martes, 17 de marzo de 2015

Muchas parejas mantienen la fachada y permanecen casadas pero sin unidad en el pensamiento, las metas y los valores

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


El Matrimonio que Vive Sabiamente
1 Pedro 3:1–7
El alto índice de divorcios muestra que la fibra que une a nuestra sociedad es muy frágil. En algunos lugares, hay tantos divorcios como bodas. En realidad, este no es el único problema, porque muchas parejas mantienen la fachada y permanecen casadas pero sin unidad en el pensamiento, las metas y los valores. No se conocen realmente y no se apoyan mutuamente.
La clave para entender estos versículos es observar la relación que tienen con el capítulo 2. La palabra asimismo con que se inicia 3:1 relaciona el pasaje acerca del matrimonio con el ejemplo de Jesucristo. El, con paciencia y propósito, se sujetó a los demás y sufrió para llenar las necesidades de otros. Este es el secreto de un matrimonio feliz y duradero.
Imitar buenos modelos asegura el éxito en la vida personal y conyugal. Lo triste es que gran número de personas sólo han visto los modelos de padres y familiares que no pudieron desarrollar un matrimonio estable y feliz. Muchos ven telenovelas o leen revistas que reportan las vidas de las estrellas del cine con todos sus altibajos emocionales. Estas personas no practican los fundamentos del matrimonio cristiano.
Pedro nos recuerda el comportamiento de Jesucristo que es Dios mismo y quien diseñó el matrimonio, por lo que es el experto en relaciones humanas. La Biblia es el manual del fabricante que instruye a las parejas sobre el buen funcionamiento de esa institución.
El pasaje tiene dos párrafos dirigidos primero a la mujer y después al varón.
3:1–6
3:7
La belleza que necesita la esposa
La sabiduría que necesita el esposo
LA ESPOSA HERMOSA 3:1–6
Aquí instruye a la mujer en los secretos de la belleza personal, que bien entendida tiene poder, junto con la obra del Espíritu Santo, para ganar al esposo para Cristo
¡PENSEMOS!
Medite en los versículos 1–6. ¿Cuáles son las características de la mujer cristiana que pueden ganar a un esposo que no conoce al Señor? ¿Cuáles son los dos tipos de belleza que Pedro menciona? ¿Qué caracteriza a cada uno? ¿Cómo se muestra hoy en día el espíritu afable y apacible? ¿Qué aprende la mujer del modelo de Sara? ¿Por qué se comportaron así las santas mujeres? ¿Cuáles pueden ser algunos temores de la mujer actual? ¿Cómo puede la conducta correcta evitar el temor?
La belleza interna impacta al esposo (3:1–2)
En primer lugar, la mujer ha de seguir el ejemplo de Cristo; él mostró fuerza, paciencia y ternura, aun en medio de circunstancias que amenazaban su vida y controlaba sus reacciones para no pecar. Soportó los insultos y mal trato de sus enemigos. Dio su vida por los demás; es el tierno Pastor y Obispo de las almas.
Pedro instruye a las mujeres acerca de su relación con su esposo, sea creyente o no y aclara que, para ganar al esposo que no conoce a Cristo, es más importante la conducta que las palabras (sin palabra). La constante e insistente predicación de la esposa puede alejar al esposo y endurecer su corazón.
La hermosura de un espíritu colaborador y respetuoso tiende a suavizar al marido. En el versículo 2, la palabra considerando sugiere que el esposo tiene la oportunidad de observar detenidamente la diferencia que el evangelio hace en la vida de su esposa.
Note que la exhortación a que las esposas se sometan a sus maridos no sugiere inferioridad. Cristo no era inferior a quienes lo maltrataron y mataron. Un soldado puede ser mejor persona que un general. En todos los niveles de la sociedad existe el liderazgo, pero esto no significa que una persona sea superior a otra. Tanto la mujer como el hombre fueron hechos a la imagen de Dios; él les dio a los dos el dominio de la creación. Cuando reciben a Cristo, los dos vienen a ser uno en él.
Y DIJO JEHOVA DIOS: NO ES BUENO QUE EL
HOMBRE ESTE SOLO; LE HARE AYUDA IDONEA
PARA EL (GENESIS 2:18)
Tampoco debemos pensar que la mujer es la sirviente del hombre; ni debe ser maltratada o explotada porque Dios la creó para complementarlo. Ella es lo que él no puede ser y hace lo que hace mejor. La Biblia no humilla a la mujer sino que la dignifica como una persona que ayuda a su marido para que él sea mejor y más efectivo. Para este fin, ella ha de sentir confianza de expresar sus ideas y deseos. Su marido aprovechará su sabiduría femenina, conocimientos e intuición.
Ella por su lado, debe apoyar, animar y escuchar a su esposo; no manipularlo ni engañarlo. Tampoco despreciarlo ni criticarlo porque después de Dios, es la persona más importante en su vida.
El Señor ha creado el orden en el universo y también en el hogar para que haya unidad y tranquilidad. Los cónyuges no son competidores, sino socios en la tarea de crear un hogar que contribuya al bienestar, crecimiento y santidad de la pareja, de los hijos y de otras personas.
La belleza interna agrada a Dios (3:3–4)
En el primer siglo, la mujer invertía dinero y tiempo para adornarse según se indica en el versículo 5. ¿Cuáles son las tendencias de la mujer actual al respecto?
La pureza y modestia son cualidades internas que afectan la conducta y el adorno externo. Pedro no prohibe esto último; más bien enseña que el creyente no debe dejarse influir por la sociedad en su deseo de atraer la atención a través de la ostentación y la pompa. El apóstol dice que lo que está adentro es el adorno más valioso e impactante.
La mujer no ha de imitar la corriente de este mundo. Su encanto reside en una actitud pacífica de cooperación con su marido, sin mostrar rebeldía ni resentimientos.
Es evidente que Pedro no infiere que la mujer descuide su aspecto físico. El vocabulario que usa indica que es de esperarse que ella busque ser atractiva. Sara, el modelo de santidad, era una mujer conocida por su belleza y atractivo.
…QUE ENSEÑEN A LAS MUJERES JOVENES A AMAR
A SUS MARIDOS Y A SUS HIJOS, A SER
PRUDENTES, CASTAS, CUIDADOSAS DE SU CASA,
BUENAS, SUJETAS A SUS MARIDOS, PARA QUE LA
PALABRA DE DIOS NO SEA BLASFEMADA
(TITO 2:4–5).
La belleza interna ha sido comprobada a través de la historia (3:5–6)
Pedro cita los nombres de mujeres de la antigüedad que poseían cualidades sobresalientes de espíritu y conducta que adornaban sus vidas
En el versículo 5 menciona tres de estas características:
1)     santas,
2)     esperaban en Dios y
3)     sujetas a sus maridos.
“Santa” corresponde a la palabra “casta” que mencionó en el versículo 2. La esperanza que tenían puesta en el Padre celestial tiene relación con “afable” que usa en el versículo 4. Este adjetivo describe a la persona que vive tranquila porque acepta la voluntad del Altísimo para su vida. Aunque las circunstancias, incluso las del hogar, no son lo perfectas que quisiera, ella pone su fe en Dios para que él llene su vida de gozo y contentamiento.
Sara es ejemplo de sumisión. Si la mujer de hoy la imita, entonces será llamada “hija de Sara”, así como los que son salvos por la fe son “hijos de Abraham” (Gálatas 3:7).
En el versículo 6, el autor menciona dos cualidades más:
1)     “hacer el bien” que significa cultivar y practicar el estilo de vida que este pasaje describe, y
2)     estar sin temor. Esto último significa literalmente estar libre de pánico o agitación y exhibir serenidad. Esta característica es consecuencia de confiar en su esposo y reconocer que él es responsable delante de Dios del bienestar del hogar. Como dice el libro de Proverbios: “…no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo. Y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso” (3:21–26)
¡PENSEMOS!
Para la mujer: ¿Cuáles son las cualidades personales en los versículos 1–6 que usted necesita cultivar más? ¿En qué formas puede mostrar respeto y admiración a su esposo? ¿Ha de someterse la esposa a su marido aun cuando él no demuestra amor? ¿Pueden existir circunstancias en las cuales la mujer no deba obedecer a su esposo? ¿Qué significa para usted el ser casta y santa? ¿Cuáles son algunos temores comunes de las esposas? ¿ ?Cómo puede la conducta correcta evitar el temor? Comparta algo que usted ha aprendido acerca de la sumisión en su vida matrimonial.
Para el hombre: ¿Qué puede hacer el esposo para hacer más fácil que su esposa se conduzca en la forma correcta?
EL ESPOSO SABIO 3:7
Es importante notar que Pedro dedica más espacio a la mujer que al hombre en este pasaje. No se debe a que el hombre tiene menos necesidad de orientación. En Efesios 5, Pablo dice mucho más al hombre que a la mujer. Posiblemente Pedro sabía que en aquellas congregaciones había muchas señoras cuyos maridos no eran creyentes todavía o conocía que eran rebeldes no sólo en las relaciones con el gobierno y sus amos, sino también en el hogar.
¡PENSEMOS!
¿En qué debe ser el comportamiento del hombre semejante al de la mujer? ¿En qué forma puede un esposo mostrar sabiduría en su relació con su compañera? ¿Qué significa que la mujer es un “vaso más frágil”? ¿Encuentra la idea de sumisión en las instrucciones a los hombres? ¿Qué significa para usted “coherederas de la gracia de la vida”?
El hombre también debe sujetarse
El escritor continúa la misma cadena de ideas. Empezó el versículo 1 diciendo: asimismo y en el 7 repite: igualmente para indicar que tanto las esposas como los maridos han de imitar a Jesucristo en el sometimiento y control personal. Ellos deben ejercer su liderazgo con amor, no buscando su propio bien y comodidad sino el bienestar de su esposa e hijos; deben entregarse a los que son de su familia y tratar de llenar sus necesidades. Esto requiere sacrificar sus deseos egoístas y sujetarse a los demás.
El hombre ha de ser sabio
“Vivid con ella sabiamente” significa adquirir conocimientos acerca de la naturaleza y necesidades especiales de su pareja. También quiere decir que el esposo ajusta su conducta de acuerdo a ellas y que se adapta a la naturaleza más frágil de la mujer.
El marido no puede disfrutar de autonomía personal. En primer lugar, Dios lo hace responsable del bienestar de los miembros de su familia y tendrá que rendirle cuentas de este importante encargo.
En segundo lugar, el esposo acepta el privilegio y el deber de compartir su vida con otro ser humano y guiar el hogar de manera que haya reciprocidad. El liderazgo del esposo es un ministerio, de manera que su esposa se siente amada, apoyada y edificada. El debe dedicarse a servir a los de su hogar administrándolo de tal manera que traiga seguridad, estabilidad, felicidad y desarrollo emocional y espiritual.
MARIDOS, AMAD A VUESTRAS MUJERES, ASI
COMO CRISTO AMO A LA IGLESIA, Y SE ENTREGO
A SI MISMO POR ELLA (EFESIOS 5:25).
Para comprender a su esposa, el marido necesita involucrarse con ella y sus preocupaciones, escucharla y dialogar con ella. El matrimonio provee una oportunidad única de conocer a otra persona, sus gustos, intereses, talentos, temores y ansiedades. La esposa anhela ser comprendida y
esto le hará sentir segura y amada.
El hombre ha de honrar a su esposa
Como la esposa ha de respetar a su esposo, también el marido tiene que asignarle una posición de honor, sabiendo que no es inferior, sino que tiene cualidades personales y habilidades únicas y valiosas. El esposo le hace sentir que es importante, atractiva y esencial para él.
Pedro explica que existen dos razones por las que la esposa merece consideración especial. En primer lugar, porque es más frágil. Es posible que se refiera a que por lo general, es más sensible y vulnerable emocionalmente. Por ejemplo, se siente profundamente lastimada cuando no ve afecto, lealtad y apoyo de su esposo.
En segundo lugar, Pedro dice que es “coheredera de la gracia de la vida”. En el matrimonio cristiano, ambos cónyuges son iguales porque los dos poseen la vida de Dios y tienen los mismos privilegios delante de él así como la misma responsabilidad de cumplir la voluntad divina; ambos son siervos del Altísimo.
MARIDOS, AMAD A VUESTRA MUJERES, Y NO
SEAIS ASPEROS CON ELLAS (COLOSENSES 3:19)
¿Cómo respeta y honra el hombre a su esposa? Cuidando su manera de hablar y siendo cortés; manifestando delante de otras personas su aprecio y respeto. Le asegura su lealtad y fidelidad, dando evidencias de que la ama y la hace sentir segura y apreciada por medio de los actos de apoyo, cariño y colaboración.
Un hombre así conserva la comunión con Dios
La relación que se desarrolla en el matrimonio es tan importante como cualquier otra conducta que Dios nos manda. Tiene muchas repercusiones para la tranquilidad del hogar, el testimonio a los demás, la unidad de la iglesia, la seguridad de los hijos y el crecimiento espiritual de los esposos. Además, también afecta nuestra relación con el Señor.
Cuando el esposo no vive sabia y respetuosamente con su mujer, se interrumpe su comunión con el Altísimo. Desobedecer el patrón divino para el matrimonio es pecado. Esta desobediencia y rebelión impide la comunicación y oración con el Señor. Mantener la armonía en el hogar es de suma importancia. El esposo, como líder, es la persona responsable por mantener el martimonio en el camino correcto. La oración es uno de los recursos más potentes que él y su esposa tienen.
¡PENSEMOS!
Para el hombre: ¿Qué debe hacer usted para llegar a comprender mejor a su esposa? ¿Está usted seguro que su esposa sabe que usted la ama? ¿Que ella siente que usted es leal y que la apoya? ¿Que usted la considera esencial? ¿Que aprecia su valor y su atractivo como persona? ¿Cómo podría mejorar su comunicación y su conducta para que ella sepa todo esto?
Para la mujer: ¿Cómo puede usted facilitar que su esposo la conozca mejor? ¿Necesita hacer combios en su comportamiento y comunicación para que le sea más fácil amarla y respetarla?
Para ambos: ¿Somos socios o competidores? ¿Contribuye cada uno a que el otro esté más cerca de Dios? ¿Nos entendemos mejor? ¿Tomamos en cuenta los sentimientos del otro? ¿Contesta Dios nuestras oraciones? ¿El matrimonio enriquece nuestras vidas? O, ¿estamos robándonos unos a otros la bendición de Dios?
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa

Nadie puede unirse al camino al Cielo sin antes haber visto la necesidad del perdón

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 

 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 29MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


Los israelitas se ponen de camino

Éxodo 13:17–22
Propósito: Demostrar que la vida sin Dios no tiene sentido. Describir la vida cristiana como un gran viaje lleno de propósito y dirigido por Dios.


Introducción para los maestros

Durante las tres siguientes lecciones no solo hablaremos de los extraordinarios acontecimientos por los que pasaron los hebreos, sino que mostraremos que todos los cristianos experimentan la guía y la intervención del Señor en sus vidas. Esto proporcionará un reto evangelístico a los incrédulos y un consejo pastoral para los jóvenes creyentes de la clase.
Es fácil que los niños saquen la impresión de que los cristianos dan la espalda a los placeres de este mundo tan solo por asegurarse alguna dicha lejana en el Cielo. Estas tres lecciones nos ofrecerán ejemplos eficaces y prácticos de la constante abundancia de experiencias maravillosas que llenan la vida del verdadero cristiano.


Bosquejo de la lección

Empieza el viaje. Pregunta a la clase si recuerda cómo la nación hebrea había sido liberada de la tiranía de Egipto en una sola noche (y sin utilizar fuerza militar). Describe la noche de la Pascua, cuando las familias hebreas se marchaban de Egipto con sus manadas y rebaños, con sus pertenencias y con los artículos valiosos que los egipcios les habían entregado.
Se calcula que había más de 600 000 varones (cf. Números 1:46), por lo menos un total de dos millones de personas incluyendo a las mujeres y a los niños. Ayuda a los niños a imaginar el vasto campamento.

(1) Un destino. Los israelitas nunca habrían abandonado Egipto, y tampoco Dios los hubiera sacado si no hubiesen tenido un destino al que ir. Durante cientos de años, Dios había estado prometiéndoles una tierra propia, una tierra que destila leche y miel (Éxodo 13:5), la tierra de Canaán. Utiliza el complemento visual propuesto (CV 1, p. 19) para representar el viaje de Egipto a Canaán.

Sin destino. Recuerda a la clase que lo más importante de cualquier viaje es el lugar de destino. Muestra cuán absurdo es que una familia se ponga a iniciar un viaje durante sus vacaciones sin la menor idea de qué carretera tomar, sin planes en cuanto al lugar adonde van. Compárala con las muchas personas que se ponen en el camino de la vida sin idea alguna de adónde les va a llevar. Tienen pocas ideas en cuanto a lo que quieren alcanzar en este mundo y nunca deslizan un pensamiento a lo que les ocurrirá después. Los cristianos son diferentes. Saben adónde se dirigen y consideran la vida como una preparación para la maravillosa vida futura en el Cielo.

(2) Una ruta. El pueblo de Israel abandonó Egipto apresuradamente. No estaban preparados para semejante viaje. Solo Moisés había pasado por la experiencia de vivir lejos de Egipto y ante ellos había muchos peligros y dificultades. Imaginemos el caos si se hubiese dejado solo a un grupo tan numeroso para que encontrase su propio camino. Explica a la clase la guía que Dios nos ofrece. Describe la espectacular columna —de nube durante el día y de fuego que alumbraba el cielo por la noche— que Dios envió delante de ellos para que no se perdieran. Dondequiera que estuvieran, a cualquier hora, sabían que tenían que buscar la columna de nube o de fuego del Señor y seguirla.

Sin ruta. Hay muchas personas en el camino de la vida sin guía alguna de Dios. Pregunta a los niños qué es la vida para las personas del mundo típicas. ¡Todo carece de sentido! La experiencia de la vida puede resumirse de la siguiente manera:

Mañana, mediodía, tarde, noche. Levantarse, ir al trabajo/a la escuela, ver la televisión, acostarse. Crecer, buscar empleo, casarse, tener una familia, hacerse mayor, enfermar, morir.


CV 4 – Complemento visual para ser utilizado en la lección 52: Guía.

Ayuda a la clase a que vea cuán poco obtenemos de toda esta lucha y preocupación que van unida a la vida. Cuando llega el enterrador, parece que nada ha tenido sentido o recompensa. Compáralo con la vida del cristiano. El viaje del cristiano está lleno de significado y propósito. Su vida pertenece al Señor, para que la utilice. La Palabra de Dios nos guía, resplandeciendo como una potente luz en la oscuridad de este mundo, dando instrucciones claras y seguras. Día tras día, en todo tipo de experiencias, amargas o dulces, se va haciendo más parecido al Rey del país al que se dirige. Su deseo es vivir para el Señor de tal forma que otras personas quieran unírsele en su gran peregrinaje. Pregunta a la clase si viven sin rumbo en la vida. Ínstales a que abandonen la vida sin sentido y que resulta pesada y dura sin el Salvador.

(3) En la encrucijada: un guía. Poco después de haber abandonado Egipto, los israelitas tuvieron que tomar una importante decisión. ¿Qué ruta iban a seguir? ¿Deberían tomar el camino costero directo o la ruta más larga pero más segura a través del desierto? El Señor sabía que enfrentarse a los bravos guerreros filisteos desmoralizaría a los hebreos; los guio, pues, hacia el Sur, al Sinaí, la ruta más larga.

Sin guía. ¿Qué le ocurre a un incrédulo cuando llega a las grandes “encrucijadas” de la vida? Los maestros podrían mostrar un indicador que señalase los principales caminos. Carrera profesional: ¿En qué quiero trabajar? Matrimonio: ¿Me hará él o ella feliz? Hogar: ¿Dónde viviré? Familia… ¡Cuántas decisiones! El incrédulo ha de tomar todas estas decisiones por sí mismo. En ocasiones podrá buscar consejeros humanos, pero es probable que sean tan falibles con él. Los cristianos tienen un maravilloso Guía. Nuestro Consejero no es otro que Dios el Señor Todopoderoso que todo lo sabe, todo lo ve y es infinitamente sabio. Y mucho más: ama y cuida a aquellos que le sirven.

(4) Bajo control. Los israelitas siguieron las instrucciones de Dios, “y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Aun las duras experiencias serán utilizadas por el Señor para nuestro provecho.

Fuera de nuestro control. Recuerda a la clase que buena parte de la vida de un incrédulo está fuera de su control. Muchas personas hablan del azar, del destino o de la suerte. ¿Saldrán las grandes decisiones de la vida bien o mal? ¿Fracasará el matrimonio y los llevará a la desdicha? ¿Qué ocurrirá en la vida? El incrédulo no tiene amigo alguno en el Cielo, ningún ayudante para todos los acontecimientos del viaje de la vida. Pregunta a los niños si quieren confiar en que el azar determine los acontecimientos de sus vidas.

Cómo unirse al camino celestial. Termina la lección recordando a la clase que el camino a Dios empieza en la Cruz del Calvario. Nadie puede unirse al camino al Cielo sin antes haber visto la necesidad del perdón. Hemos de arrepentirnos de todo lo malo en nuestras vidas y poner nuestra confianza en el Salvador que murió en lugar de todos los pecadores arrepentidos.
Explica que muchas personas han esperado llegar al Cielo por otro camino (por ejemplo, siguiendo ritos religiosos). El Señor Jesús dijo que esto era imposible. Él es el único Camino; nadie va al Padre, sino por Él.


Complementos visuales

Los “discos de la vida” dibujados en CV 4 (véase p. 48) van a fascinar a los niños y les recordarán gráficamente la monotonía de la vida vivida sin el Señor.

 
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa

Los protestantes han tenido temor de elogiar y estimar a María en todo lo que ella vale

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 




«¡SALVE MARÍA!», NO «¡AVE MARÍA!»
(Lucas 1:28)

 

Esta es la verdadera posición de María según está declarada y presentada por el ángel Gabriel. Este ángel había sido enviado del Cielo y había recibido instrucciones de Dios con respecto a lo que debía decir cuando llegara a saludar a María. Cuando Gabriel estuvo ante ella y la saludó, no le rindió adoración ni oró a ella: llegó a anunciarle un acontecimiento maravilloso, y la saludó de manera conveniente para los dos. Los católicos romanos han cambiado esta simple salutación en «Ave María», un término que denota adoración y trasmite una súplica. 

Ellos usan esta salutación al acercarse a ella: «María, te adoramos; oramos a ti». Aunque bien podemos suponer que la salutación del ángel fue hecha con una extraña y afable dignidad, como convenía a aquel que estaba en la presencia de Dios, para traer un mensaje a la mujer a quien Dios había escogido para ser la madre de Jesús, no da ni siquiera ningún indicio de que el ángel la haya adorado o le haya hecho una petición para recibir algún favor de ella. 

Se nos dice que «todos los ángeles de Dios adoraron» al Cristo resucitado; pero en ninguna parte en las Escrituras se nos dice que ellos alguna vez le hayan ofrecido adoración o suplicación a ningún mortal, ya sea hombre o mujer. El significado de la palabra «Salve» («chairoo») es gozo. En la forma imperativa en que se usa aquí, significa «gozo a ti». No es una oración, sino una salutación gozosa que tiene en sí la sugestión de las buenas nuevas o de un deseo de gozo para aquel que recibe la salutación. Era una comunicación que producía gozo a María, y no una solicitud de favor de parte de ella. El reverendo Hall con referencia a esta salutación dice de manera instructiva:

«El ángel saluda a la virgen; no ora a ella como si fuera una diosa. Para nosotros el saludarla como el ángel lo hizo sería una crasa presunción; porque nosotros no somos como era ella, ni ella es ahora como era entonces. Si aquel que era un espíritu saludó a aquella que era carne y sangre aquí en la tierra, nosotros, que somos carne y sangre, no tenemos que saludar a aquella que es un espíritu que está en el Cielo. Si nosotros oráramos a María con la salutación del ángel, cometeríamos un insulto para la virgen, para el ángel y para la salutación».

1. No para adoración: en ninguna de las referencias que se hacen a María en el Nuevo Testamento, hay algún pensamiento que exalte a María para convertirla en un objeto de adoración. Parecería que, previendo este movimiento del espíritu del anticristo, nuestro Señor ha hablado especialmente a ella y de ella en tal forma que muestre que aunque altamente honrada y grandemente amada como era con respecto a su relación con Dios y el hombre, ella no era más que cualquiera otra mujer salvada por la gracia, aunque escogida para el alto honor de ser la madre de Cristo. En el canto que elevó María en su visita a Elisabet aparece como una devota y humilde adoradora, no como la «Reina del Cielo» demandando adoración de parte de los demás. Reconoce que ha sido grandemente exaltada, pero no a un lugar de adoración.

a) María, el instrumento humano de Dios para la entrada de Jesús en la humanidad, ha sido víctima de las circunstancias que han obscurecido su carácter verdadero. La ignorancia, el prejuicio, la falta de conocimiento han jugado una parte en la obstrucción de la verdad. El odio hacia Jesús desató las más tremendas calumnias contra María; en el Talmud ha sido llamada la amante de Panthera, un soldado romano, y en el mismo libro a Jesús se le llama bastardo. 

Éste es el concepto más bajo que se ha tenido de María; pero no es difícil que algunas lenguas sueltas de Nazaret hicieran que ella sintiera la fuerza de esta calumnia cruel. Al principio José aparentemente tuvo este concepto de su prometida, cuando supo de su condición, «no queriendo exponerla a la ignominia pública, se propuso dejarla secretamente». como tenía derecho a hacerlo. El pensó en estas cosas como necesarias, como cualquier hombre recto y justo lo habría hecho.

b) Evidentemente, María no le había dicho a José como había llegado a estar en esta condición. Pero, aun así, ¿habría él creído si ella se lo hubiera dicho? No es difícil ver la perplejidad mental y la tensión que se posesionaron de José instantáneamente al descubrir que María, como el pensó, le había sido infiel. «José, hijo de David, no tengas recelo de recibir a María tu mujer; porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un Hijo; y le llamarás Jesús; porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt. 1:19–21). De esta manera el ángel le habló a José, quien necesitaba mucho estas palabras de aliento. El relato de Mateo muestra que José cambió de opinión con respecto a María después del mensaje del ángel del Señor, cuando él creyó plenamente la palabra del ángel. Entonces tomó a su mujer, se casó con ella antes del nacimiento de Jesús. 

De esta manera Mateo niega la calumnia judía en cuanto a María, y declara el nacimiento virginal de Jesús. José no tuvo más dudas en cuanto a la pureza y la rectitud de María. Por tanto este es el primer problema acerca del cual debemos decidir, a saber: la rectitud del caracter de María.

c) La historia de Lucas referente al nacimiento de Jesús difiere grandemente en los pormenores de aquella que relata Mateo; pero está de acuerdo claramente en un punto referente al nacimiento virginal de Jesús y a la pureza consecuente del carácter de María. Aun más tarde, en el evangelio de Juan parece que tenemos un reflejo de la sospecha popular respecto del nacimiento de Jesús. En la fiesta de los tabernáculos los fariseos preguntaron burlonamente: «¿Dónde está tu padre? «(Jn. 8:19). Como si creyeran y aceptaran la idea común de que Jesús era el hijo de José. De modo que en Jn. 8:41 ellos le espetan a Jesús las siguientes palabras: «Nosotros no somos hijos de fornicación», como queriendo decir que Jesús si era. Esta mancha podría referirse a la historia relatada en el Talmud o a la idea de que Jesús había sido engendrado por José antes de su matrimonio con María.

2. La Experiencia que María tenía de Dios: no es frecuente el caso de que todo un sistema de religión esté basado en una palabra; pero, en este caso, la palabra es «María». María era judía, había adorado al distante Jehová en un templo; pero en este conocimiento ella no encontró consuelo, y en sus días de meditación no conoció a un Dios cercano ni amigable. Lucas relata la historia más completa de cómo María llegó a estar en posesión de Jesús. Lucas, con delicadeza y gracia, relata la historia de la entrevista del ángel Gabriel con María. Ella sabía, como lo sabían todas las doncellas judías, que un día el Mesías de la promesa alegraría el corazón de la madre escogida para esta elevada misión. Pero ella no se había apropiado este honor. La salutación del ángel fue tan extraña que María se quedó perpleja. 

El ángel la llamó «muy favorecida». Entonces el ángel, dándose cuenta de que María estaba perpleja, levantó el velo de ansiedad, diciéndole: «¡No temas, María, porque has hallado favor con Dios! Y he aquí concebirás en tu seno, y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. El será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de su padre David: Y reinará sobre la casa de Jacob eternamente; y de su Reino no habrá fin» (Lc. 1:30–33). 

Cuando el ángel la llamo por su propio nombre, «María», desde ese momento, ¿podría alguien hacerla creer que Dios era menos real, que estaba menos interesado en ella que un padre humano? Ella comprendió que Dios no es un gran creador interesado únicamente en el cumplimiento de las leyes inexorables; tampoco es una cosa vaga, como una envoltura de aire que cubre al mundo, como una substancia impersonal que impregna el espacio. María comprendió que Dios es un Dios personal, y que personalmente está interesado en los individuos a quien él ha creado. Ella, entonces y allí supo que Dios, llamándola «María», es un Dios que busca a los individuos y «los llama por nombre».

3. Fabricando un error: ¡Ay! La adoración a María es una invención humana y su ímpetu está en el anhelo humano por la maternidad. Reconocemos que si hay un mensaje, por sobre todos los demás, que la fiesta de la Anunciación tiene para la generación presente, es la distinción preeminente y la inefable santidad de la maternidad. Reconocemos que si Dios, el Creador y Sustentador de este vasto universo, despojándose de las circunstancias externas de su majestad, mediante la concepción de una mujer entró en nuestra raza para salvarnos y voluntariamente fue «contado entre los malhechores», entonces la importancia y las consecuencias de la maternidad son incalculables, son divinas. Cómo la adoración a la virgen—como la «madre de Dios», la cual es ahora el principal objeto de la devoción católica romana—ha venido a ocupar tan completamente a los feligreses de esa antigua iglesia es una ilustración de la sutil e insidiosa penetración de la tentación y de lo profundo del error en que caen los hombres que se aventuran a dejarse guiar por su propia voluntad y no se cuidan de entregarse por completo a la dirección de la voluntad de Dios …

a) La Iglesia Católica Romana sostiene que hay dos fuentes de revelación, las Sagradas Escrituras y la voz de la Iglesia, la cual es un consenso de opinión unificada y confirmada por el vocero autorizado de la iglesia, el papa reinante. Pero, sabemos que estas dos fuentes de revelación son la expresión de la misma mente, y que nunca pueden tener variación; y en lo concerniente al canon de la Escritura, está cerrado, concluido, y todos los cristianos declaran que la Biblia es la verdadera expresión de la voluntad de Dios; por lo tanto, cuando los hombres enseñan lo que no puede ser probado por la Sagrada Escritura, la inferencia natural es que tal enseñanza es errónea. La doctrina de la Biblia es fija e inalterable; por lo que es muy concebible que la opinión de la mayoría, aun de los cristianos vivientes, pueda estar tan equivocada y bajo la influencia de ideas humanas como para alejarse de la verdad. Que esto ha ocurrido en realidad en la tan difundida adoración a la bendita virgen es algo que se puede observar.

b) Se puede observar que desde el segundo siglo se presenta a Eva convertida en un tipo de la virgen; que el pecado vino por quien no hizo caso de la palabra de Dios, y la bendición vino por quien sí hizo caso de ella, Descubrimos también los síntomas de la «mariolatría» en el texto de la narración de la caída. La Vulgata Latina, es la única versión autorizada y recibida por la Iglesia Católica Romana. En dicha versión la promesa de Dios, de que nuestro Redentor aplastaría bajo su pie a nuestro adversario el diablo, y nos libraría de la esclavitud del pecado, está traducida como si se refiriera a la bendita virgen. Aunque el verbo hebreo es masculino y los traductores de la Versión de los Setenta así tradujeron al idioma griego la promesa, sin embargo la deliberadamente alterada traducción ha recibido la sanción del papa, y en las ediciones que existen de las Biblias católicas, el versículo dice: «Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente suya, ella herirá (aplastará) tu cabeza y tú herirás (estarás acechando) su talón»; lo que ellos declaran es una profecía de la exaltación de la virgen.

c) Por un proceso muy quisquilloso, que es característico de los teólogos romanos, se definen tres clases de adoración: «dulía, hiperdulía, y latría».
—Dulía es la adoración rendida a los santos y a los ángeles.
—«Hiperdulía», una palabra acuñada por Tomás de Aquino, es ofrecida a la virgen.
—Mientras que «latría», que significa adoración a Dios, servicio divino, está reservada para Dios mismo.
Ahora, aunque las diferencias de estas tres fases de la adoración estén claras posiblemente para los teólogos eruditos, en la mente popular no hay tal discriminación. Y lo que es notable es que allí no hay ningún intento de advertir a la gente del peligro de cometer el pecado de idolatría. Esto no es parte de la confesión, a ningún penitente se le pregunta jamás sobre este punto, y a nadie jamás se le ha impuesto penitencia por ofrecer divinos honores a una criatura o a objetos creados. Es algo lamentable ver a los millones de seguidores de esa antigua iglesia, que sin ninguna restricción ni advertencia de sus directores espirituales como los atenienses de antaño están «completamente dados a la idolatría». La misma palabra mariolatría expresa lo que sucede en la práctica, pero esta es la costumbre católica, derivada de María y «latría», así la adoración rendida a Dios es también la adoración rendida a María.

4. Opacando a Dios: lejos esté de nosotros ridiculizar a los miembros de una gran comunidad religiosa citando las monstruosas leyendas, increíbles visiones tenidas por la virgen María, aserciones extraordinarias atribuidas literalmente a veintenas de santos, las cuales abundan en la literatura católica romana, y ciertamente de las cuales está compuesta …

a) Quizás ya se ha dicho lo suficiente—y no he dicho nada de las visiones de la virgen, del «ángelus», de los escapularios, de las iglesias, de los altares del mes de mayo, de las peregrinaciones, de las cofradías, de los inacabables atavíos de la mariolatría—para demostrar que el ritual de la Iglesia Católica Romana da el mismo honor y la misma adoración, y aún más a la virgen que el que se rinde al Salvador. Ciertamente en el sistema romano a María se le ha dado el lugar del Espíritu Santo, cuya bendita presencia ha sido completamente eclipsada por la exaltación humana de la madre de nuestro Señor. Seguramente el Espíritu Santo sabía que Satán extraviaría tanto a los hombres, que él mismo hizo que los santos hombres escribieran las Sagradas Escrituras de tal manera que apenas si mencionan a la virgen María.

b) Solamente una vez se alude a María en los Hechos de los Apóstoles, y después nunca más se vuelve a encontrar su nombre en el Nuevo Testamento. Pablo nunca la menciona, y parece que nunca la vio. El Señor no sólo se abstuvo de asignarle a ella cualquier participación en la obra de él, sino que cuando ella se aventuró a sugerirle que no había vino. en las bodas, la respuesta de él ciertamente tiene una pequeña parte de reprensión: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Mi hora no es venida». Y más tarde en su ministerio, cuando las multitudes se apeñuscaban para escucharlo y verlo, sabiendo que su madre y sus hermanos estaban ansiosos de llegar a él, él evidentemente no los atendió, sino que declaró que aquellos que escuchan la palabra de Dios eran para él como sus parientes más cercanos.

c) Los sacerdotes católicos romanos y sus adherentes dicen que no rinden adoración divina a María, sin embargo le atribuyen omnipresencia y omnisciencia, porque esperan que oiga y atienda los millares de peticiones que se elevan hacia ella de todas partes al mismo tiempo, cuando no tenemos evidencia ni siquiera una sugestión de que ella, o los santos puedan escuchar cualquier voz de nosotros.

d) Aunque debemos protestar con todo nuestro poder contra esta adoración anticristiana de María, no es necesario rebajarla de ninguna manera del elevado y santo lugar que ella siempre debe tener en el afecto y en el respeto de los creyentes de todos los siglos. María siempre será para nosotros la más dulce entre las mujeres, la más santa entre las madres el tipo más perfecto de la maternidad y de la feminidad, y un ejemplo de fe humilde y obediente, y de dulce humildad y gracia. Es verdad María fue altamente favorecida, pero ese favor también comprendió gran aflicción y sufrimiento, porque una espada atravesaría su corazón. 

Sin embargo, Dios no llama al sufrimiento y a la responsabilidad sin otorgar bendiciones compensadoras. Ella era la más humilde entre las mujeres, y por razón de su alto destino llegó a ser la más grande entre todas ellas. «Todas las generaciones», dijo ella en su canto «me llamarán bienaventurada». Ahora los romanistas han cambiado esto para hacer aparecer como que Dios, en aquel momento y en aquel lugar la deificó sobre todas las mujeres; cuando más bien esto fue una sencilla declaración de que entre las mujeres ninguna había sido considerada digna de tener un honor tan elevado. Débora dijo con respecto a Jael: «Sobre las mujeres bendita sea en la tienda» (Jue. 5:24). María es bendita entre todas ellas, escogida y altamente favorecida; pero no elevada por sobre ellas como un objeto de adoración. Su bienaventuranza consistió en que se le permitiera concebir en su cuerpo al Dios hecho carne, y por causa de él, y en la santificación que vino a ella por medio de este favor, poner delante de nosotros en su propia persona y en su carácter el primero, el más elevado y dulce ejemplo de feminidad y maternidad: un tipo de santidad que ha honrado a todas las mujeres en todos los tiempos.

CONCLUSIÓN: 
Si los católicos romanos dan tanta importancia a María y le dan también un lugar exaltado, los protestantes que le dan un lugar demasiado bajo, la han descuidado. Los protestantes han tenido temor de elogiar y estimar a María en todo lo que ella vale, por temor de ser acusados de inclinarse demasiado en simpatía con los católicos. 

De aquí que ha resultado que la más noble de todas las madres es todavía la más mal entendida de todas las madres y de todas las mujeres. Por una parte, ella es objeto de todo descuido, y por la otra es objeto de una adoración inmerecida que honra su memoria en frías estatuas. En estos tiempos. cuando incontables millones adoran a María como si fuese Dios, que los protestantes se opongan a la mariolatría y prediquen de manera enérgica, como nunca antes, la realidad evangélica de que el Hijo que María concibió es el verdadero Hijo de Dios, el único Salvador del género humano.
 
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa

Dios es el autor de toda la humanidad, de la cual escogió primeramente a Israel.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


APETITO PERVERTIDO
(Isaías 44)

INTRODUCCIÓN: 
Esta porción del Antiguo Testamento es, como muchos pasajes bíblicos, un mensaje para Israel según la carne, el primer pueblo de Dios que existió en el mundo con valiosas enseñanzas para los que por la fe en el Señor Dios Jesucristo el Redentor hemos venido a ser el más amplio y positivo «Israel de Dios» (Gá. 6:16) Este capítulo tiene tres pasajes bien distinguidos:
—La existencia y presciencia de Dios (vv. 2 y 8).
—La insensatez de la idolatría (vv. 9–20).
—El propósito redentor de Dios (vv. 17–27).
—La predicción más inmediata es respecto a Ciro, el futuro rey del Imperio babilónico (v. 28), una petición exactamente cumplida en la historia del mundo

1. El reto de Dios a los llamados dioses de todos los pueblos: 
Dios es el autor de toda la humanidad, de la cual escogió primeramente a Israel. Es hermosa para todos los tiempos la declaración del v. 6: «Así dice Jehová rey de Israel y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero y el postrero, y fuera de mí no hay Dios».

2. El desafío particular a la idolatría de todos los tiempos:
a) A partir del v. 9 el profeta nos introduce en una fábrica de ídolos, primero de metal, donde hombres forzudos están fabricando un dios que no puede moverse, ni andar, ni hacer nada de las muchas cosas que su Hacedor puede hacer … Nunca un hombre de carne puede producir un dios.

b) Describe a continuación una fábrica de ídolos de madera: la idea de los idólatras es que la imagen representa a un dios invisible y poderoso. La idea primitiva es de algún hombre que existió y a su muerte se convirtió en un dios. Esto entusiasma al idólatra. En los países más remotos aun las imágenes más feas son miradas con admiración por los devotos. Les parece hallar vida en la expresión de sus rostros que el artista formó con más o menos arte.

c) Pero ¿cuál es el calificativo que el Espíritu del verdadero Dios aplica a tales adoradores? «De ceniza se alimenta …» (v. 20).

3. La sabia disposición divina en la creación de alimentos: 
Dios fue preparando la tierra antes de poner la vida vegetal sobre este planeta, la proveyó de agua y de sustancias químicas que, absorbidas por las plantas, producen una variedad magnífica de diversos frutos. 

Debemos recordar que a los primeros animales, y asimismo al primer hombre en el Edén, Dios les dijo: «He aquí que os he dado toda planta que da semilla que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay frutos y que da semilla os serán para comer, y de toda bestia de la tierra y de todas las aves de los cielos y a todo lo que se arrastra sobre la tierra y tiene vida, toda planta verde os será para comer». 

De modo que el primer hombre, Adán, era vegetariano, imitando a los seres predecesores de la creación del hombre, las bestias de la tierra y las aves de los cielos y los peces del mar. ¿Por qué razón al hombre no le fue dado alimentarse de carne hasta después del Diluvio? Yo veo un propósito divino; además de la salud física para los primeros pobladores del mundo, existía en el plan de Dios el propósito de dar a conocer a su pueblo que el Redentor prometido tendría que redimir a los hombres por medio de un sacrificio cruento, como fue realizado por Jesucristo en la cruz y prescribió los sacrificios levíticos, de otra manera Juan el Bautista no hubiera podido decir cuando vio a Jesús acercarse al Jordán donde él bautizaba: «He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo», y los apóstoles no hubiesen podido presentar al Redentor doliente de Is. 53 con tantas figuras retóricas que en todo tiempo han conmovido los corazones de aquellos que pueden decir: «Nosotros le amamos a Él, porque Él nos armó primero». Ni aún hoy día los hombres no pueden prescindir de la creación vegetal para proveer alimentos a los recién nacidos.

4. La perversión del apetito natural, figura del espiritual
Dios creó al ser humano con una doble naturaleza, la natural o física y la espiritual, de este modo le dio facultades que no posee ningún otro ser físico de los que han vivido o viven sobre la tierra. Es verdad que entre los pueblos menos civilizados y más pobres de la tierra, hay algunos que se alimentan de puñados de tierra. 

Pero éstos no proveen en realidad alimentos como aquellos procedentes del mundo vegetal. La peor perversión de un apetito físico es alimentarse de ceniza, que es un producto resultado de la combustión de plantas secas. Y es a esta figura a la que Dios apela para dar a entender la locura e insensatez de la idolatría; no obstante el enemigo ha sido tan astuto que muchísimos hombres hallaban placer en absorber los humos de ciertas plantas como el tabaco o el opio, y otras drogas del Reino vegetal. 

A veces, discutiendo con hermanos fumadores, les he hecho notar esta perversión del apetito natural y su respuesta es siempre la misma: «No hallamos ninguna prohibición del tabaco en la Sagrada Escritura», a lo que he respondido recordándoles que el hombre no es un ser puramente animal, citándoles las palabras del apóstol Pablo en Ro. 8, que los cristianos no vivimos «según la carne», o en otras palabras, «para dar satisfacción a la carne», sino a las dos partes que Dios ha concedido a los seres humanos, la carne y el espíritu, y que el espíritu puede encontrarse como el de los antiguos idólatras, que eran acusados por Dios de alimentarse «de cenizas», citándoles el texto de Mt. 4: «No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios». 

Esto puede tener diversas aplicaciones, no sólo al tabaco, sino aun a las ideas que entran a la mente mediante la lectura. Una novela mundana puede ser para el no creyente una ayuda intelectual por la provisión de palabras y frases bien hilvanadas, pero para el cristiano fervoroso es como llenar el estómago de tierra o de ceniza.

5. Facultades superiores del hombre regenerado:
a) Dijimos que por estar formado de cuerpo y alma el ser humano es totalmente diferente de las bestias que se satisfacen en llenar su estómago de productos materiales del Reino vegetal, producidos por la sabiduría y poder de Dios.

b) Por la ignorancia del paganismo más antiguo, algunos seres inferiores habían sido elevados a la categoría de dioses dignos de ser adorados (véase Ro. 1:18–25), pero las facultades artísticas del hombre irregenerado fueron progresando desde los rudimentarios dibujos escenográficos de Babilonia y Egipto hasta la más esplendorosa edad de los artistas griegos, en que se llegó a crear estatuas tan reales en apariencia inferior como la Venus de Milo.

c) A la adoración efectiva de dioses y diosas paganos sucedió la idolatría cristiana, venerando como representación a personajes bíblicos que están en el Cielo, y ello llevó a una lucha cruel entre los cristianos mejor iluminados de la Reforma y los católicorromanos adheridos a una importante fracción de la iglesia cristiana, entre los cuales existen todavía hombres y mujeres que adoran a Dios y le dan gracias por su redención, en espíritu y en verdad.

d) Dentro de la Iglesia católica existían ya desde hace siglos hombres y mujeres que poseían más luz espiritual procedente del Evangelio, y escribieron libros y poesías maravillosos, como Teresa de Cepeda (Santa Teresa de Jesús) y muchos escritores religiosos de su tiempo que habían renunciado a la vida familiar intentando imitar más las virtudes morales del Evangelio.
e) Las enseñanzas éticas que Jesús trajo a este mundo, juntamente con su revelación y sus gloriosas promesas acerca del más allá, trajeron a la luz las tales enseñanzas del Evangelio que adoptaron cristianos fervorosos tildados de herejes, incluso hasta el sacrificio de sus vidas …, pero también una dispersión en grupos y partidos basada en las interpretaciones de grandes predicadores como Lutero, Calvino, Menno-Simons, y otros grupos anabaptistas que creyeron que la reforma de Lutero era el advenimiento del Reinado de Jesucristo.

f) Al aumentar el número de tales agrupaciones y extenderse sobre la Tierra, trajeron dentro de la iglesia católicorromana, la contrarreforma adherida más que nunca a los errores doctrinales de su época y entre los evangélicos una confianza quizá algo exagerada acerca del valor de la fe en contraposición de las obras presentadas por la Iglesia católica y una reacción tantoanticatólica como antievangélica en la persona de Mahoma, en cuyas filas existen personas que adoran a Alá con acciones exteriores. A la luz de Ro. 2:10–16 no sabemos hasta qué punto serán tenidos en cuenta los sentimientos piadosos y sinceros que puedan existir entre estos extraviados creyentes a quienes. empero, tenemos el deber de llevar al conocimiento del Evangelio para que puedan gozar de las bendiciones espirituales de que todo el pueblo de Dios, tanto dentro de la organización catolicorromana como dentro de los aborrecidos y perseguidos cristianos evangélicos de aquellas épocas pasadas. prevaleciendo una frialdad religiosa en todas partes del mundo.

g) El mismo arte parece que en estos últimos tiempos va en declive, comparado con las obras religiosas de siglos pasados. Pero el que ha encontrado en Cristo y en la fe de sus promesas la satisfacción espiritual no puede menos que declarar como el rey David: «Como el ciervo busca jadeante …».

6. El alimento natural
Ejemplo del alimento espiritual: todos los cristianos de todos los tiempos, aun aquellos que comulgaron con algunos errores de la Iglesia catolicorromana constituyen la verdadera Iglesia de Jesucristo que Él ha de venir para evaluar sus hechos de más de veinte siglos y establecer su reinado de paz y orden superior sobre la Tierra, cuando quedará totalmente no sólo desacreditada, sino refutada la teoría materialista y renovada por una fe y gratitud viva la inspirada frase de Jesucristo en su lucha con el rey de este mundo (Satanás): «No sólo con pan vivirá el hombre, sino con toda palabra procedente de Dios» (Mt. 3:4).

7. ¿Para qué necesitamos los alimentos espirituales?

a) La función de los alimentos es triple:
—Reemplazar la energía gastada.
—Mantener la temperatura.
—Suplir nuevo material para el crecimiento.

b) Cada esfuerzo físico e intelectual gasta energía; así, cada esfuerzo espiritual, cada acto abnegado, cada amonestación que aplicamos a hermanos débiles, o para reprimir el propio yo, produce desgaste espiritual. Si no leemos la Biblia y buenos libros, ni meditamos, ni oramos. pronto no tendremos fuerzas y seremos como las personas del mundo no regeneradas por la fe de Jesucristo.

c) Si no nos alimentamos pronto, seremos tibios y disgustaremos al Señor, que ve nuestro corazón. El no quiere la tibieza (Ap. 3:15).

d) Lo necesitamos para crecer: «Creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor Jesucristo» (2 P. 3:18), decía el apóstol Pedro cuya vida fue transformada por la influencia del Espíritu Santo, y el apóstol Pablo exhorta: «Que no seáis niños fluctuantes» (Ef. 4:14) y ello ocurre por falta de alimento. Algunos cristianos nunca salen de la infancia espiritual.

CONCLUSIÓN: 
Afortunadamente existen hoy día no solamente la Sagrada Escritura como las preciosas promesas de Jesús y los comentarios de los apóstoles, sino también muchos libros piadosos que alimentan nuestro espíritu.

Pidamos a Dios que despierte en cada uno de los creyentes un apetito espiritual sano, para que podamos alimentar nuestra alma mientras nos hallamos en la Tierra y podamos, nosotros mismos, guiados por su Espíritu, ayudar a alimentar a nuestros hermanos con alimento verdadero, basado en la Palabra de Dios, para que nuestra vida espiritual y la suya, puedan crecer hasta que Dios nos llame a su misma presencia, en donde hemos de recibir, como dice el apóstol, de acuerdo como lo que hemos hecho por medio de este cuerpo que se ha desgastando y deteriorando. Que podamos decir como el apóstol cuando se hallaba en inminente peligro de muerte: «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe, por lo demás me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor Juez Justo, y no sólo a mí, sino a todos los que aman su venida» (2 Ti. 7, 8).

 

DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa

domingo, 15 de marzo de 2015

Si nos olvidamos de Dios, podemos alejarnos y a veces, aun llegar a despreciarle

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


Un Dios digno de Adoración

Ezequiel 1–3

¿Cómo pudo suceder? Dentro del pueblo escogido, que decía pertenecer al Dios vivo, los líderes religiosos introdujeron en el templo de Jehová a otros dioses paganos. ¿Como era posible que se pervirtieran tanto?
Es que se les había olvidado la grandeza y gloria del Señor a quien decían servir, Jehová, el que dijo que consumiría con su gloria al que le viera directamente. Sin embargo, a ellos se les había olvidado precisamente eso: darle gloria.
Aunque parezca mentira, es posible que al pueblo de Dios también hoy, se le olvide su grandeza. Si nos olvidamos de él, podemos alejarnos y a veces, aun llegar a despreciarle. Podríamos caer en la misma trampa.
Un creyente verdadero puede sentirse muy contento cuando llega al culto del domingo con otros que creen en el mismo Dios. Sin embargo, al salir del templo, su vida no manifiesta ningún cambio. Vive como si Dios no existiera. Tal cristiano no se da cuenta de que el conocimiento verdadero de Dios puede cambiar su vida.
El libro de Ezequiel fue escrito para advertirnos de este peligro. Nos llama a contemplar las implicaciones de la gloria de Dios para nuestra vida.

EL MINISTERIO DE LOS PROFETAS

Los profetas eran hombres que andaban con Dios. No les daba miedo definirse como sus siervos. Ellos señalaban el camino a seguir para tener la conducta adecuada del pueblo que a menudo se salía de los límites establecidos por Dios.
El Antiguo Testamento nos enseña el trabajo de estos grandes hombres y las variadas emociones que experimentaban. Además, nos indica las formas en que Dios los utilizó para restaurar a Israel a la comunión con él.
La función de los profetas ha sido mal entendida en nuestros días. Se considera frecuentemente que un “profeta” es alguien que anuncia sucesos futuros. No obstante, no es esa la única, ni la más importante, función del profeta.
Un profeta es un vocero de Dios, porque anuncia o proclama la palabra santa. Entonces, es alguien llamado para anunciar el mensaje que Dios quiere comunicar al hombre. Tal mensaje puede referirse al futuro, pero no tiene que ser forzosamente así.
Cuando un profeta anunciaba algo futuro, lo hacía para motivar al oyente a cambiar su vida en ese momento. Dios utilizó a estos voceros para animar al pueblo a confiar en él y obedecerle

¡PENSEMOS!

 Los profetas predicaron para el pueblo de Israel con el fin de corregir problemas contemporáneos. ¿Se dirigen estos mensajes a nuestras circunstancias hoy también? ¿En qué problemas actuales nos podría ayudar el mensaje de los profetas? Dé algún ejemplo que usted recuerde.

LOS TIEMPOS DE EZEQUIEL

Dios, en los pactos que hizo con Israel, prometió bendición a cambio de la obediencia, y maldición a cambio de la rebeldía (Deuteronomio 28). Dios mandó prosperidad cuando el pueblo fue fiel; mas cuando se apartó, envió maldición.
La maldición mayor, hasta esa fecha, había sido el exilio. El pueblo fue arrancado de su tierra y esparcido por otras naciones para ser esclavo de ellas. Dios mostró su amor aun en medio de las maldiciones enviando a sus mensajeros los profetas.
Ezequiel aparece en esa época del exilio. Tuvo que vivir, lo mismo que sus paisanos, lejos de Jerusalén, en Babilonia. Fue llevado cautivo en la segunda deportación, cuando corría el año 598 a.C.
En los primeros 32 capítulos, explica a sus paisanos por qué estaban allí y los llama al arrepentimiento. A la vez, predice la destrucción venidera de Jerusalén. La última parte del libro fue escrita después de oir de la caída de la ciudad. Quería consolar a su pueblo y asegurarle su futura restauración.

EL MENSAJE DEL LIBRO

El mensaje que Ezequiel anuncia al pueblo es que Dios va a glorificar su nombre. Israel lo había despreciado y difamado por generaciones. Ahora, a través del juicio y la restauración, su nombre volverá a ser magnificado y aprenderán a reverenciarlo.
El propósito de Ezequiel entonces, era enseñar la grandeza de Dios. Se repite una frase o lema en todo el libro: “Y sabrán que yo soy Jehová”. La repetición de esta frase sirve para llamarles la atención por no haber respondido adecuadamente a la grandeza de Dios.
El tema se repite tanto al referirse al juicio, como a la restauración. A través de todo el libro Dios está usando el juicio y la restauración como lecciones visuales para enseñarles quién es él. Los dos aspectos revelan que Dios es misericordioso pero también santo, y no tolera el pecado.

LA ESTRUCTURA DEL LIBRO

La estructura de Ezequiel se divide en dos partes principales. Las dos partes giran alrededor de un eje: la caída de Jerusalén (33:21):

  “Aconteció en el año duodécimo de nuestro cautiverio en el mes décimo, a los cinco días del mes, que vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: La ciudad ha sido conquistada”.

Los primeros 32 capítulos contienen profecías que se anunciaron antes de la caída de Jerusalén. Los capítulos 33 al 48 las que se dieron después de su caída.

PROFECÍAS ANTES DE LA CAÍDA DE JERUSALÉN 1–32

EJE: LA CAÍDA DE JERUSALÉN 33:21

PROFECÍAS DESPUÉS DE LA CAÍDA DE JERUSALÉN 33–48

EL LLAMAMIENTO DEL PROFETA 1–3
El ambiente del profeta 1:1–3
Los únicos datos biográficos que conocemos de Ezequiel se encuentran en el libro. Pertenecía a una familia sacerdotal y su padre se llamaba Buzi.
Ezequiel era de una clase social alta. Fue llevado a Babilonia con el rey Joaquín en la segunda deportación. En cada batalla, se acostumbraba que el rey victorioso aprisionara a los nobles y ricos de la ciudad conquistada. Daniel fue llevado en la primera deportación.
Por ser sacerdote, Ezequiel conocía bien la ley. Había visto personalmente las faltas que los guías espirituales del pueblo cometían.

TODO ERROR DOCTRINAL
Y TODA CAÍDA PRÁCTICA
PUEDE ATRIBUIRSE A FIN DE CUENTAS
A UN CONCEPTO EQUIVOCADO DE DIOS.

La visión de Jehová 1:4–28
La visión de Dios que Ezequiel presenció introduce el libro a los lectores originales para llamarles la atención desde el principio acerca de la gravedad de sus faltas cometidas. El Dios glorioso que se revela en la visión es el mismo con quien ellos habían estado jugando.
Al contemplar el propósito de enseñar quien es Dios, el ambiente del cual vino el profeta, y las circunstancias de la vida del pueblo, podemos entender el significado de esta visión temible.
La visión ocurre juntamente con el llamamiento del profeta. Contiene muchos elementos: fuego (1:4), resplandor (1:4), seres vivientes con apariencia de animales (1:5, 10), ruedas (1:16), y un trono (1:26). Tantos elementos extraños nos hacen preguntarnos. ¿Qué significa tal visión? El mismo profeta nos responde: “Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová” (1:28).
¡Qué manera de presentar la gloria de Jehová! ¿Qué razón tendría Dios para manifestarse así? La lectura de estos versículos y el intento de contemplar el cuadro descrito producen asombro.
La visión describe la grandeza y el poder del Señor. Con este Dios majestuoso y temible estaba jugando Israel. Ese ser tan imponente, había sido ofendido y despreciado. Al mismo tiempo, Jehová está preparando a su siervo para anunciar la manera en que el pueblo conocerá su grandeza.
Entre los muchos detalles que contiene hay dos elementos principales: cuatro seres vivientes con ruedas (1:5–25), y uno semejante a hombre sentado en el trono (1:26–28). Los cuatro seres vivientes después son identificados como querubines, seres creados por Dios para su servicio (10:1–4).
Muchas personas se ponen a interpretar con tanto esmero los detalles de esta visión, que descuidan los elementos mas importantes. Lo mejor es poner la atención en lo que es central e importante para entender lo que el profeta quiere explicar.
Las expresiones “una gran nube con fuego” y “un resplandor”, sugieren la semejanza de la revelación de la gloria del Señor en Sinaí (Éxodo 20:18). El mismo Dios que hizo los pactos y prometió bendición y maldición, vuelve a presentarse para cumplir su promesa.
La reacción de Ezequiel ante esta visión es de temor y humillación. Se postra en adoración ante ese Dios tan imponente, y oye lo que le quiere decir. La respuesta del profeta demuestra lo que Israel debía de haber hecho frente a un Dios tan glorioso.
Ezequiel había visto la gloria de Dios. Israel había olvidado la grandeza de la gloria del Señor y, por lo tanto, hacia falta un recordatorio. El mensaje del profeta les asegura que tal recordatorio no tardaría en venir.

¡PENSEMOS!

 Este Dios glorioso que se presentó a Ezequiel es el nuestro también. Es un Dios de amor, pero también es santo y no puede tolerar el pecado. Además, siempre es fiel y cumple todo lo que promete.
 Entre más conozcamos de Dios, mejor sabremos cómo debe ser nuestra actitud ante él. La postura de Israel fue de rebeldía, desprecio y desobediencia. La de Ezequiel fue de respeto, humillación y disposición a escuchar.
 ¿Cuál es nuestra actitud frente a Dios? ¿Será como la de Israel, o como la del profeta? Tome un momento para evaluarla. ¿Tiene alguna actitud negativa que afecta su respecto y obediencia hacia el Señor? ¿Qué evidencia se ve en su vida de su actitud ante él? ¿Qué pasos debe dar para mejorarla?

Ezequiel escucha lo que Jehová quiere decirle y se motiva para obedecer la voz del gran Dios. La presencia del Señor no se limitaba al templo en Jerusalén. Él la vio en Babilonia, a casi 800 kilómetros de Jerusalén.
Dios se dirige a Ezequiel nombrándolo hijo de hombre. Esta frase resalta la debilidad humana del profeta. Solamente por el Espíritu puede el vidente recuperar las fuerzas perdidas al contemplar una visión tan majestuosa.
El profeta escucha la comisión de Dios. Le da un trabajo para que lo cumpla en aquel ambiente de destrucción en que se encontraba.

EL MINISTERIO DEL PROFETA
ANTES DEL CAUTIVERIO.

TRASFONDO HISTÓRICO:
PECADO E IDOLATRÍA.

MENSAJE: EL JUICIO VENIDERO.
PROPÓSITO: MOTIVARLES A ARREPENTIRSE.

Dios manda a su profeta a los hijos de Israel. Ellos eran una casa rebelde (2:5). Les Ilama: “de duro rostro y empedernido corazón” (2:4), “zarzas y espinos” y “escorpiones” (2:6). ¡Qué público! La tarea de Ezequiel se tornaba dificil.
El Señor no le da ni siquiera una esperanza de que lo iban a escuchar, pero le asegura que “sabrán que hubo profeta entre ellos”. El ministerio del vocero de Dios siempre es así. Él nos manda a hablar, pero no nos da ninguna garantía del resultado. Este queda entre el oyente y Dios. A Ezequiel le asegura que NO le harán caso. Sin embargo, él tiene que ir a hablarles.
No obstante, Dios no deja indefenso a su mensajero; lo prepara bien para su tarea (2:8–3:11). Primero, hace que Ezequiel se apropie del mensaje, que lo haga parte de su propia vida (2:8–3:3).
Su identificación con el mensaje divino se ilustra al comerse el libro que lo contiene. Uno no puede hablar bien de algo que no conoce. Dios quería que el profeta hiciera suyo el mensaje que él iba a enseñar al pueblo rebelde.
Ezequiel describe su experiencia con el rollo que comió. El libro contenía ayes y lamentaciones en contra de su propio pueblo. Sin embargo, cuando lo comió, no sintió su sabor amargo, sino que fue “dulce como miel” (3:3).
¿Es así la palabra del Altísimo para nosotros? Para el profeta fue dulce. ¿Por qué? Porque no estaba viendo sólo los juicios. El podía ver mas allá de ellos, porque conocía a su Señor. Ve la gloria de Dios y sabe que él no comete errores. Aun aquellos ayes y lamentaciones tenían un propósito que era para bien.
La primera forma que Dios utiliza para preparar a su siervo se presenta al decirle que coma el rollo. La segunda forma en que lo prepara es haciéndolo fuerte, más resistente que la casa rebelde de Israel (3:7–9). Sólo entonces, el profeta estuvo listo para trabajar.
En ese momento, el vidente reacciona, como que de pronto se desanima y no quiere llevar a cabo una encomienda tan dura contra su propia gente (3:14). Jeremías experimentó algo similar (Jeremías 1:6–9). Se ve que en los dos casos, la mano de Dios es más fuerte que la debilidad de su siervo.
Además, Dios establece a Ezequiel como atalaya (3:17). Un atalaya era el guardia de la ciudad. Su trabajo era mantener la vista en el horizonte y en la misma ciudad para observar cualquier peligro, fuese de un invasor de afuera, o de fuego o desórdenes internos.
Si un atalaya no avisaba del peligro, sería responsable de la muerte de los habitantes y tendría que morir también. Si avisaba, quedaba libre de cualquier culpa, aunque no le hicieran caso.
Tal era el trabajo de Ezequiel. Ya conocía el peligro que se cernía sobre su pueblo. Le correspondía a él anunciarlo; ésa era su única obligación. No era responsable de convencer a nadie, sólo de anunciar el peligro. Si uno de sus oyentes atendía el mensaje, ése se salvaría; si otro no lo obedecía, moriría. Sin embargo, para el profeta resultaba lo mismo. Sería responsable solamente cuando no anunciara el mensaje.

¡PENSEMOS!

 ¿Tenemos los evangélicos un mensaje que debemos comunicar? Aunque nuestros oyentes sean indiferentes u hostiles muchas veces, nuestra responsabilidad es dar el mensaje. El éxito del anuncio no está en que las personas sean convencidas, sino en que el mensaje sea trasmitido.
 ¿He sido y equipado como lo fue el profeta? Según Hechos 1:8, ¿en qué manera nos ha capacitado Dios para comunicar el mensaje del evangelio?
 Piense en dos personas que usted conoce que aún no han hacho una decisión por Cristo. Empiece a orar por ellas diariamente y pedir que Dios le ayude a anunciarles su mensaje.

Algunos creen que el castigo o muerte del justo (3:20) indica que los ya salvos pueden perder la salvación, pero debe tomarse en cuenta que el profeta se dirige al pueblo de Dios. Como hijos, ellos tenían deberes que cumplir. El enfoque está en la manera en que el pueblo de Dios, ya justificado por fe, debe vivir.
Si el estilo de vida del pueblo del Señor mancha el nombre de Dios, el castigo es la muerte. La historia de Israel demuestra que esta muerte es fisica. Así se prueba, de una vez por todas, que con el Omnipotente no se puede jugar.
La lección para nosotros hoy, tal como lo fue para ellos, es que el justo no se salva por hacer buenas obras. La salvación se recibe al confiar en Cristo. Es en tal persona que Dios produce un cambio. Así que, este pasaje no enseña que la salvación puede perderse (Vea Juan 10:10, 28–29; 17:6, 10).
Al terminar de explicar sus responsabilidades, Dios encierra a Ezequiel y lo enmudece. Así, el profeta hablaría sólo cuando el Señor se lo mandara. En esta forma, el vidente iba a cumplir su ministerio (3:22–27).

CONCLUSIÓN

En medio de un pueblo que ha olvidado su gloria y grandeza, Dios se revela a un hombre que reconoce su dignidad y esta dispuesto a servirle. Ezequiel ve la gloria del Señor y adora su grandeza. En una manera muy distinta a Israel, él reconoce que la gloria de Jehová nos obliga a someternos a él y obedecerle. A gran precio personal, el profeta obedece la comisión del Dios Altísimo y se compromete a proclamar el mensaje que le ha encomendado.

¡PENSEMOS!

 Nosotros no debemos imitar el ejemplo de Israel. Si adoráramos a un dios de piedra y palo, hecho a nuestra imagen, no tendríamos que preocuparnos por él, o por nuestra actitud frente a esa clase de deidad.
 Sin embargo, si adoramos al Señor omnipotente, creador y soberano del universo, debemos tender cuidado de reconocer su grandeza y sus derechos. Dios merece nuestra adoración y sumisión. ¿A que clase de Dios seguimos?
 ¿Qué cambios ha producido el hecho de haber conocido al Padre celestial en su vida? ¿Lo conoce de verdad? ¿Qué diferencia ha hecho en su vida esa experiencia? ¿Qué espera él que usted haga como respuesta lógica a la revelación de su grandeza?

DETRÁS DE CADA VIDA ALEJADA DE DIOS
HAY UN CONCEPTO INADECUADO DEL
SEÑOR.

LA SOLUCIÓN PARA EL HOMBRE ALEJADO
DE DIOS ES VERLO TAL COMO ÉL ES.


 
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.ermail.es/link/TCVmmA2ccJJaaATCeC7CmA7CjaallVaa
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html