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sábado, 30 de enero de 2016

Abandonando el camino recto, se extraviaron siguiendo el camino de Balaam, quien amó el pago de la injusticia, y recibió reprensión de su propia maldad

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Nos Preparamos para enseñar en la Congregación
El pago justo por las transgresiones
2Pedro 2:13-16
13      sufriendo el mal como pago de la injusticia. Teniendo por placer el libertinaje a pleno día, son inmundicias y manchas que se recrean en sus errores, mientras comen alegremente con vosotros;
14      teniendo los ojos llenos de adulterio, e insaciables de pecado; seduciendo a las almas inconstantes; teniendo el corazón habituado a la codicia; hijos de maldición.
15      Abandonando el camino recto, se extraviaron siguiendo el camino de Balaam (el de Bosor), quien amó el pago de la injusticia,
16      y recibió reprensión de su propia maldad por un mudo animal de carga, que hablando con voz humana, refrenó la locura del profeta.

Adulterio Espiritual y Carnal
El adulterio
2Pedro 2:13–14
Nos enfrentamos con una pregunta acerca de la división en párrafos en este punto. Algunos traductores ubican una coma después del versículo 12 y luego siguen con el versículo 13
Otros ven una división definida y comienzan una nueva oración con el versículo 13
Desafortunadamente, los antiguos escritos del Nuevo Testamento griego ofrecen poca ayuda en este punto, ya que no aportan ninguna indicación en cuanto a una división. 
La NVI marca una división y presenta al versículo 13 como comienzo de un nuevo párrafo.


13 Sufrirán daño en pago del daño que han hecho. Su concepto de placer es entregarse a las pasiones sensuales en pleno día. Son manchas y suciedad, que se gozan en sus placeres mientras los acompañan a ustedes en sus comidas.

En la primera oración, el texto griego tiene un juego de palabras que Pedro ha escogido intencionalmente. 

Traducido en forma literal significa “sufriendo daño como pago por hacer daño” (NASB). Pero el verbo sufriendo daño, tomado junto con la frase la paga de hacer el mal también puede traducirse “siendo defraudados de las ganancias de su mal obrar”. 

Cierta cantidad de escritos griegos, sin embargo, tiene otro verbo en este lugar, que ha sido adoptado por algunas traducciones como una lectura mejor: “Sufriendo el daño como salario de su iniquidad” (NTdT). 

Sin embargo, es probable que Pedro haya introducido un juego de palabras y que los escribas de los primeros siglos hayan alterado el texto. Por consiguiente, los traductores favorecen la redacción que tiene la ingeniosidad verbal.

La intención del mensaje de Pedro es señalar la verdad del antiguo proverbio: “El hombre cosechará lo que sembró” (Gá. 6:7; cf. también Pr. 22:8; Os. 10:12–13; 2 Co. 9:6). 

Es decir, que los falsos maestros recibirán el pago total de los males que han perpetrado. ¿Cuál es, entonces, el daño que estos apóstatas han causado? 

En los versículos 13 al 15 Pablo presenta un catálogo de males. Aquí están los dos primeros:
a. “Su concepto de placer es entregarse a las pasiones sensuales en pleno día”. 

El objeto de esta oración no es dar a entender que la diversión nocturna sea aceptable. El pecado es habitualmente cometido bajo la protección de la oscuridad (referirse a Jn. 3:19); por ejemplo, Pablo escribe: “Los que se emborrachan, se emborrachan de noche” (1 Ts. 5:7; compárese también con Ro. 12:11–13). 

Pero esta gente se burla de todas las normas de conducta y va de parranda aun durante el día. 

Aparentemente los herejes no tiene deseos de tener un buen empleo, no tienen nada que hacer durante el día, y pasan su tiempo de parranda en parranda (véase Is. 5:11). 

Si dejamos de lado el verbo parrandear, la oración misma transmite un mensaje positivo, ya que el placer y la luz del día son dones hermosos de Dios, pero la presencia del verbo cambia todo el mensaje: el placer y la luz del día son puestos al servicio del pecado. Esta gente es esclava de Satanás.

b. “Son manchas y suciedad, que se gozan en sus placeres mientras los acompañan a ustedes en sus comidas”. 
Las palabras manchas y suciedad son lo opuesto de la descripción que Pedro hace de los creyentes. 

El los insta a “esfuércense por ser hallados sin manchas ni reproche, y en paz con el [Señor]” (3:14). 

Al describir a Jesucristo, Pedro lo describe “cordero sin mancha o defecto” (1 P. 1:19). Las personas que se describen en este texto, sin embargo, son exactamente lo opuesto a Cristo y de su iglesia. Entran en las casas de los miembros de la iglesia y comparten la comida y la bebida que el anfitrión les provee.

¿Cómo es posible que estos parranderos tuvieran comunión de mesa con los creyentes? 

El versículo paralelo de Judas 12 tiene la frase que sigue: “Estos son manchas en vuestros ágapes” (VRV). Los mejores manuscritos de la epístola de Pedro no tienen la lectura ágapes sino que tienen un sustantivo cuyo significado primario es decepciones, y como significado secundario, placeres

Muchas versiones han escogido la primera traducción, pero la lectura secundaria cuadra perfectamente. Quizá Pedro esté evitando hacer uso explícito del término ágape. ¿Cuál era este ágape?
[Se trataba] de una comida en la cual se usaba no sólo pan y vino sino todo tipo de viandas, una comida que tenía el doble propósito de satisfacer el hambre y la sed y de dar expresión al sentido de la comunidad cristiana. Al fin de esta fiesta, se tomaba el pan y el vino según el mandamiento del Señor … El ágape [fiesta de amor] estaba de este modo relacionado con la eucaristía, así como la última Pascua de Cristo lo estaba con el rito cristiano que él le injertó.
Quizás ya en el tiempo de Pedro, la comida comunitaria estaba separada de la Cena del Señor. Este ágape enfatizaba la hermandad de los participantes, la eucaristía marcaba la unidad que los creyentes tienen en Cristo. 
Pablo indica a los cristianos corintios que deben establecer una distinción entre las dos celebraciones cuando les dice: “¿No tenéis casa en las cuales comer y beber?” (1 Co. 11:22). El texto no dice si estos parranderos manchaban de esta manera la mesa del Señor en el tiempo de Pedro. 
Pedro, sin embargo, indica que banqueteaban hasta el punto de que se transformaban en manchas y suciedad para la comunidad cristiana.

14. Teniendo los ojos llenos de adulterio, son insaciables en el pecar; seducen a las almas inconstantes; son expertos en la avaricia—¡hijos de maldición!

Por medio de una serie de breves cláusulas, Pedro continúa su enumeración de vicios. 

No es raro que entre un grupo de parranderos el consumo de alcohol lleve a la lujuria y al abuso sexual. Por eso Pedro aporta la siguiente descripción, bien gráfica.

a. “Teniendo los ojos llenos de adulterio, son insaciables en el pecar”. 
La lectura literal del término adulterio es “adúltera”. En esta oración la palabra se refiere a “ojos que están llenos de (deseosos de) encontrar una adúltera, que siempre están buscando una mujer con la cuál cometer adulterio”. 

El lenguaje descriptivo de Pedro trae ecos de las palabras de Jesús: “Cualquiera que mira una mujer para codiciarla, ya ha adulterado con ella en su corazón” (Mt. 5:28).

Los traductores han vinculado las dos cláusulas que dependen mutuamente entre sí para formar una sola oración. Pedro describe a estos maestros como adúlteros que, por andar mirando codiciosamente a las mujeres, nunca dejan de pecar.

 ¡Qué punto de vista degradante del sexo opuesto! A ojos de estos, una mujer no es una persona sino una herramienta diseñada para satisfacer sus apetitos sexuales.

b. “Seducen a las almas inconstantes”. 
Pedro toma una palabra del lenguaje del pescador que tira un anzuelo para atrapar al incauto pez (v. 18; Stg. 1:14). 

Estos maestros tratan de atrapar a hombres y mujeres, especialmente a aquellos cristianos que son inconstantes en su fe, para hacerlos caer en pecados sexuales. 

Andan buscando miembros de la iglesia que no se han puesto la armadura de Dios (Ef. 6:13) y que no han atendido al consejo de Pedro de “estar afianzados en la verdad” (1:12). 

Se trata de personas que, por su inestabilidad, distorsionan las Escrituras (3:16) y se transforman en fácil presa del diablo y sus secuaces.

c. “Son expertos en la avaricia”
Una vez más Pedro recurre al lenguaje figurado. Lo toma esta vez del lenguaje del mundo de la gimnasia y dice que los falsos maestros han estado ejercitando sus corazones “como en un gimnasio” para la avaricia. 

El pecado de la avaricia no es sólo una transgresión del décimo mandamiento del Decálogo, sino que equivale a la idolatría (Col. 3:5). 

Es decir que el hombre no adora a Dios sino al ídolo de la codicia. Al comenzar su descripción de estos maestros, Pedro advierte a los creyentes contra el peligro de ser explotados. 

El dice: “Llevados de la codicia estos maestros se aprovecharán de ustedes con relatos inventados por ellos” (v. 3). Por hacer del dinero su ídolo (Mt. 6:24; Lc. 16:13), esta gente recibe la maldición de Dios.

d. “Hijos de maldición”
Pedro revela aquí su antecedencia hebrea, ya que exclama enfáticamente: “¡Hijos de una maldición!” La expresión hijos de es semita y aparece en diversas formas: por ejemplo: “hijos [objetos] de la ira” (Ef. 2:3), “hijos de la luz” (Ef. 5:8), e “hijos de la obediencia [hijos obedientes]” (1 P. 1:14
Esta expresión se asemeja a la frase hijos de la desobediencia (Ef. 2:2; 5:6).

¿Cuál es el resultado de la maldición de Dios sobre el hombre? Una maldición es lo contrario de una bendición. 

Cuando se pronuncia una maldición sobre alguien o algo, las bendiciones quedan retenidas y entonces sobreviene el desastre. Así vemos que la maldición pronunciada contra cualquiera que reedificase Jericó (Jos. 6:26) entró en efecto cuando, durante el reinado del rey Acab, Hiel de Betel reedificó Jericó; él perdió dos hijos a consecuencia de la maldición que Josué había proferido hacía siglos.

Pedro evita echar una maldición sobre los falsos maestros, ya que la Escritura enseña que los cristianos no deben maldecir a su prójimo sino más bien bendecirlo (Mt. 5:44; Lc. 6:28; Ro. 12:14, 19). Pedro observa y describe a la gente que de modo deliberado y constante pecan y por consiguiente se hacen objetos de la ira y de la condenación de Dios.
Palabras, frases y construcciones griegas en 2Pedro 2:13–14
Versículo 13
ἀδικούμενοι … ἀδικίας—“sufriendo la injusticia del salario de la injusticia”. Si bien esta combinación “incluye una construcción bastante extraña, … el autor parece haber tolerado la construcción gramatical poco usual en aras de poder urdir un juego de palabras [con estos dos vocablos]”.

τὴν … τρυφήν—el artículo determinado precede al sustantivo (“parranda”) para especificar el carácter distintivo de la implicación. Nótese también las estrechas relaciones de este sustantivo con el participio presente compuesto ἐντρυφῶντες (celebrar orgías).

ἀπάταις—en Judas 12 la lectura es ἀγάπαις (ágapes, fiestas de amor). Algunos manuscritos importantes tienen la misma lectura en la carta de Pedro. Sin embargo, la palabra ἀπάταις (engaños, placeres) probablemente sea la original; está libre del cargo de asimilación al texto de Judas 12.
Versículo 14
ἀκαταπαύστους—derivado del compuesto de (in), κατά (bajo) y παύω (detengo), este adjetivo verbal aparece solamente una vez en el Nuevo Testamento y se traduce “inquieto”.

φυχάς—esta palabra significa “personas” (cf. 1 P. 3:20).
γεγυμνασμένην—como participio perfecto pasivo de γυμνάζω (adiestro, entreno), este término tiene como derivación el término español gimnasioEl tiempo presente denota acción comenzada en el pasado con un efecto obvio para el presente.
La maldad
2Pedro 2:15–16
15. Han abandonado el camino recto, y se han extraviado para seguir el camino de Balaam, hijo de Beor, a quien le encantó el pago de la maldad.

Consideremos dos puntos:
a. Observación
Pedro sigue describiendo a los apóstatas de su tiempo y observa que han olvidado el camino de la obediencia. Dice: “Han abandonado el camino recto”. 

El texto griego da a entender que cuando estos maestros dejaron de a andar por el camino recto comenzaron a andar de aquí para allá, sin rumbo fijo. Junto con los otros escritores de la Biblia, Pedro se expresa por medio de metáforas. 

La frase el camino recto es una expresión idiomática que apunta al camino en que los hijos de Dios deben andar según su Palabra.

Por implicación, Pedro indica que los herejes seguían alguna vez el camino recto, pero que más tarde lo dejaron. Como consecuencia de esta decisión, comenta Pedro, ahora ellos vagan en la oscuridad. 

Esta es la gente de la cual el apóstol Juan dice: “Si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros” (1 Jn. 2:19; y también Heb. 6:4–6). Esta gente también sigue el rumbo que lleva a la muerte y a la destrucción.

b. “Ilustración”
“[Siguen] el camino de Balaam, hijo de Beor, a quien le encantó eI pago de la maldad”. 

En el pasaje paralelo, Judas cita tres ejemplos del Antiguo Testamento: el odio de Caín, la codicia de Balaam y la rebelión de Coré (v. 11). 

Pedro, sin embargo, se limita a usar el ejemplo de Balaam (Nm. 22–24). Este quería maldecir a los israelitas, pero por medio del Espíritu del Señor fue forzado a bendecirlos (cf. Dt. 23:4). 

Pedro ve un reflejo de los falsos maestros en la vida y circunstancias de Balaam. Considerando el marco histórico de Balaam y el pueblo de Moab, el apóstol nota la inmoralidad sexual de los moabitas, quienes, aliados con Balaam, trataron de seducir a los israelitas (véase especialmente Nm. 25:1–9; 31:16; Ap. 2:14). 

Asimismo, Pedro nota el interés que Balaam tenía en la honra personal y en la ganancia material a expensas del pueblo de Dios. 

Y finalmente, Balac rey de Moab quería que Balaam maldijese, no bendijese, a los israelitas.

Las semejanzas son obvias. Los herejes del tiempo de Pedro están tratando de inducir a los creyentes hacia el desorden y la inmoralidad; su codicia es evidente para cualquier miembro de la comunidad; enseñan herejías destructivas que apuntan a desviar a los creyentes del camino de la verdad. Son, en efecto, una raza maldita.

Pedro declara que a Balaam “le encantó el pago de la maldad”. Balaam, aunque movido por la codicia, tenía bien en claro que los israelitas eran el pueblo escogido de Dios a quienes este mismo Dios protegía. Pero al unir sus fuerzas a las de los enemigos de Dios, recibió “el pago de la maldad”.

 Balaam era impelido por su amor a las recompensas materiales, no por el amor a Dios y a su pueblo. Poco tiempo después, el ejército de Israel mató a Balaam en la batalla contra los madianitas (Nm. 31:8).

Por medio de esta ilustración histórica Pedro revela los motivos de los falsos maestros. Los describe como seguidores de Balaam y intima que también ellos tendrán su recompensa. “Desde hace mucho tiempo la condenación se cierne sobre ellos, y su destrucción no se ha dado el lujo de dormir” (v. 3). Su recompensa será la misma que la de Balaam.

16. Pero por su maldad lo reprendió un burro—una muda bestia de carga—que habló con voz humana e impidió la locura del profeta.

Este versículo es en realidad una palabra indirecta de aliento a los lectores de la epístola de Pedro. 

Ellos ven las “manchas y suciedad” de los herejes que hay dentro de la comunidad cristiana, saben que el propósito específico de esta gente es llevar a la destrucción a la iglesia, pero se dan cuenta de que Dios “sabe como librarlos de las pruebas” (v. 9). 

Si el burro de Balaam reprobó al errado profeta, entonces los creyentes pueden reprobar a los falsos maestros mediante las enseñanzas de la Palabra de Dios.

El burro de Balaam, al ver al ángel del Señor con su espada desenvainada, trató de eludir el desastre inevitable (Nm. 22:21–28). Aun después que Dios le diera al asno el recurso del lenguaje humano, Balaam no alcanzaba a reconocer el peligro que le enfrentaba. En su misericordia, Dios abrió los ojos de Balaam para que él mismo pudiese ver al ángel del Señor con la espada lista para matarlo.

¿Por qué cuenta Pedro el relato del asno que habló? 
Por varias razones: para comparar la insensibilidad de Balaam con la de los falsos maestros; para demostrar que así como Balaam avanzaba ciegamente en el camino de la destrucción, del mismo modo están perdidos los herejes; para revelar la intervención de Dios al hacer que Balaam bendijese a Israel; y para darles a los creyentes del tiempo de Pedro la certidumbre de que Dios los protege.

Pedro llama a Balaam profeta, no para indicar que era un verdadero profeta, sino que Dios lo usó a pesar de su locura. 

Si hubiese sido un verdadero siervo de Dios, su conducta nunca se hubiese caracterizado por la locura. Su obstinación ocasionó su caída y su muerte.
Consideraciones doctrinales en 2 Pedro 2:15–16
Los críticos de la fe cristiana desvirtúan los relatos de milagros que aparecen en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. 
Consideran que estas historias son leyendas y mitos cuyo contenido debe ser descartado a la luz de la ciencia moderna. Y consideran que cualquiera que acepta estos milagros por fe es una persona que no usa su capacidad de raciocinio. 
Describen al cristiano como una persona tan crédula que creería en la Biblia, ya fuese que ésta dijese que Jonás se tragó a la pez o que la pez se tragó a Jonás.

Sin embargo el creyente observa todos los milagros de la Biblia y ve en ellos la mano del Señor. Sabe que Dios hace milagros ya sea en respuesta a la fe de su pueblo o para inculcar y fortalecer la fe de los creyentes.

Entre los numerosos milagros que figuran en la Escritura, el burro de Balaam que habla no constituye un caso excepcional. Esto aconteció en un momento de crisis en la historia de Israel en que fuerzas hostiles trataban de lograr la maldición de Israel. 

Dios intervino y no sólo hizo que el burro de Balaam hablase, sino que también logró que Balaam bendijese al pueblo de Dios en vez de maldecirlo. Un milagro es, por lo tanto, un acto de Dios. Y dado que es Dios el que actúa, el cristiano cree.

¿Es el cristiano una persona crédula? 
Para él el milagro más grande que Dios efectuó es el de la resurrección de Cristo. 

Todos los otros milagros son secundarios. Si no creemos es la resurrección física de Cristo, entonces el mensaje del evangelio carece de valor y nuestra fe es inútil (1 Co. 15:14).
Palabras, frases y construcciones griegas en 2Pedro 2:15–16
Versículo 15
καταλείποντες—algunos manuscritos tienen καταλιπόντες (aoristo activo) en vez del presente activo. 
La diferencia reside en que el presente muestra acción simultánea con la del verbo principal, en tanto que el tiempo aoristo indica una acción previa al mismo. 
En lo fundamental, el efecto es el mismo. El participio denota causa.

ἐπλανήθησαν—deriva del verbo πλανάω (causo el extravio), el aoristo significa acción ingresiva; la voz pasiva (“ser descarriado”) implica la acción de un agente.
Versículo 16
ἰδίας παρανομίας—el uso del adjetivo ἰδίας es enfático: “su propio”. Este es el único lugar del Nuevo Testamento en que encontramos a este sustantivo. Se deriva de la preposición παρά (desde el lado de) y νόμος (ley) y significa “hacer mal”, “maldad”.
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martes, 12 de enero de 2016

Aprender a ser administradores de lo que Dios no ha dado

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Renunciar para Crecer
El principio
de la renuncia
Uno de los primeros paradigmas que debemos cambiar en nuestra vida es la forma en la que nos vemos a nosotros mismos en relación a las cosas que nos rodean. Para eso, es importante contestar a la pregunta filosófica de: 
«¿Por qué existimos y cuál es nuestra tarea en el mundo?»

Obviamente, esa pregunta es demasiado grande para un libro tan pequeño como este. Sin embargo, en cuanto al área de manejo económico, es interesante que de las tres religiones más extensas del mundo (la del pueblo cristiano, judío y musulmán), todas tienen la misma respuesta para esta pregunta: existe un Creador y nosotros, Sus criaturas, hemos sido colocados en este mundo para administrarlo.

Sea uno religioso o no, lo interesante del estudio de religiones comparadas es descubrir que este principio de la renuncia se encuentra tejido en nuestra humanidad como una fibra que tenemos en común más allá de las culturas y trasfondos sociales. 

Este, realmente, es un principio con «P» mayúscula. El primer principio «P» para la economía universal: debemos renunciar a la actitud de ser dueños de lo que poseemos y comenzar a actuar como administradores (o, en el mundo de los negocios, nos llamaríamos gerentes).

A lo largo de los años se ha notado que la capacidad de una determinada persona para verse a sí misma como «Administrador», «Gerente» o «Mayordomo» de las cosas que posee es determinante en el proceso de tomar las decisiones adecuadas para alcanzar la prosperidad integral.

Cuando aplicamos este principio a nuestra vida diaria, nos damos cuenta que a cada uno de nosotros se nos ha encomendado una cierta cantidad de días para vivir, una cierta cantidad de amigos y familia que atender, y un determinado número de bienes materiales (sean pocos o muchos) que debemos administrar.

Comentemos la historia de Roberto. Él vive en la ciudad B y lo han elegido gerente general de una cadena de supermercados. Esta empresa tiene más de 50 negocios en todo el país. Al llegar el fin de año Roberto nota que uno de los supermercados situados en B no está andando bien. Viene trayendo pérdidas por los últimos tres años y a pesar de los esfuerzos hechos para reavivar el negocio en esa zona de la ciudad, este año ha cerrado con pérdidas nuevamente. 

Entonces, ¿Qué es lo que debe hacer Roberto como gerente de esa cadena de supermercados? Probablemente debe cerrar ese negocio con problemas y estudiar la posibilidad de abrir otro en alguna otra parte.

Por otro lado está Federico. Vive en la ciudad A. Tiene una tienda que fundó su abuelo. El abuelo se la dio en heredad a su padre y su padre se la pasó en herencia a él. El problema es que en los últimos tres años el negocio no ha andado muy bien. El año pasado dio serias pérdidas y este año no anda nada mejor.

La pregunta clave, ahora, es: ¿A quién le va a costar más, emocionalmente, cerrar el negocio? ¿A Roberto o a Federico?

Si bien Roberto debe manejar una suma millonaria de dinero para cerrar el supermercado que no va muy bien en la ciudad B, seguramente el que va a sufrir más en el proceso va a ser Federico.

¿Por qué?
Porque Roberto es simplemente un gerente, un administrador de una cadena de negocios; pero Federico es dueño.

Esa es la gran diferencia entre ser dueños y ser administradores. 

El principio «P» indica que nosotros tenemos que aprender a ser administradores. 

Sin embargo, lamentablemente, la mayoría de la gente del mundo se ven a sí mismas como dueñas.

El dueño está emocionalmente apegado a sus posesiones. El administrador está emocionalmente desprendido de las cosas materiales que maneja.

El dueño tiene dificultad en tomar las decisiones difíciles que se necesitan tomar y, muchas veces, las toma demasiado tarde. El administrador sabe que las posesiones que maneja no son suyas y, por lo tanto, despegado de las emociones, puede tomar las decisiones difíciles fríamente y a tiempo.

Esta, a veces, es la diferencia entre la vida y la muerte económica.

Daniela y Juan Carlos viven en la ciudad C. Ahora son excelentes administradores de sus posesiones, pero cuando los encontramos por primera vez, estaban con una deuda encima que llegaba a los 135 mil dólares. Ambos tenían excelentes trabajos y ganaban muy bien. Pero se encontraban simplemente inundados por la cantidad de pagos mensuales a los diferentes prestamistas con quienes habían hecho negocios.

Cuando ellos terminaron el primer análisis de su economía familiar, Juan Carlos se dio cuenta de que si vendían la excelente casa en la que vivían, podrían pagar una buena parte de sus deudas y, de esa manera, podrían «respirar» mejor a fin de mes. 

Con el tiempo, y después de alquilar en algún barrio más barato por algunos años, podrían tratar de volver a comprar otra casa.

Nos dimos cuenta de lo mismo, pero, por lo general, no le decimos a la gente lo que tiene que hacer. De todos modos, después de tantos años de consejería personal, ya nos hemos dado cuenta de que la gente siempre hace lo que quiere, ¡y no lo que uno le aconseja!

Sin embargo, y a pesar de no haber abierto la boca, Daniela miró hacia nosotros y nos apuntó con el dedo diciendo: «Andrés: ¡la casa no! Cualquier cosa, menos la casa.»

Nosotros, por supuesto, tratamos de calmarla y de decirle que decisiones como esas se debían pensar un poco y que quizás con el correr de los días encontrarían otra salida creativa a su situación.

El problema real que tenía Daniela no eran los 135 mil dólares que tenía que pagar. Esa era simplemente la manifestación de otros problemas más profundos en su carácter. Era el «efecto» de una «causa» que no se manifestaba a simple vista. Sin embargo, el problema más importante que Daniela tenía frente a ella era su actitud. ¡Y ni siquiera lo sabía!

Daniela estaba emocionalmente apegada a su propiedad. Se sentía dueña, no administradora. Eso, por un lado, no le permitía colocar todas y cada una de las cartas disponibles en la mesa para tomar una decisión acertada; y por el otro, confiaba en el «techo familiar» para que le proveyera de una falsa sensación de seguridad cuando, en realidad, la casa no era de ella: era del banco con el que la tenía hipotecada y hasta que no pagara el cien por ciento de su hipoteca, la casa, realmente, ¡ni siquiera le pertenecía!

Con el correr de los meses, nuestros amigos de C hicieron un cambio significativo en su actitud con respecto a las finanzas. Todavía guardo un mensaje electrónico de Daniela en nuestra computadora que dice: «Andrés: yo sé que no está bien que tengamos tantas deudas. Juan Carlos y yo hemos decidido que vamos a salir de ellas. Cueste lo que nos cueste … ¡aunque tengamos que vender la casa!»

Ese día supimos que ellos iban a salir de sus aprietos económicos.

Un año después del primer incidente nos encontramos nuevamente y ellos nos contaron cómo habían podido re-arreglar sus deudas y como habían recibido trabajos extras inesperados que les permitieron pagar, el primer año solamente, ¡65 mil dólares en deudas acumuladas!

Nosotros creemos que el desprendernos emocionalmente de las cosas materiales que tenemos es el primer paso en la dirección correcta para disfrutar de lo que hemos llamado  la «prosperidad integral».
Para poner en práctica
Ahora que hemos entendido este primer principio «P» debemos comenzar hoy mismo a desprendernos emocionalmente de las cosas que tenemos, para comenzar a vernos como administradores de estas posesiones.
Si eres un joven o señorita y no tienes una pareja, entonces, haz una lista de todas las cosas que tienes y en la parte superior de la hoja escribe: «Administrador/a general de la vida-Lista de cosas que me tocan administrar».

Por otro lado, si ya tienes pareja, pídele que lea este primer capítulo y hagan juntos este ejercicio:
1.   Escribe en la planilla que tienes a continuación el nombre de las habitaciones de tu casa. Coloca debajo, a grandes rasgos, las cosas que tienes dentro de cada habitación.
Por ejemplo:
Nombre de la habitación: Cuarto de los niños
Detalle:
     2 camas
     1 silla
     1 cómoda
     ropa
     juguetes
2.     Al terminar con cada habitación (o con toda la casa) haz lo siguiente:
Te recomendamos que, luego de llenar el formulario, lo tomes en tu mano y te prometas individualmente o le prometas a tu pareja que a partir del día de hoy cambiarán su paradigma económico. Ahora serán gerentes, administradores de estos bienes que no son suyos, sino que son bienes de la vida. A partir de hoy, prometen desengancharse emocionalmente de sus posesiones personales y van a comenzar a tomar decisiones financieras con la «cabeza fría» de un gerente.
Administrador/a general de la vida
Lista de cosas que me toca administrar:
Formulario de renuncia
Nombre de la habitación:___________________________________
Detalle:
Nombre de la habitación:___________________________________
Detalle:
Nombre de la habitación:___________________________________
Detalle:
Nombre de la habitación:___________________________________
Detalle:
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viernes, 27 de noviembre de 2015

¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6







Nos preparamos para enseñar a la congregación
  Mensaje contra Nínive, la capital de Asiria
Nahúm 1:1-14
1 Yo soy Nahúm de Elcós. En un sueño Dios me habló acerca de Nínive, y éste es el mensaje que escribí contra esa ciudad: 

      2 Nuestro Dios exige 
      que le seamos fieles. 
      Cuando se enoja, toma venganza 
      de sus enemigos y de sus contrarios. 

      3 Nuestro Dios es muy poderoso 
      y siempre castiga a quien lo merece, 
      pero también es un Dios paciente, 
      y no se enoja con facilidad. 

      Nuestro Dios camina entre las tormentas; 
      las nubes son el polvo que levanta. 
      4 Si reprende al mar y a los ríos, 
      estos se quedan secos por completo 
      y se marchitan las flores del Líbano, 
      los campos de Basán y el monte Carmelo. 

      5 En presencia de nuestro Dios 
      tiemblan la tierra y sus habitantes, 
      y los cerros y las montañas se sacuden. 

      6 Cuando nuestro Dios se enoja, 
      las piedras se hacen polvo, 
      como si las partiera un rayo; 
      cuando nuestro Dios se enoja, 
      nadie puede mantenerse firme. 

      7 Nuestro Dios es bondadoso 
      y cuida de los que en él confían. 
      En momentos de angustia, 
      él nos brinda protección. 
      8 Pero también destruye a sus enemigos; 
      los arrastra como un río desbordado, 
      ¡los persigue hasta en la oscuridad! 

      9-11 Ustedes, habitantes de Nínive, 
      ¿por qué hacen planes malvados? 
      Hay entre ustedes un consejero malvado, 
      que hace planes contra nuestro Dios, 
      pero Dios acabará con ustedes; 
      los destruirá por completo, 
      y no les dará otra oportunidad; 
      les prenderá fuego, como a la paja, 
      como si fueran un montón de espinas. 

  Mensaje al pueblo de Dios
12-14 Nuestro Dios ha dicho: 

      «Asiria es un país poderoso, 
      pero yo lo voy a destruir. 
      Destruiré su templo, 
      sus ídolos y sus imágenes, 
      y todos se olvidarán de él. 
      Dejaré ese país en ruinas, 
      pues sólo merece mi desprecio. 

      »Y aunque a ti, pueblo de Judá, 
      te hice sufrir al principio, 
      ya no te haré sufrir más. 
      Al contrario, te pondré en libertad 
      y no volverás a ser esclavo. 

LA HONRA DE DIOS
NAHÚM
PRÁCTICA homilética
¿Qué demanda la honra de Dios?
Todo el libro
Introducción: 
Para Nahúm la ciudad de Nínive representaba la maldad en su totalidad. Una maldad que todavía frustra y trata de suprimir los planes de Dios y su propósito para su gente. Ante una maldad que nunca responde a Dios, ¿qué demanda la honra de Dios? La honra de Dios vindica en tres formas:
     I.     La terminación de la maldad.
1.     Será completa, Nahúm 1:2–8.
2.     Será para siempre, Nahúm 1:9–15.
3.     Será hecha por el poder de Dios, Nahúm 2:1–3:19.

     II.     El final del sufrimiento del pueblo de Dios.
1.     Dios es fiel a su pacto, Nahúm 1:2, 13, 15.
2.     Dios es paciente con su pueblo, Nahúm 1:3a.
3.     Dios cuida a los suyos, Nahúm 1:7, 13–15.
4.     Dios mantiene su dominio y propósito, Nahúm 1:9.
5.     Dios derrota a los que desafían su sobe-ranía, Nahúm 1:2, 8; 2:13; 3:5–7.

     III.     La destrucción de aquellos que siguen la maldad.
1.     Dios está contra todos los que siguen la maldad, Nahúm 2:13.
2.     Dios hace que los malos sufran lo que les han hecho a otros, Nahúm 3:19.

Conclusión: 
La destrucción de Nínive como el representante de la maldad es vista como una victoria de Dios y una evidencia de que había razón de la esperanza de su pueblo en su poder y su justicia.
I.     LA VENGANZA COMO ATRIBUTO DEL DIOS DE LA VIDA,                   Nahúm1:1-8
1.     El profeta y su misión, Nahúm 1:1
El nombre del profeta significa, como ya mencionamos, consolación o también podríamos decir “tener misericordia”, es decir que él es objeto de la misericordia de Dios pues lo ha colocado para anunciar la venganza que tomará sobre los enemigos de su pueblo, esto es un acto de misericordia para con el pueblo que Dios ama y desde luego Nahúm forma parte de dicho pueblo. 

Sobre Elcós ver Post anterior. El primer versículo describe el mensaje como un oráculo (masa) o lit. “una carga”. Es, en definitiva, un mensaje que le entregó Dios a Nahúm para que fuera presentado, aunque su contenido no fuera fácil. También es calificado como una visión, o sea que no fue visto por todas las personas.
2.     El Dios de la vida es poderoso para defenderla, Nahúm 1:2-8
Como ya se mencionó, esta parte es una poesía, o un himno acróstico realizado a base de la mitad del alfabeto heb., este tipo de construcción era elaborada así para facilitar la memorización.

Hay que entender estos versículos dentro del contexto general del AT, en el cual Dios se presenta como el Salvador del pueblo que estaba bajo el yugo de la muerte (Éxo. 3:7–9). Dios continúa siendo el dador y preservador de la vida.

Por esa razón es Dios celoso y vengador puesto que para él han significado una ofensa las violaciones cometidas por los asirios cuyo imperio se ha construido a base de la muerte; ahora el Dios de la vida …se venga de sus adversarios, y guarda su enojo contra sus enemigos. Pues no dejará impunes estos crímenes, todos serán castigados por sus pecados pero la venganza de Dios en este caso será contra sus enemigos.
PRÁCTICA  homilética
La venganza de Dios: Dios corrige
Nahúm 1:2–7
Introducción
La palabra traducida como vengador es usada como parte del nombre de Dios mostrando que su venganza es un atributo de Dios. Expresa parte de su naturaleza. Significa que Dios no admite ningún competidor o rival. En la venganza de Dios encontramos:
     I.     El celo de Dios.
1.     Su raíz: El carácter de Dios demanda un castigo. Dios es justo.
2.     Su razón: El carácter del hombre demanda un cambio. Dios es misericordioso.
3.     Su rectitud: El carácter del mundo demanda una corrección. Dios es recto.

     II.     El límite de Dios.
1.     Hay un límite a su paciencia con el hombre.
2.     Hay un límite a su tolerancia de pecado.
3.     Hay un límite a su tolerancia de la inmoralidad.

     III.     La paciencia de Dios.
1.     Implica gran poder, Nahúm 1:3b–5.
2.     Impide la destrucción del pecador, Nahúm 1:7a.
3.     Imparte la salvación, Nahúm 1:7b.

Conclusión: 
La venganza de Dios es una expresión de su paciencia y su justicia. La venganza de Dios está bajo su amor y su misericordia.

Hay términos que se usan y que merecen una explicación más amplia de lo que ya se ha dicho. 

El primer término es celo (canh), palabra que puede tener una connotación negativa, pecaminosa; pero que si se aplica a Dios se indica su preocupación por su pueblo y la búsqueda de bienestar del mismo. Implica también un deseo de Dios para que su pueblo tenga dedicación completa hacia él. No tolera compartir lealtades con otros dioses. La ira (jemah, ap) de Dios es un estado permanente suyo frente al pecado por ser santo y justo. 

Como atributo de Dios no es un sentimiento que aflora cuando alguien peca, es una cualidad personal en la que queda cubierta la persona que está fuera de la voluntad de Dios. La venganza (nacam), otro atributo de Dios; tiene la fuerza de ser retributiva, es decir que es ejercida cuando el hombre o un pueblo quebrantan los principios divinos. Esta palabra es usada en la literatura extrabíblica como para señalar la defensa que uno hace de sus propiedades.

Sin embargo, Jehovah es lento para la ira… lo que nos indica que su ira no es desaforada, caprichosa e irracional como es común entre nosotros; la idea es más bien la de una copa que rebosa y se desborda, es decir, que Jehovah ha tenido paciencia pero esta ha sido desbordada por sus enemigos. 

Este castigo no busca la restauración y el arrepentimiento, y viene en el tiempo adecuado. El ser tardo o lento para la ira no significa una debilidad en Dios, pues inmediatamente se afirma: …y grande en poder. Con frecuencia se ha hecho tal énfasis respecto al amor de Dios y se ha dado pie para que se tenga una imagen frágil de su carácter, asemejándolo a aquel abuelo que todo lo tolera y resuelve las cosas con un golpecito en el hombro.

La grandeza de la ira de Dios se expresa en el pasaje por medio de imágenes violentas y de poder, las cuales explican por sí solas la idea del poder divino. Hay una comparación con una tempestad o gran torbellino, lo cual nos da una idea de grandeza que cubre el firmamento y está por encima de todos los seres vivientes. Son figuras comunes para Dios (Éxo. 19:16; Isa. 28:2; 29:6, etc.). 

Solamente recordemos cuando asecha una tormenta o un huracán, la sensación de miedo es inevitable y el sentimiento de impotencia es un hecho. Un testigo que presenciara en una oportunidad un huracán dijo: “la llegada del huracán me llenó de impotencia, todo el dinero que tengo no podía detenerlo, nada sirve cuando la naturaleza nos demuestra su poder, por eso recordé a Dios y me sentí humillado”. La imagen muestra a Dios en control de la naturaleza, lo cual nos señala la inmensidad de su poder.

Pero el pasaje no solo muestra a Dios en control de la naturaleza sino que él está por encima de ella, la domina, y ella le obedece. El lenguaje usado aquí refleja la interacción de Dios en medio del caos representado por el mar. En el v. 4 dice: Reprende al mar… dando a entender que es dueño y señor del elemento caótico del planeta (Éxo. 14:16–29); esto es probado en los acontecimientos de la creación y el éxodo. 
Por eso si ningún poder de la naturaleza puede sublevarse ante el señorío de Jehovah, mucho menos el poder humano de algún imperio que puede ser arrasado por cualquier evento de la naturaleza como un terremoto, un huracán o una inundación. El objetivo es de todas maneras subrayar la superioridad del poder de Dios sobre el de un imperio humano construido sobre la guerra y la muerte de muchos, lo cual les daba cierta fachada de invencibilidad a los asirios, razón por la cual continuaban sus campañas victoriosas y provocaban la ira de Dios que ahora sería derramada sobre ellos. 
Pero el poder va más allá del caos, Asiria llega hasta su señorío completo sobre la naturaleza; la abundante vegetación es también nada delante de Dios.
PRÁCTICA homilética
El carácter desconocido de Dios, su juicio
Nahúm 1:1–15
Introducción: 
Todas las naciones del mundo buscan la seguridad y la paz. Pero una seguridad y una paz ganadas por medio de la destrucción de otras naciones, tarde o temprano, trae el juicio de Dios. Nahúm nos muestra que en el juicio de Dios encontramos:
     I.     La justicia y el poder divinos, Nahúm 1:2–6.
1.     Dios es vengador. v. 2.
2.     Dios es bueno. v. 3a.
3.     Dios es poderoso. vv. 3b–6.

     II.     La misericordia a los justos y la ira a los injustos, Nahúm 1:7–11.
1.     Dios es constante en su protección a los suyos, v. 7a.
2.     Dios es constante en su misericordia a los suyos, v. 7b.
3.     Dios es constante en perseguir a sus enemigos, vv. 8–10.
4.     Dios es constante en destruir a los que levantan concejo contra él, v. 11.

     III.     La destrucción divina de los enemigos deDiosNahúm 1:12–15.
1.     Dios destruye totalmente la maldad. para librarnos, vv. 12, 13.
2.     Dios destruye completamente porque sus enemigos son viles, vv. 14, 15.

Conclusión: 
El juicio de Dios es tan activo como lo son su amor y su gracia. El amor de Dios demanda que él actúe con el pecador de una manera paciente para brindarle salvación. El juicio de Dios demanda que él actúe con el pecador que nunca se arrepiente de su vida dominada por el pecado, para que respete entonces su santidad.
Roca bíblica
¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian (Nahúm 1:7).
En el v. 5, aunque continúa la misma idea de los anteriores, aparece un elemento nuevo: los hombres también son objeto de la ira de Dios, …Ante su presencia queda desolada la tierra, y el mundo y todos los que lo habitan. Así como la humanidad es objeto del amor divino igualmente puede ser objeto de su ira. Así como él domina la naturaleza y esta es sumisa ante él, también los seres humanos podemos ser dominados por el Señor y nos daremos cuenta de cuán débiles somos; cuando su ira se desata nadie queda exento de ella, ni aún los más poderosos.

En el v. 6 se desea enfatizar sobre la ira de Dios, que no es un asunto que se puede tomar a la ligera. Se usan tres palabras diferentes: ira (zaam), enojo (ap), ira (jemah). Aquí encontramos ya la relación directa de la ira de Dios con los seres humanos, Dios ha actuado mostrando su poder no solo a través del amor sino a través de la ira, y los hombres han aprendido a ser humildes y sencillos después de esta acción. Se muestra, pues, cómo actúa Dios cuando ha sido desafiado por el orgullo y la prepotencia de los hombres. Las preguntas, ¿Quién resistirá delante de su ira? y ¿Quién quedará en pie ante el furor de su enojo?, tienen respuestas obvias después de que los hombres han hecho rebosar la copa de la tolerancia de Dios.

La venganza de Dios desatada a través de su ira es diferente de los fenómenos con los que fue comparada en los versículos anteriores. A diferencia de la tormenta que cuando se desata afecta a todos por igual sin importar si son buenos o malos, si la merecen o no, la venganza de Dios tiene un propósito definido y está dirigida a un grupo humano específico y por razones concretas en ese momento.

El v. 7 hace un equilibrio con lo que se ha dicho: nuestro Dios es un Dios que tiene celo, ira y venganza, pero también Bueno es Jehovah.

En este caso Nahúm celebra la venganza de Dios sobre los enemigos de su pueblo, por eso ¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian (v. 7). Jehovah está del lado de su pueblo el cual ha sido objeto de agravios por parte de sus enemigos; y si éste pueblo ha sido atacado y oprimido es una ofensa contra Dios. Por eso la venganza de Dios es también la respuesta de los que han sufrido, y que confían en Dios, contra los que han causado ese sufrimiento. 

Nahúm afirma esto sin mencionar que el pueblo de Judá también ha pecado y por lo tanto también recibirá la reprensión de Dios, pero esto no es óbice alguno para abandonar a su pueblo en el momento en que es angustiado por sus enemigos, y para dejar impunes los crímenes de quienes han irrespetado la vida del pueblo que pertenece al Dios de la vida. 

En el v. 8 habla de …al que se levanta contra él, y… sus enemigos, quienes son objeto de su venganza. Ellos han desafiado el poder de Dios tanto por levantarse en forma prepotente como por atropellar la vida de su pueblo. Oprimir al pueblo de Dios es levantarse contra el mismo Jehovah y eso no lo permitirá eternamente el Vengador.

Las figuras que usa Nahúm en este versículo muestran que ya no hay escapatoria para los enemigos y adversarios del pueblo de Jehovah. La primera figura dice: …arrasa con impetuosa inundación al que se levanta contra él. Las inundaciones se caracterizan por cubrir toda la superficie visible sin dejar rastro de lo pasado. Es interesante recordar aquí el diluvio con el que Dios castigó a la humanidad por su pecado (Gén. 7). 

La inundación que anuncia tiene el carácter de impetuosa, es decir arrasadora y destructora, dando a entender que cuando descienda el nivel de las aguas no habrá rastro de los adversarios sobre la superficie terrestre. De nuevo ha usado la figura de los fenómenos físicos que no pueden ser controlados después de que se han desatado, pero en este caso para castigar a los adversarios y desaparecerlos de la faz de la tierra. 

La segunda figura se refiere de otra manera a la tenacidad de la venganza divina sobre sus enemigos ¡Aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos! Dando la idea de que serán perseguidos hasta en la noche, lo cual evidencia la tenacidad del Vengador. Dios no descansará hasta ver destruidos a los enemigos de su pueblo pues no puede dejar que los promotores de la muerte se enseñoreen sobre la tierra y se muestren como los que detentan todo el poder, por ello se cierra la idea de este pasaje al retomar la idea del v. 2 que dice que Jehovah se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos.

Nahúm nos muestra en este pasaje un aspecto de Dios que ha sido ignorado, consciente o inconscientemente, por los cristianos al mostrar parcialmente la persona de Dios como un ser tan amoroso que no tiene carácter para reprender, y que si lo hace es a nivel personal. Aquí hay un mensaje para los pueblos que confían en Dios y esperan en él, pues su venganza sobre los que retienen el poder injustamente será una realidad tan cierta como el amor que él nos ha mostrado.
Se debe notar que hasta aquí no se menciona a Nínive, no se ha revelado su nombre. La descripción de Dios en estos versículos es independiente de los actos que puede tener Nínive. Él es vengador, con Nínive o sin Nínive.
II.     LA VENGANZA DE DIOS COMO SEÑAL DE LIBERACIÓN, Nahúm 1:9-14
El profeta advierte que la venganza de Dios es definitiva, él no está jugando cuando de hacer justicia se trata (v. 9). Los enemigos pueden tramar muchas cosas pero la intervención de Dios es definitiva. El anuncio de la intervención de Dios no se ha indicado todavía que es en contra de Nínive. Seguramente los creyentes deben haber estado haciéndose muchas preguntas acerca de su propio comportamiento.

Hay una identificación entre hacer el mal contra Jehovah (v. 11) y haber oprimido al pueblo de Judá (v. 13). Quien trama el mal contra el pueblo de Dios está contra el mismo Dios (Mat. 25:31–46), por esa razón, como él es fiel, se siente agraviado y responde con juicio ante sus enemigos. Este acto de Dios significará para el pueblo de Judá la ruptura del yugo opresor (v. 13).
Roca bíblica
¡He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz! (Nahúm 1:15a).
Cada vez el profeta va delineando y especificando los objetos de la venganza divina. Asiria es el imperio al cual hace referencia el profeta (todavía sin mencionarlo), sin embargo parece que se hace alusión al rey de Asiria (Senaquerib), quien es el objeto directo de esta venganza pues él encabeza a quienes se han convertido en los enemigos de Jehovah, De ti salió un consejero de Belial (v. 11). 

Esta última frase también puede traducirse “un consejero perverso”. La palabra que aparece en la RVA es Belial (beliyael), que es un término bastante fuerte puede significar “perverso”, “inútil” o “perdido”. En pasajes como Deuteronomio 13:13; Jueces 19:22; y 1 Samuel 2:12 lit. significa “hijos de Belial”. El apóstol Pablo lo usa una vez en 2 Corintios 6:15, en donde llega a significar un personaje opuesto a Cristo. En la literatura apocalíptica se usó el término para describir al Anticristo o a Satanás.

Alcanzar el carácter de imperio es intolerable para Jehovah, es casi una consecuencia lógica que aquellos que alcanzan tanto poder anhelan todavía más, a eso el profeta llama …tramó el mal contra Jehovah (v. 11b), porque el emperador asirio consideró con sus hechos altivos y sus políticas soberbias que no había contrincante alguno que pudiera estorbar el extendimiento de su poder opresor. Por esta razón Aunque vivan reposadamente y sean muchos, con todo serán cortados y pasarán (v. 12a) porque Jehovah no admitirá para siempre que su pueblo padezca la opresión.

En la frase …no te afligiré más (v. 12b) hay un cambio de persona, de “ellos” se cambia a “tú”, que parece referirse a Judá; si es así, Jehovah ha permitido la aflicción de su pueblo en la que de alguna manera han sido responsables, pero esto no es lo que desea enfatizar el profeta, más bien es que dicho padecimiento Jehovah no lo permitirá más. 

Ha llegado el momento definitivo para la venganza de Jehovah ¡…no tomará venganza dos veces de su enemigo! (v. 9b) y Nunca más sea mencionado tu nombre (v. 14a) son frases que expresan el carácter definitivo del castigo de Jehovah sobre los gobernantes asirios y como consecuencia sobre todos sus habitantes, quienes de una u otra manera han sido cómplices de lo vil que ha significado este imperio.

Hay un fuerte contraste entre lo poderoso y estabilizado que estaba el imperio asirio (v. 12a) y el fin que le esperaba (v. 10), con lo que el profeta subraya la soberanía de Dios sobre todos los reinos de la tierra como un signo de esperanza para los pueblos que padecen opresión bajo algún imperio. Un refrán popular dice: “No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”. Al leer al profeta podría decirse “No hay imperio que dure cien años sin que Dios lo reduzca a la nada”.

La fe de Nahúm en la acción justa de Jehovah es la fe de los que hoy son conscientes de la opresión y sus causas, quienes confían a Jehovah el anhelo por hacer justicia pues recibirán en el tiempo de Dios la respuesta a su fe. El fin de Nínive es ahora relatado en forma clara. No quedará nada. Tampoco quedará nada de la familia de Senaquerib. 

Pero va más allá, pues también será destruido todo el culto a los dioses asirios. Es interesante saber que Senaquerib fue asesinado por uno de sus hijos mientras rendía culto a uno de sus dioses (2 Rey. 19:36, 37; Isa. 37:37, 38), así se cumplió literalmente este pasaje. Se hace necesario preguntar acerca de los imperios contemporáneos que tienen como dios al consumismo y al materialismo. Ellos serán consumidos en sus mismos templos.
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