglo II, parte 2, cap. 1, secc. 6 y 7).

Se cita a Clemente de Alejandría, como siendo uno de los maestros cristianos devotos de esa filosofía. Mosheim nos dice que "Hay que situar a Clemente entre los primeros y principales defensores e instructores cristianos de la ciencia filosófica; verdaderamente se lo ha de situar a la cabeza de aquellos que se entregaron al cultivo de la filosofía con un celo que no conocía límites, y estaba tan ciego y desviado que se embarcó en la vana empresa de lograr la armonía entre los principios de la ciencia filosófica y los de la religión cristiana" (Comentarios de Mosheim, siglo II, secc. 25, nota 2).

Hay que recordar aquí que la única filosofía que existía era la filosofía pagana, y no será difícil imaginar los inevitables resultados de una devoción como la descrita, de parte de aquellos que ejercían el magisterio en la iglesia cristiana.

Sabemos por Mosheim que "los discípulos de Ammonius, y más particularmente Orígenes, quien en el siglo siguiente [el tercero] alcanzó un grado de eminencia difícilmente imaginable, introdujeron asiduamente las doctrinas que habían derivado de su maestro en las mentes de los jóvenes cuya educación se les había confiado, y a su vez, mediante el esfuerzo de estos últimos, que posteriormente fueron en su mayor parte llamados al ministerio, se difundió el amor a la filosofía en un sector considerable de la iglesia". Orígenes estaba a la cabeza de la "Escuela de catequesis", o seminario teológico de Alejandría, que era la sede del saber. Estuvo a la cabeza de los intérpretes de la Biblia en ese siglo, y fue estrechamente imitado por los jóvenes formados en ese seminario. "La mitad de los sermones de la época", dice Farrar, "eran copiados, conscientemente o no, directa o indirectamente, de los pensamientos y métodos de Orígenes". (Vidas de los Padres, cap. 16, secc. 8).

La destreza de Orígenes como "intérprete" de la Biblia era su destreza como filósofo, que consistía en hacer evidentes cosas inexistentes. Se empleaba la Biblia, al igual que los escritos de los filósofos, como un medio donde exhibir su habilidad mental. Leer una simple afirmación y creerla tal como está escrita, reconociéndola como verdad llana ante la mente de los estudiantes, llevando así la mente de las personas a la Palabra de Dios, fue considerado como algo pueril, e indigno de un gran instructor. Eso estaba al alcance de cualquiera, pensaban –en contraste con su lectura "sapiencial" de la Biblia-. Su obra parecía consistir en extraer de las Sagradas Escrituras algo que la gente común nunca encontraría, por la sencilla razón de que no estaba allí, ya que era únicamente la invención de sus propias mentes.

A fin de mantener su prestigio como grandes eruditos y maestros, enseñaron al pueblo que la Biblia no significa lo que dice, y que todo aquel que sigue la letra de la Escritura, ciertamente se extraviará. Enseñaron que sólo podía ser enseñada por aquellos que habían ejercitado sus facultades mediante el estudio de la filosofía. De esa forma virtualmente quitaron la Biblia de las manos del pueblo común. Habiéndoseles quitado la Biblia para todo efecto práctico, no había medio por el que las personas pudieran distinguir entre el cristianismo y el paganismo. El resultado fue, no sólo que los que profesaban ya previamente el cristianismo fueron corrompidos en gran medida, sino que los paganos acudieron a la iglesia sin cambiar sus principios o prácticas. "Vino a resultar que la mayor parte de esos platónicos, al comparar el cristianismo con el sistema de Ammonius, llegaron a la conclusión de que nada podía haber más fácil que una transición entre uno y el otro, y para gran detrimento de la causa cristiana, fueron inducidos a abrazar el cristianismo sin sentir necesidad de abandonar los principios que traían de antiguo".

Sucedió así que "casi todas esas corrupciones mediante las cuales en el siglo segundo y sucesivos el cristianismo resultó malogrado, y su prístina sencillez e inocencia vinieron a ser casi irreconocibles, tuvieron su origen en Egipto, y fueron luego transmitidas a las otras iglesias". "Observando eso en Egipto, así como en otros países, los adoradores paganos, además de sus ceremonias religiosas públicas en las que todos eran admitidos, tenían ciertos ritos secretos muy sagrados, a los que daban el nombre de misterios, y a la celebración de los cuales sólo las personas de la más probada fe y discreción podían asistir. Primeramente a los cristianos de Alejandría, y luego a los demás, se les inculcó la idea de que no podían hacer nada mejor que acomodar la disciplina cristiana a ese modelo. La multitud que profesaba el cristianismo quedó de ese modo dividida –para ellos- en los profanos, es decir, aquellos que todavía no eran admitidos en los misterios, y los iniciados, es decir, los fieles y perfectos... A partir de ese estado de cosas sucedió, no sólo que muchos de los términos y frases empleados en los misterios paganos fueron aplicados y transferidos a los diferentes aspectos de la adoración cristiana, particularmente a los sacramentos del bautismo y la Cena del Señor, sino que también, en no pocos casos, los ritos sagrados de la iglesia resultaron contaminados por la introducción de diversas formas y ceremonias paganas".

El llamado a salir de Egipto

No es necesario enumerar las varias falsas doctrinas y prácticas que fueron de ese modo introducidas en la iglesia. Baste aquí decir que no quedó una sola cosa que no resultase corrompida, y prácticamente no hubo dogma o ceremonia paganos que no fuesen adoptados o copiados en mayor o menor grado. Habiéndose oscurecido de ese modo la Palabra de Dios, la Edad Oscura (Edad Media) fue el inevitable resultado, que continuó hasta la época de la Reforma, en la que la Biblia fue de nuevo restituida a las manos del pueblo, permitiendo que la pudiera leer por él mismo. La Reforma, no obstante, no completó la obra. Una reforma verdadera no termina nunca, sino que tras haber corregido el abuso que la motivó en primera instancia, debe avanzar en la acción positiva. Pero los que sucedieron a los reformadores no estaban animados del mismo espíritu, y se conformaron con no creer nada más que aquello que habían creído los reformadores. En consecuencia se repitió la misma historia. Se vino a recibir la palabra del hombre como palabra de Dios, y como consecuencia los errores permanecieron en la iglesia. Hoy en día la corriente tiene un sentido marcadamente descendente, como resultado de la mayoritaria aceptación de la doctrina de la evolución, así como de la influencia de la así llamada "alta crítica". Hace algunos años, el historiador Merivale, decano de Ely, manifestó: "El paganismo no fue extirpado sino asimilado, y el cristianismo ha venido sufriendo en razón de ello desde entonces, en mayor o menor grado" (Épocas de la historia de la iglesia, p.159).

Es fácil de ver, por la breve exposición hecha, que las tinieblas que en cualquier época hayan cubierto la tierra, y la gran oscuridad que envuelve a la gente, son las tinieblas de Egipto. No es solamente de la esclavitud física de la que Dios se dispuso a liberar a su pueblo, sino de las muchísimo peores tinieblas espirituales. Y dado que dichas tinieblas persisten aún en gran medida, la obra de liberación continúa avanzando. Los israelitas de antaño, "en sus corazones se volvieron a Egipto" (Hech. 7:39). A lo largo de toda su historia fueron advertidos en contra de Egipto, lo que evidencia que en ningún momento estuvieron libres de su ruinosa influencia. Cristo vino a la tierra a librar a los seres humanos de toda clase de esclavitud, y con ese fin se colocó hasta lo sumo en la posición del ser humano. Había, por lo tanto, un profundo significado en la ida de Jesús a Egipto, a fin de que pudiese cumplirse lo que dijo el Señor mediante el profeta: "De Egipto llamé a mi Hijo" (Mat. 2:15; Ose. 11:1). Puesto que Cristo fue llamado a salir de Egipto, todos los que son de Cristo, es decir, todos los descendientes de Abraham, han de ser igualmente llamados a salir de Egipto. En eso consiste la labor del evangelio.


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domingo, 30 de septiembre de 2012

Los Niños: Evangelización urgente para una población Indefensa

biblias y miles de comentarios


EVANGELIZACIÓN DE LA NIÑEZ - Población en Peligro

 

INTRODUCCIÓN

 

Maestros de la escuela dominical quiere que cada estudiante reciba a Cristo, y desarrolle una relación personal con él. Si esto no es el deseo del maestro, no debe ser enseñando. Pero, ¿qué es la evangelización de la niñez?

 

La evangelización de la niñez tiene significados diferentes a personas diferentes. Para algunos, quiere decir que los niños tendrán una experiencia específica cuando ellos aceptar a Cristo. Para otros, quiere decir que los niños aprenden que la fe es la única manera de vida, y crecer como cristiano de una edad muy joven.

 

En la Biblia, leemos que Saulo tuvo una experiencia de conversión muy fuerte. Dios le llamó con un luz y una voz del cielo. Para algunas personas, su conversión es semejante -- una experiencia distinta y memorable. Pero, otras personas no tienen una experiencia fuerte. Su conversión es más un proceso.

 

En la Biblia, leemos que Timoteo creció como un cristiano desde una edad muy joven. Su madre Eunice y su abuela Loida le enseñaron la fe. Pablo escribió en 1 Timoteo 1:5 y 2 Tim. 3:14-15) qué, "Desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús." La experiencia de Timoteo es más semejante a las experiencias de algunas personas.

 

En la Biblia, vemos dos tipos de conversión: una experiencia y un proceso. Hoy, cuando estamos hablando de evangelización de la niñez, no diremos que hay una manera exacta. Pero, hay principios básicos que podemos aprender y usar cuando estemos trabajando con los niños.

 

Primeramente, vamos a preguntar:

 

1. ¿Porqué debemos evangelizar a los niños?
A. Todo el mundo es pecaminoso, incluyendo los niños. Romanos 3:23 dice, "por cuanto todos pecaron, y están destitudos de la gloria de Dios."
 
Aunque los niños muy pequeños no pueden entender que son pecadores, en algún tiempo ellos realizan que sus acciones (que) son contrarías a lo que Dios quiere para ellos. En este tiempo, son responsables por sus pecados.
 
B. Podemos ver en la Biblia que los niños son responsables por sus pecados.
Mateo 18:10-11 pueden perderse
 
Mateo 18:14 dice : "no es la voluntad de vuestro Padre... que se pierda uno de estos pequeños." Este versículo muestra que los niños pueden perderse. No podemos excusar a los niños diciendo, "están demasiados pequeños." Si los niños pueden perderse, tenemos la responsabilidad de evangelizarles.
 
Los niños necesitan oír que Jesús les ama, que él murió para salvarlos, y que el puede cambiar sus vidas.
 
Un buen entrenamiento cristiano debe guiar al niño al arrepentimiento de sus pecados, pidiendo a Dios perdón, y creencia en Jesús por su Salvador personal.
 
Pero, también, pueden creer - Mateo 18:6
 
C. Una Advertencia - Mateo 18:6
    1. Que importancia da a lo que hacemos con los niños?
     
    2. Los niños son impresionables - siguen ejemplos y adquieren actitudes. Están mirándonos. ¿Qué estamos presentándoles? ¿Pueden ver el gozo de Jesús en nuestra enseñanza? ¿Pueden ver que damos importancia en la manera que hemos preparado? ¿Qué es la actitud que los niños tienen hacia la Escuela Dominical? ¿Por qué?
     

D. Valores y Morales

 

Debemos evangelizar a los niños porque ellos necesitan desarrollar valores morales cuando son pequeños, para que puedan tener suficiente fuerza para resistir las influencias negativas del mundo. Antes de desarrollar valores de los medios de comunicación como la televisión, y de sus amigos, debemos impartir los valores de Cristo. Entonces, cuando están mayores, tendrán fuerza para resistir las tentaciones y influencias del mundo.

Proverbios 22:6 - la promesa

Deuteronómio 11:19-20 Debemos comenzar cuando son niños

 


2. ¿Cuándo están listos los niños?

 

No hay una edad específica cuando los niños pueden entender la salvación. Muchos cristianos famosos, como John Wesley, fueron salvados antes de tener 6 años. No hay una edad demasiado corta. Aun cuando no entiende completamente, el niño muy pequeño puede responder a Dios.

 

Miriam Hall escribió:

..."en cualquier tiempo en la vida de un niño, el Espíritu Santo puede hablar con el niño, revela el amor de Dios, ayudándole a experimentar pena por sus pecados, y ayudandole a entender que significa el dar su vida a Jesús. Sin embargo, es vano esperar que cada niño en cada clase debe recibir a Cristo. Unos están listos, y otros no."

 

Antes de convertirse, hay varias condiciones que podemos ver en un niño listo para la salvación:
A. Debe tener un concepto de Dios. Debe entender que Dios le ama y que Dios quiere su amor a cambio. Los adultos y los niños necesitan aprender que salvación es una relación entre Dios e ellos.
 
B. Debe saber la diferencia entre lo correcto y lo malo, y tiene que poder experimentar pena al hacer el mal. El sentido de culpa para pecados debe ser que ha pecado contra Dios, no solamente contra la autoridad de sus padres.
 
C. Debe tener una comprensión básica de qué hizo Jesús para su salvación, y qué significa a confiar en el Señor.
 
D. Debe tener la habilidad a hacer una elección racional.
 
E. Debe ser motivado por el Espíritu Santo.
 

Sabemos que 86% de los que reciben a Cristo, le reciben antes de tener 15 años. (muestre el letrero)

 

Con estos porcentajes, podemos ver que los ministerios con la niñez son extremamente importantes. Debemos preguntar si los ministerios con la niñez tienen un lugar de importancia en nuestra iglesia.

 

3. Las esencias de Salvación:

 

Antes de recibir a Cristo, los niños necesitan aprender conceptos básicos. El profesor u obrero en la iglesia o la escuela cristiana debe enfocar su enseñanza a la edad y habilidades y capacidades de sus estudiantes. Estas verdades son esenciales para la salvación:
A) El niño necesita saber que es un pecador. ( Romanos 3:23).
Para entender esto, el niño necesita saber que es pecado. Explíquelo claramente: pecado es desobediencia, pecados mentiras, pecado es defraudar, pecado es robar, etc. La razón porque son pecados es porque Dios dijo no hacerlos. Pecado es violar las reglas de Dios, y las pecados excluyen de la familia de Dios.
 
B.) El niño debe entender que el pecado desagrada a Dios y lleva al castigo. Romanos 6:23 dice que "la paga del pecado es muerte." Asegúrese usted que el niño entiende que "muerte" aquí no es la muerte del cuerpo, sino del alma - la parte de nosotros que seguirá viva después de morir nuestro cuerpo, será separado de Dios para siempre.
 
C) Dios ama al niño y no quiere que el muera por sus pecados.
El niño debe entender que Jesús murió por nuestros pecados e hizo lo posible para juntarnos con la familia de Dios. Esto quiere decir "nacer otra vez". Es como nacer en la familia de Dios. Romanos 6:23 y Juan 3:16 y 17 dicen que "la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." No se puede ganar una dádiva. Dios no nos forzará a aceptar esta dádiva. La podemos tener si la queremos.
 
D.) El niño necesita entender que Jesús es el único que puede salvarle.
Jesús nunca pecó. Era la única persona a vivir sin pecados, por eso él es el único que puede salvarnos de nuestros pecados. "Ser bueno" no puede salvarnos. Solo Cristo es quien llevó el castigo que nosotros merecíamos. (merecer = deserve).
 
E.) Para tener sus pecados perdonados, el niño necesita creer esas cuatro cosas, y responder al amor de Dios.
Tiene que recibir a Jesús como su Salvador. Esto quiere decir juntar la familia de Dios.
 
"Mas a todos los que le recibieron a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." Juan 1:12
 
El proceso de recibir a Cristo incluye:
    1.) Arrepentimiento.
     
    Tiene que arrepentirse. Eso quiere decir que él tiene convicción de sus pecados y dice a Dios que va a cambiar. ( Arrepentimiento en la casa con sus padres puede ayudar al niño a entender el arrepentimiento con Dios.)
     
    2.) Confesión.
     
    El niño tiene que confesar, o hablar con Dios sobre las cosas malas que ha hecho.
     
    3.) Perdón.
     
    Tiene que pedir perdón a Dios. El niño necesita entender que después de recibir a Cristo, cuando el peca, sólo necesita confesar sus pecados, porque "Dios es fiel y justo para perdonar nuestras pecados, y limpiarnos de toda maldad." (1 Juan 1:9). Muchos niños no entienden que no se necesita recibir a Cristo muchas veces.
     
    4. Cómo se puede invitar a los niños a recibir a Cristo.
     
    Los maestros de la escuela dominical tienen la responsabilidad de presentar Cristo y la plan de salvación a sus estudiantes.
     
    Busque usted oportunidades apropiados para compartir el plan de salvación en vez de presentar sólo el plan cada semana. Por supuesto, todas las lecciones presentarán más del amor de Dios, y algo de sus deseos para nosotros. Hable sobre la relación personal de la estudiante con Cristo cuando hay algo en la lección relatado a un de lo conceptos básicos hemos visto antes.
     
    Podría sugerir que los estudiantes hablen con usted después de la clase cuando tienen preguntas de la salvación.
     
    5. Después de Recibir a Cristo
     
    Cuando dice una persona "si" a Cristo, no es el fin de nuestra responsabilidad. Necesitamos continuar el trabajo con los niños. Debemos tomar algunas medidas para desarrollar la fe del estudiante.
      a.) Dé a él o ella una Biblia. Explique la importancia e leer la Biblia, y sugiera una parte puede leer inmediatamente, como Juan o Marcos.
       
      b.) Escriba versículos, y los números de las páginas de los versículos usó usted a explicar la salvación. Sugiera que los versículos sea leído más tarde.
       
      c.) Discuta las emociones -- ahora y en el futuro. Cada persona tiene una reacción emocional diferente con la experiencia de conversión. Algunas están muy emocionadas, pero cuando este sentido disminuye en el futuro, pueden estar confundidos. Hable sobre la presencia de Cristo en nuestras vidas indiferente a las emociones que tenemos.
       
      d.) Ofrezca ir con el estudiante a compartir su decisión con alguien. Si es necesario, sugiera una persona con quien el estudiante puede compartir -- posiblemente su madre o padre, el pastor, un amigo, o alguien otro.



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